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Mostrando entradas de abril 25, 2013

6.-Agua Amarga y la Chanca. Enrique Urrea (32)

I. AGUA AMARGA        A Mariasun, que en un día no muy lejano la gozará en plenitud y comunión conmigo Proximorum incuriosi, logica sectamus (Plinio) Indiferentes a lo que nos rodea, vamos en pos de lo remoto Este claro sosiego de luz mediterránea en la celeste aldea, invadida de sol. Aquí, amigos, no conoce la sombra más sendero que el de la huida, para seguirlo siempre, y el blancor incendiado de los muros no tarda en contagiarse si caminas despacio por coquetas callejuelas de cemento y de cal. Porque este sol es gozo aunque te hiera, y tan oscuro el mar desde la noche en calma, y tan hondo el silencio mientras lo estás mirando, que nada es tan difícil como querer marcharte en busca de otros sitios donde acabar tus días. Celeste aldea que en la ceniza tatúa sus ceremonias y con el mar las unge y con el sol las alza. Hombres recios, curtidos, amputados en oneroso tributo al Mare Nostrum. Retoños ilusionados en renacer a un vivir cotidiano, en ti... contigo.... siempre... siempre...

6.-Agua Amarga y la Chanca. Enrique Urrea (32)

I. AGUA AMARGA        A Mariasun, que en un día no muy lejano la gozará en plenitud y comunión conmigo Proximorum incuriosi, logica sectamus (Plinio) Indiferentes a lo que nos rodea, vamos en pos de lo remoto Este claro sosiego de luz mediterránea en la celeste aldea, invadida de sol. Aquí, amigos, no conoce la sombra más sendero que el de la huida, para seguirlo siempre, y el blancor incendiado de los muros no tarda en contagiarse si caminas despacio por coquetas callejuelas de cemento y de cal. Porque este sol es gozo aunque te hiera, y tan oscuro el mar desde la noche en calma, y tan hondo el silencio mientras lo estás mirando, que nada es tan difícil como querer marcharte en busca de otros sitios donde acabar tus días. Celeste aldea que en la ceniza tatúa sus ceremonias y con el mar las unge y con el sol las alza. Hombres recios, curtidos, amputados en oneroso tributo al Mare Nostrum. Retoños ilusionados en renacer a un vivir cotidiano, en ti... contigo.... siempre... siempre...

6.-Agua Amarga y la Chanca. Enrique Urrea (32)

I. AGUA AMARGA        A Mariasun, que en un día no muy lejano la gozará en plenitud y comunión conmigo Proximorum incuriosi, logica sectamus (Plinio) Indiferentes a lo que nos rodea, vamos en pos de lo remoto Este claro sosiego de luz mediterránea en la celeste aldea, invadida de sol. Aquí, amigos, no conoce la sombra más sendero que el de la huida, para seguirlo siempre, y el blancor incendiado de los muros no tarda en contagiarse si caminas despacio por coquetas callejuelas de cemento y de cal. Porque este sol es gozo aunque te hiera, y tan oscuro el mar desde la noche en calma, y tan hondo el silencio mientras lo estás mirando, que nada es tan difícil como querer marcharte en busca de otros sitios donde acabar tus días. Celeste aldea que en la ceniza tatúa sus ceremonias y con el mar las unge y con el sol las alza. Hombres recios, curtidos, amputados en oneroso tributo al Mare Nostrum. Retoños ilusionados en renacer a un vivir cotidiano, en ti... contigo.... siempre... siempre...

5.-El cofre de madera. Rosa Romero (27

....era un pequeño cofre de madera, olvidado desde no se sabe cuanto tiempo en un altillo del ropero de mi madre. Estaba dentro de una maleta de cartón y en medio de muchos papeles y recuerdos de esos que se compran y luego se almacenan, olvidados para siempre. Aquella maleta, de color beige, y con dos franjas más oscuras siempre me intrigó. Parecía un testigo mudo de nuestra vida diaria. Nunca imaginé que aquel cofre estaba dentro de ella, como un centinela que aguarda quien se acerque para descubrir su interior. Tardé dos días en saber su contenido. Me limitaba a mirarlo, a pasar mi pequeña manita por los dibujos incrustados, e imaginar lo que escondía en su interior. No me atrevía a abrirlo por miedo a que dentro no hubiese nada que fuera mágico, que me permitiera soñar. Aquel cofre, podía ser, simplemente, una cajita de madera como otra cualquiera y que dentro durmieran, olvidados, botones, lápices o cualquier otro objeto anodino a los ojos de una niña con tanta fantasía como y

