KATY PARRA

Katy Parra


https://youtu.be/3ov4sZ164yk

KATY PARRA 
Libros publicados:
Acordes en Soledad. Murcia, 1997.
Síntomas de Olvido. Madrid, 2000.
Espejos para huir hacia otra orilla. Toledo, 2004.
Coma Idílico. Ed. Hiperión, Madrid, 2008 .
Por si los pájaros. Ed. Visor, Madrid, 2008.

Podéis conocer más sobre Katy  Parra y su obra  

Katy Parra:  Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández.
Dibujo digital a partir de fotografía por Rosa Prat Yaque.

Premios:
-2000. 1º accésit del Premio Nacional de poesía “Ciudad de Jumilla”, Murcia.-2003. XXVIII Premio Nacional de poesía Rodrigo de Cota “Ciudad de Toledo”.-2005. Finalista en el V Premio Nacional de poesía “Dionisia García”, Murcia.-2008. Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández.
Comunidad Valenciana.-2008. Premio de Poesía Villa de Salobre-2008. Premio de Poesía en lengua castellana Viaje del Parnaso (Valdepeñas)-2009. XXV Premio Internacional Jara Carrillo de poesía de humor 

e-mail.: 

A la que agradezco su amistad y su cariño siempre vestido de versos y de máximas como "Abre los ojos y sonríe. La vida acaba de empezar", a la par de prologarme mi propio poemario "Alma Farolera", gracias hermana poeta.



POEMAS:
 

COMA IDÍLICO

No maldigas el tiempo que perdiste
conquistando mi alma
y otras cosas.


¿Aún deseas que te diga
lo que quieres oír?

Sírveme otra cerveza,
arráncame la ropa con los dientes
y destroza a pedradas
el castillo de arena y cicatrices
que a diario restauras
en alguna bahía de mi olvido.





APUNTES


Adoro las estufas,
el invierno y sus leyes metafísicas,
sus mantas de algodón
y sus extravagancias navideñas.

Me gusta hacer las paces con la vida

-y con mis enemigos-,

apuntar con el dedo a los imbéciles
para no confundirlos con los tontos,
reír a manos llenas
cuando todo parece derrumbarse,
y me gustan los jueves.

En el patio de luces
hay concilio de pájaros.


Me agrada hablar con ellos
de las cosas que importan.

Mi psicoterapeuta
dice que no es tan grave.
plegamos nuestras alas, conversamos,
le sigo la corriente.

Este es un buen lugar para escapar del frío.

KATY PARRA

KATY PARRA 
Libros publicados:
Acordes en Soledad. Murcia, 1997.
Síntomas de Olvido. Madrid, 2000.
Espejos para huir hacia otra orilla. Toledo, 2004.
Coma Idílico. Ed. Hiperión, Madrid, 2008 .
Por si los pájaros. Ed. Visor, Madrid, 2008.

Podéis conocer más sobre Katy  Parra y su obra  

Katy Parra:  Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández.
Dibujo digital a partir de fotografía por Rosa Prat Yaque.

Premios:
-2000. 1º accésit del Premio Nacional de poesía “Ciudad de Jumilla”, Murcia.
-2
003. XXVIII Premio Nacional de poesía Rodrigo de Cota “Ciudad de Toledo”.-2005. Finalista en el V Premio Nacional de poesía “Dionisia García”, Murcia.-2008. Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández.
Comunidad Valenciana.
-2008. Premio de Poesía Villa de Salobre-2008. Premio de Poesía en lengua castellana Viaje del Parnaso (Valdepeñas)-2009. XXV Premio Internacional Jara Carrillo de poesía de humore-mail.: parra.katy@gmail.com
A la que agradezco su amistad y su cariño siempre vestido de versos y de máximas como "Abre los ojos y sonríe. La vida acaba de empezar", a la par de plologarme mi propio poemario "Alma Farolera", gracias hermana poeta.

POEMAS:
 
COMA IDÍLICO

No maldigas el tiempo que perdiste


conquistando mi alma


y otras cosas.


¿Aún deseas que te diga


lo que quieres oír?


Sírveme otra cerveza,


arráncame la ropa con los dientes


y destroza a pedradas


el castillo de arena y cicatrices


que a diario restauras


en alguna bahía de mi olvido.



