Libro de poemas de Maribel Cerezuela, Aforismos, Palabras, Poesía, Imágenes, Entrevistas, Literatura, Arte, Libros, Revistas,
Fabulino
Nota de prensa
Fundación Internacional de Derechos Humanos
Delegación Territorial de las Islas Canarias
CIF: G76825405
Ref. Num.- 004/2020
Email: islascanarias@fundacion.in
Delegación Territorial
Fundación Internacional de Derechos Humanos
NOTA DE PRENSA
Fundación Internacional de Derechos Humanospresenta “Distopía”, el último libro de Josu Gómez Barrutia,
consultor y escritor, el jueves 11 de marzo de 2021,
a las 18:00 horas, Madrid, junto con el
Presidente Sr. D. José Luis Rodríguez Zapatero
y Jon Sistiaga.
AUTOR
JOSU GÓMEZ BARRUTIA,
El consultor y profesor de la Universidad Europea Miguel de Cervantes Josu Gómez Barrutia ha publicado 'Distopía', un ensayo con prólogo de José Luis Cordeiro y crítica de Jon Sistiaga. Una obra que analiza el carácter distópico en el que vivimos y sus posibles consecuencias.
FUNDACIÓN INTERNACIONAL DE DERECHOS HUMANOS
11 de marzo de 2021, a las 18:00 horas, Madrid.
Presentación online en sesión reunión privada por registro en el siguiente enlace: https://www.eventbrite.es/e/entradas-presentacion-online-libro-ensayo-distopia-de-josu-gomez-barrutia-141589312445
Josu Gómez Barrutia está considerado entre los 24 líderes económicos de futuro por el Instituto Choiseul.
Con Prólogo del intelectual y miembro de la World Academy of Art and Science Dr. José Luis Cordeiro, el ensayo “Distopía”, de Josu Gómez Barrutia, supone el análisis exhaustivo de los posibles escenarios de cambio a los que se enfrenta la sociedad actual, donde se advierten todos aquellos factores que influyen en el desarrollo de las naciones, que generan una reacción distópica en la humanidad y que, si en un futuro inmediato no se articulan las respuestas adecuadas a esos desafíos, nos enfrentaríamos a un escenario poco predecible, inestable e incierto.
Josu Gómez Barrutia, Eibar, 1978, está considerado entre los 24 líderes económicos de futuro por el Instituto Choiseul. Licenciado en Derecho, Diplomado en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Telmo e IESE. Postgrado en Liderazgo ,Emprendimiento e Innovación por la Deusto Business School e ICADE Universidad de Comillas. Administrador de Fincas y Coach. Es Máster en Administración de Fincas y Dirección Inmobiliaria por el Instituto Europeo de Empresas, Técnico Superior en Gestión y Dirección Inmobiliaria por el INESEM, Máster en Coaching Ejecutivo y Empresarial por el Instituto Europeo de Empresas, Máster en Nuevas Iniciativas Empresariales en la Sociedad de la Información por la CEA.
"Distopía es una obra de arte que nos lleva desde el pasado hacia el futuro, desde la evolución hasta la singularidad tecnológica. En un mundo cambiante, y con cambios cada vez más acelerados, hay que ser proactivo para visualizar los grandes desafíos y oportunidades de los próximos años y décadas. Gracias a la naturaleza de los cambios exponenciales, es muy posible que vayamos a vivir más transformaciones tecnológicas en este siglo que en toda la historia desde el descubrimiento del fuego.De hecho, ya hemos pasado de prehumanos a humanos, ¿pasaremos ahora de humanos a transhumanos y posthumanos?”, afirma en su prólogo José Luis Cordeiro.
La obra de Josu Gómez Barrutia cuenta con el prólogo de José Luis Cordeiro y crítica de Jon Sistiaga.
El ensayo de Josu Gómez Barrutia plantea un escenario real donde las contradicciones de los discursos ideológicos sustentan a unas sociedades que son llevadas a sus límites más extremos. Y donde nos revela la necesidad de enfrentarnos al cambio climático, a la gestión de los procesos de zoonosis, la Cuarta Revolución Industrial y robotización, la gestión de las megalópolis, la superpoblación o el transhumanismo.
