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Mostrando entradas de marzo 18, 2013

Las horas sentidas 1. Ángel Simón Collado

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Sufrir el tiempo siempre. Lo perdido. Un presente continuo hacia la nada. El futuro: un ayer en el mañana. Y siempre batallar, siempre en lo efímero Morir es su destino y lo presente midiendo a cada instante su distancia. Un deseo de vivir en la ignorancia, y un irse consumiendo mansamente. Temblor callado es que se eterniza sin un posible anhelo de esperanza, y todo gozo es gozo que se alcanza, en un sabor a polvo y a ceniza. Morir es mi destino y mi tormento. Y siempre ocultamente, ( y siempre en vano escondido en la vida), hay un acento a quien me ofrecería aquí en mi mano una luz que aliviara el pensamiento de la tierra, del fuego, del gusano.

Las horas sentidas 1. Ángel Simón Collado

Sufrir el tiempo siempre. Lo perdido. Un presente continuo hacia la nada. El futuro: un ayer en el mañana. Y siempre batallar, siempre en lo efímero Morir es su destino y lo presente midiendo a cada instante su distancia. Un deseo de vivir en la ignorancia, y un irse consumiendo mansamente. Temblor callado es que se eterniza sin un posible anhelo de esperanza, y todo gozo es gozo que se alcanza, en un sabor a polvo y a ceniza. Morir es mi destino y mi tormento. Y siempre ocultamente, ( y siempre en vano escondido en la vida), hay un acento a quien me ofrecería aquí en mi mano una luz que aliviara el pensamiento de la tierra, del fuego, del gusano.

Las horas sentidas 1. Ángel Simón Collado

Sufrir el tiempo siempre. Lo perdido. Un presente continuo hacia la nada. El futuro: un ayer en el mañana. Y siempre batallar, siempre en lo efímero Morir es su destino y lo presente midiendo a cada instante su distancia. Un deseo de vivir en la ignorancia, y un irse consumiendo mansamente. Temblor callado es que se eterniza sin un posible anhelo de esperanza, y todo gozo es gozo que se alcanza, en un sabor a polvo y a ceniza. Morir es mi destino y mi tormento. Y siempre ocultamente, ( y siempre en vano escondido en la vida), hay un acento a quien me ofrecería aquí en mi mano una luz que aliviara el pensamiento de la tierra, del fuego, del gusano.