Entre paréntesis. - Roberto Bolaño

ROBERTO BOLAÑO




Como todos los días, llegué a la fábrica temprano. El olor añejo y su visible abandono me parecieron más evidentes esta vez, incluso, ahora que lo recuerdo, hasta me percaté que al lado de las oficinas aún quedaban los vestigios de lo que fue la casa de Don Pedro. Su hijo, el actual gerente, parece haber heredado la costumbre de no invertir en la fábrica un solo centavo.

Los escalones crujieron, coloqué los papeles sobre el escritorio pensando que este lugar no merecía llamarse oficina. Detenía en mis pensamientos, no me había percatado que, al contrario de todas las mañanas, la secretaria, haciendo gala de su amabilidad, me estaba ofreciendo un café ¿Acaso no sabía ella que desde hace dos años, ocho meses y cinco días, no tomo mas café? (...y es que el olor a café me trae tu recuerdo, fue en un café donde celebramos nuestro primer encuentro, y fue con un café que fumamos el último cigarrillo...) tal vez fui muy dura con ella, salió algo consternada, no sin antes comunicarme que todo el plantel de "ejecutivos" había sido convocado a una reunión de emergencia.

Libreta en mano entré a la sala de reuniones, guardaba la esperanza de que algún día hubiera algo que valiera la pena anotar. La sala siempre me pareció un salón de billar, un antro, más que un lugar de trabajo. La vieja mesa de madera, la lámpara de un solo foco, con su plato metálico ladeado, colgada del techo, y las ocho sillas bien dispuestas, parecen mudos testigos vestidos de cuero opaco envejecidos por el tiempo, no así por el uso. En torno a todo el espacio se encuentran los infaltables recortes de periódico, colección barata de estampas de moda pasadas, recuerdos gloriosos de lo que alguna vez fue la fábrica. Al fin todo es sólo eso, recuerdos.

(..humo, aroma de café, únicos recuerdos de nuestro pasado. Ni una foto tuya, mía o nuestra. Son las cartas las que dan testimonio de que lo nuestro no fue sólo un espejismo...)

Manuel, el administrador, parecía haber estado ahí siempre, no interrumpí su silencio, di la vuelta, separé la silla y me senté mirando de frente a la puerta, de alguna manera sentía que desde allí me sería más fácil salirme con la mirada.

Estaba a punto de exhalar, cuando entró Farid, su cabello cenizo, las marcas del tiempo en su rostro y su clásico olor a puro, eran inconfundibles. Tomó sin demora la cabecera de la mesa. Inusualmente levantó la cabeza y nos recorrió con la mirada. Lucía algo distinto esta vez, sus ojos brillaban (...Recuerdo aquella vez que escribiste lleno de poesía a mis ojos, a su brillo. Claro que brillaban! pero era tu luz la que yo reflejaba entonces, cuando deteníamos el tiempo en aquella habitación...) estaba claro que traía un proyecto en mente; me preguntaba si Farid esperaría a que todos hubieran llegado para dejar salir las palabras que ya se le atragantaban.

Después siguieron llegando los demás. El jefe de planta, cualquier cosa menos el personaje clásico vestido de blanco y casco. Francisco, nombre ideal para alguien como él, alto, espigado, franela a cuadros, botas de cuero y un tradicional cinturón que ostentaba una protuberante hebilla y que además no parecía sostener los estrechos pantalones. Tomó la silla frente a la mía al lado de Farid, la movió con calma y tomó asiento mirando la bocanada de humo que yo acababa de exhalar.

Si algo disfruto de estas reuniones, tan quietas, estáticas y lentas, es el ver a cada uno de los personajes entrando a la decadente sala y tomando siempre le mismo lugar, casi un ritual del cual, yo, como ellos soy parte, una pieza de este tablero de ajedrez. Aquí todos tenemos un lugar (...nuestro lugar; ¿recuerdas?, no más que un colchón en el piso de tu estrecho departamento, limitado universo de cuatro paredes, un muro empapelado de verde limón, dejado allí tal vez por antiguos inquilinos, el otro, cubierto de libros. Cada pared parecía tener vida propia, incluso la de la ventana que nunca abrimos y que de hecho siempre me infundió una tremenda curiosidad. Nunca supe qué había afuera...)

Elena, la asistente, siempre estaba presente, tomaba tantos apuntes, que hubiera cambiado mis recuerdos por leerlos, a pesar de saber que la mayor parte tienen que ser sólo imaginación, ya que desde mi ingreso a la fábrica nada trascendental había sucedido.

Se sentó en el otro extremo -resulta curioso que las jerarquías en la empresa las da el tiempo, la antigüedad y no el cargo.- No hace falta describir a Elena, con decir que es particularmente flemática, lo he dicho todo (..lo que está afuera a poco importa -decías- estamos juntos, nos tenemos, lo tenemos todo. Como me duele esta palabra!, todo. Vivimos mágicos momentos, construimos tantas historias, creamos un universo y sin embargo, jamás nos dijimos todo...)