En el año 2006, Josu Gómez Barrutiafue seleccionado en el Programa de Jóvenes Líderes de la Fundación Jaime Vera. Profesor de relaciones internaiconales de la Universidad Europea Miguel de Cervantes y profesor colaborador de la Universidad Autónoma de Madrid, le ha sido otorgado Premio Innovación por la Roma Business School y premio liderazgo latino en New York en el año 2018.
”Josu Gómez Barrutia ha escrito un libro a fogonazos morales que nos pueden guiar en medio de tanto griterío”, esribe Jon Sisitiaga.
Josu Gómez Barrutia, futuro e inovación, ética y concienciación.
Distopía explora el mundo actual con el propósito de prevenir cómo la aplicación de ciertos métodos de conducción y liderazgo de la sociedad podrían derivar en sistemas sociales injustos y desiguales. Distopía busca alertarnos de los peligros potenciales que suponen los procesos sociales que se establecen y que sustentan a la sociedad actual.
Josu Gómez Barrutia es Doctor Honoris Causa por Cambridge Internacional en Emprendimiento y Desarrollo Local y Doctor Honoris Causa por la Organización Excelencia Educativa de las Américas. Consultor, Emprendedor, Experto en Liderazgo, Emprendimiento e Innovación, desarrolla su actividad en los ámbitos formativos, políticos y de la comunicación. Impulsor de la iniciativa España Horizonte 2030 para la transformación del país www.h2030.es que ha sido validada por la Universidad de Harvard a través de la escuela de gobierno JFK. Ha desarrollado proyectos vinculados al desarrollo local, empleo y emprendimiento para instituciones y gobiernos locales de toda tendencia política.
Jon Sistiaga asegura que “Distopía” es "una brújula ética para no perderse entre tanto visionario y futurólogo. Josu Gómez Barrutia es un ilustrado y un perspectivista, y necesitamos gente como él, que piense y mire más allá”.
Fundación Internacional de Derechos Humanos, cultura y sociedad.
En esta ocasión, la Fundación Internacional de Derechos Humanos organizará la presentación del ensayo “Distopía”, de Josu Gómez Barrutia, dentro de la Colección de Letras del Atlántico, dirigida por David Guijosa Aeberhard, y bajo el cuidado de Gloria María Suárez Cabrera. Y que cuyo prólogo ha sido escrito por José Luis Cordeiro, intelectual y miembro de la World Academy of Art and Science, y con crítica del prestigioso periodista Jon Sistiaga, Premio Ortega y Gasset.
La Editorial Grupo Tierra Trivium, a través de un convenido marco de colaboración, promovido por su directora Jimena Tierra y por la editora Albahaca Martín, han hecho posible este proyecto que busca ser la piedra angular de los Departamentos de Medioambiente y Desarrollo Sostenible de la Fundación Internacional de Derechos Humanos, por medio de sus Delegaciones, y que sirva como guía en sus actuaciones.
El acto tendrá lugar el jueves día 11 de marzo, a las 18:00 horas, tras realizar la reserva de asistencia en reunión privada por registro vía Zoom, https://www.eventbrite.es/e/entradas-presentacion-online-libro-ensayo-distopia-de-josu-gomez-barrutia-141589312445 .
En la presentación intervendrá el Sr. D. José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España, entre 2004 y 2011, y el prestigioso periodista y Premio Ortega y Gasset, Jon Sistiaga. La bienvenida inaugural estará a cargo de Guillermo de Jorge, Delegado Territorial de la Fundación Internacional de Derechos Humanos en las Islas Canarias.
ORGANIZA
Fundación Internacional de Derechos Humanos.
Delegación Territorial de la Fundación Internacional de Derechos Humanos en Canarias
Sr. D. Guillermo de Jorge
Delegado Territorial
Fundación Internacional de Derechos Humanos
Ataxia de Friedreich
Patricia Gutiérrez |
Hola me llamo Patricia, sufro Ataxia de Friedreich, una enfermedad genética neurodegenerativa muscular de las denominadas raras y desgraciadamente, a pesar de llevar muchos años con la enfermedad, no dispongo de tratamiento ni siquiera tratamiento paliativo.
Tengo una discapacidad muy severa. Estoy postrada en una silla de ruedas y dependo de una persona para prácticamente todo al carecer de coordinación.
Existen alrededor de tres millones de personas en España con alguna enfermedad rara,la mayoría genéticas; generalmente son de carácter crónico, degenerativas y sin posibilidad de cura.