El cofre de madera. Rosa Romero

. ...era un pequeño cofre de madera, olvidado desde no se sabe cuanto tiempo en un altillo del ropero de mi madre. Estaba dentro de una maleta de cartón y en medio de muchos papeles y recuerdos de esos que se compran y luego se almacenan, olvidados para siempre. Aquella maleta, de color beige, y con dos franjas más oscuras siempre me intrigó. Parecía un testigo mudo de nuestra vida diaria. Nunca imaginé que aquel cofre estaba dentro de ella, como un centinela que aguarda quien se acerque para descubrir su interior. Tardé dos días en saber su contenido. Me limitaba a mirarlo, a pasar mi pequeña manita por los dibujos incrustados, e imaginar lo que escondía en su interior. No me atrevía a abrirlo por miedo a que dentro no hubiese nada que fuera mágico, que me permitiera soñar. Aquel cofre, podía ser, simplemente, una cajita de madera como otra cualquiera y que dentro durmieran, olvidados, botones, lápices o cualquier otro objeto anodino a los ojos de una niña con tanta fantasía como

5.-El cofre de madera. Rosa Romero (27

....era un pequeño cofre de madera, olvidado desde no se sabe cuanto tiempo en un altillo del ropero de mi madre. Estaba dentro de una maleta de cartón y en medio de muchos papeles y recuerdos de esos que se compran y luego se almacenan, olvidados para siempre. Aquella maleta, de color beige, y con dos franjas más oscuras siempre me intrigó. Parecía un testigo mudo de nuestra vida diaria. Nunca imaginé que aquel cofre estaba dentro de ella, como un centinela que aguarda quien se acerque para descubrir su interior. Tardé dos días en saber su contenido. Me limitaba a mirarlo, a pasar mi pequeña manita por los dibujos incrustados, e imaginar lo que escondía en su interior. No me atrevía a abrirlo por miedo a que dentro no hubiese nada que fuera mágico, que me permitiera soñar. Aquel cofre, podía ser, simplemente, una cajita de madera como otra cualquiera y que dentro durmieran, olvidados, botones, lápices o cualquier otro objeto anodino a los ojos de una niña con tanta fantasía como y

5.-El cofre de madera. Rosa Romero (27

....era un pequeño cofre de madera, olvidado desde no se sabe cuanto tiempo en un altillo del ropero de mi madre. Estaba dentro de una maleta de cartón y en medio de muchos papeles y recuerdos de esos que se compran y luego se almacenan, olvidados para siempre. Aquella maleta, de color beige, y con dos franjas más oscuras siempre me intrigó. Parecía un testigo mudo de nuestra vida diaria. Nunca imaginé que aquel cofre estaba dentro de ella, como un centinela que aguarda quien se acerque para descubrir su interior. Tardé dos días en saber su contenido. Me limitaba a mirarlo, a pasar mi pequeña manita por los dibujos incrustados, e imaginar lo que escondía en su interior. No me atrevía a abrirlo por miedo a que dentro no hubiese nada que fuera mágico, que me permitiera soñar. Aquel cofre, podía ser, simplemente, una cajita de madera como otra cualquiera y que dentro durmieran, olvidados, botones, lápices o cualquier otro objeto anodino a los ojos de una niña con tanta fantasía como y

4.- Enrique Urrea. Poema: OLVIDO (24-26)

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Omnis definitio periculosa est .- Toda definición es peligrosa. Desiderio Erasmo de Rotterdam I Olvido... que no sólo son las palabras las que difuminan y concretan las ideas, palabras convictas del diccionario, palabras que no salen de una boca humana sino del regazo de un dios bromista, palabras preñadas de salacidad que irradian la lujuria del instante, palabras rahezes de tabuco tabernario que truecan intenciones y propósitos transformando la parábola en asíntota II Olvido... que un poema puede perfectamente disfrazarse de olvido, de tiempo y de memoria, ser signo de las noches pasadas en cautela escribiendo hasta el alba, en adjetivo, en predicado verbal copulativo que aparece desnudo en la penumbra del contexto y en la silueta que proyecta la linterna mágica de lo que es cotidiano, quizás... de lo que nunca sucede. III Olvido... que solo está la paz en la ignorancia. Y no sabría decirte si el amor es quietud... es aventura... No sabría decirte si tiene otros nombres: penumbra...

3.- LAS HORAS PURPÚREAS II

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No sepas de otra senda que la de la taberna, ni aspires a otra cosa que vino, amor y música. Con la copa en la mano, con el odre a la espalda, bebe, bebe, querido, y calla, calla siempre. Omar Kheyyam: "Rubayat" ................. Uno.-  Poema considerablemente ampliado respecto a la redacción original que se limitaba a la primera, última estrofa (con una versión reducida) y coda final. Los añadidos apuntan a un más amplio desarrollo del comienzo clásico ("tempus est dolorem") que se extiende por consideraciones 'metafísicas' sobre el instante y el tiempo, el tiempo y la eternidad. Atengámonos a unas circunstancias que se dieron en el verano del 98: unas veladas que surgieron por sí mismas en la casa cuyo patio de entrada compartía con el destinatario de la composición y promotor de las Horas Purpúreas. Se organizaban avanzada la tarde y fueron acompañadas de un tiempo apacible y tranquilo. Abríamos la puerta del salón para que participara en el don de aquell

