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Puente del Celia Viñas. Martín Miguel García

Puente del Celia Viñas

Camino camino

que llevas la vida

de una a otra orilla.

Enlace de encuentros

y diversos momentos.

Allá, cerca del centro,

observabas

con ojos incandescentes

el paso de la gente.

Antes había un férreo puente

que con sus gruesas vigas

unía el paso esforzado

de jóvenes estudiantes

a las aulas del instituto.

Ya todo queda en el recuerdo

y un suelo firme cubre

el vacío de la Rambla.

Suave brisa de esperanza

que inundabas nuestros corazones,

recuerdos de adolescencia,

juventud eterna.


Martín Miguel García

Puente del Celia Viñas. Martín Miguel García

Puente del Celia Viñas

Camino camino

que llevas la vida

de una a otra orilla.

Enlace de encuentros

y diversos momentos.

Allá, cerca del centro,

observabas

con ojos incandescentes

el paso de la gente.

Antes había un férreo puente

que con sus gruesas vigas

unía el paso esforzado

de jóvenes estudiantes

a las aulas del instituto.

Ya todo queda en el recuerdo

y un suelo firme cubre

el vacío de la Rambla.

Suave brisa de esperanza

que inundabas nuestros corazones,

recuerdos de adolescencia,

juventud eterna.


Martín Miguel García

Puente del Celia Viñas. Martín Miguel García

Puente del Celia Viñas

Camino camino

que llevas la vida

de una a otra orilla.

Enlace de encuentros

y diversos momentos.

Allá, cerca del centro,

observabas

con ojos incandescentes

el paso de la gente.

Antes había un férreo puente

que con sus gruesas vigas

unía el paso esforzado

de jóvenes estudiantes

a las aulas del instituto.

Ya todo queda en el recuerdo

y un suelo firme cubre

el vacío de la Rambla.

Suave brisa de esperanza

que inundabas nuestros corazones,

recuerdos de adolescencia,

juventud eterna.


Martín Miguel García

Puente del Celia Viñas. Martín Miguel García

Puente del Celia Viñas

Camino camino

que llevas la vida

de una a otra orilla.

Enlace de encuentros

y diversos momentos.

Allá, cerca del centro,

observabas

con ojos incandescentes

el paso de la gente.

Antes había un férreo puente

que con sus gruesas vigas

unía el paso esforzado

de jóvenes estudiantes

a las aulas del instituto.

Ya todo queda en el recuerdo

y un suelo firme cubre

el vacío de la Rambla.

Suave brisa de esperanza

que inundabas nuestros corazones,

recuerdos de adolescencia,

juventud eterna.


Martín Miguel García