FEDERICO GARCÍA LORCA EN ALMERÍA. por JUAN JOSÉ CEBA

JUAN JOSÉ CEBA
JUAN JOSÉ CEBA



 
 FEDERICO GARCÍA LORCA
 EN ALMERÍA. 
 Algunos datos y fechas (tras años de investigación) 
FEDERICO GARCÍA LORCA
 FEDERICO GARCÍA LORCA EN ALMERÍA
Claves sobre la estancia de Federico en Almería: D. Antonio era un excelente maestro, preparaba a los alumnos para el examen de ingreso en su Academia, y era gran amigo de los padres del poeta. Es esencial la decisión de Doña Vicenta Lorca, madre de Federico   (que había sido compañera de     D. Antonio en Fuentevaqueros, como maestra de niñas) y no duda en poner a su hijo en manos del mejor pedagogo. Posiblemente hay una razón económica, D. Antonio tiene cuatro hijas, y necesita ayuda. Sus amigos de Fuentevaqueros (muy acomodados) contribuyen a su bienestar económico. No hay duda que, desde siempre, Lorca le tiene un gran cariño al maestro y a su familia. Influye también que en la casa de D. Antonio había otros niños granadinos, dos de ellos primos de Federico.

1895. Antonio Rodríguez Espinosa es destinado como maestro a la Escuela de Niños de Fuentevaqueros. Dña. Vicenta Lorca es la maestra de niñas. El profesor está en el pueblo de la vega granadina hasta el 10 de enero de 1901.

1897. Boda de D. Federico García y Dña. Vicenta Lorca (quien al casarse renuncia a su cargo de maestra).

1898. El 5 de junio, nace Federico. El nombre de su futuro maestro, Antonio Rodríguez Espinosa aparece en su partida de bautismo. *

1900-1901? Federico (muy pequeño) aparece en una foto con los niños de la Escuela de Fuentevaqueros y con su maestro.

Enero 1901-Marzo 1903. Rodríguez Espinosa maestro en la Escuela Graduada Aneja a la Normal de Maestros de Jaén.

1 abril de 1903. El maestro se hace cargo de la Escuela del Hospicio de Almería (situada en el edificio del Hospital Provincial). Antonio Rodríguez Espinosa había nacido en la localidad granadina de Gabia. Llega a Almería con 35 años. *

1904. Un posible error en la fecha de llegada. En las memorias escritas, hacia 1955, por el maestro Antonio Rodríguez Espinosa, tituladas “Cosas de Federico García Lorca”, dice: “Seis añillos contaba solamente el notable poeta Federico García Lorca cuando su padre, íntimo amigo mío, y uno de los hombres más ingeniosos y afortunados que he conocido, lo llevó a Almería, donde yo estaba de maestro de la escuela del hospicio, para que me hiciera cargo de su educación…” *

1905. Otra posible equivocación de Lorca: “A los siete años fui a Almería…” (Nota autobiográfica).

Curso 1906-1907. Posible llegada de Lorca a Almería, con ocho años. Ya había en casa de su maestro otros niños de la vega granadina: dos primos de Federico, Enrique García Palacios y Salvador García Picossi (hermano de Clotilde, novia real de “Doña Rosita la Soltera”) y Enrique Baena –buen matemático, que hacía cuentas de memoria, a quien Lorca admiraba. *

1906. “Año nuevo, vida nueva”. Artículo de Antonio Rodríguez Espinosa, con motivo de la visita a Almería de un amigo. *

6 de Enero 1907. Curso 1906-1907. El maestro Antonio Rodríguez Espinosa publica un artículo a la memoria de Chorro e Jumo, rey de los gitanos granadinos; que termina: “Nada: tenía razón el rey de los gitanos: porque al fin y a la postre, yo no sé si el hospicio se ha convertido en mi casa, o mi casa se ha convertido en hospicio”. Su casa llena de niños. Influencia del maestro en la solidaridad con los gitanos. *

¿1904? ¿1907? FOTO DE FEDERICO NIÑO EN ALMERÍA.
Está realizada, firmada, y con sus sellos, por el fotógrafo almeriense VICTORIANO LUCAS, que tenía su estudio fotográfico, su “Centro de Arte”, en Paseo del Príncipe, 43. (Dudamos que el retrato sea de 1904, como se ha dicho). *
30 de septiembre de 1907. El Radical. Llegada de don Federico García, en tren, desde Granada a Almería. Al día siguiente comienza el curso escolar 1907-1908. “Procedente de Granada ha llegado a esta capital, nuestro querido amigo y consecuente correligionario don Federico García. Su viaje se relaciona con asuntos de su interés particular”. *

Octubre de 1907. En El Radical. Trinidad Mercedes Rodríguez Pérez (hija del maestro) ha obtenido tres matrículas de honor en tercero de bachiller. (Será la esposa del diputado socialista por Almería, Gabriel Pradal). *
1 de octubre 1907. El Radical. La escuela del Hospicio de Almería, donde es maestro don Antonio “ocupa un local amplio, perfectamente ventilado y con luz sobrada”, el piso está bastante deteriorado, la asistencia a clase fluctúa entre 56 y 60 niños. “La gestión del profesor citado es digna de los mayores encomios”. *

22 de agosto de 1908. El Radical. El maestro Antonio Rodríguez Espinosa publica una poesía, titulada “En una pandereta”. Es muy posible que Federico esté en Almería. *

26 de agosto de 1908. Fiesta Escolar (con motivo de la feria de Almería). Asistieron “por la Escuela de Beneficencia D. Antonio Rodríguez Espinosa”. Pudo asistir Federico con los otros niños granadinos. *

28 de agosto de 1908. Federico presenta en el Instituto de Almería la solicitud para realizar el examen de ingreso. (Aportación de Pascual González Guzmán).

