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16.- Pasos largos en Sierra Morena. Josefina Niebla (66

Hierve el sol sobre la tierra, rota y yerta, a su pesar se levantan, misterios del mismo, ¿quién sabe? ... olivares, aceitunillas negras, campos de cebá, centeno y paja.

Del pastoreo viene, cansino, fatigas de la sierra misma, camisa empapá, el sudor del que cae a plomo, ovejitas blancas, .. el zurrón y alpargatas, siguiendo cañada arriba, hasta el cortijo llegará.
Mujer e hija tiene, María aguarda, zarandeando la paila, cutis fino, manos menudas, ¿quién diría que en el campo anda?; la niña ya se ha dormido, una nana todavía canta: ea mi niña, era, ¡ Shuuuu!, suspira y canta, .. azuzando la brasa.

Por la noche callada, no más luz que la de una vela, no más calor que la del lecho, la serranía enmudece, ... ni el volar de aquélla águila, no más aullido que el del zorro, ¡por dios!.. que susto pasan. Al pueblo fui ayer mañana, a entregar las cuajas, y al pasar por la taberna del ventorrillo a la entrada, tó er mundo murmuraba la misma historia versada:

Que un bandido anda suelto
por la Sierra Morena alta,
que galopando de noche
y de día agazapado anda,
por los tajos y montañas.
Que los civiles lo buscan
pues la ley hace a sus anchas,
"Quita dineros a ricos y señores,
y a pobres y míseros, regala"
"Pasos Largos", le llaman
pues no hay quién le dé caza,
a su lado una cuadrilla de hombres
sin rumbo cabalgan.

Oye mujer, si a mi marcha, llegara a estos parajes, del que tó er mundo habla, no debes sentir miedo, no le lleves la contraria, a pobres como nosotros no dañará por nada. Dale de comer si hambriento llegara, llena su zurrón de tocino y pan de blanca hogaza, si es agua fresca llévale al pozo y aguarda hasta que su sed de por saciada, no le lleves la contraria, pues cuentan que mal genio le anda.

Amanece, y las ovejas, con su vara manda, ¡Eh, anda! ¡Al campo! ¡Ala, al campo hermanas, y retoma el camino bajando la cañada. María le despide, hasta que la vista no le alcanza; la niña llora, en el cortijo a solas... No ha llegado el mediodía, y un silencio le enfría desde el mandil, las faldas, hasta helarle la enagua, no se oyen pájaros, ni tan siquiera sopla el viento de la montaña. María al ventanuco del cortijo, se agazapa, oye el galopar salvaje de por lo menos diez yeguas bravas.

La niña tapa con sábanas blancas. ¡ea, no llores tú mi niña guapa!. Atranca la puerta y reza a la virgen santa: Madre mía, no me abandones, que si de esta me sacas, en le iglesia del pueblo, por estas te lo juro, qué de novenas te hago, que ni la santa Teresa de Ávila. Tocan a la puerta, fuerte y ronca se oye una voz entrecortada de hombre rudo, pregunta: ¿Quién anda ahí? ¡Abrid, por Dios! María tiembla toda ella, el sudor las manos empapan, le resbala la llave, corre el postigo, a Dios se encomienda y abre.

Señoa, no vengo a hacerle daño,
sólo por Dios le suplico,
 que con aguja e hilo me zurza
 éstos calzones roídos
que en la sierra, señoa mía
no hay mujeres 
que le hagan a uno estos menesteres.

Ríe, y a la vez que ríe a trompicones, va dejando a la vista, dientes amarillos y negros, como los de los titiriteros, y a la vez que ríe, la mira con los ojos fijos, y le dice con ardua voz: Usted coza, señoa, que yo fuera estaré aguardando, y cuando esté listo me va llamando.

¡Por Dios, el costurero!, el costurero de paja, debajo de las sábanas del Ajuar guarda, con sus manos temblorosas, enhebra la aguja y con hilo fuerte empieza el destinatario, los calzones del bandido, sucios, rotos, descoloridos, pespuntea con fuerza, con ira y brío, por lo menos diez pinchados le destrozan los nudillos. Cuando acaba a la puerta se asoma, y se los entrega, tan desvalida que ni a los ojos le mira. ¡Muchas gracias, señoa, que dios le bendiga! A su caballo monta, y con él sus adheridos, galopan a golpes de arre, rodean el cortijo, y se pierden tajo arriba, por dios sabe que caminos...

María entra en la casa, la niña en sus brazos toma, contra su pecho agitado, aprieta a su niña chica, gracias virgencita mía, ¡Dios mío, que suspiros!
Pasaron los años largos, y María al calor de los fogones, las noches de la rondeña fría serranía, contará la historia del bandido, a sus nietos que fueron más que sus hijos, hermosas hembras y fuertes varones.

16.- Pasos largos en Sierra Morena. Josefina Niebla (66

Hierve el sol sobre la tierra, rota y yerta, a su pesar se levantan, misterios del mismo, ¿quién sabe? ... olivares, aceitunillas negras, campos de cebá, centeno y paja.

Del pastoreo viene, cansino, fatigas de la sierra misma, camisa empapá, el sudor del que cae a plomo, ovejitas blancas, .. el zurrón y alpargatas, siguiendo cañada arriba, hasta el cortijo llegará.
Mujer e hija tiene, María aguarda, zarandeando la paila, cutis fino, manos menudas, ¿quién diría que en el campo anda?; la niña ya se ha dormido, una nana todavía canta: ea mi niña, era, ¡ Shuuuu!, suspira y canta, .. azuzando la brasa.

