Los toros. Una fiesta del pueblo. Juan José de Torres López



No se trata aquí de defender sin más las corridas de toros sino de contar algo que es desconocido incluso por los propios aficionados.

Y es que, como decía D. Enrique Tierno Galván: “Ser indiferente ante un acontecimiento social de tal índole supone la total extrañeza respeto del subsuelo psicológico común. Al coso asiste la mayoría del pueblo, sin que falte ningún estrato social. La plaza de toros resulta el lugar físico, social y psicológico en que la totalidad del pueblo convive intensamente una misma situación psicológica en que las actitudes profundas son substancialmente análogas”. Y añade: ¿Con qué otro acontecimiento ocurre esto?
Se trata, por tanto, de acercarse a la Fiesta de los toros desde un punto de vista intelectual y descubrir que debajo late el alma de un pueblo.

Decía Ortega y Gasset, quizás el más grande pensador de este siglo, que no se podía entender la historia de España desde 1650 en adelante sin el estudio de las corridas de toros. Afirma Ortega que: “la historia de las corridas de toros revela algunos de los secretos más recónditos de la vida nacional española durante casi tres siglos. Y no se trata de vagas apreciaciones, sino que de otro modo no se puede definir con precisión la peculiar estructura social de nuestro pueblo durante esos siglos.”. “Lo que llamamos corridas de toros apenas tiene nada que ver con la antigua tradición de las fiestas de toros en que actuaba la nobleza. Precisamente es en esos momentos  del siglo  XVIII cuando el pueblo español se decide por primera vez a vivir de su sustancia, cuando aparece el vocablo “torero”. Es en la cuarta década del siglo cuando aparecen las primeras cuadrillas de hombres que recorren villas y aldeas. El efecto que esto produjo en España fue fulminante y avasallador. Pocas cosas a lo largo de nuestra historia han apasionado tanto y han hecho tan feliz a nuestro nación como esta fiesta. Ricos y pobres, hombres y mujeres dedican una buena porción de cada jornada a prepararse para la corrida, a ir a ella, a hablar de ella y de sus héroes. Y no se olvide que el espectáculo taurino es sólo la faz o presencia momentánea de todo un mundo que vive oculto tras él y que incluye desde las dehesas donde se crían las reses hasta las botillerías y tabernas donde se reúnen las tertulias de toreros y aficionados.”

A comienzos de los años 30, Ignacio Sánchez Mejías va a New York a buscar a Federico García Lorca para que le ayude en un espectáculo que preparaba para la “Argentinita” que se llamará “Las calles de Cádiz”. Federico le ayuda y a cambio consigue que Ignacio de una conferencia en la Universidad de New York –en Columbia University-. 
 
            En esa conferencia, Ignacio les explica a los americanos no lo que es un natural, un derechazo o una verónica, sino como ve él el significado cultural profundo de la tauromaquia. Y lo sitúa, justamente, en el enfrentamiento de una cultura mediterránea con una cultura nórdica, del Norte.
            Él, eso lo ejemplifica en dos figuras: en D.Quijote y Sancho Panza. Y dice que D.Quijote ha sido el primer torero de la historia y que Sancho Panza, exagera por supuesto, representa el pancismo, el utilitarismo, el egoísmo de la gente del Norte.
            ¿Qué es lo que representa D.Quijote entonces, éste primer torero para Ignacio Sánchez Mejías?. Sencillamente la moral del esfuerzo. No la moral del éxito cueste lo que cueste, la moral del esfuerzo, se triunfe o no.
            Hay una hermosísima frase de D.Quijote que en un momento determinado dice: “Podrán los encantadores quitarme el éxito, pero el esfuerzo jamás”. Esa virtud, esa ética, es la ética del Mediterráneo.

Dice el extraordinario crítico taurino Paco Aguado que “El toro, en su oscura animalidad y en su ciega fiereza, representa la inquietante intriga de la naturaleza, ese mismo problema esencial que el hombre hubo de afrontar cuando apareció sobre la faz de la tierra. Por eso el toreo es la gran metáfora de la vida: la representación escenificada, organizada y evidente de la lucha eterna entre el hombre y la naturaleza; una exaltación del vitalismo, un triunfo habitual de la razón sobre la fuerza y de la vida sobre la muerte. Ese juego natural de la vida y de la muerte que nos hace reconocernos a nosotros mismos como lo que somos, que nos devuelve a nuestra realidad en un mundo que, precisamente ahora, tiende a deshumanizarse, a alejarse delas pautas que lo rigieron durante varios milenios; de un mundo que aísla al anciano y al enfermo, que esconde la muerte y el dolor, que sólo exalta la pasajera y, a veces, estúpida belleza de una juventud artificialmente prolongada por la moda, y que proclama triunfador al insolidario, al agresivo y al soberbio. Una sociedad que, como otras culturas antiguas, también adora a un toro: al Becerro de Oro”.
     
Las corridas de toros, el toreo a pie, decía Ortega y Gasset, que nace la primera vez que el pueblo español se decide a vivir de su sustancia, es lo primero que hace como pueblo. ¿Cómo es esto?. ¿Qué pasa en la sociedad española para que el pueblo desplace al noble del caballo?
 
En los siglos XVII, y XVIII no había nadie de la nobleza con carisma, con autoridad sobre el pueblo. Y como tampoco había clase media, ocurre un fenómeno singular, una de las más típicas subversiones históricas: la aristocracia carente de valores propios que la distingan que la reconozcan, mira al pueblo porque quizás piense que conserva lo genuinamente español, y comienza a imitar, sin autenticidad pero con pasión, lo que dice y lo que hace el pueblo. Y el pueblo impone sus costumbres al mismo tiempo que la nobleza se aplebeya y, abandonando sus hábitos aristocráticos encuentra satisfacción en las diversiones y costumbres más desgarradas y busca los ambientes más bajos y turbios.    
 
El pueblo tiene un ascendente innegable sobre la aristocracia. En ese momento concreto surge la corrida de toros. El toreo a pie es producto del alma española, del pueblo. En rigor las cosas sucedieron así:

En Europa, efectivamente, las clases superiores miran al pueblo con curiosidad, con simpatía, con afán proteccionista, pero en España se produce un fenómeno extrañísimo que no se da en ningún otro país: el entusiasmo por lo popular en la vida cotidiana prende en las clases superiores, pero no con simpatía sino con vehemencia, con pasión. Esa es la diferencia esencial: En el resto de Europa hay una mirada de los noble, de las clases altas hacia el pueblo de forma filantrópica, simpática, proteccionista, pero sin arrebato; en España esa mirada es apasionada.
Esa manera de mirar del europeo es lo que se llama “populismo” o “casticismo”. El fenómeno que se produce en España, esa pasión por las cosas del pueblo es lo que se llama plebeyismo”.

