GUILLERMO DE JORGE. NUEVA LITERATURA ALMERÍA, N. 14-bis abril 2004

                
Guillermo de Jorge.  
Nace el día 19/01/1976 en  Santa Cruz de Tenerife
-Accesit de Poesía Concurso XIII Centro de Estudios Teológicos y Universidad de la Laguna 2002
- Finalista Premio Nacional Poesía Guitiérrez Mellado. 2002
- Semifinalista Premio Internacional Poesía Centro de Estudios Poéticos 2003               

                Fuerza para morir

Fuerza para morir
                    y desperar luego,
girar amargo alrededor del mundo,
                    tiritarme tu sed
                    con estrellas
palpitándome sobre los labios,
precipitárseme una palabra al vacío
                     buscándote.

Rodear mi cielo con tus ojos
es retratar mi muerte a la caída del ocaso.

Soy mortal bajo tu clipse,
soy inmortal bajo tus brazos.


                                        Latiendo


 Latiendo el cielo azul bajo su declive
con la muerte rasante de una gaviota
sobre el pecho de la ola,
un cinturón de fuego hacía bramar mi pecho
con impulsos de amor en mi cuerpo...
y dejarme desplamar en el suelo.

Un abrazo ahogaba mis latidos a base de silencios
y dejarme silente, como una estatua,
dejándome su silueta grabada en mis manos.

Oh, amada mía, ven ahora
y unge tus labios con los míos,
y haz del día la noche,
oculta tus ojos entre la quietud ardiente
y haz de mi voz fruta del viento.

Enredaré mi amor en tu pelo.

Elogiaré tus muslos,
haciendo estallar un beso
que haga desenfrenar la noche
entre tus dos columnas indomables.

Quiero ser furtivo, carne de fuego,
y besar tu viente de silencio
y convertirte en una figura de un cisne,
que, en llamas, se despliega ante su ocaso.



                                   A golpe de viento

A golpe de viento, 
             ante tu infinita cabellera,
estallan las olas,
             a lo lejos, a solas.

Sueltas las amarras,
            con un triste llanto
                  a melancolía vacía,
dejan a mi alama
             sola, perdida...

Silencia mi partida
              el puerto con su despedida.

Poco a poco, distante,
              desaparece en un adiós
                                   la amada mía.

Me quedo sin tierra
                en este mar agónico.

Me quedo sin mar
             en esta tierra 
                   sin nadie, y ni de nadie...

                       Presente,
         un corazón que aún late en silencio...
que reparte palabras mudas...
                           que te buscan y no dudan...
                que recuerda
                    a tu cintura de fuego
                                   reducida con un beso...
a tus labios ardiendo
                   ante un infinito cerezo...
a tus ojos negros
                   que como toritos
          salen desnudos
                        a morir al ruedo.

 

                                   La más inmensa soledad del ser



Giraba su ser en una noche oscura
que atracaba en un pecho
y le arrancaba el aire.
Famélica fue la voz
que cruzó el silencio.
Blancos los ojos
que volaron al cielo.
Ya no nos queda nada más.
Ya no tenemos nada más.
Así es como os relato yo
la más inmensa soledad del ser,
cuando la muerte se ciñe
sobre nuestros párpados
y ya no nos queda nada más...
y ya no tenemos nada más...



                                    Te acariciaré, Indomable.


Te acariciaré, Indomable,

hasta que se me gasten las manos.

...y aún bajo el cuerpo celeste,

...y ya aún ciegas mis palabras en el vacío...

Oh, piel dorada, fruta del fuego,

enciende la llama del ocaso

para que evoque tu nombre

como si de un preso del amor fuese,

al que la locura ya le puede

y tan solo le queda,

como aquel hombre,

la espera de aquel que muere.



                                                                 Inmortal


Inmortal tu nombre entre el sonido
y en la boca de este corazón
la palabra “amor “ palpitándome entre sus labios.

Entre el vacío del mundo,
un latido bramando olas de fuego,
que buscan la onda
arrebatada por el viento.

Inmortal tu nombre entre el silencio,
mientras dibujo tu cuerpo
en la oscuridad de mi ser
y le clamo a la vida
que hemos nacido
para morir juntos.

