35.- a Beires. Alfonso López Martínez (136

Del libro: Canciones del Alma, poesía. Almería 1975

A BEIRES
¡Cuantas bellezas sin fín
andando por los caminos
he podido conocer
en los ignorados sitios!
Tierra fértil y de paz,
lejana de los ruidos.
Allí anida el ruiseñor.
Allí canta el gilguerillo.
La parra al pie de la sierra
se abraza con el olivo.
Los almendros solitarios,
solitarios se han perdido.
Beires y sierra de Beires,
han quedado en el olvido.
Qué tristes quedan los pueblos
cuando pierden el camino.
Pueblo sobre roca en agua,
entre barranco y montículo.
La oliva y el trigo verde
bajo el palio del suspiro.
Beires y sierra de Beires
forman parte de mi libro.
Sus acacias y sus olmos
huelen a moros huídos.
La pizarra de su techo
yace sobre los derribos.
¡qué pena que Beires muera
sin que yo pueda servirlo!
En lo más puro del aire
la fragancia del tomillo.
Y en el cristal se ha fundido.
Su mina dormida en llanto,
fuente de hierro magnífico...
Los veteranos pastores
ya viven en los hospicios.
¡Qué pena de aquellos hombres
con sonrisa de chiquillos
que ya no fumen tabaco
de hoja verde en el aprisco!
Repoblación forestal
ignorante de prejuicios,
ha deshecho los rebaños
bajo un ensueño de pinos.
Beires y sierra de Beires
y su arroyo cristalino,
al pie de Sierra Nevada
ofrecen un Paraíso.

La Universidad del desierto

Miguel Gallego
Miguel Gallego Roca


MIGUEL GALLEGO, 
algo más que crítica literaria

La Universidad del desierto

Miguel Gallego
Miguel Gallego Roca


MIGUEL GALLEGO, 
algo más que crítica literaria

La Universidad del desierto

Miguel Gallego
Miguel Gallego Roca


MIGUEL GALLEGO, 
algo más que crítica literaria

La Universidad del desierto. Miguel Gallego


MIGUEL GALLEGO, 
algo más que crítica literaria

La Universidad del desierto. Miguel Gallego


MIGUEL GALLEGO, 
algo más que crítica literaria

"El canibal y otros cuentos". Juan Uceda Carreño

      Como quiera que en enero del año 2000 se publicó, por obra y previo pago de su autor, y como suele ocurrir demasiadas veces en Almería, porque nadie te publica, y más en los tiempos de crisis en que estamos,  si no eres FULANICO DE TAL o MENGANICO DE CUAL, me atrevo, en este día del libro, a transcribir uno de sus minicuentos con la esperanza de que alguien lo lea y valore, sin alardes, ni falsas modestias, ni golpes de pecho, que este hombre prometía como buen Escritor.

Su autor: JUAN UCEDA CARREÑO
La fotografía de la portada es de Francisco Ortiz
Imprimió: Imprenta Úbeda, SL.- Almería
Depósito Legal: AL- 11-2000.- ISBN.: 978-84-607-0034-8.- 
Almería, Enero 2000

Vicio insuperable.

         Aquel día Juana y yo habíamos discutido una vez más a causa de mi vicio. Por la noche, mientras ella dormía, la inquietud me mantuvo despierto. Sin dejar de comerme las uñas de una mano, con la otra encendí la lamparita. Miré a mi lado. Las bonitas formas de Juana se transparentaban a través del camisón. El bordado del escote me recordó el encaje de papel de las tartas.
          Lamentaba no haberme reconciliado. Los enfrentamientos habían ido aumentando en la medida en que había crecido mi obsesión. Me sabía culpable, pero también incapaz de superarlo.
     
           Ansioso, palpitante, con la mirada fija en ella, el escozor me hizo retirar de la boca los dedos, que sustituí de inmediato por los de la otra mano. Me acerqué a Juana sigilosamente. La necesitaba, pero era impensable su colaboración. Aún no comprendo cómo, en el estado de agitación en que me encontraba conseguí hacérselo sin sacarla de su sueño.
     