¿Qué diferencia hay?:

            Para explicarlo vamos a apoyarnos en la ciencia lingüística: aparecen en el lenguaje con mucha frecuencia dos palabras que significan lo mismo, de las cuales una tiene un origen culto y la otra ha sido formada por el pronunciamiento y el uso popular. Pues bien, la tendencia en todo el pueblo a preferir la forma popular a la culta es lo que se llama “plebeyismo. Esa tendencia es normal en todas las lenguas.
            Pero, esa tendencia trasladada a la vida entera: a los trajes, las danzas, los cantares, los gestos, las diversiones de la plebe, a la historia general de la nación, y trasladada, además, con pasión sin límites, con frenesí, fue el motor más enérgico de la vida española en la segunda mitad del siglo XVIII. El plebeyismo movió la vida española durante más de dos siglos (desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta los primeros años del pasado siglo).
            En ningún pueblo ha ocurrido nada igual. Lo normal ha sido que las clases inferiores miren con admiración las formas de vida de la aristocracia y procuren imitarla. En España se da el fenómeno contrario, el pueblo vivía a su manera con entusiasmo, sin mirar para nada a la aristocracia. Por su parte, la aristocracia sólo se sentía feliz cuando abandonaba sus propias costumbres y se saturaba de plebeyismo. Ahí está la historia de España. Ahí esta el origen del toreo a pie, de las corridas de toros:
            Y todo se hace con pasión. El pueblo no se contenta con ir a los toros o al teatro, sino que el resto de día apenas habla de otra cosa. Pero, lo que es más importante, esto pasa en todas las clases sociales. Voy a poner dos ejemplos, uno de cada una de las actividades que más apasionaban a los españoles: el teatro y los toros.
            Cuando la Tirana, actriz de teatro viene a  Madrid desde Barcelona, no se trae sus trajes. La Duquesa de Alba, ferviente partidaria suya, le proporciona vestidos y todo lo que necesita. Inmediatamente, la duquesa de Osuna, rival de la de Alba, hace lo mismo con su actriz preferida: la Pepa Figueras. El conde de Carpio, en una carta que le escribe a la marquesa de la Solana le dice, refiriéndose a la Duquesa de Alba: “emplea el tiempo...en cantar tiranas y envidiar a las majas”.
            Iriarte, un intelectual de la época, escribe a un amigo suyo y le pone: Riase usted de los bandos. Acá nos comemos vivos entre Costillaristas y Romeristas. No oye uno otra conversación, desde los dorados artesonados hasta las humildes chozas, y desde que se santigua por la mañana hasta que se pone el gorro de dormir. El furor de los partidarios durante el espectáculo llega a términos de venir a las manos...”

Pero hay un fenómeno curioso: tan arraigadas estaban las costumbres populares, que incluso los intelectuales que criticaban esas costumbres castizas, utilizaban el lenguaje popular. Lo que demuestra la gran penetración de ese plebeyismo en toda la sociedad española.

            El idioma lo crea el pueblo, y no hay nada que haya llenado más el idioma español que lo taurino. La riquísima gama de términos taurinos con la que nos expresamos, seamos a no aficionados a los toros, sólo se explica por el profundo arraigo diario y sentido, casi como una pasión, que tuvieron los toros. Incluso es posible saber por la etimología de la palabra en que momento de la corrida nació.
Los españoles y muchos extranjeros empleamos casi sin darnos cuenta una gran cantidad de frases taurinas. Voy a poner unos cuantos ejemplos: Hacer el Tancredo: en referencia a ser inmovilista. Este fue un personaje que apareció a principios de siglo –el 30 de diciembre de 1900-  que salía a las plazas vestido de blanco, se colocaba en el centro de la Plaza subido en un pedestal, inmóvil y allí espera las embestidas del toro que nunca se producían. El toro al llegar a él dejaba de verlo por la peculiar disposición de los ojos del toro y no le embestía. Por cierto que la mirada del toro en la que se basaba D. Tancredo, puede ser objeto de una próxima reunión porque en ella está gran parte de la evolución del toreo; coger al toro por los cuernos, hacer un quite o un quiebro a alguien, querencia, emplazarse, tomar el olivo, vergüenza torera, dar capotazos, ¡Torero!, ¡Torero!, gritado como demostración de las excelencias de una persona., el ¡olé! que se oye en cualquier campo de fútbol de cualquier país del mundo como manifestación de superioridad de un equipo sobre otro.

En fin, hay en nuestro lenguaje una gran cantidad de expresiones taurinas, expresiones que formó el pueblo cuando los toros eran su gran pasión.
           
El proceso de transformación no es de golpe, hay algunas etapas de transición. Son muchas las descripciones que se conservan de las Fiestas de toros, de los espectáculos en los que eran protagonistas la nobleza. Hay uno, de 1700 durante el reinado de Felipe V el primer Borbón, recogido de “Viajes por España” de José García Mercadal, en el que ya se observan las transformaciones de que antes he hablado, que dice así:
            “La fiesta se celebraba en la Plaza Mayor de Madrid. Dicen que esa plaza aloja a más de 4.000 personas, y que los días de toros contiene 6.000. Es constante  que es una gran afluencia del pueblo y que lo hay en esos días hasta en los tejados; pero no puedo creer que haya exageración en ese número... Todos los empleados de los Consejos y de la Casa Real tienen allí sus puestos gratis. Es preciso confesar que ese espectáculo tiene algo de grande, y que es agradable ver en todos esos balcones esa gran cantidad de gentes, estando todo engalanado y adornado con bellos tapices.
...No habiendo galán ese día que no se haga un punto de honor en colocar bien a su dama, en hacer llevar a su balcón o a su asiento, helados, confituras y lo que la estación  ofrece mejor.”.
            Vemos que era un acontecimiento social. Hoy en muchas ciudades y pueblos perviven esos hábitos, por ejemplo la merienda de nuestra Plaza de Toros.
            Y sigue: ”Un cuarto de hora después de que el Rey hubo llegado hizo una señal con el pañuelo –lo mismo que hoy los Presidentes de las corridas- para que hiciesen el despejo de plaza”...”.” Los toreadores entraron en la plaza montados sobre hermosísimos caballos, con gran número de criados...”. “Hay también gentes del pueblo que llevando en la mano una especie de media pica, se planta delante del toril y en esa postura aguardan al toro, y cuando esa fiera va a lanzarse sobre ellos y se ven muy apurados, le arrojan su capa sobre la cabeza, o tendiéndose en el suelo boca abajo, evitan de esa manera la furia del toro”

            Vemos como, al margen de la corrida, unos héroes anónimos, gente del pueblo con un toreo distinto, fiados de sus propios recursos dan el primer aldabonazo hacia el toreo a pie. El pueblo, los peones, son al principio mero acompañamiento, pero mantienen una pugna sorda, tenaz, por alcanzar la plaza de lidiador. No hay que engañarse, a lo que estamos asistiendo  a un auténtico levantamiento popular.
Cuando aparecen las primeras figuras con la muleta: Pedro Romero, Costillares y Pepe Hillo, el pueblo se decanta, definitivamente por los de a pie.  Esa forma de torear al toro, cala tan hondo en el pueblo español, que ya nada le hará más feliz.

¿Pero tan feliz fue el pueblo español con las corridas de toros?. No voy  a ser exhaustivos, una vuelta por la sociedad española de distintas épocas bastarán para sacar conclusiones:

        1ª mitad del siglo XVIII(1743): Campillo que fue ministro de Felipe V, hace un dictamen sobre las corridas de toros en el que se muestra desesperado porque le han hecho saber que en Zaragoza los hombres del pueblo empeñan la camisa para poder ir a los toros.
        Último tercio del siglo XIX (1876): Frascuelo llega a su casa de Madrid para recuperarse de una cogida que había sufrido en Valencia. La expectación por saber la evolución de la cogida es tal, que los médicos que le atienden colocan sobre la fachada de la casa del torero varios partes todos los días, que se leen aguardando colas.
        Primer tercio del siglo XX: Cuenta Juan Belmonte: “Cuando fui soldado en Sevilla, el general de la división estaba obsesionado con la idea de que se me tratara en el cuartel con demasiadas consideraciones. ¿Por qué no iba yo, como los demás al campo de instrucción?. El coronel transmitió una orden enérgica. Yo formaría como todos los reclutas e  iría con el regimiento al campo de instrucción. Y recuerdo aquella mañana en que, cuando desfilaba por las calles de Sevilla, la gente que me descubría en las filas seguía el paso marcial de las tropas llamándome cariñosamente “¡Juan! ¡Juan!”. Al regreso la noticia había prendido, y un gentío denso aguardaba el desfile para aplaudirme. También el general esperaba el paso del regimiento para tener la certidumbre de que yo había ido al campo de instrucción y fue testigo de cómo la gente se abalanzó alrededor de mi persona, rompió las filas, intentó conducirme en hombros y desbarató la formación. Aquel mismo día, el general dio la orden de que el recluta Juan Belmonte no saliera más con el regimiento”. 

