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Mostrando entradas de mayo 17, 2015

Las noches que tengo para escribirte. RICARDO VILLEGAS

Este poema me lo envió su autor para publicar en Internet en el dominio lavozdelacometa.org Con el tiempo conseguimos publicarlo en papel en la recién creada revista Almeriense   "Nueva Literatura Almería" Pertenece  a su obra: << LAS NOCHES QUE TENGO PARA ESCRIBIRTE>>  S e lo dedicó el autor "... al amor de su vida ,   todo pasión, sentimiento..."  Pasado el tiempo, publicaría otras obras recopiladas en:   OTOÑO A DISTANCIA, INVIERNO   POR CARTA Y VERANO. Hay tres silencios  de tenues,  tristes misterios  que son desiertos,   que son los muertos de tus palabras cuando hablan hacia mí. Son tres callados, sólo el primero de tu mirada con labios secos de movimientos   e insinuantes de palabras. Risas parado el segundo de alegría sonriente   y tus mejillas, calientes, sonrojadas por un mundo. Y el tercero, qué, gran lapso, cuando te acercas y besas. Y quieto, con un colapso me he quedado si ahora  a mi  tus silencios han llegado. No me hables,  sólo calla,

Las noches que tengo para escribirte. RICARDO VILLEGAS

Este poema me lo envió su autor para publicar en Internet en el dominio lavozdelacometa.org Con el tiempo conseguimos publicarlo en papel en la recién creada revista Almeriense   "Nueva Literatura Almería" Pertenece  a su obra: << LAS NOCHES QUE TENGO PARA ESCRIBIRTE>>  S e lo dedicó el autor "... al amor de su vida ,   todo pasión, sentimiento..."  Pasado el tiempo, publicaría otras obras recopiladas en:   OTOÑO A DISTANCIA, INVIERNO   POR CARTA Y VERANO. Hay tres silencios  de tenues,  tristes misterios  que son desiertos,   que son los muertos de tus palabras cuando hablan hacia mí. Son tres callados, sólo el primero de tu mirada con labios secos de movimientos   e insinuantes de palabras. Risas parado el segundo de alegría sonriente   y tus mejillas, calientes, sonrojadas por un mundo. Y el tercero, qué, gran lapso, cuando te acercas y besas. Y quieto, con un colapso me he quedado si ahora  a mi  tus silencios han llegado. No me hables,  sólo calla,

Las noches que tengo para escribirte. RICARDO VILLEGAS

Este poema me lo envió su autor para publicar en Internet en el dominio lavozdelacometa.org Con el tiempo conseguimos publicarlo en papel en la recién creada revista Almeriense   "Nueva Literatura Almería" Pertenece  a su obra: << LAS NOCHES QUE TENGO PARA ESCRIBIRTE>>  S e lo dedicó el autor "... al amor de su vida ,   todo pasión, sentimiento..."  Pasado el tiempo, publicaría otras obras recopiladas en:   OTOÑO A DISTANCIA, INVIERNO   POR CARTA Y VERANO. Hay tres silencios  de tenues,  tristes misterios  que son desiertos,   que son los muertos de tus palabras cuando hablan hacia mí. Son tres callados, sólo el primero de tu mirada con labios secos de movimientos   e insinuantes de palabras. Risas parado el segundo de alegría sonriente   y tus mejillas, calientes, sonrojadas por un mundo. Y el tercero, qué, gran lapso, cuando te acercas y besas. Y quieto, con un colapso me he quedado si ahora  a mi  tus silencios han llegado. No me hables,  sólo calla,

Siete caminos para Beatriz.

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SIETE CAMINOS PARA BEATRIZ   El poeta aspira a construir su propio universo. Es un viaje necesario, imprescindible si se quiere alcanzar el objetivo final. La palabra es el instrumento más valioso, la piedra filosofal, el núcleo, la esencia del viaje. A veces, el poeta prefiere recorrerlo solo, y otras, se hace preciso de un acompañamiento real o ficticio, porque a fin de cuentas lo importante es la creación en sí misma, el proceso por el cual se deja ser y se es en otro, ayudado por la soledad y el silencio que impera en el propio proceso creativo. A “Siete caminos para Beatriz”, de Ernesto Pérez Zúñiga (Madrid, 1971) le sucede algo así. Bebe de la tradición clásica enteramente, “La divina comedia”, de Dante y por ende, la figura de Beatriz es el origen, y en su intertextualidad, los versos contenidos en ”Siente camino para Beatriz”, un texto complejo, que precisa de una lectura muy atenta para comprender el universo al que nos traslada, en pleno siglo XXI, su autor. Pérez Zúñiga se