Arde el cielo
ante un cinturón de fuego
desatado por un beso tuyo,
que estalla mudo entre el universo.

Inmortal tu nombre entre el viento,
mientras declino la tarde
con una muerte segura entre tus brazos.

Por ti, y por siempre,
inmortal tu nombre en el tiempo.



Desde ahí

Desde cerros cabalgando
entre mojado,
desde amaneceres
que duermen entre sus lomos.

Desde ahí, amor,
abrasante tu perfil
que sobre la tierra se dibujaba,
perpendicular tu beso
que definía a tu forma
irreductible
cuando nocturno su nombre
arrancaba de mi pecho el aire.

Vida mía, seré pugnaz por lo que creo,
combativo por lo que amo,
aunque en ello
se me vaya la vida.


Y por hacer volcánico tus besos,
y por coronar tus ojos de fuego,
dejo en mis labios
mi última voluntad.

A brazo partido amar
y nada más.


                                                    Ahí quedaré


Apagado ya el cielo curvado
en una glorieta blanca,
galoparé por tu piel ardiente
hasta marcar de fuego tu cintura,
forjaré tu cuerpo de bronce, Morena,
hasta destrozarme el pecho por un beso,
y ahí quedaré, muerto
y con el pecho partido.


23 de abril de 2004
LIBRO DE POEMAS “EL VIAJERO DE ÆNEAS”, GUILLERMO DE JORGE. EDITORIAL COLECTIVO D. TEBEOS, 2002.


Nueva Literatura Almería N. 14-bis abril /2004
DL. AL-190/2003; ISSN: 1696-8638
Edita: Junta de Andalucía- Consejería de Cultura- Delegación Provincial de Almería
Director: Antonio Torres Tripiana
Coordinadores:  Maribel Cerezuela Bueno, Yolanda Serrano Fernández, Rodrigo de Haro Ibañez 
Maquetación: Antonio Torres Tripiana
Patrocinan: CAJA GRANADA; LA VOZ DE ALMERÍA; LOCALIA; JUNTA DE ANDALUCÍA. CULTURA.

SIN PALABRAS. CELSO ORTIZ.


A legra saber que el relato, como género literario propiamente dicho, y presa del olvido en los últimos años, poco a poco vuelve a ocupar el lugar que nunca debió abandonar, es decir, vuelve a recuperar prestancia. La habilidad para contar historias se puede adquirir con la práctica y el estudio, pero hay algo que se oculta, un cierto misterio, tal vez un don que nos acerca al verdadero narrador, ese que, además de saber contar historias, es capaz de conmovernos, de contagiarnos su capacidad creadora desde el más mínimo detalle cotidiano.
 No es solo construcción, estructura, argumentación, también ha de dotar al relato algo de si mismo, de una voz personal que pueda distinguirse del resto de autores. En el libro de relatos “Sin palabras”, de Celso Ortiz (Alhama de Almería, 1946), podrán comprobar que algo de lo dicho late en sus páginas. Componen este libro un total de trece relatos, de extensión y temática variadas y sin nexo de unión entre ellos. Abre el relato que da título al libro, “Sin palabras”, que narra la historia de las muditas y mellizas Leonor y Aurora y el Zancudo, de quien ambas se enamoran y son amantes durante la Guerra Civil, periodo muy presente aún en la narrativa española. Literatura y vida, y viceversa se entremezclan en esta serie de relatos, manteniendo un pulso narrativo ascendente y sorpresivo en la mayoría de ellos. De fácil lectura, con un lenguaje sencillo, Celso Ortiz nos propone un viaje a lo cotidiano, capaz de inferir diferentes estados emotivos según lo que suceda en cualquier momento y que puede ser determinante, como es el caso del relato “Fernández”. Otras veces nos veremos inmersos en la narración y desde el punto de vista formal a través de diálogos, poco frecuentes en este género (en los relatos “Acusado por despecho”, “El premio”, “El sabio”, “Lazos de sangre” y “Traspaso de negocio”). Gusta también Celso Ortiz del uso de la narración breve, concisa (más propia del relato) frente a otros más extensas, relajando así la tensión discursiva. En cualquier caso, fragua bien las historias y resuelve con destreza la mayoría de los relatos contenidos en “Sin palabras”. En algunos de ellos, la crítica o la denuncia se muestra abiertamente, como es el caso del relato titulado “Fitur”: «don Indalecio ha ordenado al concejal de turismo que no repare en gastos para montar el stand de Luminosa. El día de la inauguración oficial allí aparecen todos los componentes de la corporación municipal, los concejales que gobiernan y los concejales de la oposición, “que no quiero líos ni críticas” –palabras textuales del alcalde-. 
El reportero del periódico local, que ha sido invitado por el ayuntamiento con todos los gastos pagados, también está ese día en FITUR y hace su trabajo», o el del relato “El premio”, que narra la corrupción existente en los premios literarios: «Amarrando cabos me queréis decir que Abdón Cabanillas, el Nobel, va a ganar el premio SAWA de este año con “Caminos de barro”. ¿No es eso? Bien, está bien, de acuerdo –balbucea Baltasar sin salir de la perplejidad». Celso Ortiz escribe historias, es un narrador que disfruta de su oficio, que goza con la escritura. Como el mismo ha declarado: «Yo escribo por placer, porque me lo paso bien. No entiendo a los escritores que aseguran que sufren cuando escriben, si yo sufriera escribiendo no lo haría». 
No podemos olvidar ese tono de humor que acompaña a algunos de los relatos, como es el caso del relato titulado “El fiambre”, que narra lo sucedido en un hospital ante la erección que sufre un mendigo moribundo después del manoseo de la enfermera al lavarlo y en presencia de una monja: «Y ocurrió lo que yo me temía, que la monja ganó aquella guerra de gatas en celo. La excusaque puso fue que había que llamar al médico pero yo comprendí que el objetivo era deshacerse de la enfermera y quedarse a solas conmigo». Como conclusión última y coincidiendo básicamente con el profesor y catedrático de Lengua y Literatura, Alfonso Berlanga, de “Sin palabras” destacaría lo cotidiano, cuestión en la que su autor, Celso Ortiz, viene insistiendo en sus últimas entregas.