3 de septiembre de 1908. El Radical. “Se ha dictado una importante disposición sobre la edad para ingreso en los institutos, a fin de estudiar bachillerato” “…será menester haber cumplido los diez años para poder ser admitido”. *

5 de septiembre de 1908. El Radical. Se avisa que “El día 14 del presente mes a las ocho de la mañana, darán comienzo en el Instituto General y Técnico, los exámenes de ingreso para los estudios del Bachillerato”. *

21 de septiembre de 1908. Examen de Lorca, con un dictado de El Quijote, una cuenta de dividir y su prueba. Llama la atención la firma tan personal del niño. (González Guzmán).

*Entre los documentos, se hace constar que Federico García Lorca se presentó a las ocho de la mañana del 21 de septiembre de 1908, para realizar el examen de ingreso. (González Guzmán)

*Certificado de nacimiento de Federico. (González Guzmán)

*21 de septiembre de 1908. Aparece en El Radical la noticia del fallecimiento de Nicolás Salmerón en Pau (Francia). *

*22 de septiembre de 1908. Antonio Rodríguez Espinosa publica un artículo, en El Radical, dedicado a Nicolás Salmerón. *

2 Octubre de 1908. El Radical. “ESCUELA DEL HOSPICIO. Dirigida por D. Antonio Rodríguez Espinosa, ilustrado profesor a la moderna que ha desterrado de su clase los añejos procedimientos tan perjudiciales a la obra educadora”. *

20 de diciembre de 1908.
Padrón Municipal. En plaza Balmes 2, principal, vive el maestro Antonio Rodríguez Espinosa, con su familia (su esposa, doña Mercedes; y sus hijas, Carmen, Trinidad Mercedes, Ana y Angustias (esta última nacida en Fuentevaqueros y de la misma edad de Federico). Firmado por el maestro. ESTA ES LA PRIMERA CASA DONDE VIVE LORCA EN ALMERÍA. La placeta tenía un jardín y una gran verja de hierro, que se cerraba por la noche. “Por entonces nosotros vivíamos en plaza Balmes” le dice don Antonio, el maestro, a Claude Couffon, en 1954. Le insiste: “Federico vivió mucho tiempo con nosotros, en un comienzo en Plaza Balmes…” Hoy la plaza lleva el nombre del profesor granadino, y una placa en la fachada de la vivienda y un busto del poeta, recuerdan su estancia en aquella Casa de Educación, cuyo modelo lo toma Espinosa de la “Escuela Nueva”, prestigiosa corriente pedagógica. *

*LORCA ASISTE A LAS CLASES DEL COLEGIO DE JESÚS (fundado por Navarro Darax) en el antiguo edificio de Correos, en la plaza del Educador. Lorca aparece en una memoria de dicho Colegio, como alumno de preparatorio de ingreso. (Gabriel Núñez)

Navarro Darax y Rodríguez Espinosa son vocales de la Junta Local de Primera Enseñanza de Almería. (1909). Seguramente ambos educadores son amigos. *

La escultura del maestro con los dos niños –en la plaza del Educador- es un recuerdo a don Antonio Rodríguez Espinosa y a Federico (según recordaba Perceval en un artículo). *

*DON ANTONIO RODRÍGUEZ ESPINOSA le da clases a Lorca y a los niños granadinos en su Academia, situada en su misma vivienda; a la que asistirían, posiblemente, otros niños de Almería.

28 de diciembre de 1908. Galdós en Almería. El Radical publica su discurso. // Lorca, ya escritor, dice: “Por eso yo recuerdo con ternura a aquel hombre maravilloso, a aquel gran maestro del pueblo, don Benito Pérez Galdós, a quien yo vi de niño en los mítines…” *

6 de enero de 1909. La Independencia. “Proponer a la Junta Provincial, con el carácter de urgente, el traslado del maestro del Hospicio D. Antonio Rodríguez Espinosa, a la Escuela del Barrio Alto, vacante por jubilación de Don Ezequiel González López”. *

14 de enero de 1909. El Radical. “Acuerdo de la Junta local de primera enseñanza proponiendo sea trasladado a la escuela del Barrio Alto, el maestro D. Antonio Rodríguez Espinosa que desempeñaba la del Hospicio”. *

17 de enero de 1909. El Radical. Nuevo maestro. “Ayer tomó posesión de la escuela pública de niños del distrito del Barrio Alto de esta capital, el ilustrado maestro y querido amigo nuestro don Antonio Rodríguez Espinosa, que hasta el día anterior ha desempeñado su ministerio en la escuela del Hospicio. Felicitamos a los padres de familia del Barrio Alto, que cuentan con un profesor de tan relevantes méritos como los de nuestro correligionario Sr. Rodríguez Espinosa, que a su ilustración reúne la cualidad de laboriosidad y es seguro que pronto habrá de sentirse en el distrito los efectos de su obra educadora”. *

LA CASA-ESCUELA DEL BARRIO ALTO FUE LA SEGUNDA RESIDENCIA DE LORCA EN ALMERÍA, DONDE ESCRIBE SU PRIMER POEMA. Hasta allí llega, con la familia de su maestro, el 16 de Enero de 1909. Pero aquella vivienda no reúne las condiciones de habitabilidad que poseía la residencia anterior, y esta será una de las razones del regreso de Federico a Granada. La otra, una infección en la boca, a causa de un flemón, que le lleva a componer su primer poema. *

Federico, en 1929, en una nota autobiográfica redactada en Nueva York, lo cuenta así: “A los siete años fui a Almería, donde estuve en un colegio de escolapios (sic) y donde comencé el estudio de la música. Allí hice el examen de ingreso, y allí tuve una enfermedad en la boca y en la garganta que me impedía hablar y me puso a las puertas de la muerte. Sin embargo, pedí un espejo y me vi el rostro hinchado, y como no podía hablar, escribí mi primer poema humorístico, en el cual me comparaba con el gordo sultán de Marruecos Muley Hafid”.