Las terapias físicas que tenemos que realizar la mayoría: fisioterapia, terapia acuática, logopedia, etc., cuestan entre 500-700€ de media y gran parte de ellos NO los costea la Sanidad Pública. Además, la situación actual con el Covid ha interrumpido la atención de nuestras patologías. La sanidad podría ayudar más facilitando el tratamiento y cubriendo el costo que esta enfermedad ocasiona.
Desde el año 2010 la inversión en investigación ha bajado más de un 50%y desde un punto de vista objetivo no interesa porque al ser enfermedades raras somos invisibles para las farmacéuticas, no somos rentables, porque no van a ganar. Somos los olvidados de la investigación sanitaria.
Desde aquí pido al Gobierno y a las Administraciones Públicas que otorguen más fondos para investigar estas enfermedades. Todos aquellos que estéis interesados podéis colaborar con esta causa marcando la ”X” en la declaración de la renta (Fines Sociales). Seguro que todos conocéis a alguien con una enfermedad rara y sin investigación muchos no tenemos futuro ni calidad de vida.
Patricia Gutiérrez
Ataxia de Friedreich
Patricia Gutiérrez |
Hola me llamo Patricia, sufro Ataxia de Friedreich, una enfermedad genética neurodegenerativa muscular de las denominadas raras y desgraciadamente, a pesar de llevar muchos años con la enfermedad, no dispongo de tratamiento ni siquiera tratamiento paliativo.
Tengo una discapacidad muy severa. Estoy postrada en una silla de ruedas y dependo de una persona para prácticamente todo al carecer de coordinación.
Existen alrededor de tres millones de personas en España con alguna enfermedad rara,la mayoría genéticas; generalmente son de carácter crónico, degenerativas y sin posibilidad de cura.
Las terapias físicas que tenemos que realizar la mayoría: fisioterapia, terapia acuática, logopedia, etc., cuestan entre 500-700€ de media y gran parte de ellos NO los costea la Sanidad Pública. Además, la situación actual con el Covid ha interrumpido la atención de nuestras patologías. La sanidad podría ayudar más facilitando el tratamiento y cubriendo el costo que esta enfermedad ocasiona.
Desde el año 2010 la inversión en investigación ha bajado más de un 50%y desde un punto de vista objetivo no interesa porque al ser enfermedades raras somos invisibles para las farmacéuticas, no somos rentables, porque no van a ganar. Somos los olvidados de la investigación sanitaria.
Desde aquí pido al Gobierno y a las Administraciones Públicas que otorguen más fondos para investigar estas enfermedades. Todos aquellos que estéis interesados podéis colaborar con esta causa marcando la ”X” en la declaración de la renta (Fines Sociales). Seguro que todos conocéis a alguien con una enfermedad rara y sin investigación muchos no tenemos futuro ni calidad de vida.
Patricia Gutiérrez
Ataxia de Friedreich
Patricia Gutiérrez |
Hola me llamo Patricia, sufro Ataxia de Friedreich, una enfermedad genética neurodegenerativa muscular de las denominadas raras y desgraciadamente, a pesar de llevar muchos años con la enfermedad, no dispongo de tratamiento ni siquiera tratamiento paliativo.
Tengo una discapacidad muy severa. Estoy postrada en una silla de ruedas y dependo de una persona para prácticamente todo al carecer de coordinación.
Existen alrededor de tres millones de personas en España con alguna enfermedad rara,la mayoría genéticas; generalmente son de carácter crónico, degenerativas y sin posibilidad de cura.
Las terapias físicas que tenemos que realizar la mayoría: fisioterapia, terapia acuática, logopedia, etc., cuestan entre 500-700€ de media y gran parte de ellos NO los costea la Sanidad Pública. Además, la situación actual con el Covid ha interrumpido la atención de nuestras patologías. La sanidad podría ayudar más facilitando el tratamiento y cubriendo el costo que esta enfermedad ocasiona.
Desde el año 2010 la inversión en investigación ha bajado más de un 50%y desde un punto de vista objetivo no interesa porque al ser enfermedades raras somos invisibles para las farmacéuticas, no somos rentables, porque no van a ganar. Somos los olvidados de la investigación sanitaria.
