Todo por la curtura. Seguimos trabajando



En el esfuerzo constante, en la dedicación permanente, en la profesionalidad absoluta, trabajamos y trabajamos sin descanso para que el lector tenga a punto cada cuatrimestre su ansiado número de esta revista de todos y para todos. No hay obstáculo que impida nuestro celo. Vean ustedes si no, la imagen que presentamos. En ella nuestro director, y algunos colaboradores se sumergen en las entrañas del pueblo para recoger allí su alma, su idiosincrasia, su lengua, su intrahistoria, historietas, dichos, anécdotas, refranes, …; en definitiva, su basto eppacio curturá, que mimamos casi tanto como las autoridades autonómicas en tales materias. No todo va a ser alzar el vuelo por las alturas del espíritu, que no hay quien entienda ni jota.



Nada se escapa en esta zambullida en las fuentes primigenias del genio de la raza. Apuntamos, bebemos, investigamos, bebemos, recopilamos, bebemos, etc… etc... etc… Nuestro estudio de campo es agotador y peligroso; más, aunque se revolucione todos los índices de las analíticas, ahí esta el equipo dando el callo, el hígado, el páncreas, el vazo, los euros, y lo que haga falta. Todo sea por ustedes; aunque, la verdad, nos cuesta cada vez más recuperarnos de las intensas jornadas de trabajo.



Y ya que estamos; ¿no podrían pegarse los organismos oficiales o privados un detalle y adelantar alguna que otra colaboración numeraria para llevar a cabo con total éxito el plan que se ha propuesto la redacción para mayor gloria de nuestras realidades diferenciales en materia curturá? Es una idea que se nos ha venido a la cabeza así, a bote pronto, pero que lanzamos a la palestra pública por si suena la flauta y cae la breva. Que por nosotros no quede, amable y paciente lector. Corre la voz.



TODO POR LA CURTURA. SEGUIMOS TRABAJANDO. (pág. 197)

Ángel Simón Collado