Didáctica sin táctica ( o las virtudes de la globalización). Oscar José García López
Alrededor de doscientas personas manifestándose contra el tabaco en una plaza céntrica de cualquier capital de España. Permanecía petrificados junto a montanas de cigarrillos que habían estado recolectando en los meses anteriores y que ahora ardían provocando una humareda densa, formando figuras espectrales de nicotina inútil. Los manifestantes, con mascarillas antigás y música industrial, ejecutaban una especie de perfomance digna de La Fura dels Baus en sus mejores tiempos. "Que locuras", comentó uno de los transeúntes, alarmado por el dantesco espectáculo, " ya solo falta que se desnuden". Al rato la música y el humo comenzaron a decrecer paulatinamente hasta convertirse en un suave murmullo inaudible, para dar lugar al silencio absoluto y la dispersión de los manifestantes. Callados y enmascarados recogían sus instrumentos y pancartas y se dispersaban en la noche. Eran las doce y media del jueves. Como ya había pocos bares abiertos en aqu