Son sólo unos ejemplos, la vida española está llena de ellos.
     
¿Pero y el pueblo, influía en el desarrollo de las corridas?. En los toros, el pueblo siempre ha dominado, sus gustos han impuesto desde la manera de torear hasta el toro que había que torear.
Cuando aparece el varilarguero, el tipo de toro que gustaba era el que iba al caballo con fiereza, era la época de un tipo de toro, fundamentalmente el toro procedente de Castilla. Al tomar el pueblo partido por los recortadores, hacía falta un toro de gran movilidad, ya no importaba tanto lo que hiciera en el caballo, era más importante que diera espectáculo, que se moviera delante del recortador, y se pone de moda el toro navarro: ágil, pequeño y revoltoso.
            Los gustos del pueblo, al inclinarse por el toreo con los engaños: capa y muleta, hacen que se necesite un nuevo tipo de toro, un toro que se desplace siguiendo los engaños, que tenga más nobleza: aparece el toro andaluz, un toro con recorrido, que era bravo en el caballo y la muleta.
            El descubrimiento del toro andaluz causó conmoción en Madrid. En el cartel de la cuarta corrida de 1791 se decía: “Como no se omite trabajo ni dispendio en solicitud de dar al público gusto, siendo notable el que demostró tener con los toros de Andalucía el año pasado, se han acopiado para éste 119 (de los que han llegado ya 111), de las vacadas más acreditadas de aquel Reino. El público decidirá las que más merezcan su aprobación, y, servirá de regla para hacer los acopios venideros”.
            Era una época de variedad, el público mandaba en la Fiesta y se permitía dirigir los destinos de su diversión preferida. Como muestra basta un botón: Es un bando del Corregidor de Madrid (con Fernando VII) publicado el 17 de junio de 1815:
            Así como el gobierno tiene una particular satisfacción en permitir ciertas diversiones que, sin oponerse a las buenas costumbres, proporcionan un recreo decente al público; así también pone al más particular cuidado en precaver que aquellas sean perturbadas por parte de algunos concurrentes a quien la malicia o la poca reflexión suele inducir a excederse de los límites que prescribe el buen orden. En la última función se fomentaron en la Plaza alguna apuestas y disputas acaloradas entre varios sujetos en pro y en contra del mérito de las respectivas vacadas que se corrieron aquel día...
            Para evitar la continuación de semejantes desórdenes...MANDO:
1º.- Que en la Plaza de toros ni en otros sitios públicos, no se hagan apuestas ni se susciten disputas imprudentes en razón a las mejores o peores castas de dicho ganado
2º.- Cualquiera individuo que contravenga a lo que prescribe el artículo anterior, además de perder el importe de la apuesta...será tratado de perturbador del buen orden público, y castigado con proporción a su exceso.

            En definitiva, toda la historia de España está llena de hechos que prueban que, como afirmaba Ortega, las corridas de toros son producto del alma del pueblo español, y que nada nunca ha hecho tan feliz a ese pueblo que las corridas de toros



APARTADO VI: CUESTIONES QUODLIBETALES


JUAN JOSE DE TORRES LÓPEZ

LOS TOROS. UNA FIESTA DEL PUEBLO

Flores de Amor. José Luis Muñoz Colomer


De aquellos libros que pueden considerarse curiosos en una biblioteca, el título de este artículo corresponde a uno de ellos. Opinión tal vez rebatible por persona más culta y entendida que quien esto escribe, pero por estar este libro entre los que componen mi modesta biblioteca, entre otros que tal vez vayamos sacando a la palestra, me ha parecido interesante darlo a conocer, sobre todo teniendo en cuenta que es parte de la historia de Almería, no en un sentido épico de gloriosas glosas locales, sino, como hemos dicho al principio, de los que componen, de una forma menos llamativa históricamente, el otro mundo de las anécdotas y curiosidades, que al fin y al cabo, también hacen historia.



El libro tiene 218 páginas, más unos “Pensamientos”, pudiéramos decir como colofón, sumando en total 264 páginas. Estos “Pensamientos” recogen citas del “Eclesiastés”, de Jesucristo, del “Kempis”, del “Krishna”, del “Apocalipsis”, de Dante, de Shakespeare, de Teodoro Roosevelt, de Víctor Hugo, de Pitágoras, de Walter Scott, de Rubén Darío, por citar aquellos que son más conocidos, y no hacer interminable la lista de todos los que vienen recogidos.



El libro está editado en enero del año 1934. Y dice así: “Comunicaciones recibidas en el Centro Espiritista AMOR Y CIENCIA de Almería, por conducto del Médium Escribiente A.F.L., dictadas por el Espíritu Luz desde el 12 de octubre de 1.932 al 26 de diciembre de 1.933”. Son en total ochenta comunicaciones.



Como realmente lo que vamos a hacer es transcribir entresacando algunas de esas comunicaciones, sin embargo, consideramos interesante insertar íntegro el “Prólogo”, que dice así: “Flores de amor, destellos de luz, trinos de un alma, son mis dictados. Ellos van envueltos en mi amor y llevan parte de mi propio ser: son distintos estados de un mismo sentimiento; manifestaciones constantes de un sentido afecto, de un amor puro y elevado lleno de inefables emociones y de aspiraciones sublimes. Estas expansiones mías tan sentimentales, debieron quedar reducidas en la esfera de vuestro sentir y no mostrarlas a las curiosas miradas profanas; pero he de convenir con vosotros en la necesidad de que los demás sean también partícipes de todo puro sentimiento, a fin de que tenido en cuenta, pueda por si mismo, por la virtualidad de su pureza, engendrar el elevado afán de mejoramiento y la bella esperanza de la regeneración. Pido a Dios que mis ideas sirvan a muchos de estímulo para mejorar su conducta; a otros les den motivos de confianza; y a todos hagan meditar con sereno y certero juicio para que puedan vislumbrar la divina ley de Amor que rige el mundo. Ruego a todo lector que sea indulgente en su libre juicio en lo accidental y fije su atención en el trascendental sentido de muchas de mis afirmaciones y en la fundamental razón de mis dictados, hechos todos con un elevado fin: exaltar el Amor y dignificar tan bello sentimiento. Por último, a todos ruego que cuando abráis este libro elevéis vuestro pensamiento a Dios, Foco de Amor Universal, Fuente de todo Bien, Raíz de toda Justicia, Inteligencia Absoluta, Soberana que todo lo llena con su Magnificencia, Meta de toda perfección. Y cuando lo hayáis leído, no lo dejéis sin dedicar un amoroso pensamiento de admiración a la Naturaleza, esa obra, Divina expresión de Su Grandeza y Sabiduría, cuyas portentosas bellezas nos dan una pálida idea de la Bondad Sublime del Padre que ha creado Mundos, Soles y Espacios para

que con nuestro propio esfuerzo en constante ascensión, vayamos conquistando la dicha de poder contemplar, admirar y poseer esas sublimes maravillas que constituyen nuestro patrimonio espiritual. Paz a todos los seres. LUZ.”