*La composición del poema tuvo que ocurrir en La Casa-Escuela del Barrio Alto, en marzo o abril de 1909. * (De acuerdo con la indicación de Ian Gibson).

En 1928, en una entrevista a Ernesto Giménez Caballero: “¿Te desplazas pronto de tu pueblo? Federico contesta: -A un colegio de Almería, enseguidita. Pero me sorprende un tremendo flemón y mis padres creen en mi próxima muerte y me llevan al pueblo otra vez a cuidarme”.
Esta fuerte impresión parece aflorar en sus versos: “El niño estaba solo/ con la ciudad dormida en la garganta”. (Casida del herido por el agua). *

También, el profesor Antonio Rodríguez Espinosa, recuerda, en las declaraciones a Claude Couffon, en 1954: “Apenas llegaba las vacaciones partía a Fuentevaqueros o a Asquerosa (hoy Valderrubio). En el último año sus estudios se interrumpieron por un ataque de fiebre y un flemón que lo desfiguraba. Su padre vino a buscarlo”.

El maestro le dice a Couffon, en esta entrevista, que Federico era el más pequeño de los niños granadinos “y también el más turbulento, sobre todo los domingos, cuando íbamos a la campaña”. “Vivió mucho tiempo con nosotros, en un comienzo en plaza Balmes, después en la Escuela Nacional del Barrio Alto”, y añade la enorme casa de la calle Arráez (mal llamada de los marqueses de Cabra) en la que el futuro poeta no residió, pues ya estaba en Granada.

Aunque las doce páginas de memorias de Rodríguez Espinosa, en relación a Lorca, están inéditas en castellano, se conocen las anécdotas del niño granadino en Almería, en las diversas biografías publicadas.

23 de enero de 1909. El Radical. Foco de infección. “Lo es, según nos aseguran, la casa número 2, de la plazuela de Balmes, donde hace varias semanas, no pueden vivir sus inquilinos, por los malos olores que despide una cañería de las letrinas de dicha casa…” (En esa situación dejan la vivienda de plaza Balmes el maestro, su familia y los niños granadinos). *

12 de marzo de 1909. Conferencia de Rodríguez Espinosa, en la Escuela Graduada, sobre los terremotos. *

27 de abril de 1909. La Independencia. Paseos Escolares y visita a la “hermosa finca que en la carretera de Granada y en el sitio denominado Los Callejones posee don Gregorio Rodríguez Dionis”. Asisten los niños de la Escuela del Barrio Alto, Huércal y Viator. “El maestro del Barrio Alto, señor Rodríguez Espinosa, se dirigió a los niños”. No sabemos si Federico está aún en Almería, su regreso a Granada tuvo que ocurrir entre abril o mayo de 1909. *

19 de mayo de 1909. La Independencia. Junta local de enseñanza. El maestro Antonio Rodríguez Espinosa propone una excursión de escolares de Almería a Granada y de Granada a Almería. Y que los escolares de nuestra ciudad se comuniquen por medio de tarjetas postales “con otros escolares de Granada a fin de establecer corrientes de simpatía”. *

1909. Rodríguez Espinosa presenta una Memoria al Consejo de Instrucción Pública –calificada de sobresaliente- sobre “Excursiones. Su utilidad. Organización de estas excursiones”. (González Guzmán).

25 de mayo 1909. Traslado de matrícula de Federico García Lorca desde Almería a Granada. (González Guzmán).

Curso 1908-1909. Federico alumno libre. (Extracto del expediente académico de Lorca). *

1910. El maestro Antonio Rodríguez Espinosa en la Junta Local de Primera Enseñanza, en Almería. *

1911. Artículo de Antonio Rodríguez Espinosa: “Los maestros, cuya obra primordial estriba en modelar el corazón humano en los severos principios de lo bello, lo bueno y lo verdadero”. (Homenaje a Costa). *

1911. Antonio Rodríguez Espinosa, Vocal en la Asamblea de la Unión Republicana Almeriense. *

1911. Aparición de “Nueva Escuela”, revista de educación de Almería. Rodríguez Espinosa colabora con artículos en los dos primeros números. *
1912. Rodríguez Espinosa, Vicepresidente de la Asociación Popular de Enseñanza. Almería. *

2 de septiembre de 1913. La Crónica Meridional. Almería. El maestro Antonio Rodríguez Espinosa es destinado a Madrid, en virtud de Concurso de Traslado. *

1917. En el Hotel Hernán Cortés de Málaga y, durante una cena, con la familia del poeta, Lorca lee sus primeros poemas a su maestro Antonio Rodríguez Espinosa, quien describe la impresión que le produjo, en sus páginas de memorias: “unos cuantos versos originales suyos ¡muy bonitos! ¡muy bonitos! ¡Y tan bien leídos, como un verdadero artista! Yo me quedé asombrado ante la maravillosa imaginación de mi alumno, de las atrevidas y originales metáforas…” * (Memorias de A. Rodríguez Espinosa).