Farid pasó por alto el ritual del puro, guardó silencio por unos minutos reclamando la atención, nos dio una última mirada y comenzó a recordarnos la historia de la fábrica, historia que conocíamos de sobra. Con ello se abrió la reunión, tal cual se abre la tensión de juego en un casino. Sus primeras palabras, sin embargo, estaban cargadas de un aire distinto- ya todos saben- dijo- como empezó esta industria del sombrero-

Es increíble que esta industria a la cual yo debo mis mejores días produzca precisamente sombreros, cuando parece que ya nadie los usa. (..usábamos máscaras, las cambiábamos como si fueran sombreros  según las circunstancias. Esto me lo revelaste al descubrir que en la más pura desnudez de mi cuerpo, también llevaba puesta una máscara. vuelve a dolerme cada vez que leo aquella carta tuya donde me revelabas sin revelarme...)

Farid continuaba exaltando los años de gloria, su apellido había sido estampado por su padre como etiqueta de los productos. Hoy, en contraste con aquellos años casi olvidados, la fábrica vivía exclusivamente de exportar curiosos sombreritos "borsalino" a países vecinos.- Mi padre!- elocuentemente se explayó Farid- llegó, como todos los inmigrantes libaneses de principios de siglo, trayendo como único equipaje ilusiones y sueños. No sabía hacer sino sombreros. Una pequeña máquina era todo; con ella empezó a trabajar, un sombrero al día; entonces se hacían por encargo, luego vino otra máquina y después la tercera-.

La retórica siguió por un tiempo hasta que la voz subió de tono, -ustedes saben-continuó- lo limitado que es nuestro mercado actual, la única esperanza, es Hollywood, Hollywood y sus películas-

(Ahora me pregunto si nuestra relación no fue más que un libreto escrito por dos actores, para ponerlo en escena, la escena de nuestras vidas...)

- Es verdad- dijo Elena- ¡cómo olvidar que vendimos medio millón de sombreros cuando hicimos el diseño para aquel aventurero que salía en busca del Santo Grial!-

Había escuchado esa historia antes, de hecho se había convertido en el hito de la empresa. Por aquella época terminaba mis estudios de diseño de modas en París, eran los años más excitantes de mi vida; y de París a la fábrica, donde me encuentro resignada a la decadencia de la empresa y a diseñar sombreros de colores para vaqueros. Por lo menos apliqué mis conocimientos del color.. (.. Por lo menos representamos la obra, tuvimos una relación, si!, por lo menos creamos un pequeño universo; por lo menos compartimos inolvidables momentos. "Por lo menos", palabras que más de una vez nos sirvieron de droga, para atenuar el dolor en momentos difíciles...).

-Aquí quería llegar- exclamó nuevamente Farid- recientemente me ha llamado una productora de cine norteamericana, nos piden que nuestra empresa diseñe el sombrero que llevará el protagonista en la próxima película.

Fantástico!- exclamó Francisco, casi sobresaltado- tenemos lana de sobra para cubrir toda la producción.

Como muchas de sus palabras, el comentario quedó en el aire, me pareció tan burdo. Como si la lana fuera todo.

Farid intervino sin demora, no quería perder el entusiasmo; esta vez, puso a prueba mi creatividad- veremos como resuelve este reto nuestra diseñadora- dijo sonriendo, casi sarcásticamente. Se me enfrió el cuerpo de pies a cabeza. Por primera vez tendría la oportunidad de crear, y no sería fácil tomando en cuenta que todos estos años estuve parada, sin realmente hacer algo. Una extraña combinación de miedo y placer se apoderaba de mi, había sentido antes esta dualidad (...Pero también tuvimos otros momentos ¿recuerdas el tiempo de la dualidad?, tiempos intrusos, llenos de contradicciones. Fue entonces que me enseñaste a ver la dualidad como algo vivo, a no temer a odiar y amar al mismo tiempo, a aceptar lo masculino en mi feminidad, hablabas de la construcción y destrucción, de los dos hemisferios con los que tenemos que lidiar día a día, la certeza siempre fortalecida por la duda y, ¿te acuerdas de la mágica dualidad del tiempo?, el pasado convertido en memoria y el futuro en imaginación. Sentía entonces, que como nosotros, la dualidad estaba hecha de la misma esencia...)

Una nueva sorpresa fue comunicada, la película sería futurista, si! ¿Un sombrero de lana para un personaje del futuro? Se necesitaba un nuevo material, eso era evidente (..del mismo material, fragmento, del mismo círculo. Tantas palabras que quedaron atrapadas en nuestra relación. Antes, pensamientos, ahora memoria, memorias que retengo en mi mente como pedazos de tantas de tus poesías.. "te amo en cada círculo, recinto de tiempos, espacio de alquimias, donde existes trashumante y donde morimos desvanecidos, para reconstruirnos"...)

Elena tomaba apuntes de manera compulsiva, Francisco apoltronado en su silla como si estuviera a caballo y yo, con los ojos cerrados, buscando mi musa.  La puerta se abrió en silencio, la secretaria dio la vuelta a la mesa ofreciendo café. Yo no acepté. El aroma impregnó la sala (...Pedazos de poesías que impregnan mi presente, aquel aroma que me trae tu recuerdo, café y palabras ahora convertidas en memoria...)