La 1ª Comunicación empieza así: “Aquí tenéis a un ser que sufrió en la Tierra los mayores rigores de la desgracia pero tuve siempre mucha fe en la misericordia divina y supe llevar con paciencia las dolorosas pruebas a que fui sometida para pagar mis faltas de anteriores existencias”.



“Con el mayor de los respetos; con la mayor admiración vengo a vosotros. La virtud excelsa sin duda, es la Caridad. ¡Qué grandes beneficios reporta; qué bellas sensaciones produce; qué dulces recuerdos deja!”.(Comunicación VI).- “Flores de Amor. He aquí el nombre que bien pudieran llevar mis pensamientos. Divina esencia que con tus dulces emanaciones embelleces y embalsamas el ambiente. Aura resplandeciente que perfumas el alma y vitalizas la existencia. ¿Cómo no llamar flores a mis amorosos pensamientos si en realidad brotan del Jardín del Amor?“. (Comunicación XX).- “Como cascada de piedras preciosas de cambiantes colores, brota la luz en los espacios del infinito. Luz divina, cuyos destellos llevan al alma sensaciones inefables de gozo y de belleza”.(Comunicación XXXVIII).- “Amáis el estudio porque es necesario para adquirir la ciencia; y yo, alentado por otros seres y cumpliendo con anhelo mis propios propósitos, quiero instruiros y busco temas de importancia para vosotros. He hablando del Pensamiento; de su poder con relación a los seres y a las cosas; y vuelvo sobre este tema para deciros: que cuando hacéis, pensáis o ejecutáis algo de una positiva realidad, forjáis imágenes, construís cosas, realizáis asuntos, en una palabra”.(Comunicación XLIV)



“Cuando pensáis, emitís ondas al Espacio, que son más o menos creadoras, según su intensidad”. (Comunicación LXXV).- “En el vacío, que es quietud, frialdad, inercia, actúa la Energía, que es vibración, fuerza, calor, luz, vida, inteligencia, voluntad; y de este choque surge el movimiento, promotor del gran mecanismo Universal”. (Comunicación LXXVI)



La última Comunicación, la número ochenta, dice así: “Como el labrador contempla su obra lleno de satisfactoria esperanza, después de su penosa tarea de esparcir en los surcos la simiente que un día florecerá llevando a su Alma la satisfacción de la recompensa merecida por el esfuerzo realizado; así yo contemplo mi Obra, satisfecha y esperanzada en que llegue pronto el día de su floración espiritual. Si esta simiente mía, prende en vuestros corazones; si con mis palabras consigo llevar consuelo al que sufre, aliento al que desfallece, y esperanza al desvalido, mi tarea será recompensada y mi satisfacción inmensa porque habré conseguido mi propósito y realizado la misión que me proponía. Pido a Dios que mi esfuerzo no sea estéril; que mi trabajo de el codiciado fruto, para que yo pueda mirar, satisfecha mi obra. Estoy convencida de que esta mi simpatía hacia vosotros ha sido bien acogida por vuestros corazones y he de agradeceros el gran afecto y el sumo interés con que habeis acogido mis escritos. Y por último: quiero hacer constar antes de despedirme, mi gratitud y merecido reconocimiento hacia el Médium, que ha prodigado siempre su desinteresado concurso, prestándose con toda fe a servirme de Instrumento y que ha sabido captar fielmente, casi siempre, las ondas enviadas por mi pensamiento. Y nada más. Que el Amor a Dios y al prójimo sea el Guía de vuestras acciones y que la Felicidad os acompañe, os desea a todos.- Luz”.- “FIN DE LOS DICTADOS”



Y como colofón a las ochenta Comunicaciones dictadas por el Espíritu Luz viene inserta la siguiente

“ADVERTENCIA”



“Transcritas las anteriores Comunicaciones dictadas por el Espíritu “Luz” al Médium intuitivo de este Centro, A.F.L., hemos de advertir que no se ha hecho en ellas ninguna corrección; que se publican íntegramente, como el Médium las ha escrito: sólo se han subsanado algunas faltas de ortografía, pues se trata de un obrero que, aunque adornado de cualidades morales excelentes, su modesta situación social le obliga a dedicar todo su tiempo al trabajo para poder atender las necesidades de su numerosa familia.



Las cuestiones explanadas en estos temas, son de tan diversas y profundas disciplinas, que se hace muy difícil considerar que exista persona alguna, capacitada para discurrir sobre variedad tal de conocimientos.



Espiritismo, Teosofía, Moral, Ocultismo, Filosofía, Ciencias Físicas y Naturales; y tantas otras cuestiones, expuestas todas con precisión, claridad, fluidez, elegancia, bien decir; y adornadas por sentimientos de ternura y amor tales, que obligan a trascender la esfera de lo humano para buscar en el Mundo Espiritual y en sus Alturas, un Ser que por su elevado estado evolutivo, lleve en sí tales excelsos atributos.



Abrigamos confianza en que, quien aún por curiosidad o con ánimo sectario de crítica, lea este libro, lo reelerá; y los menos benévolos, si no son libres, le rendirán al menos en su conciencia, tributo sincero de agradecimiento, en holocausto al beneficio, que de alguna índole habrán obtenido de su lectura.



Respecto de los hermanos en Fe, no hemos de indicarles más, que servirá de deleite a la Personalidad y de evolución progresiva al Espíritu.



¡¡¡ Que se cumpla La Voluntad del Padre !!!”



“El Centro Espiritista “Amor y Ciencia”, de Almería”


 
APARTADO II: OCURRIÓ, OCURRE EN ALMERÍA


“FLORES DE AMOR”



José Luis Muñoz Colomer




Flores de Amor. José Luis Muñoz Colomer


De aquellos libros que pueden considerarse curiosos en una biblioteca, el título de este artículo corresponde a uno de ellos. Opinión tal vez rebatible por persona más culta y entendida que quien esto escribe, pero por estar este libro entre los que componen mi modesta biblioteca, entre otros que tal vez vayamos sacando a la palestra, me ha parecido interesante darlo a conocer, sobre todo teniendo en cuenta que es parte de la historia de Almería, no en un sentido épico de gloriosas glosas locales, sino, como hemos dicho al principio, de los que componen, de una forma menos llamativa históricamente, el otro mundo de las anécdotas y curiosidades, que al fin y al cabo, también hacen historia.



El libro tiene 218 páginas, más unos “Pensamientos”, pudiéramos decir como colofón, sumando en total 264 páginas. Estos “Pensamientos” recogen citas del “Eclesiastés”, de Jesucristo, del “Kempis”, del “Krishna”, del “Apocalipsis”, de Dante, de Shakespeare, de Teodoro Roosevelt, de Víctor Hugo, de Pitágoras, de Walter Scott, de Rubén Darío, por citar aquellos que son más conocidos, y no hacer interminable la lista de todos los que vienen recogidos.



El libro está editado en enero del año 1934. Y dice así: “Comunicaciones recibidas en el Centro Espiritista AMOR Y CIENCIA de Almería, por conducto del Médium Escribiente A.F.L., dictadas por el Espíritu Luz desde el 12 de octubre de 1.932 al 26 de diciembre de 1.933”. Son en total ochenta comunicaciones.