* La relación de Federico con Antonio Rodríguez Espinosa, fue permanente. Siempre le llamaba “mi maestro”. En las cartas que se conservan de Lorca, ya poeta, a su profesor, siempre firma como su discípulo. Le invitaba a sus obras de teatro. Cuando se estrenó “Yerma” en Madrid, tras la apoteósica ovación, al acabar la obra, Federico dijo unas palabras cariñosas de su maestro en Almería y pidió un aplauso para él. *

CARTAS DE LORCA A DON ANTONIO –fragmentos- (después de 1921)

“Salude a doña Mercedes, a la que deseo todo el alivio posible, a sus hijas, y usted reciba un abrazo cariñoso de su antiguo discípulo”.

“Reciba un abrazo de su siempre amigo y viejo discípulo”
“Necesito 100 pesetas y se las pido como siempre”

CARTAS DE VICENTA LORCA A SU HIJO FEDERICO –fragmentos-:

1920. ”Que te cuides y engordes que D. Antonio nos dice que estás más delgado”. 

1921. Enero. “Yo creía que estarías esperando ver a D. Antonio y su familia para darle a tu padre algunas noticias de ellos que tanto le agradan, lo mismo que a todos, pero nada: tú no has nacido más que para hacer lo que a ti te agrada y trepe el que trepe”.

1921. Mayo. “Después de tu carta hemos tenido otra de D. Antonio en la que nos dice que te había visto y que estás muy grueso y muy bien.No puedes figurarte lo que nos alegramos, no sólo de que tú estés bueno sino también de que tú seas cariñoso y fino con él siempre”.

1921. Junio. “Que no te vengas sin despedirte de D. Antonio”.
1926. Junio. “Por lo que tú más quieras, que no te vengas sin ver a Dª Mercedes y a D. Antonio. ¿Lo sabes?”.

1932. En el verano, el poeta termina “Bodas de Sangre” en la Huerta de San Vicente, en Granada. Hay una foto de esos días, donde aparece Antonio Rodríguez Espinosa sentado en la puerta, con la familia de Federico. *

1936. Julio. Don Antonio era una especie de administrador de Federico. Guardaba en su casa ejemplares de las obras del poeta. El creador le pedía dinero cuando lo necesitaba. Cuenta Rodríguez Espinosa, en sus memorias, cuando llegó Lorca a pedirle doscientas pesetas, para el viaje fatídico a Granada en 1936. *

1936. Septiembre. *El maestro publica un artículo desgarrador, en la prensa de Madrid, tras la muerte del poeta, titulado “Sobre el monstruoso asesinato de Federico García Lorca. ¡Qué infamia!”, escrito bajo una fuerte emoción: “Sabéis que habéis hecho, tigres carniceros, fusilando a Federico? Pues habéis perdido moralmente la batalla; la sangre generosa de la víctima os ahogará, porque cien generaciones maldecirán vuestro nombre…” (El Liberal, 11 de septiembre de 1936).

Cuando la familia de Federico quieren irse de España a Nueva York, le encargan a su abogado, el velezano Pérez Serrabona, que intente localizar a don Antonio Rodríguez Espinosa, que había sido firmante del recibo de la entrega de joyas y otros valores pertenecientes a Federico –en vida de este- al Banco de España, en Madrid. El maestro estaba con la familia de su yerno, Gabriel Pradal, exiliado en Francia.

(En 1998 publiqué “Sólo el misterio. Lorca y su maestro”, editado por la Consejería de Educación). He señalado las aportaciones personales con un asterisco * . Se agradece citar la procedencia

SOLES DE NOSTALGIA. MARÍA ÁNGELES LONARDI

SOLES DE NOSTALGIA
Manolo Sola


Sobre Soles de Nostalgia de
 María Ángeles Lonardi
por Manolo Sola, 
Bibliotecario de Purchena.





El pasado viernes 21 de junio se presentó en la Biblioteca de Purchena Soles de Nostalgia,último libro de María Ángeles Lonardi.
Como Bibliotecario de Purchena me correspondió ser el anfitrión de dicha presentación que comencé recordando a Pepe Criado, escritor, editor, impulsor de cultura y literatura, fallecido hace unos meses.
Pasé a continuación a presentar la larga y rica trayectoria literaria de la poeta argentina afincada en Almería desde 2002 y, a continuación, sobre Soles de Nostalgia declaré, bajo juramento literario, lo siguiente:

