Advocación sobre la figura de Jano. Manuel Lozano

ADVOCACIÓN SOBRE LA FIGURA DE JANO

¿Qué ficción espúrea llega a esta casa?
Enciende lo inconcluso.
Es la voz de un crimen que se pasea
entre los aserraderos verdugos de mi profanación.
Bajaré al subsuelo.
Huesos atrapados donde no estuve,
cautelosa gangrena de los mártires,
levemente cubrirían un mantel de cenizas.
Pero las cáscaras de la memoria iluminan el jardín.
Semejan una morada que no corrigen mis pasos
expuestos a la depredación de la dicha,
cueva laberinto entre la muerte y su sentencia.
Hablé contra la acacia de las apariciones.
Manchas de aceite trae mi atavío.
¿Qué retorno ha de ser un inicio?
¿Dónde la teúrgia del fuego?
¿Cuántas piedras tapian desde siglos tu salida,
Orestes o Lázaro, Medea o Apolonio a sobresaltos
cumpliendo el luto ardiente del destino,
espiando por las rendijas cada cuerpo
en el fondo del plato?
Contigo las palabras se bautizan con humo.
Son dos puertas y un cetro los guardianes,
pero no debes entrar.
Ha llegado el solsticio.
Principia la fiesta.
Que el herrero sea envuelto en relámpagos.  
                                                                                        Manuel Lozano
New York-Buenos Aires, septiembre de 2000
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