Como realmente lo que vamos a hacer es transcribir entresacando algunas de esas comunicaciones, sin embargo, consideramos interesante insertar íntegro el “Prólogo”, que dice así: “Flores de amor, destellos de luz, trinos de un alma, son mis dictados. Ellos van envueltos en mi amor y llevan parte de mi propio ser: son distintos estados de un mismo sentimiento; manifestaciones constantes de un sentido afecto, de un amor puro y elevado lleno de inefables emociones y de aspiraciones sublimes. Estas expansiones mías tan sentimentales, debieron quedar reducidas en la esfera de vuestro sentir y no mostrarlas a las curiosas miradas profanas; pero he de convenir con vosotros en la necesidad de que los demás sean también partícipes de todo puro sentimiento, a fin de que tenido en cuenta, pueda por si mismo, por la virtualidad de su pureza, engendrar el elevado afán de mejoramiento y la bella esperanza de la regeneración. Pido a Dios que mis ideas sirvan a muchos de estímulo para mejorar su conducta; a otros les den motivos de confianza; y a todos hagan meditar con sereno y certero juicio para que puedan vislumbrar la divina ley de Amor que rige el mundo. Ruego a todo lector que sea indulgente en su libre juicio en lo accidental y fije su atención en el trascendental sentido de muchas de mis afirmaciones y en la fundamental razón de mis dictados, hechos todos con un elevado fin: exaltar el Amor y dignificar tan bello sentimiento. Por último, a todos ruego que cuando abráis este libro elevéis vuestro pensamiento a Dios, Foco de Amor Universal, Fuente de todo Bien, Raíz de toda Justicia, Inteligencia Absoluta, Soberana que todo lo llena con su Magnificencia, Meta de toda perfección. Y cuando lo hayáis leído, no lo dejéis sin dedicar un amoroso pensamiento de admiración a la Naturaleza, esa obra, Divina expresión de Su Grandeza y Sabiduría, cuyas portentosas bellezas nos dan una pálida idea de la Bondad Sublime del Padre que ha creado Mundos, Soles y Espacios para

que con nuestro propio esfuerzo en constante ascensión, vayamos conquistando la dicha de poder contemplar, admirar y poseer esas sublimes maravillas que constituyen nuestro patrimonio espiritual. Paz a todos los seres. LUZ.”



La 1ª Comunicación empieza así: “Aquí tenéis a un ser que sufrió en la Tierra los mayores rigores de la desgracia pero tuve siempre mucha fe en la misericordia divina y supe llevar con paciencia las dolorosas pruebas a que fui sometida para pagar mis faltas de anteriores existencias”.



“Con el mayor de los respetos; con la mayor admiración vengo a vosotros. La virtud excelsa sin duda, es la Caridad. ¡Qué grandes beneficios reporta; qué bellas sensaciones produce; qué dulces recuerdos deja!”.(Comunicación VI).- “Flores de Amor. He aquí el nombre que bien pudieran llevar mis pensamientos. Divina esencia que con tus dulces emanaciones embelleces y embalsamas el ambiente. Aura resplandeciente que perfumas el alma y vitalizas la existencia. ¿Cómo no llamar flores a mis amorosos pensamientos si en realidad brotan del Jardín del Amor?“. (Comunicación XX).- “Como cascada de piedras preciosas de cambiantes colores, brota la luz en los espacios del infinito. Luz divina, cuyos destellos llevan al alma sensaciones inefables de gozo y de belleza”.(Comunicación XXXVIII).- “Amáis el estudio porque es necesario para adquirir la ciencia; y yo, alentado por otros seres y cumpliendo con anhelo mis propios propósitos, quiero instruiros y busco temas de importancia para vosotros. He hablando del Pensamiento; de su poder con relación a los seres y a las cosas; y vuelvo sobre este tema para deciros: que cuando hacéis, pensáis o ejecutáis algo de una positiva realidad, forjáis imágenes, construís cosas, realizáis asuntos, en una palabra”.(Comunicación XLIV)



“Cuando pensáis, emitís ondas al Espacio, que son más o menos creadoras, según su intensidad”. (Comunicación LXXV).- “En el vacío, que es quietud, frialdad, inercia, actúa la Energía, que es vibración, fuerza, calor, luz, vida, inteligencia, voluntad; y de este choque surge el movimiento, promotor del gran mecanismo Universal”. (Comunicación LXXVI)



La última Comunicación, la número ochenta, dice así: “Como el labrador contempla su obra lleno de satisfactoria esperanza, después de su penosa tarea de esparcir en los surcos la simiente que un día florecerá llevando a su Alma la satisfacción de la recompensa merecida por el esfuerzo realizado; así yo contemplo mi Obra, satisfecha y esperanzada en que llegue pronto el día de su floración espiritual. Si esta simiente mía, prende en vuestros corazones; si con mis palabras consigo llevar consuelo al que sufre, aliento al que desfallece, y esperanza al desvalido, mi tarea será recompensada y mi satisfacción inmensa porque habré conseguido mi propósito y realizado la misión que me proponía. Pido a Dios que mi esfuerzo no sea estéril; que mi trabajo de el codiciado fruto, para que yo pueda mirar, satisfecha mi obra. Estoy convencida de que esta mi simpatía hacia vosotros ha sido bien acogida por vuestros corazones y he de agradeceros el gran afecto y el sumo interés con que habeis acogido mis escritos. Y por último: quiero hacer constar antes de despedirme, mi gratitud y merecido reconocimiento hacia el Médium, que ha prodigado siempre su desinteresado concurso, prestándose con toda fe a servirme de Instrumento y que ha sabido captar fielmente, casi siempre, las ondas enviadas por mi pensamiento. Y nada más. Que el Amor a Dios y al prójimo sea el Guía de vuestras acciones y que la Felicidad os acompañe, os desea a todos.- Luz”.- “FIN DE LOS DICTADOS”



Y como colofón a las ochenta Comunicaciones dictadas por el Espíritu Luz viene inserta la siguiente

“ADVERTENCIA”



“Transcritas las anteriores Comunicaciones dictadas por el Espíritu “Luz” al Médium intuitivo de este Centro, A.F.L., hemos de advertir que no se ha hecho en ellas ninguna corrección; que se publican íntegramente, como el Médium las ha escrito: sólo se han subsanado algunas faltas de ortografía, pues se trata de un obrero que, aunque adornado de cualidades morales excelentes, su modesta situación social le obliga a dedicar todo su tiempo al trabajo para poder atender las necesidades de su numerosa familia.



Las cuestiones explanadas en estos temas, son de tan diversas y profundas disciplinas, que se hace muy difícil considerar que exista persona alguna, capacitada para discurrir sobre variedad tal de conocimientos.



Espiritismo, Teosofía, Moral, Ocultismo, Filosofía, Ciencias Físicas y Naturales; y tantas otras cuestiones, expuestas todas con precisión, claridad, fluidez, elegancia, bien decir; y adornadas por sentimientos de ternura y amor tales, que obligan a trascender la esfera de lo humano para buscar en el Mundo Espiritual y en sus Alturas, un Ser que por su elevado estado evolutivo, lleve en sí tales excelsos atributos.



Abrigamos confianza en que, quien aún por curiosidad o con ánimo sectario de crítica, lea este libro, lo reelerá; y los menos benévolos, si no son libres, le rendirán al menos en su conciencia, tributo sincero de agradecimiento, en holocausto al beneficio, que de alguna índole habrán obtenido de su lectura.



Respecto de los hermanos en Fe, no hemos de indicarles más, que servirá de deleite a la Personalidad y de evolución progresiva al Espíritu.



¡¡¡ Que se cumpla La Voluntad del Padre !!!”



