A DON JUAN CUADRADO RUIZ
Tal día como hoy, un día de #SanValentin, pero de hace 136 años, nacía en Vera (Almería) el que fuese discípulo del arqueólogo e ingeniero belga Luis Siret y primer director del @MuseoAlmeria, allá por 1933. Arturo del Pino Ruiz 🏛️@Arturodelp
- Intervención en la Tertulia Indaliana de Juan Cuadrado Cánovas, hablando de su padre, Juan Cuadrado Ruíz. 1992? -
"¿Quién era mi padre? Nacido en Vera en 1886 –el mismo año que
Don Alfonso XIII, por eso él decía que era de la quinta del Rey- en
el seno de una familia acomodada, transcurre su juventud en Valencia,
ya que huérfano de padre, vivía con su abuelo materno, a la sazón
registrador de la Propiedad en Torrente. En la ciudad del Turia
estudia Bachillerato en el Colegio de San José de los Padres
Jesuitas e inicia la carrera de Derecho, que no terminó. Con gran
afición al dibujo y a la pintura desde pequeño, le interesan mucho
más que los estudios de Leyes, las clases de pintura con el Maestro,
don Joaquín Sorolla.
En 1917 entra en
contacto, ya en Vera, con don Luis Siret y se cambiará totalmente la
dirección de su vida. Lo que aprendió y bien con don Luis Siret
entre 1917 y 1934, no lo olvidó nunca. Asiste en 1929 al IV
Congreso Internacional de Prehistoria en Barcelona; antes y después
toma parte con don Luis en muchas excavaciones, hace otras por su
cuenta y en 1933 consigue, gracias a la valiosa intercesión de
Siret, la creación del Museo Arqueológico de Almería. ¿Cómo era
aquel Museo? Escribe así Gabriel Espinar: “El Museo, fundado y
dirigido por don Juan, tuvo un tinte personal, íntimo, poético y
legendario, que no se podrá repetir. Generaciones de almerienses
pasamos por sus aulas y recreábamos el pasado a su conjuro”.
En el Museo, mi
padre actuaba de director y cicerone. No se trataba de la visita fría
de los objetos con cartelitos explicativos. Era demasiado poco
ordenado para esto. Hablaba con pasión y amenidad de sus hallazgos
en la Cueva de los Blanquizares de Lébor en Totana, con el hacha
enmangada del Neolítico, quizá ejemplar único en el mundo y de las
falsificaciones en aquel pueblo murciano de los gitanos, el Rosao y
el Corro; de las monedas de los almohades o árabes almerienses; de
la Entrega de la Faca en Sierra Almagrera, que inmortalizaría con su
poema, su gran amigo Álvarez de Sotomayor; del pie de la hija de
Ramses II, que tras muchas peripecias pasó de un Museo el El Cairo
al de Almería. Siempre recuerdo su alusión a cierta inscripción en
una pirámide: “El que profane la tumba del faraón morirá”. Mi
padre añadía: “Y era gran verdad, porque ustedes observarán, que
no decía cuándo. Todos tenemos que morirnos alguna vez.”
En 1934 tiene Cuadrado Ruiz la satisfacción de devolver el Pendón
de Castilla, depositado en el Museo, al Ayuntamiento de Almería. Se
reanuda entonces la procesión cívica del día de San Esteban, que
ahora parece vuelve a ponerse en entredicho.
En este año pronuncia en el reducido local de la calle de Arapiles,
las palabras inaugurales de la primera radio local: “Estación
Emisora de E. A. . 60 Radio Almería.
1936. España se ha
partido en dos. Desde Totana, donde pasa todo el tiempo de guerra, se
preocupa de atender a almerienses perseguidos, exactamente igual que
lo volverá a hacer en el año 39, en Almería. Resultados de su
labor: muchas contrariedades, que no so del caso relatar.[..]" Extracto de alocución de D: Juan Cuadrado Cánovas