SOLES DE NOSTALGIA

MARÍA ÁNGELES LONARDI, en la presentación de SOLES DE NOSTALGIA

Roberto Bolaño en su monumental y gran novela 2666, escribe que sólo la poesía no está contaminada, sólo la poesía está fuera del negocio…
La poesía de Marías Ángeles está fuera del negocio, no se ha contaminado ni ha sido domada por las tendencias dominantes.
Soles de Nostalgia es un libro que gira en torno a la nostalgia. Obvio, ¿verdad? Ya en el título aparece esta palabra, por lo que soy poco original en este comienzo de mi comentario sobre el mismo. Sin embargo, mientras leemos los poemas que se suceden, encontramos que la autora nos habla de una nostalgia que, en ningún momento destila una mirada afligida, triste, sino todo lo contrario: entrevemos una mirada de afecto, alegría, gratitud por haber conocido a determinadas personas y poder haber hollado lugares que marcaron para siempre a María Ángeles y que ahora quedan en los Recuerdos(pág. 46).
La nostalgiade la autora lo es a la japonesa, ya que encontramos la utilización de un término de este idioma, Natsukashii, que utiliza para definir su propia concepción de la nostalgia, que se va desgranando entre los poemas del libro: nostalgia feliz, el instante en el que la memoria de repente te transporta a un bello recuerdo que te llena de dulzura.
Se nos presenta el poemario en tres partes: pasado, presente y futuro o, como María Ángeles prefiere llamarlas, De ayer, De Hoy y De Siempre. El tiempo es el eje vertebrador.
De ayer comienza con una declaración de intenciones: Desde donde soy… La sucesión palpitante de nostalgias, los lugares, ya sean físicos o mentales, que ampara a la poeta en las tormentas: la casa, el hogar, la morada, el lugar paraíso donde están sus raíces, donde se esconden sus ojos tristes al llorar y donde escribe y espera que la vida la sorprenda mientras, saciada de poesía, descubre el sentido de la vida.
A partir de esta primera nostalgiase desgranan los poemas de esta parte primera que nos hablan de su origen, de su Argentina y su Larroque natal que trajo con ella en su maleta viajera del corazón, junto a su casa paterna, las calles de tierra, las campanas de la iglesia, terruño silente, que aunque separados por el océano, se acercan a la poeta a través de los recuerdos.
Nos encontramos poemas dedicados a personas que quedaron atrás o amigas que aún siguen allí y ahora y también en sus recuerdos de infancia dulce, con olor a yerma mate húmeda, cuando fueron reinas y princesa, maestras, “mujeres maravillas”, dueñas de todas las equinas, de “El Campito” y la gran plaza de su querido Larroque.
SOLES DE NOSTALGIA
SOLES DE NOSTALGIA DE MARÍA ÁNGELES LONARDI
Si el libro comienza con una declaración de intenciones, esta primera parte termina con un poema en el que declara orgullosa y feliz que no se equivocó cuando decidió Volver a empezar (pág. 45) y que no cambiaría nada, ni la partida, ni la llegada. Dejó todo en aquel rincón y no se equivocó; dejó de creer en regresos estériles, perdió la confianza en quienes mienten (y siguen mintiendo).
De hoy comienzacon el poema Nostalgia, sentimiento que aquí ya no es de lugares o de personas que quedaron atrás, en el recuerdo, sino de esa que come de tus silencios y que anuda tu garganta, la que provoca suspiros, bocanadas de asombros y te deja desarmada: la única nostalgia imperecedera es la de tu voz.
A estas alturas del libro entendemos que Soles de Nostalgia es un libro escrito desde el corazón, más aún cuando llegamos a Las manos de su padre, Genaro, (pág. 58), de quién heredó el amor a la tierra, los libros, a leer y a escribir…; o cuando nos escribe sobre las estrellas, sus hermanas: no importa la distancia cuando de amor fraternal se trata; o cuando nos habla de su madre y de todas las madres (Amor de madre, pág. 67): ¿Qué no haría una madre por sus hijos? ¿De dónde les viene esa fuerza inquebrantable? Junto a una madre está el paraíso. Todos lo entendemos y nos emocionamos.
En esta parte segunda quiere también María Ángeles hablarnos de la nostalgia de… O mejor os dejo un verso del poema para que lo adivinéis: Dejaré la manta en la playa y escribiré libertad en la arena para volver a vivir. Sí, la de los Refugiados, cuando el barco se acerca a la orilla y trepa por los tobillos.
Esta segunda parte finaliza con un canto al poder de la poesía, de esperanza en que la poesía no muera porque la poesía nos salva, la poesía nos hace libres.
De siempre, la última parte, se rinde al influjo de las estaciones. El otoño, su preferida, la más nostálgica de las estaciones, es la primera que leemos. En estos poemas estacionales, los sentimientos y el estado de ánimo de la poeta están muy vinculados a la naturaleza y al devenir cíclico de una estación que va a encontrarse con la siguiente.
Las estaciones dejan paso a los lugares, las ciudades, la nostalgia feliz de esas ciudades y pueblos una y otra vez visitados por la poeta ya sea en viajes físicos o en viajes de la memoria: París(pág. 81), a la que hay que volver siempre aunque sea en sueños; Nueva York(págs. 82-83), en dos poemas en los que, por un lado, nos deja una estampa de ciudad gris y por otra se evoca a Walt Whitman y Federico García Lorca; Roma(págs. 84-85), ciudad a la que nadie puede someter, ciudad eterna. El mundo gira pero Roma siempre está ahí atrayéndonos a pesar de su visible deterioro; Roma a la que hay volver para pasear sus calles o en el recuerdo de un vino y unos tagliatelle; Verona (pág. 86) es la ciudad sorpresa para la poeta. Nos cuenta que no sabía que iba a enamorarse tanto de esa ciudad al recorrer sus calles. Encontramos en este poema la emoción de su padre al llegar a la aldea próxima a Verona, Prun, en cuya iglesia fue bautizado el abuelo, el nono. La vuelta al lugar de origen de la familia es uno de los momentos más emotivos, especialmente, cuando se cumple el sueño compartido entre el padre y la poeta desde la infancia.
Pasamos entonces a la nostalgia por Buenos Aires (pág. 89) donde se dan cita el incierto ayer, el absurdo hoy y el venturoso mañana; donde el bandoneón hace derramar lágrimas melancólicas de la escritora a quien se le acumula la nostalgia mientras escribe una carta de amor a esta ciudad sentada en un viejo café.
Sigue Mari Ángeles hacia el territorio de nostalgias, con alguna que otra geografía de recuerdos, que ella llama País(pág. 91), ese territorio que cuando te vas y lo dejas atrás, te sostiene; cuando lo habitas, te determina y significa y cuando lo piensas, crece y lo idealizas. Otro poema que denota la nostalgia por el ayer y que vivirá para siempre es Pueblo(pág. 92), su Larroque natal, su pueblo que tenía y tiene para siempre su corazón robado, cautivo.Continúa el libro con otros poemas dedicados a la naturaleza de sus orígenes, al río Paraná, al Uruguay a su provincia de Entre Ríos. Finaliza esta tercera y última parte volviendo sobre el inevitable paso del tiempo: ¿Cuántas veces deseamos volver el tiempo atrás?
Al terminar de leer Soles de Nostalgia tengo muy clara la influencia de Mario Benedetti en el mismo quien quiso siempre que su poesía fuese acogida y entendida por cualquier lector. María Ángeles hace suyos los principios del Manifiesto sobre la Poesía Útilde Ángel Guinda: una poesía sencilla, clara, rotunda, directa, honda, intensa y grave, cargada de intención. Que atraviese la inteligencia, queme en los ojos y en los oídos, estrangule el corazón, produzca escalofrío en el conocimiento y fustigue la conciencia agitándola, haciéndola reaccionar, moviéndola a la reflexión y a la acción. Pues eso.
Acabo este comentario apropiándome de algunos versos de La sabiduría de la rosa -poema que recuerda al aforismo de Gertrude Stein-: la rosa sabe que es rosa / y lo será hasta el último día. Igual que los poetas como “La Lonardi”, que saben que lo son y nosotros, los lectores, sabemos que lo son y lo serán hasta su último día.
Manolo Sola: Bibliotecario y Técnico de Juventud en Biblioteca y Centro de Información Juvenil de Purchena, Almeria. Estudió en la Universidad de Granada.