Por la noche callada, no más luz que la de una vela, no más calor que la del lecho, la serranía enmudece, ... ni el volar de aquélla águila, no más aullido que el del zorro, ¡por dios!.. que susto pasan. Al pueblo fui ayer mañana, a entregar las cuajas, y al pasar por la taberna del ventorrillo a la entrada, tó er mundo murmuraba la misma historia versada:

Que un bandido anda suelto
por la Sierra Morena alta,
que galopando de noche
y de día agazapado anda,
por los tajos y montañas.
Que los civiles lo buscan
pues la ley hace a sus anchas,
"Quita dineros a ricos y señores,
y a pobres y míseros, regala"
"Pasos Largos", le llaman
pues no hay quién le dé caza,
a su lado una cuadrilla de hombres
sin rumbo cabalgan.

Oye mujer, si a mi marcha, llegara a estos parajes, del que tó er mundo habla, no debes sentir miedo, no le lleves la contraria, a pobres como nosotros no dañará por nada. Dale de comer si hambriento llegara, llena su zurrón de tocino y pan de blanca hogaza, si es agua fresca llévale al pozo y aguarda hasta que su sed de por saciada, no le lleves la contraria, pues cuentan que mal genio le anda.

Amanece, y las ovejas, con su vara manda, ¡Eh, anda! ¡Al campo! ¡Ala, al campo hermanas, y retoma el camino bajando la cañada. María le despide, hasta que la vista no le alcanza; la niña llora, en el cortijo a solas... No ha llegado el mediodía, y un silencio le enfría desde el mandil, las faldas, hasta helarle la enagua, no se oyen pájaros, ni tan siquiera sopla el viento de la montaña. María al ventanuco del cortijo, se agazapa, oye el galopar salvaje de por lo menos diez yeguas bravas.

La niña tapa con sábanas blancas. ¡ea, no llores tú mi niña guapa!. Atranca la puerta y reza a la virgen santa: Madre mía, no me abandones, que si de esta me sacas, en le iglesia del pueblo, por estas te lo juro, qué de novenas te hago, que ni la santa Teresa de Ávila. Tocan a la puerta, fuerte y ronca se oye una voz entrecortada de hombre rudo, pregunta: ¿Quién anda ahí? ¡Abrid, por Dios! María tiembla toda ella, el sudor las manos empapan, le resbala la llave, corre el postigo, a Dios se encomienda y abre.

Señoa, no vengo a hacerle daño,
sólo por Dios le suplico,
 que con aguja e hilo me zurza
 éstos calzones roídos
que en la sierra, señoa mía
no hay mujeres 
que le hagan a uno estos menesteres.

Ríe, y a la vez que ríe a trompicones, va dejando a la vista, dientes amarillos y negros, como los de los titiriteros, y a la vez que ríe, la mira con los ojos fijos, y le dice con ardua voz: Usted coza, señoa, que yo fuera estaré aguardando, y cuando esté listo me va llamando.

¡Por Dios, el costurero!, el costurero de paja, debajo de las sábanas del Ajuar guarda, con sus manos temblorosas, enhebra la aguja y con hilo fuerte empieza el destinatario, los calzones del bandido, sucios, rotos, descoloridos, pespuntea con fuerza, con ira y brío, por lo menos diez pinchados le destrozan los nudillos. Cuando acaba a la puerta se asoma, y se los entrega, tan desvalida que ni a los ojos le mira. ¡Muchas gracias, señoa, que dios le bendiga! A su caballo monta, y con él sus adheridos, galopan a golpes de arre, rodean el cortijo, y se pierden tajo arriba, por dios sabe que caminos...

María entra en la casa, la niña en sus brazos toma, contra su pecho agitado, aprieta a su niña chica, gracias virgencita mía, ¡Dios mío, que suspiros!
Pasaron los años largos, y María al calor de los fogones, las noches de la rondeña fría serranía, contará la historia del bandido, a sus nietos que fueron más que sus hijos, hermosas hembras y fuertes varones.

16.- Pasos largos en Sierra Morena. Josefina Niebla (66

Hierve el sol sobre la tierra, rota y yerta, a su pesar se levantan, misterios del mismo, ¿quién sabe? ... olivares, aceitunillas negras, campos de cebá, centeno y paja.

Del pastoreo viene, cansino, fatigas de la sierra misma, camisa empapá, el sudor del que cae a plomo, ovejitas blancas, .. el zurrón y alpargatas, siguiendo cañada arriba, hasta el cortijo llegará.
Mujer e hija tiene, María aguarda, zarandeando la paila, cutis fino, manos menudas, ¿quién diría que en el campo anda?; la niña ya se ha dormido, una nana todavía canta: ea mi niña, era, ¡ Shuuuu!, suspira y canta, .. azuzando la brasa.

Por la noche callada, no más luz que la de una vela, no más calor que la del lecho, la serranía enmudece, ... ni el volar de aquélla águila, no más aullido que el del zorro, ¡por dios!.. que susto pasan. Al pueblo fui ayer mañana, a entregar las cuajas, y al pasar por la taberna del ventorrillo a la entrada, tó er mundo murmuraba la misma historia versada:

Que un bandido anda suelto
por la Sierra Morena alta,
que galopando de noche
y de día agazapado anda,
por los tajos y montañas.
Que los civiles lo buscan
pues la ley hace a sus anchas,
"Quita dineros a ricos y señores,
y a pobres y míseros, regala"
"Pasos Largos", le llaman
pues no hay quién le dé caza,
a su lado una cuadrilla de hombres
sin rumbo cabalgan.

