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El Alazán de Muley Boabdil,


Y mientras el alazán del guarda caracoleaba entre las cuadrillas que varean los olivos, se oye a lo lejos el pitido del tren, que atravesando el mar de olivares, rompe con cuchillas de hierro la ancestral tierra.
El veor levanta cansino la cabeza y por un momento se olvida de las cuadrillas y recuerda el viaje que de novios hizo, hace mucho tiempo...demasiado...
El tren pasa rugiendo y por un momento, los campos callan, reconociendo tal vez, su sumisión al monstruo de blanco y plata que como una exhalación, corta las suaves ondulaciones del olivar
Y el campo quedó en silencio
y los pájaros volaron moviendo raudos las alas
y las jaras se agitaron
y el sol tibio del invierno, pareció que no calentaba
Y como visto y no visto, en una de las ventanillas, se apreció la imagen fugaz de dos mujeres que saludaban...
Eran Carmelilla y Agustina, que huyendo de la "vará" iban rumbo a Granada
En esas estaban, cuando sin apenas darse cuenta y con muchas ceremonias, el revisor dio paso a un señor un tanto extraño, como raro, como salido de un cuento de aquellos que Julia la maestra para el fin de las clases organizaba
-A las buenas ! - exclamó-
-A la paz de Dios -dijo la Agustina- que pa eso era más mirada
La Carmelilla, que era más descarada, se le quedó mirando como diciendo: este señor me suena...
-¿Van Uds. a Granada? preguntó
-Pues sí señor, vamos las dos pá Granada
-Ah bién, yó también voy a Granada
-¿Es de por aquí? preguntó la Carmelilla, que era una descarada
-Bueno, por así decirlo, yo siempre he sido de Granada
-¿ Y como se come eso ?
- Verán Uds., hace ya mucho tiempo atrás, conocí bien la Al-Hanbra, e incluso viví algún tiempo por allí
- Será en el Albaicín, en la Alhambra ahora no vive nadie, salvo los Reyes, claro, cuando se dignan venir - dijo la Agustina que ya se iba mosqueando con tanta intriga-
- Claro, es que hace mucho tiempo...
- Pos nosotras somos de Yében y esta es la Carmela y yo soy la Agustina
- Encantado, señoras, es un placer viajar con tan bellas y hermosas damas !
- Y Ud. como se llama ?
- Mi nombre es Muley Boabdil ó Mohamed XII ó el Zogoibi, como vos prefiráis

El Alazán de Muley Boabdil,


Y mientras el alazán del guarda caracoleaba entre las cuadrillas que varean los olivos, se oye a lo lejos el pitido del tren, que atravesando el mar de olivares, rompe con cuchillas de hierro la ancestral tierra.
El veor levanta cansino la cabeza y por un momento se olvida de las cuadrillas y recuerda el viaje que de novios hizo, hace mucho tiempo...demasiado...
El tren pasa rugiendo y por un momento, los campos callan, reconociendo tal vez, su sumisión al monstruo de blanco y plata que como una exhalación, corta las suaves ondulaciones del olivar
Y el campo quedó en silencio
y los pájaros volaron moviendo raudos las alas
y las jaras se agitaron
y el sol tibio del invierno, pareció que no calentaba
Y como visto y no visto, en una de las ventanillas, se apreció la imagen fugaz de dos mujeres que saludaban...
Eran Carmelilla y Agustina, que huyendo de la "vará" iban rumbo a Granada
En esas estaban, cuando sin apenas darse cuenta y con muchas ceremonias, el revisor dio paso a un señor un tanto extraño, como raro, como salido de un cuento de aquellos que Julia la maestra para el fin de las clases organizaba
-A las buenas ! - exclamó-
-A la paz de Dios -dijo la Agustina- que pa eso era más mirada
La Carmelilla, que era más descarada, se le quedó mirando como diciendo: este señor me suena...
-¿Van Uds. a Granada? preguntó
-Pues sí señor, vamos las dos pá Granada
-Ah bién, yó también voy a Granada
-¿Es de por aquí? preguntó la Carmelilla, que era una descarada
-Bueno, por así decirlo, yo siempre he sido de Granada
-¿ Y como se come eso ?
- Verán Uds., hace ya mucho tiempo atrás, conocí bien la Al-Hanbra, e incluso viví algún tiempo por allí
- Será en el Albaicín, en la Alhambra ahora no vive nadie, salvo los Reyes, claro, cuando se dignan venir - dijo la Agustina que ya se iba mosqueando con tanta intriga-
- Claro, es que hace mucho tiempo...
- Pos nosotras somos de Yében y esta es la Carmela y yo soy la Agustina
- Encantado, señoras, es un placer viajar con tan bellas y hermosas damas !
- Y Ud. como se llama ?
- Mi nombre es Muley Boabdil ó Mohamed XII ó el Zogoibi, como vos prefiráis