Manuel, reprimido detrás de sus grandes anteojos cuadrados, apenas logró intervenir, tímidamente y en un tono apenas perceptible dijo -la solución sería implementar un nuevo material, el metal, por ejemplo-.

Por un breve momento nos quedamos en silencio, nos mirábamos. Farid, meneó la cabeza, prendió el puro, y exhalando, manifestó su total inconformidad; la polémica se desató y las miradas recayeron sobre mi (... memorias que trastornan, memorias de nuestras miradas enfrentadas, memorias del torbellino de nuestro pasado. Polémicas constantes, polémicas que siempre derivaban a mi. Aún ahora no sé porqué dejaste en mis manos el futuro de nuestra relación...)

ROBERTO BOLAÑO

La flexibilidad era la única salida, eso todos lo sabían (...tú sabías que mi vida estaba armada de esquemas inquebrantables, sabías también que en mis manos la relación se ahogaría, que paradoja! Sabías bien esto, como cualquier navegante sabe donde está el norte, sólo mirando las estrellas. Sin embargo, dejaste que las cosas sucedieran...)


Mis palabras fueron pocas, lo suficientemente claras, como para que Farid accediera al cambio. Había optado por el metal.
La reunión terminó. Y yo, pedí un café.


1999, mecanizado para la web por Ignacio Sáenz

Entre paréntesis.- Ignacio Sáenz

Como todos los días, llegué a la fábrica temprano. El olor añejo y su visible abandono me parecieron más evidentes esta vez, incluso, ahora que lo recuerdo, hasta me percaté que al lado de las oficinas aún quedaban los vestigios de lo que fue la casa de Don Pedro. Su hijo, el actual gerente, parece haber heredado la costumbre de no invertir en la fábrica un solo centavo.

Los escalones crujieron, coloqué los papeles sobre el escritorio pensando que este lugar no mereceía llamarse oficina. Detenia en mis pensamientos, no me había percatado que, al contrario de todas las mañanas, la secretaria, haciendo gala de su amabilidad, me estaba ofreciendo un café ¿Acaso no sabía ella que desde hace dos años, ocho meses y cinco días, no tomo mas café? (...y es que el olor a café me trae tu recuerdo, fue en un café donde clebramos nuestro primer encuentro, y fue con un café que fumamos el último cigarrillo...) tal vez fui muy dura con ella, salió algo consternada, no sin antes comunicarme que todo el plantel de "ejecutivos" había sido convocado a una reunión de emergencia.

Libreta en mano entré a la sala de reuniones, guardaba la esperanza de que algún día hubiera algo que valiera la pena anotar. La sala siempre me pareció un salón de billar, un antro, más que un lugar de trabajo. La vieja mesa de madera, la lámpara de un solo foco, con su plato metálico ladeado, colgada del techo, y las ocho sillas bien dispuestas, parecen mudos testigos vestidos de cuero opaco envejecidos por el tiempo, no así por el uso. En torno a todo el espacio se encuentran los infaltables recortes de periódico, colección barata de estampas de moda pasadas, recuerdos gloriosos de lo que alguna vez fue la fábrica. Al fin todo es sólo eso, recuerdos.
(..humo, aroma de café, únicos recuerdos de nuestro pasado. Ni una foto tuya, mía o nuestra. Son las cartas las que dan testimonio de que lo nuestro no fue sólo un espejismo...)

Manuel, el administrador, parecía haber estado ahí siempre, no interrumpí su silencio, di la vuelta, separé la silla y me senté mirando de frente a la puerta, de alguna manera sentía que desde allí me sería más fácil salirme con la mirada.

Estaba a punto de exhalar, cuando entró Farid, su cabello cenizo, las marcas del tiempo en su rostro y su clásico olor a puro, eran inconfundibles. Tomó sin demora la cabecera de la mesa. Inusualmente levantó la cabeza y nos recorrió con la mirada. Lucía algo distinto esta vez, sus ojos brillaban (...Recuerdo aquella vez que escribiste lleno de poesía a mis ojos, a su brillo. Claro que brillaban! pero era tu luz la que yo reflejaba entonces, cuando deteníamos el tiempo en aquella habitación...) estaba claro que traía un proyecto en mente; me preguntaba si Farid esperaría a que todos hubieran llegado para dejar salir las palabras que ya se le atragantaban.

Después siguieron llegando los demás. El jefe de planta, cualquier cosa menos el personaje clásico vestido de blanco y casco. Francisco, nombre ideal para alguien como él, alto, espigado, franela a cuadros, botas de cuero y un tradicional cinturón que ostentaba una protuberante hebilla y que además no parecía sostener los estrechos pantalones. Tomó la silla frente a la mía al lado de Farid, la movió con calma y tomó asiento mirando la bocanada de humo que yo acababa de exhalar.