Oye mujer, si a mi marcha, llegara a estos parajes, del que tó er mundo habla, no debes sentir miedo, no le lleves la contraria, a pobres como nosotros no dañará por nada. Dale de comer si hambriento llegara, llena su zurrón de tocino y pan de blanca hogaza, si es agua fresca llévale al pozo y aguarda hasta que su sed de por saciada, no le lleves la contraria, pues cuentan que mal genio le anda.

Amanece, y las ovejas, con su vara manda, ¡Eh, anda! ¡Al campo! ¡Ala, al campo hermanas, y retoma el camino bajando la cañada. María le despide, hasta que la vista no le alcanza; la niña llora, en el cortijo a solas... No ha llegado el mediodía, y un silencio le enfría desde el mandil, las faldas, hasta helarle la enagua, no se oyen pájaros, ni tan siquiera sopla el viento de la montaña. María al ventanuco del cortijo, se agazapa, oye el galopar salvaje de por lo menos diez yeguas bravas.

La niña tapa con sábanas blancas. ¡ea, no llores tú mi niña guapa!. Atranca la puerta y reza a la virgen santa: Madre mía, no me abandones, que si de esta me sacas, en le iglesia del pueblo, por estas te lo juro, qué de novenas te hago, que ni la santa Teresa de Ávila. Tocan a la puerta, fuerte y ronca se oye una voz entrecortada de hombre rudo, pregunta: ¿Quién anda ahí? ¡Abrid, por Dios! María tiembla toda ella, el sudor las manos empapan, le resbala la llave, corre el postigo, a Dios se encomienda y abre.

Señoa, no vengo a hacerle daño,
sólo por Dios le suplico,
 que con aguja e hilo me zurza
 éstos calzones roídos
que en la sierra, señoa mía
no hay mujeres 
que le hagan a uno estos menesteres.

Ríe, y a la vez que ríe a trompicones, va dejando a la vista, dientes amarillos y negros, como los de los titiriteros, y a la vez que ríe, la mira con los ojos fijos, y le dice con ardua voz: Usted coza, señoa, que yo fuera estaré aguardando, y cuando esté listo me va llamando.

¡Por Dios, el costurero!, el costurero de paja, debajo de las sábanas del Ajuar guarda, con sus manos temblorosas, enhebra la aguja y con hilo fuerte empieza el destinatario, los calzones del bandido, sucios, rotos, descoloridos, pespuntea con fuerza, con ira y brío, por lo menos diez pinchados le destrozan los nudillos. Cuando acaba a la puerta se asoma, y se los entrega, tan desvalida que ni a los ojos le mira. ¡Muchas gracias, señoa, que dios le bendiga! A su caballo monta, y con él sus adheridos, galopan a golpes de arre, rodean el cortijo, y se pierden tajo arriba, por dios sabe que caminos...

María entra en la casa, la niña en sus brazos toma, contra su pecho agitado, aprieta a su niña chica, gracias virgencita mía, ¡Dios mío, que suspiros!
Pasaron los años largos, y María al calor de los fogones, las noches de la rondeña fría serranía, contará la historia del bandido, a sus nietos que fueron más que sus hijos, hermosas hembras y fuertes varones.

16.- Pasos largos en Sierra Morena. Josefina Niebla (66

Hierve el sol sobre la tierra, rota y yerta, a su pesar se levantan, misterios del mismo, ¿quién sabe? ... olivares, aceitunillas negras, campos de cebá, centeno y paja.

Del pastoreo viene, cansino, fatigas de la sierra misma, camisa empapá, el sudor del que cae a plomo, ovejitas blancas, .. el zurrón y alpargatas, siguiendo cañada arriba, hasta el cortijo llegará.
Mujer e hija tiene, María aguarda, zarandeando la paila, cutis fino, manos menudas, ¿quién diría que en el campo anda?; la niña ya se ha dormido, una nana todavía canta: ea mi niña, era, ¡ Shuuuu!, suspira y canta, .. azuzando la brasa.

Por la noche callada, no más luz que la de una vela, no más calor que la del lecho, la serranía enmudece, ... ni el volar de aquélla águila, no más aullido que el del zorro, ¡por dios!.. que susto pasan. Al pueblo fui ayer mañana, a entregar las cuajas, y al pasar por la taberna del ventorrillo a la entrada, tó er mundo murmuraba la misma historia versada:

Que un bandido anda suelto
por la Sierra Morena alta,
que galopando de noche
y de día agazapado anda,
por los tajos y montañas.
Que los civiles lo buscan
pues la ley hace a sus anchas,
"Quita dineros a ricos y señores,
y a pobres y míseros, regala"
"Pasos Largos", le llaman
pues no hay quién le dé caza,
a su lado una cuadrilla de hombres
sin rumbo cabalgan.

Oye mujer, si a mi marcha, llegara a estos parajes, del que tó er mundo habla, no debes sentir miedo, no le lleves la contraria, a pobres como nosotros no dañará por nada. Dale de comer si hambriento llegara, llena su zurrón de tocino y pan de blanca hogaza, si es agua fresca llévale al pozo y aguarda hasta que su sed de por saciada, no le lleves la contraria, pues cuentan que mal genio le anda.