Desde aquí pido al Gobierno y a las Administraciones Públicas que otorguen más fondos para investigar estas enfermedades. Todos aquellos que estéis interesados podéis colaborar con esta causa marcando la ”X” en la declaración de la renta (Fines Sociales). Seguro que todos conocéis a alguien con una enfermedad rara y sin investigación muchos no tenemos futuro ni calidad de vida.
Patricia Gutiérrez
Ataxia de Friedreich
Patricia Gutiérrez |
Hola me llamo Patricia, sufro Ataxia de Friedreich, una enfermedad genética neurodegenerativa muscular de las denominadas raras y desgraciadamente, a pesar de llevar muchos años con la enfermedad, no dispongo de tratamiento ni siquiera tratamiento paliativo.
Tengo una discapacidad muy severa. Estoy postrada en una silla de ruedas y dependo de una persona para prácticamente todo al carecer de coordinación.
Existen alrededor de tres millones de personas en España con alguna enfermedad rara,la mayoría genéticas; generalmente son de carácter crónico, degenerativas y sin posibilidad de cura.
Las terapias físicas que tenemos que realizar la mayoría: fisioterapia, terapia acuática, logopedia, etc., cuestan entre 500-700€ de media y gran parte de ellos NO los costea la Sanidad Pública. Además, la situación actual con el Covid ha interrumpido la atención de nuestras patologías. La sanidad podría ayudar más facilitando el tratamiento y cubriendo el costo que esta enfermedad ocasiona.
Desde el año 2010 la inversión en investigación ha bajado más de un 50%y desde un punto de vista objetivo no interesa porque al ser enfermedades raras somos invisibles para las farmacéuticas, no somos rentables, porque no van a ganar. Somos los olvidados de la investigación sanitaria.
Desde aquí pido al Gobierno y a las Administraciones Públicas que otorguen más fondos para investigar estas enfermedades. Todos aquellos que estéis interesados podéis colaborar con esta causa marcando la ”X” en la declaración de la renta (Fines Sociales). Seguro que todos conocéis a alguien con una enfermedad rara y sin investigación muchos no tenemos futuro ni calidad de vida.
Patricia Gutiérrez
Cencerrá
Cencerrá*
Andrès Molina Franco
Instituto de Estudios Almerienses.
El ruido de cacharros y latas se escucha en todo el pueblo de Macael. La noche ha caído pronto, la sierra está llena de nieve y el frio se cuela por las rendijas de la puerta bien cerrada. Es la segunda noche de cencerrá, el nuevo matrimonio de viudo y viuda no han compartido su buena nueva con los jóvenes del barrio y el sueño en sus primeras madrugadas de ajuar renovado será difícil de conciliar
Dentro de la casa, una bombilla apenas ilumina la cocina, un caldo de puchero y unas cuantas ramas secas en la chimenea dan un poco de calor. En la vitrina una botella de Soberano empolvada, dialoga con el transparente Chinchón, siempre pegajoso. Las copas son de la anterior unión, aquellas que nunca chocaron en un brindis y siempre estuvieron llenas de botones, alfileres y hebras de hilos de colores.
El viudo hombre curtido entre mármoles, de carácter adusto, de itinerario fijo… de la casa a la cantera y de la casa al cortijo del Marchal. Los bares para él no abren y solo su devoción por San Marcos trae el gasto de un hornazo de un solo huevo en todo el año. Su tacañería dejó a la cuadrilla de mozos indignada y el motivo del jolgorio justificado. Las escaleras de la Cruz de los Caídos, son el punto de reunión para la escandalosa comitiva, las sartenes tiznás, los peroles agujereaos, las latas de carne de membrillo y del Colacaollenas de piedras, la caracola de los barrenos y los pitos de la bocina del Comet,todo en armoniosa orquesta afinada por un cencerro.
La viuda, mujer joven de diez años menos, de luto riguroso por la enfermedad traicionera de la silicosis, sin hijos y con padres a los que cuidar, con vecina chismosa, casamentera y arrejuntaculos, que ha convencido y convenido, apañando el enlace de la pareja.
La empinada cuesta conduce a la morada del matrimonio, agasajado con tanto estruendo, unas linternas de petaca ayudan a ver el camino, la era corona el trecho donde la fiesta explota, una cornamenta de cabra y la quijá de un burro, son adornos y regalos, presentes enganchados en la reja de la ventana del dormitorio.