APUNTES

Adoro las estufas,


el invierno y sus leyes metafísicas,


sus mantas de algodón


y sus extravagancias navideñas.


Me gusta hacer las paces con la vida


-y con mis enemigos-,


apuntar con el dedo a los imbéciles


para no confundirlos con los tontos,


reír a manos llenas


cuando todo parece derrumbarse,


y me gustan los jueves.


En el patio de luces


hay concilio de pájaros.


Me agrada hablar con ellos


de las cosas que importan.


Mi psicoterapeuta


dice que no es tan grave.


plegamos nuestras alas, conversamos,


le sigo la corriente.


Este es un buen lugar para escapar del frío.


KATY PARRA

KATY PARRA 
Libros publicados:
Acordes en Soledad. Murcia, 1997.
Síntomas de Olvido. Madrid, 2000.
Espejos para huir hacia otra orilla. Toledo, 2004.
Coma Idílico. Ed. Hiperión, Madrid, 2008 .
Por si los pájaros. Ed. Visor, Madrid, 2008.

Podéis conocer más sobre Katy  Parra y su obra  

Katy Parra:  Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández.
Dibujo digital a partir de fotografía por Rosa Prat Yaque.

Premios:
-2000. 1º accésit del Premio Nacional de poesía “Ciudad de Jumilla”, Murcia.
-2
003. XXVIII Premio Nacional de poesía Rodrigo de Cota “Ciudad de Toledo”.-2005. Finalista en el V Premio Nacional de poesía “Dionisia García”, Murcia.-2008. Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández.
Comunidad Valenciana.
-2008. Premio de Poesía Villa de Salobre-2008. Premio de Poesía en lengua castellana Viaje del Parnaso (Valdepeñas)-2009. XXV Premio Internacional Jara Carrillo de poesía de humore-mail.: parra.katy@gmail.com
A la que agradezco su amistad y su cariño siempre vestido de versos y de máximas como "Abre los ojos y sonríe. La vida acaba de empezar", a la par de plologarme mi propio poemario "Alma Farolera", gracias hermana poeta.

POEMAS:
 
COMA IDÍLICO

No maldigas el tiempo que perdiste


conquistando mi alma


y otras cosas.


¿Aún deseas que te diga


lo que quieres oír?


Sírveme otra cerveza,


arráncame la ropa con los dientes


y destroza a pedradas


el castillo de arena y cicatrices


que a diario restauras


en alguna bahía de mi olvido.



APUNTES

Adoro las estufas,


el invierno y sus leyes metafísicas,


sus mantas de algodón


y sus extravagancias navideñas.


Me gusta hacer las paces con la vida


-y con mis enemigos-,


apuntar con el dedo a los imbéciles


para no confundirlos con los tontos,


reír a manos llenas


cuando todo parece derrumbarse,


y me gustan los jueves.


En el patio de luces


hay concilio de pájaros.


Me agrada hablar con ellos


de las cosas que importan.


Mi psicoterapeuta


dice que no es tan grave.


plegamos nuestras alas, conversamos,


le sigo la corriente.


Este es un buen lugar para escapar del frío.


KATY PARRA

KATY PARRA 
Libros publicados:
Acordes en Soledad. Murcia, 1997.
Síntomas de Olvido. Madrid, 2000.
Espejos para huir hacia otra orilla. Toledo, 2004.
Coma Idílico. Ed. Hiperión, Madrid, 2008 .
Por si los pájaros. Ed. Visor, Madrid, 2008.

Podéis conocer más sobre Katy  Parra y su obra  

Katy Parra:  Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández.
Dibujo digital a partir de fotografía por Rosa Prat Yaque.

Premios:
-2000. 1º accésit del Premio Nacional de poesía “Ciudad de Jumilla”, Murcia.
-2
003. XXVIII Premio Nacional de poesía Rodrigo de Cota “Ciudad de Toledo”.-2005. Finalista en el V Premio Nacional de poesía “Dionisia García”, Murcia.-2008. Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández.
Comunidad Valenciana.
-2008. Premio de Poesía Villa de Salobre-2008. Premio de Poesía en lengua castellana Viaje del Parnaso (Valdepeñas)-2009. XXV Premio Internacional Jara Carrillo de poesía de humore-mail.: parra.katy@gmail.com
A la que agradezco su amistad y su cariño siempre vestido de versos y de máximas como "Abre los ojos y sonríe. La vida acaba de empezar", a la par de plologarme mi propio poemario "Alma Farolera", gracias hermana poeta.