Amanece, y las ovejas, con su vara manda, ¡Eh, anda! ¡Al campo! ¡Ala, al campo hermanas, y retoma el camino bajando la cañada. María le despide, hasta que la vista no le alcanza; la niña llora, en el cortijo a solas... No ha llegado el mediodía, y un silencio le enfría desde el mandil, las faldas, hasta helarle la enagua, no se oyen pájaros, ni tan siquiera sopla el viento de la montaña. María al ventanuco del cortijo, se agazapa, oye el galopar salvaje de por lo menos diez yeguas bravas.

La niña tapa con sábanas blancas. ¡ea, no llores tú mi niña guapa!. Atranca la puerta y reza a la virgen santa: Madre mía, no me abandones, que si de esta me sacas, en le iglesia del pueblo, por estas te lo juro, qué de novenas te hago, que ni la santa Teresa de Ávila. Tocan a la puerta, fuerte y ronca se oye una voz entrecortada de hombre rudo, pregunta: ¿Quién anda ahí? ¡Abrid, por Dios! María tiembla toda ella, el sudor las manos empapan, le resbala la llave, corre el postigo, a Dios se encomienda y abre.

Señoa, no vengo a hacerle daño,
sólo por Dios le suplico,
 que con aguja e hilo me zurza
 éstos calzones roídos
que en la sierra, señoa mía
no hay mujeres 
que le hagan a uno estos menesteres.

Ríe, y a la vez que ríe a trompicones, va dejando a la vista, dientes amarillos y negros, como los de los titiriteros, y a la vez que ríe, la mira con los ojos fijos, y le dice con ardua voz: Usted coza, señoa, que yo fuera estaré aguardando, y cuando esté listo me va llamando.

¡Por Dios, el costurero!, el costurero de paja, debajo de las sábanas del Ajuar guarda, con sus manos temblorosas, enhebra la aguja y con hilo fuerte empieza el destinatario, los calzones del bandido, sucios, rotos, descoloridos, pespuntea con fuerza, con ira y brío, por lo menos diez pinchados le destrozan los nudillos. Cuando acaba a la puerta se asoma, y se los entrega, tan desvalida que ni a los ojos le mira. ¡Muchas gracias, señoa, que dios le bendiga! A su caballo monta, y con él sus adheridos, galopan a golpes de arre, rodean el cortijo, y se pierden tajo arriba, por dios sabe que caminos...

María entra en la casa, la niña en sus brazos toma, contra su pecho agitado, aprieta a su niña chica, gracias virgencita mía, ¡Dios mío, que suspiros!
Pasaron los años largos, y María al calor de los fogones, las noches de la rondeña fría serranía, contará la historia del bandido, a sus nietos que fueron más que sus hijos, hermosas hembras y fuertes varones.

16.- Pasos largos en Sierra Morena. Josefina Niebla (66

Hierve el sol sobre la tierra, rota y yerta, a su pesar se levantan, misterios del mismo, ¿quién sabe? ... olivares, aceitunillas negras, campos de cebá, centeno y paja.

Del pastoreo viene, cansino, fatigas de la sierra misma, camisa empapá, el sudor del que cae a plomo, ovejitas blancas, .. el zurrón y alpargatas, siguiendo cañada arriba, hasta el cortijo llegará.
Mujer e hija tiene, María aguarda, zarandeando la paila, cutis fino, manos menudas, ¿quién diría que en el campo anda?; la niña ya se ha dormido, una nana todavía canta: ea mi niña, era, ¡ Shuuuu!, suspira y canta, .. azuzando la brasa.

Por la noche callada, no más luz que la de una vela, no más calor que la del lecho, la serranía enmudece, ... ni el volar de aquélla águila, no más aullido que el del zorro, ¡por dios!.. que susto pasan. Al pueblo fui ayer mañana, a entregar las cuajas, y al pasar por la taberna del ventorrillo a la entrada, tó er mundo murmuraba la misma historia versada:

Que un bandido anda suelto
por la Sierra Morena alta,
que galopando de noche
y de día agazapado anda,
por los tajos y montañas.
Que los civiles lo buscan
pues la ley hace a sus anchas,
"Quita dineros a ricos y señores,
y a pobres y míseros, regala"
"Pasos Largos", le llaman
pues no hay quién le dé caza,
a su lado una cuadrilla de hombres
sin rumbo cabalgan.

Oye mujer, si a mi marcha, llegara a estos parajes, del que tó er mundo habla, no debes sentir miedo, no le lleves la contraria, a pobres como nosotros no dañará por nada. Dale de comer si hambriento llegara, llena su zurrón de tocino y pan de blanca hogaza, si es agua fresca llévale al pozo y aguarda hasta que su sed de por saciada, no le lleves la contraria, pues cuentan que mal genio le anda.

Amanece, y las ovejas, con su vara manda, ¡Eh, anda! ¡Al campo! ¡Ala, al campo hermanas, y retoma el camino bajando la cañada. María le despide, hasta que la vista no le alcanza; la niña llora, en el cortijo a solas... No ha llegado el mediodía, y un silencio le enfría desde el mandil, las faldas, hasta helarle la enagua, no se oyen pájaros, ni tan siquiera sopla el viento de la montaña. María al ventanuco del cortijo, se agazapa, oye el galopar salvaje de por lo menos diez yeguas bravas.