Si algo disfruto de estas reuniones, tan quietas, estáticas y lentas, es el ver a cada uno de los personajes entrando a la decadente sala y tomando siempre le mismo lugar, casi un ritual del cual, yo, como ellos soy parte, una pieza de este tablero de ajedrez. Aquí todos tenemos un lugar (...nuestro lugar; ¿recuerdas?, no más que un colchón en el piso de tu estrecho departamento, limitado universo de cuatro paredes, un muro empapelado de verde limón, dejado allí tal vez por antiguos inquilinos, el otro, cubierto de libros. Cada pared parecía tener vida propia, incluso la de la ventana que nunca abrimos y que de hecho siempre me infundió una tremenda curiosidad. Nunca supe qué había afuera...)

Elena, la asistente, siempre estaba presente, tomaba tantos apuntes, que hubiera cambiado mis recuerdos por leerlos, a pesar de saber que la mayor parte tienen que ser sólo imaginación, ya que desde mi ingreso a la fábrica nada trascendental había sucedido.

Se sentó en el otro extremo -resulta curioso que las jerarquías en la empresa las da el tiempo, la antigüedad y no el cargo.- No hace falta describir a Elena, con decir que es particularmente flemática, lo he dicho todo (..lo que está afuera a poco importa -decías- estamos juntos, nos tenemos, lo tenemos todo. Como me duele esta palabra!, todo. Vivimos mágicos momentos, construimos tantas historias, creamos un universo y sin embargo, jamás nos dijimos todo...)

Farid pasó por alto el ritual del puro, guardó silencio por unos minutos reclamando la atención, nos dio una última mirada y comenzó a recordarnos la historia de la fábrica, historia que conocíamos de sobra. Con ello se abrió la reunión, tal cual se abre la tensión de juego en un casino. Sus primeras palabras, sin embargo, estaban cargadas de un aire distinto- ya todos saben- dijo- como empezó esta industria del sombrero-

Es increíble que esta industria a la cual yo debo mis mejores días produzca precisamente sombreros, cuando parece que ya nadie los usa. (..usábamos máscaras, las cambiábamos como si fueran sombreros  según las circunstancias. Esto me lo revelaste al descubrir que en la más pura desnudez de mi cuerpo, también llevaba puesta una máscara. vuelve a dolerme cada vez que leo aquella carta tuya donde me revelabas sin revelarme...)

Farid continuaba exaltando los años de gloria, su apellido había sido estampado por su padre como etiqueta de los productos. Hoy, en contraste con aquellos años casi olvidados, la fábrica vivía exclusivamente de exportar curiosos sombreritos "borsalino" a países vecinos.- Mi padre!- elocuentemente se explayó Farid- llegó, como todos los inmigrantes libaneses de principios de siglo, trayendo como único equipaje ilusiones y sueños. No sabía hacer sino sombreros. Una pequeña máquina era todo; con ella empezó a trabajar, un sombrero al día; entonces se hacían por encargo, luego vino otra máquina y después la tercera-.

La retórica siguió por un tiempo hasta que la voz subió de tono, -ustedes saben-continuó- lo limitado que es nuestro mercado actual, la única esperanza, es Hollywood, Hollywood y sus películas-

(Ahora me pregunto si nuestra relación no fue más que un libreto escrito por dos actores, para ponerlo en escena, la escena de nuestras vidas...)

- Es verdad- dijo Elena- ¡cómo olvidar que vendimos medio millón de sombreros cuando hicimos el diseño para aquel aventurero que salía en busca del Santo Grial!-

Había escuchado esa historia antes, de hecho se había convertido en el hito de la empresa. Por aquella época terminaba mis estudios de diseño de modas en París, eran los años más excitantes de mi vida; y de París a la fábrica, donde me encuentro resignada a la decadencia de la empresa y a diseñar sombreros de colores para vaqueros. Por lo menos apliqué mis conocimientos del color.. (.. Por lo menos representamos la obra, tuvimos una relación, si!, por lo menos creamos un pequeño universo; por lo menos compartimos inolvidables momentos. "Por lo menos", palabras que más de una vez nos sirvieron de droga, para atenuar el dolor en momentos difíciles...).

-Aquí quería llegar- exclamó nuevamente Farid- recientemente me ha llamado una productora de cine norteamericana, nos piden que nuestra empresa diseñe el sombrero que llevará el protagonista en la próxima película.

Fantástico!- exclamó Francisco, casi sobresaltado- tenemos lana de sobra para cubrir toda la producción.

Como muchas de sus palabras, el comentario quedó en el aire, me pareció tan burdo. Como si la lana fuera todo.

Farid intervino sin demora, no quería perder el entusiasmo; esta vez, puso a prueba mi creatividad- veremos como resuelve este reto nuestra diseñadora- dijo sonriendo, casi sarcásticamente. Se me enfrió el cuerpo de pies a cabeza. Por primera vez tendría la oportunidad de crear, y no sería fácil tomando en cuenta que todos estos años estuve parada, sin realmente hacer algo. Una extraña combinación de miedo y placer se apoderaba de mi, había sentido antes esta dualidad (...Pero también tuvimos otros momentos ¿recuerdas el tiempo de la dualidad?, tiempos intrusos, llenos de contradicciones. Fue entonces que me enseñaste a ver la dualidad como algo vivo, a no temer a odiar y amar al mismo tiempo, a aceptar lo masculino en mi feminidad, hablabas de la construcción y destrucción, de los dos hemisferios con los que tenemos que lidiar día a día, la certeza siempre fortalecida por la duda y, ¿te acuerdas de la mágica dualidad del tiempo?, el pasado convertido en memoria y el futuro en imaginación. Sentía entonces, que como nosotros, la dualidad estaba hecha de la misma esencia...)