En el comedor del hogar conyugal el reloj de pared balancea el péndulo, la mujer lo mira intranquila, su acompañante en silencio, traquetea nervioso la pierna, mira la escopeta y los cartuchos de sal, solución inmadura para acallar con dos tiros al aire a la concurrida visita.
El colchón de lana y el somier de muelles destensados, la mesita de noche con la palmatoria de porcelana y el crucifijo en la pared, esperan al silencio que no llega.
Fuera se anima el jolgorio, el vino y el coñac mitigan el frio, las canciones y los aporreos en la puerta, ponen de manifiesto la pedida de un aguinaldo que las acalle y que esta noche no verán. Un saco de arpillera, maúlla, dos gatos han entrado en la trampa y la chimenea en el tejado de tierra launa será su salida; los animales asustados caen precipitados por el cañón ennegreció a las últimas ascuas, sus almohadillas de uñas afiladas apenas las rozan; los dos nuevos inquilinos con el pelo erizado y los ojos desencajados han rasgado la cortina de tela viendo el trasluz de una ventana como posible escapatoria al aire libre.
Las risas y el escándalo aumentan extramuros, el novio viudo, mufa, la novia viuda con la escoba en ristre apalea a los inocentes felinos camino del patio.
Las campanas de la madrugada retiran a los mozos a sus casas, el sereno no ha querido encontrarlos, no han conseguido ni un garbanzo torrao, ni un haba seca. Los instrumentos musicales no se han desafinado después de la velada y mañana volverán a la calle para intentar ablandar el bolsillo de los contrayentes.
Desde aquella última cencerrada, la vieja teniente de los dos oídos y que no escuchó las noches de bulla y ruido le pregunta al incauto viudo:
¿Te casaste Misindo? Siiiii… ¡Lástima de mujer!,¿Con quién hijo mío?... ¡Con Estefanía!... ¡Lástima de hombre!
La Cencerrá es una fiesta que se celebraba con motivo de un casamiento principalmente entre viudos o un viudo y una soltera, en la que los jóvenes del pueblo acudían a la puerta del domicilio de los contrayentes a recibir licores y viandas para celebrar el enlace. Si esto no se producía, durante varias noches se molestaba al nuevo matrimonio, con bromas y canciones obscenas.
Grupo de amigos entorno a El Chaspas, alguacil muy querido en el pueblo. Entre los jóvenes podemos ver en el centro de la imagen a Eduardo Cruz, escultor local de gran trayectoria artística.
Macael antigua.
Cencerrá
Cencerrá*
Andrès Molina Franco
Instituto de Estudios Almerienses.
El ruido de cacharros y latas se escucha en todo el pueblo de Macael. La noche ha caído pronto, la sierra está llena de nieve y el frio se cuela por las rendijas de la puerta bien cerrada. Es la segunda noche de cencerrá, el nuevo matrimonio de viudo y viuda no han compartido su buena nueva con los jóvenes del barrio y el sueño en sus primeras madrugadas de ajuar renovado será difícil de conciliar
Dentro de la casa, una bombilla apenas ilumina la cocina, un caldo de puchero y unas cuantas ramas secas en la chimenea dan un poco de calor. En la vitrina una botella de Soberano empolvada, dialoga con el transparente Chinchón, siempre pegajoso. Las copas son de la anterior unión, aquellas que nunca chocaron en un brindis y siempre estuvieron llenas de botones, alfileres y hebras de hilos de colores.
El viudo hombre curtido entre mármoles, de carácter adusto, de itinerario fijo… de la casa a la cantera y de la casa al cortijo del Marchal. Los bares para él no abren y solo su devoción por San Marcos trae el gasto de un hornazo de un solo huevo en todo el año. Su tacañería dejó a la cuadrilla de mozos indignada y el motivo del jolgorio justificado. Las escaleras de la Cruz de los Caídos, son el punto de reunión para la escandalosa comitiva, las sartenes tiznás, los peroles agujereaos, las latas de carne de membrillo y del Colacaollenas de piedras, la caracola de los barrenos y los pitos de la bocina del Comet,todo en armoniosa orquesta afinada por un cencerro.
La viuda, mujer joven de diez años menos, de luto riguroso por la enfermedad traicionera de la silicosis, sin hijos y con padres a los que cuidar, con vecina chismosa, casamentera y arrejuntaculos, que ha convencido y convenido, apañando el enlace de la pareja.