El Alazán de Muley Boabdil,


Y mientras el alazán del guarda caracoleaba entre las cuadrillas que varean los olivos, se oye a lo lejos el pitido del tren, que atravesando el mar de olivares, rompe con cuchillas de hierro la ancestral tierra.
El veor levanta cansino la cabeza y por un momento se olvida de las cuadrillas y recuerda el viaje que de novios hizo, hace mucho tiempo...demasiado...
El tren pasa rugiendo y por un momento, los campos callan, reconociendo tal vez, su sumisión al monstruo de blanco y plata que como una exhalación, corta las suaves ondulaciones del olivar
Y el campo quedó en silencio
y los pájaros volaron moviendo raudos las alas
y las jaras se agitaron
y el sol tibio del invierno, pareció que no calentaba
Y como visto y no visto, en una de las ventanillas, se apreció la imagen fugaz de dos mujeres que saludaban...
Eran Carmelilla y Agustina, que huyendo de la "vará" iban rumbo a Granada
En esas estaban, cuando sin apenas darse cuenta y con muchas ceremonias, el revisor dio paso a un señor un tanto extraño, como raro, como salido de un cuento de aquellos que Julia la maestra para el fin de las clases organizaba
-A las buenas ! - exclamó-
-A la paz de Dios -dijo la Agustina- que pa eso era más mirada
La Carmelilla, que era más descarada, se le quedó mirando como diciendo: este señor me suena...
-¿Van Uds. a Granada? preguntó
-Pues sí señor, vamos las dos pá Granada
-Ah bién, yó también voy a Granada
-¿Es de por aquí? preguntó la Carmelilla, que era una descarada
-Bueno, por así decirlo, yo siempre he sido de Granada
-¿ Y como se come eso ?
- Verán Uds., hace ya mucho tiempo atrás, conocí bien la Al-Hanbra, e incluso viví algún tiempo por allí
- Será en el Albaicín, en la Alhambra ahora no vive nadie, salvo los Reyes, claro, cuando se dignan venir - dijo la Agustina que ya se iba mosqueando con tanta intriga-
- Claro, es que hace mucho tiempo...
- Pos nosotras somos de Yében y esta es la Carmela y yo soy la Agustina
- Encantado, señoras, es un placer viajar con tan bellas y hermosas damas !
- Y Ud. como se llama ?
- Mi nombre es Muley Boabdil ó Mohamed XII ó el Zogoibi, como vos prefiráis

El Alazán de Muley Boabdil,


Y mientras el alazán del guarda caracoleaba entre las cuadrillas que varean los olivos, se oye a lo lejos el pitido del tren, que atravesando el mar de olivares, rompe con cuchillas de hierro la ancestral tierra.
El veor levanta cansino la cabeza y por un momento se olvida de las cuadrillas y recuerda el viaje que de novios hizo, hace mucho tiempo...demasiado...
El tren pasa rugiendo y por un momento, los campos callan, reconociendo tal vez, su sumisión al monstruo de blanco y plata que como una exhalación, corta las suaves ondulaciones del olivar
Y el campo quedó en silencio
y los pájaros volaron moviendo raudos las alas
y las jaras se agitaron
y el sol tibio del invierno, pareció que no calentaba
Y como visto y no visto, en una de las ventanillas, se apreció la imagen fugaz de dos mujeres que saludaban...
Eran Carmelilla y Agustina, que huyendo de la "vará" iban rumbo a Granada
En esas estaban, cuando sin apenas darse cuenta y con muchas ceremonias, el revisor dio paso a un señor un tanto extraño, como raro, como salido de un cuento de aquellos que Julia la maestra para el fin de las clases organizaba
-A las buenas ! - exclamó-
-A la paz de Dios -dijo la Agustina- que pa eso era más mirada
La Carmelilla, que era más descarada, se le quedó mirando como diciendo: este señor me suena...
-¿Van Uds. a Granada? preguntó
-Pues sí señor, vamos las dos pá Granada
-Ah bién, yó también voy a Granada
-¿Es de por aquí? preguntó la Carmelilla, que era una descarada
-Bueno, por así decirlo, yo siempre he sido de Granada
-¿ Y como se come eso ?
- Verán Uds., hace ya mucho tiempo atrás, conocí bien la Al-Hanbra, e incluso viví algún tiempo por allí
- Será en el Albaicín, en la Alhambra ahora no vive nadie, salvo los Reyes, claro, cuando se dignan venir - dijo la Agustina que ya se iba mosqueando con tanta intriga-
- Claro, es que hace mucho tiempo...
- Pos nosotras somos de Yében y esta es la Carmela y yo soy la Agustina
- Encantado, señoras, es un placer viajar con tan bellas y hermosas damas !
- Y Ud. como se llama ?
- Mi nombre es Muley Boabdil ó Mohamed XII ó el Zogoibi, como vos prefiráis