Una nueva sorpresa fue comunicada, la película sería futurista, si! ¿Un sombrero de lana para un personaje del futuro? Se necesitaba un nuevo material, eso era evidente (..del mismo material, fragmento, del mismo círculo. Tantas palabras que quedaron atrapadas en nuestra relación. Antes, pensamientos, ahora memoria, memorias que retengo en mi mente como pedazos de tantas de tus poesías.. "te amo en cada círculo, recinto de tiempos, espacio de alquimias, donde existes trashumante y donde morimos desvanecidos, para reconstruirnos"...)

Elena tomaba apuntes de manera compulsiva, Francisco apoltronado en su silla como si estuviera a caballo y yo, con los ojos cerrados, buscando mi musa.  La puerta se abrió en silencio, la secretaria dio la vuelta a la mesa ofreciendo café. Yo no acepté. El aroma impregnó la sala (...Pedazos de poesías que impregnan mi presente, aquel aroma que me trae tu recuerdo, café y palabras ahora convertidas en memoria...)

Manuel, reprimido detrás de sus grandes anteojos cuadrados, apenas logró intervenir, tímidamente y en un tono apenas perceptible dijo -la solución sería implementar un nuevo material, el metal, por ejemplo-.

Por un breve momento nos quedamos en silencio, nos mirábamos. Farid, meneó la cabeza, prendió el puro, y exhalando, manifestó su total inconformidad; la polémica se desató y las miradas recayeron sobre mi (... memorias que trastornan, memorias de nuestras miradas enfrentadas, memorias del torbellino de nuestro pasado. Polémicas constantes, polémicas que siempre derivaban a mi. Aún ahora no sé porqué dejaste en mis manos el futuro de nuestra relación...)

La flexibilidad era la única salida, eso todos lo sabían (...tú sabías que mi vida estaba armada de esquemas inquebrantables, sabías también que en mis manos la relación se ahogaría, que paradoja! Sabías bien esto, como cualquier navegante sabe donde está el norte, sólo mirando las estrellas. Sin embargo, dejaste que las cosas sucedieran...)

Mis palabras fueron pocas, lo suficientemente claras, como para que Farid accediera al cambio. Había optado por el metal.
La reunión terminó. Y yo, pedí un café.

1999

El Puerto del Ajedrecista. Carlos Salgado.

PAISAJES DE BEIRES





De: El Puerto del Ajedrecista

Fecha: viernes 14 de noviembre de 1997 12:19
Asunto: Emparejamiento 1ra ronda
Estimados amigos:
Aquí les enviamos el emparejamiento de la 1ra.ronda. Contactad lo antes posible con vuestro adversario para disputar la partida, preferiblemente, el sábado o el domingo. Cualquier inconveniente no dejéis de comunicarlo.
Un saludo
14/11/97

I Aniversario de "El Puerto" Internet, 10/11/97 a 31/12/97

Ronda 1


TABLEROS     /MESAS            JUGADORES


    1. 34 ARJONA, Gonzalo  -      1 GLAVINA, Pablo
    1. 2 ESCOBAR, Daniel -      35 BAEZ, Josep
    1.  36 BIELSA, ELÍAS -      3 ACEVEDO, ARMANDO
    1. 4 RODI, LUIS -            37 BRAVO, CHRISTIAN
    1. 38 CHAVEZ, EDUDARDO -      5 CABRERA, DANIEL
    1. 6 MOLINA, JORGE -       39 CUETO, JAVIER
    1. 40 DIAZ SEVILLA, EUGENIO - 7 PIZARRO, PABLO
    1. 8 TAYEB, BOUGUERRA - 41 ESPINOSA, IGNACIO
    1. 42 ESTREMERA, MIGUEL - 9 REIG PINOL, ARMANDO
    1. 10 MUTTONI, GUILLERMO - 43 FONTCLARA BAEZ, LUIS
    1. 44 GOMEZ SALAZAR, DAVID- 11 LAPLAZA, JORGE
    1. 12 CASTRO, CESAR - 45 GONGORA, MARCELO
    1. 46 GONZALEZ, ERNESTO- 13 ECHEVARRIA, JOHANN
    1. 14 WALSH, HECTOR- 47 INCA, GEOVANNY
    1. 48 JACOMET, SALVI- 15 BLASCO, LUIS
    1. 16 CABELLO, ENRIQUE - 49 JUDEZ GUTIERREZ, CESAR
    1. 50 MARTINEZ CONTRERAS, F. - 17 PEREZ MARCO, RICARDO
    1. 18 DAVIDOFF, RICARDO - 51 MONTALVO, GERARDO
    1. 52 MOSHEIN, FERNANDO- 19 VARAS, JORGE
    2. 20 PAZ, JORGE - 53 PALACIOS, DIEGO
    3. 54 PEREZ, DANIEL - 21 ALVAREZ, MAXIMILIAN
    4. 22 CEREZUELA, M. Isabel - 55 PORRAS CUETO, F. Javier
    5. 56 RAMIREZ HERNANDEZ -          23 ALONSO GAVIRIA, JORGE            
    6.  24 GARCÍA RAMOS, SANTIAGO                57  RODRIGUEZ GARCÍA, JORGE
    7. 58 SANCHEZ MARTÍNEZ, JORGE        25 AYZA, TONI
    8.  26 ALOR, MIGUEL        59  SANJUAN LAHOZ, OSCAR
    9. 60 SANTISTEVAN, OVIDIO       27 CARRILLO, JOSE. A.
    10. 28 AYZA, DAVID           61 SUAREZ RODRIGUEZ, JUAN
    11. 62 URBIETA, BAZAN                 29 SAN MIGUEL, MARCELINO
    12. 30 MOCTEZUMA, DANIEL            63 VELASQUEZ, ANTONIO
    13. 64 VENTE, ANDRES         31 SALINAS, SANTIAGO
    14. 32 SANCHEZ RUIZ, F. JAVIER                   65 VIRAMONTES, ARMANDO
    15. 66 ZAMBRANO, PEDRO            33 AGUIRRE, ALFONSO