Título: Sin palabras
Autor: Celso Ortíz
Edita: Alhulia (Granada, 2015)


ENRIQUE URREA. POEMAS ERÓTICOS

DEL CORO AL CAÑO

 (Versos Fesceninos)

 REMEDO A VENTURA DE LA VEGA

 Numquam naturam mos visceret (Ciceron)  

 Lo que antes fueron vicios, ahora son costumbres

 ...Y el verso se hizo carne y habitó entre nosotros (E. Urrea)

 "La mujer de culo en pompa
 dos agujeros presenta
 para que el zipote elija
 el que mejor le parezca".
 En ellos nadie se fija
 una vez metido en juerga,
 ni de sus güevos se cuelga
 candil, farol o carburo
 por lo que es lógico errar
 y cuando piensas follar,
 resulta que das por culo.
 El fragor de la "pelea"
 crea euforia y alegría,
 impiden el destino ver,
 pues si miras, se te sale,
 yerras tú la puntería,
 y la moza se cabrea
por lo que acabas de hacer,
 que ambos agujeros valen,
 que el objetivo es joder.
 Así que, sin disimulo,
 como no eres bisoño,
- mídete bien tu herramienta:
- si calzas poco, ve al culo,
- si calzas mucho, ve al coño,
- y si no los ves, los tientas.
 ¿Has medianas dimensiones?,
- ¡conserva el pito bien duro!,
 - ¡echa al asunto cojones!,
 - ¡agárrala por el moño!,
 - ¡alterna ambas estaciones!,
- del coño te vas al culo,
 - y del culo vete al coño.

  El Juglar del Río Almanzora

  Festividad de San Eugenio y San Alberto Magno,.
 Patrono universitario Annus Domini MCMXCVII


Escucha, amigo lector:
  Si estos versos tan procaces    
  te causaran estupor                
o te han de escandalizar,
   piensa bien lo que te haces
  antes que puedas pecar;
abre otro  libro cualquiera
échame a la papeler
  y santas pascuas y en paz

   El solípedo ungulado   
 convenientemente armado
   +   +
Macarena
 está muy buena
Toda comparación resulta odiosa (Popular) 
 