SOLES DE NOSTALGIA. MARÍA ÁNGELES LONARDI

SOLES DE NOSTALGIA
Manolo Sola


Sobre Soles de Nostalgia de
 María Ángeles Lonardi
por Manolo Sola, 
Bibliotecario de Purchena.





El pasado viernes 21 de junio se presentó en la Biblioteca de Purchena Soles de Nostalgia,último libro de María Ángeles Lonardi.
Como Bibliotecario de Purchena me correspondió ser el anfitrión de dicha presentación que comencé recordando a Pepe Criado, escritor, editor, impulsor de cultura y literatura, fallecido hace unos meses.
Pasé a continuación a presentar la larga y rica trayectoria literaria de la poeta argentina afincada en Almería desde 2002 y, a continuación, sobre Soles de Nostalgia declaré, bajo juramento literario, lo siguiente:

SOLES DE NOSTALGIA

MARÍA ÁNGELES LONARDI, en la presentación de SOLES DE NOSTALGIA

Roberto Bolaño en su monumental y gran novela 2666, escribe que sólo la poesía no está contaminada, sólo la poesía está fuera del negocio…
La poesía de Marías Ángeles está fuera del negocio, no se ha contaminado ni ha sido domada por las tendencias dominantes.
Soles de Nostalgia es un libro que gira en torno a la nostalgia. Obvio, ¿verdad? Ya en el título aparece esta palabra, por lo que soy poco original en este comienzo de mi comentario sobre el mismo. Sin embargo, mientras leemos los poemas que se suceden, encontramos que la autora nos habla de una nostalgia que, en ningún momento destila una mirada afligida, triste, sino todo lo contrario: entrevemos una mirada de afecto, alegría, gratitud por haber conocido a determinadas personas y poder haber hollado lugares que marcaron para siempre a María Ángeles y que ahora quedan en los Recuerdos(pág. 46).
La nostalgiade la autora lo es a la japonesa, ya que encontramos la utilización de un término de este idioma, Natsukashii, que utiliza para definir su propia concepción de la nostalgia, que se va desgranando entre los poemas del libro: nostalgia feliz, el instante en el que la memoria de repente te transporta a un bello recuerdo que te llena de dulzura.
Se nos presenta el poemario en tres partes: pasado, presente y futuro o, como María Ángeles prefiere llamarlas, De ayer, De Hoy y De Siempre. El tiempo es el eje vertebrador.
De ayer comienza con una declaración de intenciones: Desde donde soy… La sucesión palpitante de nostalgias, los lugares, ya sean físicos o mentales, que ampara a la poeta en las tormentas: la casa, el hogar, la morada, el lugar paraíso donde están sus raíces, donde se esconden sus ojos tristes al llorar y donde escribe y espera que la vida la sorprenda mientras, saciada de poesía, descubre el sentido de la vida.
A partir de esta primera nostalgiase desgranan los poemas de esta parte primera que nos hablan de su origen, de su Argentina y su Larroque natal que trajo con ella en su maleta viajera del corazón, junto a su casa paterna, las calles de tierra, las campanas de la iglesia, terruño silente, que aunque separados por el océano, se acercan a la poeta a través de los recuerdos.
Nos encontramos poemas dedicados a personas que quedaron atrás o amigas que aún siguen allí y ahora y también en sus recuerdos de infancia dulce, con olor a yerma mate húmeda, cuando fueron reinas y princesa, maestras, “mujeres maravillas”, dueñas de todas las equinas, de “El Campito” y la gran plaza de su querido Larroque.
SOLES DE NOSTALGIA
SOLES DE NOSTALGIA DE MARÍA ÁNGELES LONARDI
Si el libro comienza con una declaración de intenciones, esta primera parte termina con un poema en el que declara orgullosa y feliz que no se equivocó cuando decidió Volver a empezar (pág. 45) y que no cambiaría nada, ni la partida, ni la llegada. Dejó todo en aquel rincón y no se equivocó; dejó de creer en regresos estériles, perdió la confianza en quienes mienten (y siguen mintiendo).
De hoy comienzacon el poema Nostalgia, sentimiento que aquí ya no es de lugares o de personas que quedaron atrás, en el recuerdo, sino de esa que come de tus silencios y que anuda tu garganta, la que provoca suspiros, bocanadas de asombros y te deja desarmada: la única nostalgia imperecedera es la de tu voz.