            Despertó, eso sí, por la mañana. No quiero acordarme de su reacción al verse las uñas de las manos y de los pies.

Una rosa por un libro.

"El canibal y otros cuentos". Juan Uceda Carreño

      Como quiera que en enero del año 2000 se publicó, por obra y previo pago de su autor, y como suele ocurrir demasiadas veces en Almería, porque nadie te publica, y más en los tiempos de crisis en que estamos,  si no eres FULANICO DE TAL o MENGANICO DE CUAL, me atrevo, en este día del libro, a transcribir uno de sus minicuentos con la esperanza de que alguien lo lea y valore, sin alardes, ni falsas modestias, ni golpes de pecho, que este hombre prometía como buen Escritor.

Su autor: JUAN UCEDA CARREÑO
La fotografía de la portada es de Francisco Ortiz
Imprimió: Imprenta Úbeda, SL.- Almería
Depósito Legal: AL- 11-2000.- ISBN.: 978-84-607-0034-8.- 
Almería, Enero 2000

Vicio insuperable.

         Aquel día Juana y yo habíamos discutido una vez más a causa de mi vicio. Por la noche, mientras ella dormía, la inquietud me mantuvo despierto. Sin dejar de comerme las uñas de una mano, con la otra encendí la lamparita. Miré a mi lado. Las bonitas formas de Juana se transparentaban a través del camisón. El bordado del escote me recordó el encaje de papel de las tartas.
          Lamentaba no haberme reconciliado. Los enfrentamientos habían ido aumentando en la medida en que había crecido mi obsesión. Me sabía culpable, pero también incapaz de superarlo.
     
           Ansioso, palpitante, con la mirada fija en ella, el escozor me hizo retirar de la boca los dedos, que sustituí de inmediato por los de la otra mano. Me acerqué a Juana sigilosamente. La necesitaba, pero era impensable su colaboración. Aún no comprendo cómo, en el estado de agitación en que me encontraba conseguí hacérselo sin sacarla de su sueño.
     
            Despertó, eso sí, por la mañana. No quiero acordarme de su reacción al verse las uñas de las manos y de los pies.

Una rosa por un libro.

"El canibal y otros cuentos". Juan Uceda Carreño

      Como quiera que en enero del año 2000 se publicó, por obra y previo pago de su autor, y como suele ocurrir demasiadas veces en Almería, porque nadie te publica, y más en los tiempos de crisis en que estamos,  si no eres FULANICO DE TAL o MENGANICO DE CUAL, me atrevo, en este día del libro, a transcribir uno de sus minicuentos con la esperanza de que alguien lo lea y valore, sin alardes, ni falsas modestias, ni golpes de pecho, que este hombre prometía como buen Escritor.

Su autor: JUAN UCEDA CARREÑO
La fotografía de la portada es de Francisco Ortiz
Imprimió: Imprenta Úbeda, SL.- Almería
Depósito Legal: AL- 11-2000.- ISBN.: 978-84-607-0034-8.- 
Almería, Enero 2000

Vicio insuperable.

         Aquel día Juana y yo habíamos discutido una vez más a causa de mi vicio. Por la noche, mientras ella dormía, la inquietud me mantuvo despierto. Sin dejar de comerme las uñas de una mano, con la otra encendí la lamparita. Miré a mi lado. Las bonitas formas de Juana se transparentaban a través del camisón. El bordado del escote me recordó el encaje de papel de las tartas.
          Lamentaba no haberme reconciliado. Los enfrentamientos habían ido aumentando en la medida en que había crecido mi obsesión. Me sabía culpable, pero también incapaz de superarlo.
     
           Ansioso, palpitante, con la mirada fija en ella, el escozor me hizo retirar de la boca los dedos, que sustituí de inmediato por los de la otra mano. Me acerqué a Juana sigilosamente. La necesitaba, pero era impensable su colaboración. Aún no comprendo cómo, en el estado de agitación en que me encontraba conseguí hacérselo sin sacarla de su sueño.
     
            Despertó, eso sí, por la mañana. No quiero acordarme de su reacción al verse las uñas de las manos y de los pies.