AGRAVIO COMPARATIVO 
 
En provincia de Almería
está el pueblo de Cantoria,
pequeño y bello lugar,
al que le cupo la gloria
de ser  cuna del Juglar.
Su paisana Macarena
es una chica excelente,
muy recatada y buena.
El  padre es terrateniente,
muy rico y acomodado,
respetado por la gente,
y por su hija adorado,
(sin atrasar lo presente)
¡Anda él tan preocupado
por encontrarle marido
a la dulce Macarena!
Ha de ser un buen partido
para entregarle a su nena,
así que con tal premisa,
sin pausa pero sin prisa,
se fijó en Pedro García,
chico apuesto y educado,
culto, guapo, y refinado,
que estudiaba abogacía.
Celebraron una cena
para hacer el compromiso,
entre Pedro y Magdalena,
en el momento preciso.
A la sazón prometidos
desde aquel preciso instante,
dió el regalo preferido.:
era un hermoso brillante.
Ella, devolvió el cumplido
regalándole un colgante
con el reloj consabido.
Enamorados perdidos,
Macarena y su Pedrito,
se fueron muy despacito,
al campo a dar un paseo.
De la mano caminaban,
por una angosta vereda
-- ¡Pedro! -dijo la núbil efeba-
¿Que será aquello que veo,
enfrente a tí, en lontananza,
en aquella alameda?
¡Lo negro bajo la panza
de aquel borrico tan feo!
¡Esa especie de badajo
que le cuelga por debajo!
¡Que lo mueve cual balanza
desde el suelo hasta su panza!?    
¡¡¡Santo Dios, que trayectoria!!!
¡¡¡Que bien trazado cuadrante!!!
¡¡¡Qué pluma tan elegante!!!
-- Veras, mi querida novia.
-- Lo veo, Pedro y no se que es.
-- Macarena, yo no creo
que no sepas conocer
el nombre de tal colgajo,
los burros suelen tener,
como todos los mortales,
unos atributos tales,
que son llamados carajos,
Aparatos genitales
que ostentosamente cuelgan,
tan hermosos y  enlutados,
que suelen ser nominados
con este nombre: La verga.
-- Pedro, yo no conocía
esa tal taxonomía.
-- Otros nombres se le dan
al miembro reproductor
según cual sea su nación
o el sitio por donde van.
-- ¡¡Ay, Señor, que feliz soy
con lo que aprendido hoy!!
¡¡No salgo de mi estupor!!
Esas megadimensiones
me sugieren una idea:
tener un consolador
de óptimas proporciones,
pues cualquiera que lo vea
tan negro, tan largo y duro
puede atreverse a pensar
que le saque de un apuro.
Y puesta ya a cavilar,
porqué no he de suponer:
-- Si el burro, siendo animal,
tiene ese aparato tal,
que tanto puede crecer,
tú, mi Pedrito amado,
que estudias para abogado
y tienes tanto saber,
¡¡como lo debes tener!!.
Imagino lo tendrás
mucho más desarrollado,
¡¡ no me puedo equivocar!!
Por simple regla de tres,
se puede determinar
el tamaño de tus partes,
que en función de tu saber,
debe ser descomunal
cual un moco de elefante.
¡¡cómo lo debes tener!!
-- Lamento decepcionarte.
Tengo que hacerte saber,
mi adorada Macarena,
tu concepto es delirante,
tu solución no es la buena;
te lo explicaré al instante:
-- Tu ya estabas predispuesta
a regla de tres directa
¡mas no es así, so perversa!,
la proporción es inversa.
Por tanto, en serio te digo
que cuando quieras saber
el tamaño de mis partes,
agravio comparativo
es lo que hay que hacer.
Debes saber de antemano
que nuestro genoma humano
tiene leyes inflexibles.
Y existe jurisprudencia
que de forma indiscutible
sancionan con contundencia
el tenor de esta sentencia,
de forma clara y tangible
 "Cuanta más ciencia acumulas
más delgado es el calibre,
y más pequeña  es la pirula
y más amplia su cultura".