CARLOS SALGADO. EL PUERTO DEL AJEDRECISTA

PEÑA IBÉRICA POSTAL DE AJEDREZ





De: El Puerto del Ajedrecista


Fecha: viernes 14 de noviembre de 1997 12:19
Asunto: Emparejamiento, Primera ronda

Estimados amigos:
Aquí les enviamos el emparejamiento de la 1ra.ronda. Contactad lo antes posible con vuestro adversario para disputar la partida, preferiblemente, el sábado o el domingo. Cualquier inconveniente no dejéis de comunicarlo. Un saludo

14/11/97

I Aniversario de "El Puerto" Internet, 10/11/97 a 31/12/97
Ronda 1


TABLEROS /MESAS JUGADORES


34 ARJONA, Gonzalo - 1 GLAVINA, Pablo
2 ESCOBAR, Daniel - 35 BAEZ, Josep
36 BIELSA, ELÍAS - 3 ACEVEDO, ARMANDO
4 RODI, LUIS - 37 BRAVO, CHRISTIAN
38 CHAVEZ, EDUDARDO - 5 CABRERA, DANIEL
6 MOLINA, JORGE - 39 CUETO, JAVIER
40 DIAZ SEVILLA, EUGENIO - 7 PIZARRO, PABLO
8 TAYEB, BOUGUERRA - 41 ESPINOSA, IGNACIO
42 ESTREMERA, MIGUEL - 9 REIG PINOL, ARMANDO
10 MUTTONI, GUILLERMO - 43 FONTCLARA BAEZ, LUIS
44 GOMEZ SALAZAR, DAVID- 11 LAPLAZA, JORGE
12 CASTRO, CESAR - 45 GONGORA, MARCELO
46 GONZALEZ, ERNESTO- 13 ECHEVARRIA, JOHANN
14 WALSH, HECTOR- 47 INCA, GEOVANNY
48 JACOMET, SALVI- 15 BLASCO, LUIS
16 CABELLO, ENRIQUE - 49 JUDEZ GUTIERREZ, CESAR
50 MARTINEZ CONTRERAS, F. - 17 PEREZ MARCO, RICARDO
18 DAVIDOFF, RICARDO - 51 MONTALVO, GERARDO
52 MOSHEIN, FERNANDO- 19 VARAS, JORGE
20 PAZ, JORGE - 53 PALACIOS, DIEGO
54 PEREZ, DANIEL - 21 ALVAREZ, MAXIMILIAN
22 CEREZUELA, M. Isabel - 55 PORRAS CUETO, F. Javier
56 RAMIREZ HERNANDEZ - 23 ALONSO GAVIRIA, JORGE
24 GARCÍA RAMOS, SANTIAGO 57 RODRÍGUEZ GARCÍA, JORGE
58 SANCHEZ MARTÍNEZ, JORGE 25 AYZA, TONI
26 ALOR, MIGUEL 59 SANJUAN LAHOZ, OSCAR
60 SANTISTEVAN, OVIDIO 27 CARRILLO, JOSE. A.
28 AYZA, DAVID 61 SUAREZ RODRIGUEZ, JUAN
62 URBIETA, BAZAN 29 SAN MIGUEL, MARCELINO
30 MOCTEZUMA, DANIEL 63 VELASQUEZ, ANTONIO
64 VENTE, ANDRES 31 SALINAS, SANTIAGO
32 SANCHEZ RUIZ, F. JAVIER 65 VIRAMONTES, ARMANDO
66 ZAMBRANO, PEDRO 33 AGUIRRE, ALFONSO


El Puerto del Ajedrecista. Carlos Salgado.