La niña tapa con sábanas blancas. ¡ea, no llores tú mi niña guapa!. Atranca la puerta y reza a la virgen santa: Madre mía, no me abandones, que si de esta me sacas, en le iglesia del pueblo, por estas te lo juro, qué de novenas te hago, que ni la santa Teresa de Ávila. Tocan a la puerta, fuerte y ronca se oye una voz entrecortada de hombre rudo, pregunta: ¿Quién anda ahí? ¡Abrid, por Dios! María tiembla toda ella, el sudor las manos empapan, le resbala la llave, corre el postigo, a Dios se encomienda y abre.

Señoa, no vengo a hacerle daño,
sólo por Dios le suplico,
 que con aguja e hilo me zurza
 éstos calzones roídos
que en la sierra, señoa mía
no hay mujeres 
que le hagan a uno estos menesteres.

Ríe, y a la vez que ríe a trompicones, va dejando a la vista, dientes amarillos y negros, como los de los titiriteros, y a la vez que ríe, la mira con los ojos fijos, y le dice con ardua voz: Usted coza, señoa, que yo fuera estaré aguardando, y cuando esté listo me va llamando.

¡Por Dios, el costurero!, el costurero de paja, debajo de las sábanas del Ajuar guarda, con sus manos temblorosas, enhebra la aguja y con hilo fuerte empieza el destinatario, los calzones del bandido, sucios, rotos, descoloridos, pespuntea con fuerza, con ira y brío, por lo menos diez pinchados le destrozan los nudillos. Cuando acaba a la puerta se asoma, y se los entrega, tan desvalida que ni a los ojos le mira. ¡Muchas gracias, señoa, que dios le bendiga! A su caballo monta, y con él sus adheridos, galopan a golpes de arre, rodean el cortijo, y se pierden tajo arriba, por dios sabe que caminos...

María entra en la casa, la niña en sus brazos toma, contra su pecho agitado, aprieta a su niña chica, gracias virgencita mía, ¡Dios mío, que suspiros!
Pasaron los años largos, y María al calor de los fogones, las noches de la rondeña fría serranía, contará la historia del bandido, a sus nietos que fueron más que sus hijos, hermosas hembras y fuertes varones.

El cuadro y el camino. Maribel Cerezuela

Haciendo tareas, cada año me hago el propósito de guardar sólo libros o, como mucho, aquellas impresiones que me sean de utilidad, al menos cada tres meses, me he encontrado con un libro de la Asociación Cultural Almeriarte, en formato libro a todo color, que lleva por título: "AlmeriArte. Autores de nivel",  año 2002, donde se recoge un índice de autores que exponían sus obras por toda Europa unidos por un propósito común: La divulgación de sus creaciones.

En cierto modo, sin analizarlo muy detalladamente,  le voy a dar un punto de razón al artículo que viene hoy, día 6 de enero de 2013,  en el periódico  El país, sobre los usuarios de facebook y twitter, pág. 32-33, de Jhon Carlin, donde no quedamos muy bien los que manejamos dichos programas de comunicación, resaltando el autor, sin ningún pudor, que somos narcisistas y exhibicionistas.  Voy a tomarme la licencia de extender, su punto de vista,  a todo lo editado, impreso on line, o que ha dejado su impronta de alguna manera en la vida de cada autor. Total, ya puestos, no encuentro ninguna diferencia entre hablar por twitter, dejar mis fotos en facebook, escribir en mi blog todo lo que se me ocurra, subir fotografías en Picassa o flickr, tener álbum de fotos o comprar libros de autores que me gustan.  Digo yo que tan narcisista seré si utilizo un medio u otro.
Así pensando, voy a transcribir un poema que se publicó en el libro del que estoy hablando, porque ha pasado el tiempo y mi "exhibicionismo" se ve que está intacto porque me gusta.


El cuadro y el camino
Yo pinté los surcos de tu memoria,
en este cuadro que el cielo desafía,
trazándome caminos que el paso guía,
entre lápices que tejo cada día.
En otros tiempos fueron pinceladas,
firmes trazos, segura la mirada,
mar y tierra que de madrugada,
mecía entre abrazos a las hadas.
Yo tracé con fuerza encadenada,
los sueños a esta alambrada,
como cincel en piedra tallada,
que luchó hasta ser liberada.
Ahora son sueños que grito al alba,
buscando el momento más cálido,
donde pintar el amor cuán camino
de la vida que nace en el cuadro.
Maribel Cerezuela 2002

Lo dicho, analizado y leído, siento que no pasa el tiempo.  Apruebo su conservación. No reciclo, porque repasadas las imágenes de los bellísimos cuadros que cada autor cedió para la confección del libro agenda de viaje itinerante por toda Europa, le he buscado un lugar en la estantería de las obras que guardo con más ilusión, tal vez, insisto, muy próxima al autor del artículo, con un aire de exhibicionismo y narcisismo que no me ruboriza.
Relación de autores que formaban parte del libro:
Angus, Carmen Delgado, Cenarro, Cora, Estela Boal, Eva, Fortes, Gerardo Rodríguez, Ibáñez, José García, Jover, J. Sanz, Manuela V. M. , María de la Cruz, M. González Maldonado, Mónica Gómez, Oliveras, P. Baos, Pellisa, Pilar R., R. Roblas, Solera, Toresano, Triviño, Usaciovaite, Valentín, V. Llorca, y un poema final de Josefina Niebla bellísimo.
Inspiración
La mente recorre en un dulce sueño
el color escarpado del paisaje
resumen simétrico del coraje
como una metáfora del diseño.
Los universos convocan su empeño
el dolorido pincel del mensaje
evoca con su quimérico viaje
eternos amaneceres sin dueño.
Ojos anochecidos se congregan
designan densos fuegos de fantasmas
que los dibujos del aire disgregan.
Son destellos de turbadoras miasmas
altivos trazos que ofreces y entregas
a la selva de imágenes que plasmas.
Josefina Niebla.(2002)


