43.- Amar, Amar, Amar, de Manuel Piñero (161-162)

AMAR, AMAR, AMAR y AMAR,

es un proceder tan magno, tan infinito,
amar con todo el cuerpo y alma a la par,
que no existe en esta vida nada parecido,
ni que apenas en nada se pueda comparar
a expresar, en actos, aquello antes presentido
y que sólo en quimeras lograste imaginar.


Te hace sentir por completo del todo enaltecido,
consiguiendo tu cuerpo y el alma a tal punto elevar
que percibes cual si estuvieras en ella suspendido
hasta tanta altura que el cielo alcanzas a tocar,
te hace disfrutar la vida de modo tan querido,
que, con uñas y dientes, a ella te deseas aferrar.


Modifica en esencia todo cuanto antes has sentido
alterándote, y de qué modo, la forma de pensar,
transforma, sin fisuras, todo cuanto has creído
cambiando al fin, tu rumbo y haciéndote opinar
que todo aquello que antes puedes haber percibido
cual hecho tan inmenso que no tuviera igual.


Es tan ínfimo, comparándolo al placer sentido
cuando consigues, por fin, tu amor patentizar
que cualquier sentimiento, que antes has vivido
se te manifiesta ahora tan estéril, tan vulgar,
que agradece a Dios, por fin, haberlo conocido
y que te halla permitido saber lo que es ¡AMAR!