De: El Puerto del Ajedrecista
Fecha: viernes 14 de noviembre de 1997 12:19
Asunto: Emparejamiento 1ra ronda
Estimados amigos:
Aquí les enviamos el emparejamiento de la 1ra.ronda. Contactad lo antes posible con vuestro adversario para disputar la partida, preferiblemente, el sábado o el domingo. Cualquier inconveniente no dejéis de comunicarlo.
Un saludo
14/11/97

I Aniversario de "El Puerto" Internet, 10/11/97 a 31/12/97

Ronda 1



TABLEROS     /MESAS            JUGADORES



    1. 34 ARJONA, Gonzalo  -      1 GLAVINA, Pablo

    1. 2 ESCOBAR, Daniel -      35 BAEZ, Josep

    1.  36 BIELSA, ELÍAS -      3 ACEVEDO, ARMANDO

    1. 4 RODI, LUIS -            37 BRAVO, CHRISTIAN

    1. 38 CHAVEZ, EDUDARDO -      5 CABRERA, DANIEL

    1. 6 MOLINA, JORGE -       39 CUETO, JAVIER

    1. 40 DIAZ SEVILLA, EUGENIO - 7 PIZARRO, PABLO

    1. 8 TAYEB, BOUGUERRA - 41 ESPINOSA, IGNACIO

    1. 42 ESTREMERA, MIGUEL - 9 REIG PINOL, ARMANDO

    1. 10 MUTTONI, GUILLERMO - 43 FONTCLARA BAEZ, LUIS

    1. 44 GOMEZ SALAZAR, DAVID- 11 LAPLAZA, JORGE

    1. 12 CASTRO, CESAR - 45 GONGORA, MARCELO

    1. 46 GONZALEZ, ERNESTO- 13 ECHEVARRIA, JOHANN

    1. 14 WALSH, HECTOR- 47 INCA, GEOVANNY

    1. 48 JACOMET, SALVI- 15 BLASCO, LUIS

    1. 16 CABELLO, ENRIQUE - 49 JUDEZ GUTIERREZ, CESAR

    1. 50 MARTINEZ CONTRERAS, F. - 17 PEREZ MARCO, RICARDO

    1. 18 DAVIDOFF, RICARDO - 51 MONTALVO, GERARDO

    1. 52 MOSHEIN, FERNANDO- 19 VARAS, JORGE
    2. 20 PAZ, JORGE - 53 PALACIOS, DIEGO
    3. 54 PEREZ, DANIEL - 21 ALVAREZ, MAXIMILIAN
    4. 22 CEREZUELA, M. Isabel - 55 PORRAS CUETO, F. Javier
    5. 56 RAMIREZ HERNANDEZ -          23 ALONSO GAVIRIA, JORGE            
    6.  24 GARCÍA RAMOS, SANTIAGO                57  RODRIGUEZ GARCÍA, JORGE
    7. 58 SANCHEZ MARTÍNEZ, JORGE        25 AYZA, TONI
    8.  26 ALOR, MIGUEL        59  SANJUAN LAHOZ, OSCAR
    9. 60 SANTISTEVAN, OVIDIO       27 CARRILLO, JOSE. A.
    10. 28 AYZA, DAVID           61 SUAREZ RODRIGUEZ, JUAN
    11. 62 URBIETA, BAZAN                 29 SAN MIGUEL, MARCELINO
    12. 30 MOCTEZUMA, DANIEL            63 VELASQUEZ, ANTONIO
    13. 64 VENTE, ANDRES         31 SALINAS, SANTIAGO
    14. 32 SANCHEZ RUIZ, F. JAVIER                   65 VIRAMONTES, ARMANDO
    15. 66 ZAMBRANO, PEDRO            33 AGUIRRE, ALFONSO

La esperanza de un sueño.

De: neska
Beatriz Colcerani (Argentina)
Para: fantasia
Rnviado: sábado, 15 de julio de 2000
Asunto: Esperanza de un sueño




Un pequeño gusanito
Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un chapulín. "¿Hacia dónde te diriges?", le preguntó.
Sin dejar de caminar, la oruga contestó: "Tuve un sueño anoche, soñé que desde la punta de la gran montaña miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo".
Sorprendido, el chapulín dijo mientras su amigo se alejaba: ¡Debes estar loco! ¿Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? Tú, una simple oruga! Una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar, y cualquier tronco una barrera infranqueable". Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
De pronto se oyó la voz de un escarabajo: "Hacia dónde te diriges con tanto empeño?". Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante: "Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo".
El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo: "Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa". El se quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros. Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir. "¡No lo lograrás jamás!", le decían, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. "Estaré mejor", fue lo último que dijo, y murió.
Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable.
Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos.
Aquella concha dura comenzó a quebrarse y, con asombro, vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arcoiris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: una mariposa.
No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño; el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Todos se habían equivocado.
Dios nos ha creado para realizar un sueño, vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y, si nos damos cuenta que no podemos, quizá necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo lograremos.
Es buscando lo imposible como los hombres han encontrado y alcanzado lo posible, y aquellos que se limitaron a lo que visiblemente era posible, nunca dieron un paso.