El cuadro y el camino. Maribel Cerezuela

Haciendo tareas, cada año me hago el propósito de guardar sólo libros o, como mucho, aquellas impresiones que me sean de utilidad, al menos cada tres meses, me he encontrado con un libro de la Asociación Cultural Almeriarte, en formato libro a todo color, que lleva por título: "AlmeriArte. Autores de nivel",  año 2002, donde se recoge un índice de autores que exponían sus obras por toda Europa unidos por un propósito común: La divulgación de sus creaciones.


En cierto modo, sin analizarlo muy detalladamente,  le voy a dar un punto de razón al artículo que viene hoy, día 6 de enero de 2013,  en el periódico  El país, sobre los usuarios de facebook y twitter, pág. 32-33, de Jhon Carlin, donde no quedamos muy bien los que manejamos dichos programas de comunicación, resaltando el autor, sin ningún pudor, que somos narcisistas y exhibicionistas.  Voy a tomarme la licencia de extender, su punto de vista,  a todo lo editado, impreso on line, o que ha dejado su impronta de alguna manera en la vida de cada autor. Total, ya puestos, no encuentro ninguna diferencia entre hablar por twitter, dejar mis fotos en facebook, escribir en mi blog todo lo que se me ocurra, subir fotografías en Picassa o flickr, tener álbum de fotos o comprar libros de autores que me gustan.  Digo yo que tan narcisista seré si utilizo un medio u otro.
Así pensando, voy a transcribir un poema que se publicó en el libro del que estoy hablando, porque ha pasado el tiempo y mi "exhibicionismo" se ve que está intacto porque me gusta.



El cuadro y el camino
Yo pinté los surcos de tu memoria,
en este cuadro que el cielo desafía,
trazándome caminos que el paso guía,
entre lápices que tejo cada día.
En otros tiempos fueron pinceladas,
firmes trazos, segura la mirada,
mar y tierra que de madrugada,
mecía entre abrazos a las hadas.
Yo tracé con fuerza encadenada,
los sueños a esta alambrada,
como cincel en piedra tallada,
que luchó hasta ser liberada.
Ahora son sueños que grito al alba,
buscando el momento más cálido,
donde pintar el amor cuán camino
de la vida que nace en el cuadro.

Maribel Cerezuela 2002

Lo dicho, analizado y leído, siento que no pasa el tiempo.  Apruebo su conservación. No reciclo, porque repasadas las imágenes de los bellísimos cuadros que cada autor cedió para la confección del libro agenda de viaje itinerante por toda Europa, le he buscado un lugar en la estantería de las obras que guardo con más ilusión, tal vez, insisto, muy próxima al autor del artículo, con un aire de exhibicionismo y narcisismo que no me ruboriza.

Relación de autores que formaban parte del libro:
El libro comienza con un poema de Maribel Cerezuela, seguido de las fotografías de las obras de Angus, Carmen Delgado, Cenarro, Cora, Estela Boal, Eva, Fortes, Gerardo Rodríguez, Ibáñez, José García, Jover, J. Sanz, Manuela V. M. , María de la Cruz, M. González Maldonado, Mónica Gómez, Oliveras, P. Baos, Pellisa, Pilar R., R. Roblas, Solera, Toresano, Triviño, Usaciovaite, Valentín, V. Llorca, y un poema final de Josefina Niebla muy bello.

Inspiración

La mente recorre en un dulce sueño
el color escarpado del paisaje
resumen simétrico del coraje
como una metáfora del diseño.
Los universos convocan su empeño
el dolorido pincel del mensaje
evoca con su quimérico viaje
eternos amaneceres sin dueño.
Ojos anochecidos se congregan
designan densos fuegos de fantasmas
que los dibujos del aire disgregan.
Son destellos de turbadoras miasmas
altivos trazos que ofreces y entregas
a la selva de imágenes que plasmas.

Josefina Niebla.(2002)


El cuadro y el camino. Maribel Cerezuela

Ramón Jover





Haciendo tareas, cada año me hago el propósito de guardar sólo libros o, como mucho, aquellas impresiones que me sean de utilidad, al menos cada tres meses, me he encontrado con un libro de la Asociación Cultural Almeriarte, en formato libro a todo color, que lleva por título: "AlmeriArte. Autores de nivel",  año 2002, donde se recoge un índice de autores que exponían sus obras por toda Europa unidos por un propósito común: La divulgación de sus creaciones.