A estas alturas del libro entendemos que Soles de Nostalgia es un libro escrito desde el corazón, más aún cuando llegamos a Las manos de su padre, Genaro, (pág. 58), de quién heredó el amor a la tierra, los libros, a leer y a escribir…; o cuando nos escribe sobre las estrellas, sus hermanas: no importa la distancia cuando de amor fraternal se trata; o cuando nos habla de su madre y de todas las madres (Amor de madre, pág. 67): ¿Qué no haría una madre por sus hijos? ¿De dónde les viene esa fuerza inquebrantable? Junto a una madre está el paraíso. Todos lo entendemos y nos emocionamos.
En esta parte segunda quiere también María Ángeles hablarnos de la nostalgia de… O mejor os dejo un verso del poema para que lo adivinéis: Dejaré la manta en la playa y escribiré libertad en la arena para volver a vivir. Sí, la de los Refugiados, cuando el barco se acerca a la orilla y trepa por los tobillos.
Esta segunda parte finaliza con un canto al poder de la poesía, de esperanza en que la poesía no muera porque la poesía nos salva, la poesía nos hace libres.
De siempre, la última parte, se rinde al influjo de las estaciones. El otoño, su preferida, la más nostálgica de las estaciones, es la primera que leemos. En estos poemas estacionales, los sentimientos y el estado de ánimo de la poeta están muy vinculados a la naturaleza y al devenir cíclico de una estación que va a encontrarse con la siguiente.
Las estaciones dejan paso a los lugares, las ciudades, la nostalgia feliz de esas ciudades y pueblos una y otra vez visitados por la poeta ya sea en viajes físicos o en viajes de la memoria: París(pág. 81), a la que hay que volver siempre aunque sea en sueños; Nueva York(págs. 82-83), en dos poemas en los que, por un lado, nos deja una estampa de ciudad gris y por otra se evoca a Walt Whitman y Federico García Lorca; Roma(págs. 84-85), ciudad a la que nadie puede someter, ciudad eterna. El mundo gira pero Roma siempre está ahí atrayéndonos a pesar de su visible deterioro; Roma a la que hay volver para pasear sus calles o en el recuerdo de un vino y unos tagliatelle; Verona (pág. 86) es la ciudad sorpresa para la poeta. Nos cuenta que no sabía que iba a enamorarse tanto de esa ciudad al recorrer sus calles. Encontramos en este poema la emoción de su padre al llegar a la aldea próxima a Verona, Prun, en cuya iglesia fue bautizado el abuelo, el nono. La vuelta al lugar de origen de la familia es uno de los momentos más emotivos, especialmente, cuando se cumple el sueño compartido entre el padre y la poeta desde la infancia.
Pasamos entonces a la nostalgia por Buenos Aires (pág. 89) donde se dan cita el incierto ayer, el absurdo hoy y el venturoso mañana; donde el bandoneón hace derramar lágrimas melancólicas de la escritora a quien se le acumula la nostalgia mientras escribe una carta de amor a esta ciudad sentada en un viejo café.
Sigue Mari Ángeles hacia el territorio de nostalgias, con alguna que otra geografía de recuerdos, que ella llama País(pág. 91), ese territorio que cuando te vas y lo dejas atrás, te sostiene; cuando lo habitas, te determina y significa y cuando lo piensas, crece y lo idealizas. Otro poema que denota la nostalgia por el ayer y que vivirá para siempre es Pueblo(pág. 92), su Larroque natal, su pueblo que tenía y tiene para siempre su corazón robado, cautivo.Continúa el libro con otros poemas dedicados a la naturaleza de sus orígenes, al río Paraná, al Uruguay a su provincia de Entre Ríos. Finaliza esta tercera y última parte volviendo sobre el inevitable paso del tiempo: ¿Cuántas veces deseamos volver el tiempo atrás?
Al terminar de leer Soles de Nostalgia tengo muy clara la influencia de Mario Benedetti en el mismo quien quiso siempre que su poesía fuese acogida y entendida por cualquier lector. María Ángeles hace suyos los principios del Manifiesto sobre la Poesía Útilde Ángel Guinda: una poesía sencilla, clara, rotunda, directa, honda, intensa y grave, cargada de intención. Que atraviese la inteligencia, queme en los ojos y en los oídos, estrangule el corazón, produzca escalofrío en el conocimiento y fustigue la conciencia agitándola, haciéndola reaccionar, moviéndola a la reflexión y a la acción. Pues eso.
Acabo este comentario apropiándome de algunos versos de La sabiduría de la rosa -poema que recuerda al aforismo de Gertrude Stein-: la rosa sabe que es rosa / y lo será hasta el último día. Igual que los poetas como “La Lonardi”, que saben que lo son y nosotros, los lectores, sabemos que lo son y lo serán hasta su último día.
Manolo Sola: Bibliotecario y Técnico de Juventud en Biblioteca y Centro de Información Juvenil de Purchena, Almeria. Estudió en la Universidad de Granada.

