ÁNGEL PADILLA. ME GUSTARÍA


ÁNGEL PADILLA

ME GUSTARÍA

Me gustaría que entrases a dar tu palabra
a los juzgados,
tú, con tu cuerpo imponente y dulce,
tu mirada soñadora y la inocencia de todo tu ser
entrando a las iglesias, tú,
me gustaría que por un día pudieras decir
lo que sientes, lo que piensas de este mundo,
que le hables a la cara al ganadero
en la vigilia y en sueños
y al que dice defenderte, al animalista,
en el día y en sueños.
Todo cambiaría si tu corazón hablase.
Nunca una playa ha dado su voz verdadera a dos enamorados.
Si tú hablases, si de pronto entrases a cada casa de esta prisión, y hablases.
Me gustaría que por unas horas el mundo se detuviese
y se viera obligado a escuchar a tu lengua de flor,
que las ancianas abrieran los ojos esa mañana
y te vieran todo lo largo que eres al lado de sus lechos.
Entrar tú por los hospitales,
por mitad del pasillo, entre todas las camillas.
Como rebotando tus pies, como siempre lo has hecho.
Pero tu hocico que no lleve sangre.
Ni tu pecho soledad.
Que llegues tú limpio del limpio campo. Por primera vez, Tú,
que se te escuche.
En un canal nacional, entrando un toro al plató mientras se produce un absurdo debate sobre ti, y tú lamiendo una de las cámaras, oliendo a romero tu cuerpo. Entrar
tú en un colegio y pasar por delante de una pizarra
donde el profesor está explicando algo sobre
los países y las geografías.
Entrar tú,
me gustaría, a la soledad ahora de mis manos mientras escribo esto
y miro tu cara
y sé lo que te espera
cuando te siento tan cerca y tu sangre es mi sangre.
Que entraras a una piscina llena de gente y, ellos gritando de miedo y tú levantando la cabeza al cielo
mirando un ave, tu boca que se vea sonreír.
Me gustaría verte un día pasar por mi calle,
con tu pelo de tierra y cielo y salmo
y viento y alegría en tu pecho de canción,
yo no diría nada.
Interrumpir tu paso / es detener un río.
Yo nunca digo nada cuando contemplo el mar.

Ángel Padilla