En cierto modo, sin analizarlo muy detalladamente,  le voy a dar un punto de razón al artículo que viene hoy, día 6 de enero de 2013,  en el periódico  El país, sobre los usuarios de facebook y twitter, pág. 32-33, de Jhon Carlin, donde no quedamos muy bien los que manejamos dichos programas de comunicación, resaltando el autor, sin ningún pudor, que somos narcisistas y exhibicionistas.  Voy a tomarme la licencia de extender, su punto de vista,  a todo lo editado, impreso on line, o que ha dejado su impronta de alguna manera en la vida de cada autor. Total, ya puestos, no encuentro ninguna diferencia entre hablar por twitter, dejar mis fotos en facebook, escribir en mi blog todo lo que se me ocurra, subir fotografías en Picassa o flickr, tener álbum de fotos o comprar libros de autores que me gustan.  Digo yo que tan narcisista seré si utilizo un medio u otro.
Así pensando, voy a transcribir un poema que se publicó en el libro del que estoy hablando, porque ha pasado el tiempo y mi "exhibicionismo" se ve que está intacto porque me gusta.


El cuadro y el camino
Yo pinté los surcos de tu memoria,
en este cuadro que el cielo desafía,
trazando caminos que el paso guía,
entre lápices que tejo cada día.
En otros tiempos fueron pinceladas,
firmes trazos, segura la mirada,
mar y tierra que de madrugada,
mecía entre abrazos a las hadas.
Yo tracé con fuerza encadenada,
los sueños a esta alambrada,
como cincel en piedra tallada,
que luchó hasta ser liberada.
Ahora son sueños que grito al alba,
buscando el momento más cálido,
donde pintar el amor cuán camino
de la vida que nace en el cuadro.

Maribel Cerezuela 2002

Lo dicho, analizado y leído, siento que no pasa el tiempo.  Apruebo su conservación. No reciclo, porque repasadas las imágenes de los bellísimos cuadros que cada autor cedió para la confección del libro agenda de viaje itinerante por toda Europa, le he buscado un lugar en la estantería de las obras que guardo con más ilusión, tal vez, insisto, muy próxima al autor del artículo, con un aire de exhibicionismo y narcisismo que no me ruboriza.

Relación de autores que formaban parte del libro:
El libro comienza con un poema de Maribel Cerezuela, seguido de las fotografías de las obras de Angus, Carmen Delgado, Cenarro, Cora, Estela Boal, Eva, Fortes, Gerardo Rodríguez, Ibáñez, José García, Jover, J. Sanz, Manuela V. M. , María de la Cruz, M. González Maldonado, Mónica Gómez, Oliveras, P. Baos, Pellisa, Pilar R., R. Roblas, Solera, Toresano, Triviño, Usaciovaite, Valentín, V. Llorca, y un poema final de Josefina Niebla muy bello.

Inspiración

La mente recorre en un dulce sueño
el color escarpado del paisaje
resumen simétrico del coraje
como una metáfora del diseño.
Los universos convocan su empeño
el dolorido pincel del mensaje
evoca con su quimérico viaje
eternos amaneceres sin dueño.
Ojos anochecidos se congregan
designan densos fuegos de fantasmas
que los dibujos del aire disgregan.
Son destellos de turbadoras miasmas
altivos trazos que ofreces y entregas
a la selva de imágenes que plasmas.

Josefina Niebla.(2002)


El cuadro y el camino. Maribel Cerezuela

Ramón Jover





Haciendo tareas, cada año me hago el propósito de guardar sólo libros o, como mucho, aquellas impresiones que me sean de utilidad, al menos cada tres meses, me he encontrado con un libro de la Asociación Cultural Almeriarte, en formato libro a todo color, que lleva por título: "AlmeriArte. Autores de nivel",  año 2002, donde se recoge un índice de autores que exponían sus obras por toda Europa unidos por un propósito común: La divulgación de sus creaciones.

En cierto modo, sin analizarlo muy detalladamente,  le voy a dar un punto de razón al artículo que viene hoy, día 6 de enero de 2013,  en el periódico  El país, sobre los usuarios de facebook y twitter, pág. 32-33, de Jhon Carlin, donde no quedamos muy bien los que manejamos dichos programas de comunicación, resaltando el autor, sin ningún pudor, que somos narcisistas y exhibicionistas.  Voy a tomarme la licencia de extender, su punto de vista,  a todo lo editado, impreso on line, o que ha dejado su impronta de alguna manera en la vida de cada autor. Total, ya puestos, no encuentro ninguna diferencia entre hablar por twitter, dejar mis fotos en facebook, escribir en mi blog todo lo que se me ocurra, subir fotografías en Picassa o flickr, tener álbum de fotos o comprar libros de autores que me gustan.  Digo yo que tan narcisista seré si utilizo un medio u otro.
Así pensando, voy a transcribir un poema que se publicó en el libro del que estoy hablando, porque ha pasado el tiempo y mi "exhibicionismo" se ve que está intacto porque me gusta.


El cuadro y el camino
Yo pinté los surcos de tu memoria,
en este cuadro que el cielo desafía,
trazando caminos que el paso guía,
entre lápices que tejo cada día.
En otros tiempos fueron pinceladas,
firmes trazos, segura la mirada,
mar y tierra que de madrugada,
mecía entre abrazos a las hadas.
Yo tracé con fuerza encadenada,
los sueños a esta alambrada,
como cincel en piedra tallada,
que luchó hasta ser liberada.
Ahora son sueños que grito al alba,
buscando el momento más cálido,
donde pintar el amor cuán camino
de la vida que nace en el cuadro.