La empinada cuesta conduce a la morada del matrimonio, agasajado con tanto estruendo, unas linternas de petaca ayudan a ver el camino, la era corona el trecho donde la fiesta explota, una cornamenta de cabra y la quijá de un burro, son adornos y regalos, presentes enganchados en la reja de la ventana del dormitorio.
En el comedor del hogar conyugal el reloj de pared balancea el péndulo, la mujer lo mira intranquila, su acompañante en silencio, traquetea nervioso la pierna, mira la escopeta y los cartuchos de sal, solución inmadura para acallar con dos tiros al aire a la concurrida visita.
El colchón de lana y el somier de muelles destensados, la mesita de noche con la palmatoria de porcelana y el crucifijo en la pared, esperan al silencio que no llega.
Fuera se anima el jolgorio, el vino y el coñac mitigan el frio, las canciones y los aporreos en la puerta, ponen de manifiesto la pedida de un aguinaldo que las acalle y que esta noche no verán. Un saco de arpillera, maúlla, dos gatos han entrado en la trampa y la chimenea en el tejado de tierra launa será su salida; los animales asustados caen precipitados por el cañón ennegreció a las últimas ascuas, sus almohadillas de uñas afiladas apenas las rozan; los dos nuevos inquilinos con el pelo erizado y los ojos desencajados han rasgado la cortina de tela viendo el trasluz de una ventana como posible escapatoria al aire libre.
Las risas y el escándalo aumentan extramuros, el novio viudo, mufa, la novia viuda con la escoba en ristre apalea a los inocentes felinos camino del patio.
Las campanas de la madrugada retiran a los mozos a sus casas, el sereno no ha querido encontrarlos, no han conseguido ni un garbanzo torrao, ni un haba seca. Los instrumentos musicales no se han desafinado después de la velada y mañana volverán a la calle para intentar ablandar el bolsillo de los contrayentes.
Desde aquella última cencerrada, la vieja teniente de los dos oídos y que no escuchó las noches de bulla y ruido le pregunta al incauto viudo:
¿Te casaste Misindo? Siiiii… ¡Lástima de mujer!,¿Con quién hijo mío?... ¡Con Estefanía!... ¡Lástima de hombre!
La Cencerrá es una fiesta que se celebraba con motivo de un casamiento principalmente entre viudos o un viudo y una soltera, en la que los jóvenes del pueblo acudían a la puerta del domicilio de los contrayentes a recibir licores y viandas para celebrar el enlace. Si esto no se producía, durante varias noches se molestaba al nuevo matrimonio, con bromas y canciones obscenas.
Grupo de amigos entorno a El Chaspas, alguacil muy querido en el pueblo. Entre los jóvenes podemos ver en el centro de la imagen a Eduardo Cruz, escultor local de gran trayectoria artística.
Macael antigua.
Cencerrá
Cencerrá*
Andrès Molina Franco
Instituto de Estudios Almerienses.
El ruido de cacharros y latas se escucha en todo el pueblo de Macael. La noche ha caído pronto, la sierra está llena de nieve y el frio se cuela por las rendijas de la puerta bien cerrada. Es la segunda noche de cencerrá, el nuevo matrimonio de viudo y viuda no han compartido su buena nueva con los jóvenes del barrio y el sueño en sus primeras madrugadas de ajuar renovado será difícil de conciliar
Dentro de la casa, una bombilla apenas ilumina la cocina, un caldo de puchero y unas cuantas ramas secas en la chimenea dan un poco de calor. En la vitrina una botella de Soberano empolvada, dialoga con el transparente Chinchón, siempre pegajoso. Las copas son de la anterior unión, aquellas que nunca chocaron en un brindis y siempre estuvieron llenas de botones, alfileres y hebras de hilos de colores.
El viudo hombre curtido entre mármoles, de carácter adusto, de itinerario fijo… de la casa a la cantera y de la casa al cortijo del Marchal. Los bares para él no abren y solo su devoción por San Marcos trae el gasto de un hornazo de un solo huevo en todo el año. Su tacañería dejó a la cuadrilla de mozos indignada y el motivo del jolgorio justificado. Las escaleras de la Cruz de los Caídos, son el punto de reunión para la escandalosa comitiva, las sartenes tiznás, los peroles agujereaos, las latas de carne de membrillo y del Colacaollenas de piedras, la caracola de los barrenos y los pitos de la bocina del Comet,todo en armoniosa orquesta afinada por un cencerro.