Una rosa por un libro.

"El canibal y otros cuentos". Juan Uceda Carreño

      Como quiera que en enero del año 2000 se publicó, por obra y previo pago de su autor, y como suele ocurrir demasiadas veces en Almería, porque nadie te publica, y más en los tiempos de crisis en que estamos,  si no eres FULANICO DE TAL o MENGANICO DE CUAL, me atrevo, en este día del libro, a transcribir uno de sus minicuentos con la esperanza de que alguien lo lea y valore, sin alardes, ni falsas modestias, ni golpes de pecho, que este hombre prometía como buen Escritor.

Su autor: JUAN UCEDA CARREÑO
La fotografía de la portada es de Francisco Ortiz
Imprimió: Imprenta Úbeda, SL.- Almería
Depósito Legal: AL- 11-2000.- ISBN.: 978-84-607-0034-8.- 
Almería, Enero 2000

Vicio insuperable.

         Aquel día Juana y yo habíamos discutido una vez más a causa de mi vicio. Por la noche, mientras ella dormía, la inquietud me mantuvo despierto. Sin dejar de comerme las uñas de una mano, con la otra encendí la lamparita. Miré a mi lado. Las bonitas formas de Juana se transparentaban a través del camisón. El bordado del escote me recordó el encaje de papel de las tartas.
          Lamentaba no haberme reconciliado. Los enfrentamientos habían ido aumentando en la medida en que había crecido mi obsesión. Me sabía culpable, pero también incapaz de superarlo.
     
           Ansioso, palpitante, con la mirada fija en ella, el escozor me hizo retirar de la boca los dedos, que sustituí de inmediato por los de la otra mano. Me acerqué a Juana sigilosamente. La necesitaba, pero era impensable su colaboración. Aún no comprendo cómo, en el estado de agitación en que me encontraba conseguí hacérselo sin sacarla de su sueño.
     
            Despertó, eso sí, por la mañana. No quiero acordarme de su reacción al verse las uñas de las manos y de los pies.

Una rosa por un libro.

"El canibal y otros cuentos". Juan Uceda Carreño

      Como quiera que en enero del año 2000 se publicó, por obra y previo pago de su autor, y como suele ocurrir demasiadas veces en Almería, porque nadie te publica, y más en los tiempos de crisis en que estamos,  si no eres FULANICO DE TAL o MENGANICO DE CUAL, me atrevo, en este día del libro, a transcribir uno de sus minicuentos con la esperanza de que alguien lo lea y valore, sin alardes, ni falsas modestias, ni golpes de pecho, que este hombre prometía como buen Escritor.

Su autor: JUAN UCEDA CARREÑO
La fotografía de la portada es de Francisco Ortiz
Imprimió: Imprenta Úbeda, SL.- Almería
Depósito Legal: AL- 11-2000.- ISBN.: 978-84-607-0034-8.- 
Almería, Enero 2000

Vicio insuperable.

         Aquel día Juana y yo habíamos discutido una vez más a causa de mi vicio. Por la noche, mientras ella dormía, la inquietud me mantuvo despierto. Sin dejar de comerme las uñas de una mano, con la otra encendí la lamparita. Miré a mi lado. Las bonitas formas de Juana se transparentaban a través del camisón. El bordado del escote me recordó el encaje de papel de las tartas.
          Lamentaba no haberme reconciliado. Los enfrentamientos habían ido aumentando en la medida en que había crecido mi obsesión. Me sabía culpable, pero también incapaz de superarlo.
     
           Ansioso, palpitante, con la mirada fija en ella, el escozor me hizo retirar de la boca los dedos, que sustituí de inmediato por los de la otra mano. Me acerqué a Juana sigilosamente. La necesitaba, pero era impensable su colaboración. Aún no comprendo cómo, en el estado de agitación en que me encontraba conseguí hacérselo sin sacarla de su sueño.
     
            Despertó, eso sí, por la mañana. No quiero acordarme de su reacción al verse las uñas de las manos y de los pies.

Una rosa por un libro.