3.- Las horas purpúreas II.- Ángel Simón Collado (14-23)

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ÁNGEL DE UTRERA. LAS HORAS PURPÚREAS No sepas de otra senda que la de la taberna, ni aspires a otra cosa que vino, amor y música. Con la copa en la mano, con el odre a la espalda, bebe, bebe, querido, y calla, calla siempre. Omar Kheyyam: "Rubayat" ................. Uno.-  Poema considerablemente ampliado respecto a la redacción original que se limitaba a la primera, última estrofa (con una versión reducida) y coda final. Los añadidos apuntan a un más amplio desarrollo del comienzo clásico ("tempus est dolorem") que se extiende por consideraciones 'metafísicas' sobre el instante y el tiempo, el tiempo y la eternidad. Atengámonos a unas circunstancias que se dieron en el verano del 98: unas veladas que surgieron por sí mismas en la casa cuyo patio de entrada compartía con el destinatario de la composición y promotor de las Horas Purpúreas. Se organizaban avanzada la tarde y fueron acompañadas de un tiempo apacible y tranquilo. Abríamos la pue

1. Viajes por Andalucía. Pilar Vinyet Barnolas. (5-7)

Entre sueño y sueño, tendréis mis historias, pequeñas ilusiones, emociones, pensamientos y recuerdos de mi primera pisada por Andalucía. En septiembre seguí la huella de un poeta, ahora tal vez muerto, pero vivo aún en mi corazón. El fue el inicio de mi contacto andaluz y mi relación poética con vuestra tierra, mía ahora también gracias a vosotros...si es que hay tierras de alguien. A través de mis escritos podréis conocer cómo os veo, qué representa Andalucía para mí, una catalana, a más de mil kilómetros espaciales, aunque no temporales.- Así podría empezar: Llegué en ese tren interminable un amanecer en Sevilla, poca ropa, mucha hambre, algunos libros y mi cámara. El taxi me deja en Triana, las calles desiertas, el Guadalquivir canta los reflejos de la Torre de Oro. Una luz cálida me acompaña. Silencio a mi alrededor. Mi cámara empieza a moverse entre mis dedos; quiero captar ese instante de bautizo y de inicio de este viaje poético. Poco a poco va despertando la ciudad....empieza m

1. Viajes por Andalucía. Pilar Vinyet Barnolas. (5-7)

Entre sueño y sueño, tendréis mis historias, pequeñas ilusiones, emociones, pensamientos y recuerdos de mi primera pisada por Andalucía. En septiembre seguí la huella de un poeta, ahora tal vez muerto, pero vivo aún en mi corazón. El fue el inicio de mi contacto andaluz y mi relación poética con vuestra tierra, mía ahora también gracias a vosotros...si es que hay tierras de alguien. A través de mis escritos podréis conocer cómo os veo, qué representa Andalucía para mí, una catalana, a más de mil kilómetros espaciales, aunque no temporales.- Así podría empezar: Llegué en ese tren interminable un amanecer en Sevilla, poca ropa, mucha hambre, algunos libros y mi cámara. El taxi me deja en Triana, las calles desiertas, el Guadalquivir canta los reflejos de la Torre de Oro. Una luz cálida me acompaña. Silencio a mi alrededor. Mi cámara empieza a moverse entre mis dedos; quiero captar ese instante de bautizo y de inicio de este viaje poético. Poco a poco va despertando la ciudad....empieza m

1. Viajes por Andalucía. Pilar Vinyet Barnolas. (5-7)

Entre sueño y sueño, tendréis mis historias, pequeñas ilusiones, emociones, pensamientos y recuerdos de mi primera pisada por Andalucía. En septiembre seguí la huella de un poeta, ahora tal vez muerto, pero vivo aún en mi corazón. El fue el inicio de mi contacto andaluz y mi relación poética con vuestra tierra, mía ahora también gracias a vosotros...si es que hay tierras de alguien. A través de mis escritos podréis conocer cómo os veo, qué representa Andalucía para mí, una catalana, a más de mil kilómetros espaciales, aunque no temporales.- Así podría empezar: Llegué en ese tren interminable un amanecer en Sevilla, poca ropa, mucha hambre, algunos libros y mi cámara. El taxi me deja en Triana, las calles desiertas, el Guadalquivir canta los reflejos de la Torre de Oro. Una luz cálida me acompaña. Silencio a mi alrededor. Mi cámara empieza a moverse entre mis dedos; quiero captar ese instante de bautizo y de inicio de este viaje poético. Poco a poco va despertando la ciudad....empieza m