La viuda, mujer joven de diez años menos, de luto riguroso por la enfermedad traicionera de la silicosis, sin hijos y con padres a los que cuidar, con vecina chismosa, casamentera y arrejuntaculos, que ha convencido y convenido, apañando el enlace de la pareja.
La empinada cuesta conduce a la morada del matrimonio, agasajado con tanto estruendo, unas linternas de petaca ayudan a ver el camino, la era corona el trecho donde la fiesta explota, una cornamenta de cabra y la quijá de un burro, son adornos y regalos, presentes enganchados en la reja de la ventana del dormitorio.
En el comedor del hogar conyugal el reloj de pared balancea el péndulo, la mujer lo mira intranquila, su acompañante en silencio, traquetea nervioso la pierna, mira la escopeta y los cartuchos de sal, solución inmadura para acallar con dos tiros al aire a la concurrida visita.
El colchón de lana y el somier de muelles destensados, la mesita de noche con la palmatoria de porcelana y el crucifijo en la pared, esperan al silencio que no llega.
Fuera se anima el jolgorio, el vino y el coñac mitigan el frio, las canciones y los aporreos en la puerta, ponen de manifiesto la pedida de un aguinaldo que las acalle y que esta noche no verán. Un saco de arpillera, maúlla, dos gatos han entrado en la trampa y la chimenea en el tejado de tierra launa será su salida; los animales asustados caen precipitados por el cañón ennegreció a las últimas ascuas, sus almohadillas de uñas afiladas apenas las rozan; los dos nuevos inquilinos con el pelo erizado y los ojos desencajados han rasgado la cortina de tela viendo el trasluz de una ventana como posible escapatoria al aire libre.
Las risas y el escándalo aumentan extramuros, el novio viudo, mufa, la novia viuda con la escoba en ristre apalea a los inocentes felinos camino del patio.
Las campanas de la madrugada retiran a los mozos a sus casas, el sereno no ha querido encontrarlos, no han conseguido ni un garbanzo torrao, ni un haba seca. Los instrumentos musicales no se han desafinado después de la velada y mañana volverán a la calle para intentar ablandar el bolsillo de los contrayentes.
Desde aquella última cencerrada, la vieja teniente de los dos oídos y que no escuchó las noches de bulla y ruido le pregunta al incauto viudo:
¿Te casaste Misindo? Siiiii… ¡Lástima de mujer!,¿Con quién hijo mío?... ¡Con Estefanía!... ¡Lástima de hombre!
La Cencerrá es una fiesta que se celebraba con motivo de un casamiento principalmente entre viudos o un viudo y una soltera, en la que los jóvenes del pueblo acudían a la puerta del domicilio de los contrayentes a recibir licores y viandas para celebrar el enlace. Si esto no se producía, durante varias noches se molestaba al nuevo matrimonio, con bromas y canciones obscenas.
Grupo de amigos entorno a El Chaspas, alguacil muy querido en el pueblo. Entre los jóvenes podemos ver en el centro de la imagen a Eduardo Cruz, escultor local de gran trayectoria artística.
Macael antigua.
Cencerrá
Cencerrá*
Andrès Molina Franco
Instituto de Estudios Almerienses.
El ruido de cacharros y latas se escucha en todo el pueblo de Macael. La noche ha caído pronto, la sierra está llena de nieve y el frio se cuela por las rendijas de la puerta bien cerrada. Es la segunda noche de cencerrá, el nuevo matrimonio de viudo y viuda no han compartido su buena nueva con los jóvenes del barrio y el sueño en sus primeras madrugadas de ajuar renovado será difícil de conciliar
Dentro de la casa, una bombilla apenas ilumina la cocina, un caldo de puchero y unas cuantas ramas secas en la chimenea dan un poco de calor. En la vitrina una botella de Soberano empolvada, dialoga con el transparente Chinchón, siempre pegajoso. Las copas son de la anterior unión, aquellas que nunca chocaron en un brindis y siempre estuvieron llenas de botones, alfileres y hebras de hilos de colores.