Y el artículo siguiente
sanciona a “sensu contrario”
muy contundente y palmario:
 "El que la tenga tan gorda
que al abarcarla desborda,
al comprobar se deduce
que de cultura carece
y al legislador le induce,
a pensar que se parece,
mucho a la mente del  asno”
-- Esto, parece  un sarcasmo,
pero no temas, mi amor,
yo te juro, ¡¡vive Dios!!
que ya no seré abogado,
pues no vaya a suceder
que yo, de tanto saber,
me pueda quedar capado
-- ¿Pues sabes lo que te digo,
Pedrito de mis amores?
Que si me peleo contigo,
dicho con todo respeto,
me echaré un analfabeto.
Macarena contrariada
por las cortas dimensiones
de las partes ya citadas
de su culto prometido,
que ella hubiera preferido
de mayores proporciones,
lamentó que la cultura
de su apuesto pretendiente
suponga, precisamente,
que tenga esa miniatura.
Y se lo pensó muy bien
aquella dulce criatura
y le dijo adiós y amén.
Decidida Macarena,
púsole a la ‘i’, su punto.
tan modosita y tan buena
prefirió darle un disgusto
poniéndole en cuarentena
y en ese mismo momento
volvió su vista al jumento.
Viendo a Macarena, el burro,
elevando su cabeza,
lanzó un sonoro rebuzno;
con elegancia y presteza,
su belfo esbozó una risa
y enseñó su dentadura
a esta cándida criatura;
y con cadencia precisa,
medida y acompasada,
su verga alzó muy tensada
de la ordenada a la abscisa.
recorriendo aquel cuadrante,
en su zona negativa,
(El eje de coordenadas
se sitúa en los cojones. (0)
si al ver el burro, lo pones
de lado precisamente.,
y mirando hacia la izquierda,
menos equis es su abscisa
tangente con la barriga. (-x)
Y menos y, la ordenada (-y)
que aquí ha sido contemplada.
permíteme que lo diga.
De menos “-y” a menos “-x”,
Con trazo determinante,
de  cascos a la barriga.
Macarena vigilante
al solípedo miraba.
Con enérgica violencia,
al tiempo que rebuznaba,
el burro aquel le mostraba,
la cantidad de potencia
que su zipote albergaba.
Con tal fuerza y contundencia
el burro se flagelaba,
que a cada golpe que daba
con esa verga tan tensa,
Macarena se quedaba
boquiabierta y circunspecta,
con sus partes encharcadas,
y muy debil de defensas.
La pobre, se mareaba
de pensar qué pasaría
si, por azar, algún día
el burro la penetraba.
¡¡Santo Dios, qué lotería!!
Y de pensarlo, mascaba
cual burra posesa en celo;
extravió su mirada
cual borrego degollado,
cayole en su cara el pelo
en un gesto desmayado,
su corazón se agitó;
entre estertor y estertor,
eclánsica y epiléctica,
mandó a la mierda el pudor,
le echó al asunto valor,
y en una postura ecléctica,
en medio de aquel marasmo,
se le presentó un orgasmo.
¿Qué harías tu en su lugar
si lo sintieras llegar?
Macarena, ‘se corrió’
y con gran placer ‘se vino’
a la orilla del camino
por el que antes llegó.
Y luego, más sosegada,
lánguida ya su mirada,
calmado su corazón,
secas sus partes mojadas,
sacó fuerzas de flaqueza,
peinó el pelo en su cabeza,
dió un suspiro muy profundo
al tiempo que bostezó,
el burro correspondió
con conato de rebuzno,
cosa lógica y normal,
que el solípedo ungulado,
ese lascivo animal.
se hubiera debilitado
 y el rocín se resintiera
por mor de aquel sucedido,
del mucho gasto que hiciera.
Más el burro, complacido
ofreciósele encantado
para otra nueva sesión
¡¡¡Macarena, que pasión
en el burro has despertado!!!
--- Pues francamente os digo
que el burro me ha encantado,
que su amor me ha declarado
y yo le he correspondido.
El Juglar del Río Almanzora
Porto Magno in Mare Ibericus in festivitatis Santorum  Cayetano (Copatrono de Cantoria), Sixto II, papa
y Fausto Ob.   Annus Domini M M I I I.
Luna Creciente en ESCORPION
Sol en LEO
Del libro “VERSOS MARRANOS del JUGLAR” ®
 
 
 





Autores entrevistados en la Cafetera - Candil Radio, FM 87.6