6.-Agua Amarga y la Chanca. Enrique Urrea (32)
I. AGUA AMARGA A Mariasun, que en un día no muy lejano la gozará en plenitud y comunión conmigo Proximorum incuriosi, logica sectamus (Plinio) Indiferentes a lo que nos rodea, vamos en pos de lo remoto Este claro sosiego de luz mediterránea en la celeste aldea, invadida de sol. Aquí, amigos, no conoce la sombra más sendero que el de la huida, para seguirlo siempre, y el blancor incendiado de los muros no tarda en contagiarse si caminas despacio por coquetas callejuelas de cemento y de cal. Porque este sol es gozo aunque te hiera, y tan oscuro el mar desde la noche en calma, y tan hondo el silencio mientras lo estás mirando, que nada es tan difícil como querer marcharte en busca de otros sitios donde acabar tus días. Celeste aldea que en la ceniza tatúa sus ceremonias y con el mar las unge y con el sol las alza. Hombres recios, curtidos, amputados en oneroso tributo al Mare Nostrum. Retoños ilusionados en renacer a un vivir cotidiano, en ti... contigo.... siempre... siempre...