La esperanza de un sueño.

De: neska
Beatriz Colcerani (Argentina)
Para: fantasia
Rnviado: sábado, 15 de julio de 2000
Asunto: Esperanza de un sueño




Un pequeño gusanito
Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un chapulín. "¿Hacia dónde te diriges?", le preguntó.
Sin dejar de caminar, la oruga contestó: "Tuve un sueño anoche, soñé que desde la punta de la gran montaña miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo".
Sorprendido, el chapulín dijo mientras su amigo se alejaba: ¡Debes estar loco! ¿Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? Tú, una simple oruga! Una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar, y cualquier tronco una barrera infranqueable". Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
De pronto se oyó la voz de un escarabajo: "Hacia dónde te diriges con tanto empeño?". Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante: "Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo".
El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo: "Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa". El se quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros. Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir. "¡No lo lograrás jamás!", le decían, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. "Estaré mejor", fue lo último que dijo, y murió.
Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable.
Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos.
Aquella concha dura comenzó a quebrarse y, con asombro, vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arcoiris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: una mariposa.
No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño; el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Todos se habían equivocado.
Dios nos ha creado para realizar un sueño, vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y, si nos damos cuenta que no podemos, quizá necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo lograremos.
Es buscando lo imposible como los hombres han encontrado y alcanzado lo posible, y aquellos que se limitaron a lo que visiblemente era posible, nunca dieron un paso.

La esperanza de un sueño.

De: neska
Beatriz Colcerani (Argentina)
Para: fantasia
Rnviado: sábado, 15 de julio de 2000
Asunto: Esperanza de un sueño




Un pequeño gusanito
Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un chapulín. "¿Hacia dónde te diriges?", le preguntó.
Sin dejar de caminar, la oruga contestó: "Tuve un sueño anoche, soñé que desde la punta de la gran montaña miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo".
Sorprendido, el chapulín dijo mientras su amigo se alejaba: ¡Debes estar loco! ¿Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? Tú, una simple oruga! Una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar, y cualquier tronco una barrera infranqueable". Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
De pronto se oyó la voz de un escarabajo: "Hacia dónde te diriges con tanto empeño?". Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante: "Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo".
El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo: "Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa". El se quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros. Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir. "¡No lo lograrás jamás!", le decían, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. "Estaré mejor", fue lo último que dijo, y murió.
Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable.
Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos.
Aquella concha dura comenzó a quebrarse y, con asombro, vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arcoiris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: una mariposa.
No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño; el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Todos se habían equivocado.
Dios nos ha creado para realizar un sueño, vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y, si nos damos cuenta que no podemos, quizá necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo lograremos.
Es buscando lo imposible como los hombres han encontrado y alcanzado lo posible, y aquellos que se limitaron a lo que visiblemente era posible, nunca dieron un paso.

Programas para jugar al ajedrez postal. ANDRÉS VALVERDE


PAISAJE DE BEIRES ALMERÍA


Aquí os dejo la página de un amigo, 

ANDRÉS VALVERDE,  jugador de ajedrez y programador que tiene una página de ajedrez muy completa para jugar AJEDREZ POSTAL.

 

http://webs.ono.com/a.valverde/index.htm

 

http://webs.ono.com/a.valverde/ectool.htm

 

EN el año 1997 ya tenía página web en
http://www.geocities.com/CapeCanaveral/4591

Esperamos que siga en la lucha.
Saludos

Programas para jugar al ajedrez postal. ANDRÉS VALVERDE


Aquí os dejo la página de un amigo, ANDRÉS VALVERDE,  jugador de ajedrez y programador que tiene una página de ajedrez muy completa para jugar AJEDREZ POSTAL.

 

http://webs.ono.com/a.valverde/index.htm

 

http://webs.ono.com/a.valverde/ectool.htm

 

EN el año 1997 ya tenía página web en
http://www.geocities.com/CapeCanaveral/4591

Esperamos que siga en la lucha.
Saludos

Programas para jugar al ajedrez postal. ANDRÉS VALVERDE


Aquí os dejo la página de un amigo, ANDRÉS VALVERDE,  jugador de ajedrez y programador que tiene una página de ajedrez muy completa para jugar AJEDREZ POSTAL.

 

http://webs.ono.com/a.valverde/index.htm

 

http://webs.ono.com/a.valverde/ectool.htm

 

EN el año 1997 ya tenía página web en
http://www.geocities.com/CapeCanaveral/4591

Esperamos que siga en la lucha.
Saludos

Programas para jugar al ajedrez postal. ANDRÉS VALVERDE


Aquí os dejo la página de un amigo, ANDRÉS VALVERDE,  jugador de ajedrez y programador que tiene una página de ajedrez muy completa para jugar AJEDREZ POSTAL.

 

http://webs.ono.com/a.valverde/index.htm

 

http://webs.ono.com/a.valverde/ectool.htm

 

EN el año 1997 ya tenía página web en
http://www.geocities.com/CapeCanaveral/4591

Esperamos que siga en la lucha.
Saludos