POEMAS:
 
COMA IDÍLICO

No maldigas el tiempo que perdiste


conquistando mi alma


y otras cosas.


¿Aún deseas que te diga


lo que quieres oír?


Sírveme otra cerveza,


arráncame la ropa con los dientes


y destroza a pedradas


el castillo de arena y cicatrices


que a diario restauras


en alguna bahía de mi olvido.



APUNTES

Adoro las estufas,


el invierno y sus leyes metafísicas,


sus mantas de algodón


y sus extravagancias navideñas.


Me gusta hacer las paces con la vida


-y con mis enemigos-,


apuntar con el dedo a los imbéciles


para no confundirlos con los tontos,


reír a manos llenas


cuando todo parece derrumbarse,


y me gustan los jueves.


En el patio de luces


hay concilio de pájaros.


Me agrada hablar con ellos


de las cosas que importan.


Mi psicoterapeuta


dice que no es tan grave.


plegamos nuestras alas, conversamos,


le sigo la corriente.


Este es un buen lugar para escapar del frío.


JUAN CAMPOY

NUDOS EN EL PAÑUELO


Lentamente abrió los hinchados párpados
y con esfuerzo se sentó en la cama,
observando a aquel hombre
doblado por los años.
Dormía como un cerdo.
Era difícil adivinar la hora,
pero se levantó
y, escogiendo del armario un abrigo,
corrió hacia la puerta.
Estaba muy cansada
de esquivar los objetos contundentes,
lanzados desde algún rincón oculto,
de un malvivir constante
en espacios glaciales,
del sabor tan amargo de las lágrimas
y de rozar la nada
para esconder sonrisas en los sueños.
Con un pañuelo negro
anudado a la nuca,
se cubría la frente,
quizás para ocultar la cicatriz
de alguna herida
o la marca infamante
de un hierro al rojo vivo.
Ahora, corre por las aceras rotas
de una ciudad que duerme
su peor pesadilla.
Intenta evadirse,
olvidar por un momento
el dolor y sus nudos,
el vértigo de simas hacia el fondo
de un espacio vacío.
Pero, todavía siente la mano
sobre su cuello,
apretando el sudor contra las venas.






De algo me ha servido
habituarme a este mundo de tinieblas,
donde brotan las voces
como ecos lejanos,
dejando su rastro de incertidumbres.
Ahora, he descubierto,
que persisten las sombras
más allá de la sima de mis ojos
y que cada voz conserva en su aliento
un eslabón del miedo.





SANTUARIOS


Tanta herida acumulada en la boca,
sin soltar ni un quejido.
Cuantas palabras,
suicidándose
contra los dientes
y no poder alzarse
contra este cielo,
impuesto a mala hostia.

JUAN CAMPOY

NUDOS EN EL PAÑUELO


Lentamente abrió los hinchados párpados
y con esfuerzo se sentó en la cama,
observando a aquel hombre
doblado por los años.
Dormía como un cerdo.
Era difícil adivinar la hora,
pero se levantó
y, escogiendo del armario un abrigo,
corrió hacia la puerta.
Estaba muy cansada
de esquivar los objetos contundentes,
lanzados desde algún rincón oculto,
de un malvivir constante
en espacios glaciales,
del sabor tan amargo de las lágrimas
y de rozar la nada
para esconder sonrisas en los sueños.
Con un pañuelo negro
anudado a la nuca,
se cubría la frente,
quizás para ocultar la cicatriz
de alguna herida
o la marca infamante
de un hierro al rojo vivo.
Ahora, corre por las aceras rotas
de una ciudad que duerme
su peor pesadilla.
Intenta evadirse,
olvidar por un momento
el dolor y sus nudos,
el vértigo de simas hacia el fondo
de un espacio vacío.
Pero, todavía siente la mano
sobre su cuello,
apretando el sudor contra las venas.






De algo me ha servido
habituarme a este mundo de tinieblas,
donde brotan las voces
como ecos lejanos,
dejando su rastro de incertidumbres.
Ahora, he descubierto,
que persisten las sombras
más allá de la sima de mis ojos
y que cada voz conserva en su aliento
un eslabón del miedo.





