SIN SUEÑO NI CANSANCIO por Victor Mangel

 


SIN SUEÑO NI CANSANCIO

fotografía de Victor Mangel



    Llevaba horas
recordando el mismo instante. Llevo desde que me llegó su aroma ,
deseando bajar. Ese cálido tacto ese aroma en sus entrañas, esa
piel morena , tostada sin ennegrecer. Ese crujir al abrirla, esa
fragancia del pan. De esa blanca carne cálida y tierna.






    Que abrigaba carne
, tomate, lunos hilos de aceite de oliva dorado, hojas frescas
de lechuga, cebolla, sal y … queso. Ese cofre lleno de sabores. Ese
desayuno de cada mañana que madre me dejaba componer y que , aún hoy
es una delicia, diferente a tu piel.






    Algunas cosas,
sabores, aroma, tacto, maderas desnudadas con gubias al sol de un
Taller, el talle de una mujer, destilan y te desnudan su propio
aroma. Y ninguna carne y tacto es como aquellos. Ninguno es parecido,
y todos son belleza, deleite y carácter, vivo.






    Un tacto que
alimenta unas naturalezas que se nos ofrecen con honestidad mientras
llenan o encienden sentir y sentidos.