Maribel Cerezuela 2002

Lo dicho, analizado y leído, siento que no pasa el tiempo.  Apruebo su conservación. No reciclo, porque repasadas las imágenes de los bellísimos cuadros que cada autor cedió para la confección del libro agenda de viaje itinerante por toda Europa, le he buscado un lugar en la estantería de las obras que guardo con más ilusión, tal vez, insisto, muy próxima al autor del artículo, con un aire de exhibicionismo y narcisismo que no me ruboriza.

Relación de autores que formaban parte del libro:
El libro comienza con un poema de Maribel Cerezuela, seguido de las fotografías de las obras de Angus, Carmen Delgado, Cenarro, Cora, Estela Boal, Eva, Fortes, Gerardo Rodríguez, Ibáñez, José García, Jover, J. Sanz, Manuela V. M. , María de la Cruz, M. González Maldonado, Mónica Gómez, Oliveras, P. Baos, Pellisa, Pilar R., R. Roblas, Solera, Toresano, Triviño, Usaciovaite, Valentín, V. Llorca, y un poema final de Josefina Niebla muy bello.

Inspiración

La mente recorre en un dulce sueño
el color escarpado del paisaje
resumen simétrico del coraje
como una metáfora del diseño.
Los universos convocan su empeño
el dolorido pincel del mensaje
evoca con su quimérico viaje
eternos amaneceres sin dueño.
Ojos anochecidos se congregan
designan densos fuegos de fantasmas
que los dibujos del aire disgregan.
Son destellos de turbadoras miasmas
altivos trazos que ofreces y entregas
a la selva de imágenes que plasmas.

Josefina Niebla.(2002)


El cuadro y el camino. Maribel Cerezuela

Haciendo tareas, cada año me hago el propósito de guardar sólo libros o, como mucho, aquellas impresiones que me sean de utilidad, al menos cada tres meses, me he encontrado con un libro de la Asociación Cultural Almeriarte, en formato libro a todo color, que lleva por título: "AlmeriArte. Autores de nivel",  año 2002, donde se recoge un índice de autores que exponían sus obras por toda Europa unidos por un propósito común: La divulgación de sus creaciones.

En cierto modo, sin analizarlo muy detalladamente,  le voy a dar un punto de razón al artículo que viene hoy, día 6 de enero de 2013,  en el periódico  El país, sobre los usuarios de facebook y twitter, pág. 32-33, de Jhon Carlin, donde no quedamos muy bien los que manejamos dichos programas de comunicación, resaltando el autor, sin ningún pudor, que somos narcisistas y exhibicionistas.  Voy a tomarme la licencia de extender, su punto de vista,  a todo lo editado, impreso on line, o que ha dejado su impronta de alguna manera en la vida de cada autor. Total, ya puestos, no encuentro ninguna diferencia entre hablar por twitter, dejar mis fotos en facebook, escribir en mi blog todo lo que se me ocurra, subir fotografías en Picassa o flickr, tener álbum de fotos o comprar libros de autores que me gustan.  Digo yo que tan narcisista seré si utilizo un medio u otro.
Así pensando, voy a transcribir un poema que se publicó en el libro del que estoy hablando, porque ha pasado el tiempo y mi "exhibicionismo" se ve que está intacto porque me gusta.


El cuadro y el camino
Yo pinté los surcos de tu memoria,
en este cuadro que el cielo desafía,
trazándome caminos que el paso guía,
entre lápices que tejo cada día.
En otros tiempos fueron pinceladas,
firmes trazos, segura la mirada,
mar y tierra que de madrugada,
mecía entre abrazos a las hadas.
Yo tracé con fuerza encadenada,
los sueños a esta alambrada,
como cincel en piedra tallada,
que luchó hasta ser liberada.
Ahora son sueños que grito al alba,
buscando el momento más cálido,
donde pintar el amor cuán camino
de la vida que nace en el cuadro.

Maribel Cerezuela 2002

Lo dicho, analizado y leído, siento que no pasa el tiempo.  Apruebo su conservación. No reciclo, porque repasadas las imágenes de los bellísimos cuadros que cada autor cedió para la confección del libro agenda de viaje itinerante por toda Europa, le he buscado un lugar en la estantería de las obras que guardo con más ilusión, tal vez, insisto, muy próxima al autor del artículo, con un aire de exhibicionismo y narcisismo que no me ruboriza.

Relación de autores que formaban parte del libro:
El libro comienza con un poema de Maribel Cerezuela, seguido de las fotografías de las obras de Angus, Carmen Delgado, Cenarro, Cora, Estela Boal, Eva, Fortes, Gerardo Rodríguez, Ibáñez, José García, Jover, J. Sanz, Manuela V. M. , María de la Cruz, M. González Maldonado, Mónica Gómez, Oliveras, P. Baos, Pellisa, Pilar R., R. Roblas, Solera, Toresano, Triviño, Usaciovaite, Valentín, V. Llorca, y un poema final de Josefina Niebla muy bello.

Inspiración

La mente recorre en un dulce sueño
el color escarpado del paisaje
resumen simétrico del coraje
como una metáfora del diseño.
Los universos convocan su empeño
el dolorido pincel del mensaje
evoca con su quimérico viaje
eternos amaneceres sin dueño.
Ojos anochecidos se congregan
designan densos fuegos de fantasmas
que los dibujos del aire disgregan.
Son destellos de turbadoras miasmas
altivos trazos que ofreces y entregas
a la selva de imágenes que plasmas.

Josefina Niebla.(2002)