“El Centro Espiritista “Amor y Ciencia”, de Almería”


 
APARTADO II: OCURRIÓ, OCURRE EN ALMERÍA


“FLORES DE AMOR”



José Luis Muñoz Colomer




Flores de Amor. José Luis Muñoz Colomer


De aquellos libros que pueden considerarse curiosos en una biblioteca, el título de este artículo corresponde a uno de ellos. Opinión tal vez rebatible por persona más culta y entendida que quien esto escribe, pero por estar este libro entre los que componen mi modesta biblioteca, entre otros que tal vez vayamos sacando a la palestra, me ha parecido interesante darlo a conocer, sobre todo teniendo en cuenta que es parte de la historia de Almería, no en un sentido épico de gloriosas glosas locales, sino, como hemos dicho al principio, de los que componen, de una forma menos llamativa históricamente, el otro mundo de las anécdotas y curiosidades, que al fin y al cabo, también hacen historia.



El libro tiene 218 páginas, más unos “Pensamientos”, pudiéramos decir como colofón, sumando en total 264 páginas. Estos “Pensamientos” recogen citas del “Eclesiastés”, de Jesucristo, del “Kempis”, del “Krishna”, del “Apocalipsis”, de Dante, de Shakespeare, de Teodoro Roosevelt, de Víctor Hugo, de Pitágoras, de Walter Scott, de Rubén Darío, por citar aquellos que son más conocidos, y no hacer interminable la lista de todos los que vienen recogidos.



El libro está editado en enero del año 1934. Y dice así: “Comunicaciones recibidas en el Centro Espiritista AMOR Y CIENCIA de Almería, por conducto del Médium Escribiente A.F.L., dictadas por el Espíritu Luz desde el 12 de octubre de 1.932 al 26 de diciembre de 1.933”. Son en total ochenta comunicaciones.



Como realmente lo que vamos a hacer es transcribir entresacando algunas de esas comunicaciones, sin embargo, consideramos interesante insertar íntegro el “Prólogo”, que dice así: “Flores de amor, destellos de luz, trinos de un alma, son mis dictados. Ellos van envueltos en mi amor y llevan parte de mi propio ser: son distintos estados de un mismo sentimiento; manifestaciones constantes de un sentido afecto, de un amor puro y elevado lleno de inefables emociones y de aspiraciones sublimes. Estas expansiones mías tan sentimentales, debieron quedar reducidas en la esfera de vuestro sentir y no mostrarlas a las curiosas miradas profanas; pero he de convenir con vosotros en la necesidad de que los demás sean también partícipes de todo puro sentimiento, a fin de que tenido en cuenta, pueda por si mismo, por la virtualidad de su pureza, engendrar el elevado afán de mejoramiento y la bella esperanza de la regeneración. Pido a Dios que mis ideas sirvan a muchos de estímulo para mejorar su conducta; a otros les den motivos de confianza; y a todos hagan meditar con sereno y certero juicio para que puedan vislumbrar la divina ley de Amor que rige el mundo. Ruego a todo lector que sea indulgente en su libre juicio en lo accidental y fije su atención en el trascendental sentido de muchas de mis afirmaciones y en la fundamental razón de mis dictados, hechos todos con un elevado fin: exaltar el Amor y dignificar tan bello sentimiento. Por último, a todos ruego que cuando abráis este libro elevéis vuestro pensamiento a Dios, Foco de Amor Universal, Fuente de todo Bien, Raíz de toda Justicia, Inteligencia Absoluta, Soberana que todo lo llena con su Magnificencia, Meta de toda perfección. Y cuando lo hayáis leído, no lo dejéis sin dedicar un amoroso pensamiento de admiración a la Naturaleza, esa obra, Divina expresión de Su Grandeza y Sabiduría, cuyas portentosas bellezas nos dan una pálida idea de la Bondad Sublime del Padre que ha creado Mundos, Soles y Espacios para

que con nuestro propio esfuerzo en constante ascensión, vayamos conquistando la dicha de poder contemplar, admirar y poseer esas sublimes maravillas que constituyen nuestro patrimonio espiritual. Paz a todos los seres. LUZ.”



La 1ª Comunicación empieza así: “Aquí tenéis a un ser que sufrió en la Tierra los mayores rigores de la desgracia pero tuve siempre mucha fe en la misericordia divina y supe llevar con paciencia las dolorosas pruebas a que fui sometida para pagar mis faltas de anteriores existencias”.



“Con el mayor de los respetos; con la mayor admiración vengo a vosotros. La virtud excelsa sin duda, es la Caridad. ¡Qué grandes beneficios reporta; qué bellas sensaciones produce; qué dulces recuerdos deja!”.(Comunicación VI).- “Flores de Amor. He aquí el nombre que bien pudieran llevar mis pensamientos. Divina esencia que con tus dulces emanaciones embelleces y embalsamas el ambiente. Aura resplandeciente que perfumas el alma y vitalizas la existencia. ¿Cómo no llamar flores a mis amorosos pensamientos si en realidad brotan del Jardín del Amor?“. (Comunicación XX).- “Como cascada de piedras preciosas de cambiantes colores, brota la luz en los espacios del infinito. Luz divina, cuyos destellos llevan al alma sensaciones inefables de gozo y de belleza”.(Comunicación XXXVIII).- “Amáis el estudio porque es necesario para adquirir la ciencia; y yo, alentado por otros seres y cumpliendo con anhelo mis propios propósitos, quiero instruiros y busco temas de importancia para vosotros. He hablando del Pensamiento; de su poder con relación a los seres y a las cosas; y vuelvo sobre este tema para deciros: que cuando hacéis, pensáis o ejecutáis algo de una positiva realidad, forjáis imágenes, construís cosas, realizáis asuntos, en una palabra”.(Comunicación XLIV)



“Cuando pensáis, emitís ondas al Espacio, que son más o menos creadoras, según su intensidad”. (Comunicación LXXV).- “En el vacío, que es quietud, frialdad, inercia, actúa la Energía, que es vibración, fuerza, calor, luz, vida, inteligencia, voluntad; y de este choque surge el movimiento, promotor del gran mecanismo Universal”. (Comunicación LXXVI)



La última Comunicación, la número ochenta, dice así: “Como el labrador contempla su obra lleno de satisfactoria esperanza, después de su penosa tarea de esparcir en los surcos la simiente que un día florecerá llevando a su Alma la satisfacción de la recompensa merecida por el esfuerzo realizado; así yo contemplo mi Obra, satisfecha y esperanzada en que llegue pronto el día de su floración espiritual. Si esta simiente mía, prende en vuestros corazones; si con mis palabras consigo llevar consuelo al que sufre, aliento al que desfallece, y esperanza al desvalido, mi tarea será recompensada y mi satisfacción inmensa porque habré conseguido mi propósito y realizado la misión que me proponía. Pido a Dios que mi esfuerzo no sea estéril; que mi trabajo de el codiciado fruto, para que yo pueda mirar, satisfecha mi obra. Estoy convencida de que esta mi simpatía hacia vosotros ha sido bien acogida por vuestros corazones y he de agradeceros el gran afecto y el sumo interés con que habeis acogido mis escritos. Y por último: quiero hacer constar antes de despedirme, mi gratitud y merecido reconocimiento hacia el Médium, que ha prodigado siempre su desinteresado concurso, prestándose con toda fe a servirme de Instrumento y que ha sabido captar fielmente, casi siempre, las ondas enviadas por mi pensamiento. Y nada más. Que el Amor a Dios y al prójimo sea el Guía de vuestras acciones y que la Felicidad os acompañe, os desea a todos.- Luz”.- “FIN DE LOS DICTADOS”



Y como colofón a las ochenta Comunicaciones dictadas por el Espíritu Luz viene inserta la siguiente

“ADVERTENCIA”



“Transcritas las anteriores Comunicaciones dictadas por el Espíritu “Luz” al Médium intuitivo de este Centro, A.F.L., hemos de advertir que no se ha hecho en ellas ninguna corrección; que se publican íntegramente, como el Médium las ha escrito: sólo se han subsanado algunas faltas de ortografía, pues se trata de un obrero que, aunque adornado de cualidades morales excelentes, su modesta situación social le obliga a dedicar todo su tiempo al trabajo para poder atender las necesidades de su numerosa familia.