El viudo hombre curtido entre mármoles, de carácter adusto, de itinerario fijo… de la casa a la cantera y de la casa al cortijo del Marchal. Los bares para él no abren y solo su devoción por San Marcos trae el gasto de un hornazo de un solo huevo en todo el año. Su tacañería dejó a la cuadrilla de mozos indignada y el motivo del jolgorio justificado. Las escaleras de la Cruz de los Caídos, son el punto de reunión para la escandalosa comitiva, las sartenes tiznás, los peroles agujereaos, las latas de carne de membrillo y del Colacaollenas de piedras, la caracola de los barrenos y los pitos de la bocina del Comet,todo en armoniosa orquesta afinada por un cencerro.
La viuda, mujer joven de diez años menos, de luto riguroso por la enfermedad traicionera de la silicosis, sin hijos y con padres a los que cuidar, con vecina chismosa, casamentera y arrejuntaculos, que ha convencido y convenido, apañando el enlace de la pareja.
La empinada cuesta conduce a la morada del matrimonio, agasajado con tanto estruendo, unas linternas de petaca ayudan a ver el camino, la era corona el trecho donde la fiesta explota, una cornamenta de cabra y la quijá de un burro, son adornos y regalos, presentes enganchados en la reja de la ventana del dormitorio.
En el comedor del hogar conyugal el reloj de pared balancea el péndulo, la mujer lo mira intranquila, su acompañante en silencio, traquetea nervioso la pierna, mira la escopeta y los cartuchos de sal, solución inmadura para acallar con dos tiros al aire a la concurrida visita.
El colchón de lana y el somier de muelles destensados, la mesita de noche con la palmatoria de porcelana y el crucifijo en la pared, esperan al silencio que no llega.
Fuera se anima el jolgorio, el vino y el coñac mitigan el frio, las canciones y los aporreos en la puerta, ponen de manifiesto la pedida de un aguinaldo que las acalle y que esta noche no verán. Un saco de arpillera, maúlla, dos gatos han entrado en la trampa y la chimenea en el tejado de tierra launa será su salida; los animales asustados caen precipitados por el cañón ennegreció a las últimas ascuas, sus almohadillas de uñas afiladas apenas las rozan; los dos nuevos inquilinos con el pelo erizado y los ojos desencajados han rasgado la cortina de tela viendo el trasluz de una ventana como posible escapatoria al aire libre.
Las risas y el escándalo aumentan extramuros, el novio viudo, mufa, la novia viuda con la escoba en ristre apalea a los inocentes felinos camino del patio.
Las campanas de la madrugada retiran a los mozos a sus casas, el sereno no ha querido encontrarlos, no han conseguido ni un garbanzo torrao, ni un haba seca. Los instrumentos musicales no se han desafinado después de la velada y mañana volverán a la calle para intentar ablandar el bolsillo de los contrayentes.
Desde aquella última cencerrada, la vieja teniente de los dos oídos y que no escuchó las noches de bulla y ruido le pregunta al incauto viudo:
¿Te casaste Misindo? Siiiii… ¡Lástima de mujer!,¿Con quién hijo mío?... ¡Con Estefanía!... ¡Lástima de hombre!
La Cencerrá es una fiesta que se celebraba con motivo de un casamiento principalmente entre viudos o un viudo y una soltera, en la que los jóvenes del pueblo acudían a la puerta del domicilio de los contrayentes a recibir licores y viandas para celebrar el enlace. Si esto no se producía, durante varias noches se molestaba al nuevo matrimonio, con bromas y canciones obscenas.
Grupo de amigos entorno a El Chaspas, alguacil muy querido en el pueblo. Entre los jóvenes podemos ver en el centro de la imagen a Eduardo Cruz, escultor local de gran trayectoria artística.
Macael antigua.
La felicidad. Búscala.
Autor: Rysas. 01-09-2005 16:59
Ahora aquí sentada, de noche a la luz de las velas, con Frank Sinatra y sus Duets de fondo y al amparo de mi buen chocolate con almendras eso sí. ¡Hum qué bueno sabe! quiero decirte que estoy descubriéndome yo, y al mismo tiempo veo claro que ya todo tiene sentido. Hay que mirar hacia dentro sencillamente, pero es excesivamente duro a la vez. Y estoy descubriendo la felicidad. Sí, la felicidad; no la mía, sino descubriendo qué es, dónde está y sobretodo cómo conseguirla.