SANTUARIOS


Tanta herida acumulada en la boca,
sin soltar ni un quejido.
Cuantas palabras,
suicidándose
contra los dientes
y no poder alzarse
contra este cielo,
impuesto a mala hostia.

JUAN CAMPOY

NUDOS EN EL PAÑUELO


Lentamente abrió los hinchados párpados
y con esfuerzo se sentó en la cama,
observando a aquel hombre
doblado por los años.
Dormía como un cerdo.
Era difícil adivinar la hora,
pero se levantó
y, escogiendo del armario un abrigo,
corrió hacia la puerta.
Estaba muy cansada
de esquivar los objetos contundentes,
lanzados desde algún rincón oculto,
de un malvivir constante
en espacios glaciales,
del sabor tan amargo de las lágrimas
y de rozar la nada
para esconder sonrisas en los sueños.
Con un pañuelo negro
anudado a la nuca,
se cubría la frente,
quizás para ocultar la cicatriz
de alguna herida
o la marca infamante
de un hierro al rojo vivo.
Ahora, corre por las aceras rotas
de una ciudad que duerme
su peor pesadilla.
Intenta evadirse,
olvidar por un momento
el dolor y sus nudos,
el vértigo de simas hacia el fondo
de un espacio vacío.
Pero, todavía siente la mano
sobre su cuello,
apretando el sudor contra las venas.






De algo me ha servido
habituarme a este mundo de tinieblas,
donde brotan las voces
como ecos lejanos,
dejando su rastro de incertidumbres.
Ahora, he descubierto,
que persisten las sombras
más allá de la sima de mis ojos
y que cada voz conserva en su aliento
un eslabón del miedo.





SANTUARIOS


Tanta herida acumulada en la boca,
sin soltar ni un quejido.
Cuantas palabras,
suicidándose
contra los dientes
y no poder alzarse
contra este cielo,
impuesto a mala hostia.

Arte en grandes dimensiones





PRIMERA ENSEÑANZA

El globo se dirige,
en su ascenso imparable,
camino al firmamento.
Como si adivinara el recorrido
se balancea, toma
recodos transparentes en el aire.
Arrastra tras de sí
la cuerda que lo uncía,
se aleja y disminuye
hasta hacerse invisible.
Su determinación no entiende de nostalgias.
En la esencia del helio sólo hay libertad.

Atrás quedó la feria con un niño
que, al volver la cabeza, recibió,
de su mano vacía,
la primera enseñanza.


CRACK

El vaso resbaló.
Quebró con su estallido
una conversación irrelevante
llenando de pedazos de cristal,
de ruido y de reproches la cocina.

Con el firme propósito
de eliminar los restos del naufragio,
meticulosamente,
barrimos y fregamos las baldosas.

A pesar de que es mucho
el tiempo transcurrido, desde entonces,
todavía me asombran las esquirlas
que, hirientes, en las suelas aparecen.
Acechan, contumaces, nuestros pies
ocultas bajo el zócalo.

Entre tanto, el rencor afila sus aristas.


MATERIAL DE DERRIBO

La casa se deshace
bajo el peso del tiempo
y ya no queda nada -o casi nada-
salvable en su interior.
Unas cajas, tan sólo,
con trastos que indultar del cataclismo.

Una de ellas contiene una muñecas
vestidas de una moda incomprensible
como si, con las prisas,
se pusieran la ropa equivocada.

Su dueña las dispuso para el viaje
de forma cuidadosa.
Ordenadas y juntas, de este modo,
se les ve asustadizas, obedientes.

Despeinadas y sucias, sus sonrisas
tienen una belleza que no entiendo.

FOTOGRAFÍA

Hasta aquella mañana
azul y luminosa del retrato
la nieve consistía
en pequeñas partículas de corcho
con las que recubríamos
de blanco, en Navidad, nuestro belén.

En la fotografía que contemplo
y que hicimos, entonces,
para guardar el día y el paisaje
recién inaugurados,
inofensiva empieza una batalla.

Mis hijos son pequeños y sonríen
en pijama cubiertos por abrigos,
como si no existiese otro horizonte,
como si sus sonrisas
hubiesen detenido la mañana
y las bolas de nieve
no terminasen nunca de caer.