Las cuestiones explanadas en estos temas, son de tan diversas y profundas disciplinas, que se hace muy difícil considerar que exista persona alguna, capacitada para discurrir sobre variedad tal de conocimientos.



Espiritismo, Teosofía, Moral, Ocultismo, Filosofía, Ciencias Físicas y Naturales; y tantas otras cuestiones, expuestas todas con precisión, claridad, fluidez, elegancia, bien decir; y adornadas por sentimientos de ternura y amor tales, que obligan a trascender la esfera de lo humano para buscar en el Mundo Espiritual y en sus Alturas, un Ser que por su elevado estado evolutivo, lleve en sí tales excelsos atributos.



Abrigamos confianza en que, quien aún por curiosidad o con ánimo sectario de crítica, lea este libro, lo reelerá; y los menos benévolos, si no son libres, le rendirán al menos en su conciencia, tributo sincero de agradecimiento, en holocausto al beneficio, que de alguna índole habrán obtenido de su lectura.



Respecto de los hermanos en Fe, no hemos de indicarles más, que servirá de deleite a la Personalidad y de evolución progresiva al Espíritu.



¡¡¡ Que se cumpla La Voluntad del Padre !!!”



“El Centro Espiritista “Amor y Ciencia”, de Almería”


 
APARTADO II: OCURRIÓ, OCURRE EN ALMERÍA


“FLORES DE AMOR”



José Luis Muñoz Colomer




El sonido interior. Francisco Cañabate Reche



(I)


Hay un mundo invisible, profundo, indefinido, autónomo y extraño del que desconocemos casi todas las cosas.
De eso no tengo duda, existe, está en nosotros.
Yo, que me considero solo un ser anodino, uso mis propios ritos para abrir esa puerta, y cruzarla, y vivirlo.
Pero voy a explicarme.
El asunto es sencillo:
Paso las horas muertas escuchando mis vísceras.
En cuanto llego a casa y me desnudo y grito, y mientras aún se expanden las palabras que digo, me tumbo boca arriba y extendido en mi cama, inerte, casi ido, como un muñeco roto al que olvidaron todos después de la batalla, escudriño la vida. Escucho mis latidos sonar desencajados y me demoro en ellos, su ritmo me acompaña, su vibración me acuna, y en ese duermevela que entonces me domina, refugiado en mi mismo, disfruto como un niño. Noto sonidos netos de una selva diáfana: los rugidos atroces que estallan en mi vientre, la lucha de volúmenes, las vísceras opuestas que chocan y se inflaman; la batalla está ahí dentro: distensiones, espasmos, rayos, hasta tormentas.
Presiento que palpitan enormes avenidas, carreteras extensas que hay en mi propio cuerpo.
En esas dimensiones hay sangre, hay muerte, hay vida.
A veces tengo miedo por todo lo que ignoro y sé que ocurre dentro, otras me puede el vértigo. Reflexiono, imagino y encuentro divertido y aterrador, y grato sentir los intestinos horadar mis entrañas desplazándose móviles, lo mismo que serpientes que reptan al unísono, o escuchar esos gases que pasan y se alejan, silbantes y atrevidos, o darles forma a arterias retractiles y huecas por las que fluye el magma que soporta mi vida, o medir los crujidos con que mis viejos huesos se quejan de su suerte cada vez que me muevo, su chirrido mecánico, su quebrada agonía que anticipa la mía.
Una tarde tras otra profundizo. Adivino.
Me noto respirar. El aire entra, se marcha, suena en los alvéolos avivando fogones y allí dentro, debajo, sigue el latir continuo con que late la bomba que ruge sincopada.
Tic tac, sigue adelante, vital, pulsátil, nueva, la que nunca me falla.
Hasta ahora.
Se ha parado.




(II)


Después, pese al silencio y pese al abandono, hay un instante lúcido, un destello, una isla, una última morada.
Y se me ocurre entonces, mientras todo se apaga y se me nubla el cielo porque muero despacio, que no he debido hacerlo.
Que tal vez crucé el límite y al romper el enigma del sonido profundo y escudriñar la vida buceando en sus entrañas para encontrar sus claves cometí un error grave.
De pronto me doy cuenta de lo que estoy haciendo.
¿Pretendo arrepentirme?
Aunque no queda tiempo para sentir más nada, dudo, me siento absurdo.
Entonces, sabiamente, hay un gran estallido que me lleva hacia dentro.
Vuelvo a escuchar las notas que ofrecían mis entrañas.
Regreso al infinito.
Al sonido interior.


APARTADO III: NARRATIVA
EL SONIDO INTERIOR

Autor: Francisco Cañabate Reche


Cuchillos sin filo y grifos sin agua. Carlos Samaniego Villasante (pág. 118- El Tranco I)

 

Vivimos rodeados de objetos “inútiles” y de servicios que no funcionan bien. Cuando nos reunimos algunos amigos en el restaurante del barrio para pasar una velada agradable, las cosas con frecuencia se nos ponen difíciles por el humo, el bullicio de la gente, los camareros corriendo, y algunos niños jugando al escondite entre las mesas. Al cabo de un rato terminamos gritándonos unos a otros para hablar, porque las mesas están tan cerca unas de otras, que nos enteramos de la conversación de los vecinos pero no escuchamos bien al que tenemos enfrente. Es en ese momento cuando uno se da cuenta de lo bien que podríamos estar en la cocina de casa, preparando unos Huevos Fritos con Patatas, ante una botella recién descorchada de tinto de la Ribera.



Si en el postre intentas cortar la naranja con el cuchillo de postre que te han puesto, descubres que es imposible porque carece de filo. Por tanto, tienes que pelarla a mano, mientras contemplas incrédulo el cuchillo una y otra vez -obra maestra del diseño industrial de nuestros días-, y te surgen algunos interrogantes. ¿Para que se fabricarán cuchillos como este, que no sirven para nada? ¿Han intentado ustedes cortar un trozo de melón o de sandía con esos utensilios alguna vez? ¿Recuerdan como acabaron?: en el lavabo y con la ropa sucia. Entonces ¿Quién los encarga y para que? ¿Qué empresas los fabrican? ¿Qué ingenieros los diseñan?



Y es que hay dispositivos que usamos a diario, que se supone que están ahí para hacernos la vida fácil y agradable, pero que ni funcionan ni cumplen el cometido para el cual se crearon, complicándonos la vida, porque pagamos por ellos un servicio que no recibimos, lo que a fin de cuentas constituye un fraude. Pero estos problemas no suceden únicamente en los restaurantes, acaecen también en otros muchos momentos y lugares, pero como estamos habituados a recibir constantemente servicios deficientes, apenas si nos damos cuenta.



Para salir de esta espiral de chapuzas e insensibilidad, necesitamos ir incorporando una nueva conciencia ciudadana, una nueva manera de ver las cosas, para mejorar las actuales. Viajar a otras regiones y países con culturas diferentes a la nuestra, donde hacen las cosas de otra manera, es una buena solución. Otra es prestar más atención a las actividades cotidianas que realizamos diariamente, sin darnos cuenta plenamente de lo que sucede. Pues bien, en esta segunda opción, voy a dar algunas pistas para que capten con mas detalle lo que quiero decirles.



En las zapaterías mientras esperas a que el dependiente te traiga, desde el almacén, los diversos modelos de zapatos, no te ponen ninguna alfombra donde apoyar los pies cuando te quitas tus zapatos, por lo que debes hacerlo directamente sobre el suelo que está frío y sucio. A los de la zapatería eso no les importa nada. Te ofrecen, eso sí, un comodísimo asiento de diseño y una excelente música ambiental, pero cuando sales tienes los pies helados. ¿Es eso un buen servicio al cliente?



En los probadores de las tiendas de ropa, no siempre hay una alfombra, o moqueta, donde apoyar los pies cuando té descalzas, y escasas veces dispondrás de un pequeño asiento para sentarte con comodidad, mientras te desvistes y vuelves a vestirte. En esos probadores se está incómodo, se pasa frío, y a veces hay que tirar las prendas al suelo, cuando el único colgador disponible lo llenas enseguida de ropa.



En las gasolineras de carretera, si tienes que lavarte las manos después de repostar combustible, es común que te encuentres ante un flamante lavabo, pero con la jabonera vacía. En el momento de pulsar el grifo te enfrentas a misterios insondables, pues puede pasar de todo; desde que no salga agua, a que salga tanta y tan deprisa que el chorro te salpique de arriba abajo. Otras veces, debes pulsar cada pocos segundos, porque el caudal se corta sin darte tiempo a nada, ya que el dueño ha implantado un estricto programa de ahorro de agua, con el que no contabas, y no hay manera de desenjabonarse si no pides socorro a alguien para que te apriete el grifo constantemente mientras tu terminas de lavarte.



Si uno ha superado con éxito todas estas etapas, y finalmente consigue lavarse las manos, ahora surge otra dificultad no menos peliaguda: la de secarse, porque entra en escena el invento más higiénico de los últimos años: ¡el secador de aire caliente! Ya no hay toallas, ni siquiera de papel, ahora tienes que acercar las manos a la boca de un tubo para que se active automáticamente el motor, o bien tienes que apretar un pulsador con las manos húmedas (para comprobar con alivio que esta vez no acabas electrocutado). Pero si no hay pulsador la cosa se complica, porque una vez en marcha ya no puedes retirar las manos de la tobera de aire, porque se apaga al instante, como el grifo del dueño ahorrador. Por eso yo recomiendo no perder tiempo y “colgarse” del tubo de escape aunque te abrases, o mover brazos y manos a toda velocidad para despistar al sensor. Así, tras un buen rato de gimnasia, consigues secarte mezclando aire frió y caliente, y de paso haces ejercicios aeróbicos. Claro que si es invierno y está lloviendo, maldita la gracia que te hace descubrir que se ha roto el calentador y que el aire sale completamente helado. Desesperado entras en el water de Señoras buscando papel higiénico para secarte, pero compruebas que no hay. Sabes que ya no te quedan salidas, descartas ir a preguntarle al Encargado, pues te responderá que la gente se lleva el papel higiénico, y que esta misma mañana puso él último rollo que le quedaba. Por eso caes en la cuenta de que “un poco de aire fresquito sienta muy bien, pues despeja y aclara las ideas”, y si en ese momento alguien te recuerda la Teoría de la Disonancia Cognitiva de Festinger, tu alegas ignorancia.



Un truco muy eficaz, es llevar siempre una toalla limpia en el maletero del coche, que puedes usar para secarte las manos en cualquier coyuntura fortuita, o llevarla contigo bajo el brazo cuando vas a comprarte unos zapatos.



Pero sii en algún momento tienes una urgencia intestinal imprevista y has de usar el water que tengas más a mano de un establecimiento público, debes actuar en todo momento con mucha sangre fría, porque ahora si tienes un verdadero problema. En primer lugar, para localizar el interruptor de la luz, puedes emplear varios minutos, dando vueltas y vueltas por fuera y por dentro, sin localizarlo, y, a veces, tienes que reconocer tu fracaso y pedir ayuda e indicaciones técnicas al personal de la casa. Otras veces, la puerta está cerrada, y has de acercarte de nuevo a la barra, para que el camarero (con cierta reticencia) te de una llave con la que, por fin, conseguirás abrir. Una vez dentro, siempre hay sorpresas, ya que la distribución del mobiliario sanitario no siempre es el punto fuerte de estos lugares, ni tampoco su tamaño, lo que te obligará a efectuar algunas contorsiones peligrosas para llegar a tu destino, con riesgo de golpearte en alguna esquina.



A veces no hay espacio material para quitarse la chaqueta, y no digamos el abrigo. Pero un atajo que algunas veces da buenos resultados (dependiendo de la solidez de los materiales), es quitarse estas prendas de pie, sobre el inodoro. Pero entonces, aparecen nuevos problemas imprevistos. ¿Dónde cuelgo ahora el abrigo y la chaqueta? Porque si alguna vez hubo algún colgador, ahora ya no está. Inicias una búsqueda frenética de salientes, ante la alternativa de tener que tirar estas prendas al suelo. Pero de repente, y con alegría, descubres que la palanca de la cadena puede ser la solución y hacía allí te encaramas gozoso con tu chaqueta. Pero atención, la innovación tecnológica ha suprimido las tradicionales cadenas “de las que se tira”, por discretos pulsadores (que casi siempre funcionan peor). Si tienes la mala suerte de estar ante uno de estos modernos dispositivos, no te alarmes. Haz un paquete con el abrigo y la chaqueta. Apriétalo fuertemente con la corbata y el cinturón, y te lo pones en la cabeza, permaneciendo todo lo inmóvil que puedas, para no perder el equilibrio.



Luego ya con mas calma en la mesa del restaurante, podrás usar de nuevo el cuchillo del postre como espejo de mano, para peinarte un poco, porque en el servicio de Caballeros normalmente no hay espejos. Y bueno, el cuchillo cortar, lo que se dice cortar, no corta nada, pero puede servirte de espejo y para otras emergencias desconocidas.



Cuando salimos con nuestros amigos a celebrar cualquier acontecimiento, o vamos de compras, pagamos sin protestar el dinero que nos piden, pero a cambio debemos recibir, como mínimo, un servicio básico. Que las sillas sean cómodas, que los cuchillos corten, que los grifos tengan agua, que te puedas secar las manos, y que se pueda mantener una conversación sin tener que gritar ¿Es esto mucho pedir? ¿Es esto un lujo caro elitista? Y es que si se puede comer satisfactoriamente por 3000 pesetas, en un restaurante medio, ¿por qué cuando celebramos un acontecimiento en grupo tenemos que pagar mas del doble para recibir el mismo servicio, cuando la empresa consigue más beneficios con un grupo que con un individuo? La respuesta a esto y a otros ejemplos similares, es que necesitamos nuevas organizaciones que respondan mejor a nuestras necesidades vitales, tanto en la actividad profesional y en los negocios, como en nuestra vida social y cultural.



Yo me conformaría, para empezar, con que nos enteráramos un poco más de lo que pasa a nuestro alrededor. Que nos diéramos cuenta de todos los cuchillos de postre que no cortan, y que usamos a diario como si sirvieran para algo. No pido que, desde mañana, exijamos el Libro de Reclamaciones por cualquier cosa que nos pase, porque todos los problemas no se resuelven protestando por un mal servicio puntual (¿o sí?). Pero en todo caso, deberíamos empezar a pensar en un plan de choque para cambiar este estado de cosas, ¿Usted en concreto que haría con los cuchillos de postre sin filo?



APARTADO V: Miscelánea

Carlos Samaniego Villasante: Cuchillos sin filo y grifos sin agua  pág. 118