SOLES DE NOSTALGIA. MARÍA ÁNGELES LONARDI

SOLES DE NOSTALGIA
Manolo Sola


Sobre Soles de Nostalgia de
 María Ángeles Lonardi
por Manolo Sola, 
Bibliotecario de Purchena.





El pasado viernes 21 de junio se presentó en la Biblioteca de Purchena Soles de Nostalgia,último libro de María Ángeles Lonardi.
Como Bibliotecario de Purchena me correspondió ser el anfitrión de dicha presentación que comencé recordando a Pepe Criado, escritor, editor, impulsor de cultura y literatura, fallecido hace unos meses.
Pasé a continuación a presentar la larga y rica trayectoria literaria de la poeta argentina afincada en Almería desde 2002 y, a continuación, sobre Soles de Nostalgia declaré, bajo juramento literario, lo siguiente:

SOLES DE NOSTALGIA

MARÍA ÁNGELES LONARDI, en la presentación de SOLES DE NOSTALGIA

Roberto Bolaño en su monumental y gran novela 2666, escribe que sólo la poesía no está contaminada, sólo la poesía está fuera del negocio…
La poesía de Marías Ángeles está fuera del negocio, no se ha contaminado ni ha sido domada por las tendencias dominantes.
Soles de Nostalgia es un libro que gira en torno a la nostalgia. Obvio, ¿verdad? Ya en el título aparece esta palabra, por lo que soy poco original en este comienzo de mi comentario sobre el mismo. Sin embargo, mientras leemos los poemas que se suceden, encontramos que la autora nos habla de una nostalgia que, en ningún momento destila una mirada afligida, triste, sino todo lo contrario: entrevemos una mirada de afecto, alegría, gratitud por haber conocido a determinadas personas y poder haber hollado lugares que marcaron para siempre a María Ángeles y que ahora quedan en los Recuerdos(pág. 46).
La nostalgiade la autora lo es a la japonesa, ya que encontramos la utilización de un término de este idioma, Natsukashii, que utiliza para definir su propia concepción de la nostalgia, que se va desgranando entre los poemas del libro: nostalgia feliz, el instante en el que la memoria de repente te transporta a un bello recuerdo que te llena de dulzura.
Se nos presenta el poemario en tres partes: pasado, presente y futuro o, como María Ángeles prefiere llamarlas, De ayer, De Hoy y De Siempre. El tiempo es el eje vertebrador.
De ayer comienza con una declaración de intenciones: Desde donde soy… La sucesión palpitante de nostalgias, los lugares, ya sean físicos o mentales, que ampara a la poeta en las tormentas: la casa, el hogar, la morada, el lugar paraíso donde están sus raíces, donde se esconden sus ojos tristes al llorar y donde escribe y espera que la vida la sorprenda mientras, saciada de poesía, descubre el sentido de la vida.
A partir de esta primera nostalgiase desgranan los poemas de esta parte primera que nos hablan de su origen, de su Argentina y su Larroque natal que trajo con ella en su maleta viajera del corazón, junto a su casa paterna, las calles de tierra, las campanas de la iglesia, terruño silente, que aunque separados por el océano, se acercan a la poeta a través de los recuerdos.
Nos encontramos poemas dedicados a personas que quedaron atrás o amigas que aún siguen allí y ahora y también en sus recuerdos de infancia dulce, con olor a yerma mate húmeda, cuando fueron reinas y princesa, maestras, “mujeres maravillas”, dueñas de todas las equinas, de “El Campito” y la gran plaza de su querido Larroque.
SOLES DE NOSTALGIA
SOLES DE NOSTALGIA DE MARÍA ÁNGELES LONARDI
Si el libro comienza con una declaración de intenciones, esta primera parte termina con un poema en el que declara orgullosa y feliz que no se equivocó cuando decidió Volver a empezar (pág. 45) y que no cambiaría nada, ni la partida, ni la llegada. Dejó todo en aquel rincón y no se equivocó; dejó de creer en regresos estériles, perdió la confianza en quienes mienten (y siguen mintiendo).
De hoy comienzacon el poema Nostalgia, sentimiento que aquí ya no es de lugares o de personas que quedaron atrás, en el recuerdo, sino de esa que come de tus silencios y que anuda tu garganta, la que provoca suspiros, bocanadas de asombros y te deja desarmada: la única nostalgia imperecedera es la de tu voz.
A estas alturas del libro entendemos que Soles de Nostalgia es un libro escrito desde el corazón, más aún cuando llegamos a Las manos de su padre, Genaro, (pág. 58), de quién heredó el amor a la tierra, los libros, a leer y a escribir…; o cuando nos escribe sobre las estrellas, sus hermanas: no importa la distancia cuando de amor fraternal se trata; o cuando nos habla de su madre y de todas las madres (Amor de madre, pág. 67): ¿Qué no haría una madre por sus hijos? ¿De dónde les viene esa fuerza inquebrantable? Junto a una madre está el paraíso. Todos lo entendemos y nos emocionamos.
En esta parte segunda quiere también María Ángeles hablarnos de la nostalgia de… O mejor os dejo un verso del poema para que lo adivinéis: Dejaré la manta en la playa y escribiré libertad en la arena para volver a vivir. Sí, la de los Refugiados, cuando el barco se acerca a la orilla y trepa por los tobillos.
Esta segunda parte finaliza con un canto al poder de la poesía, de esperanza en que la poesía no muera porque la poesía nos salva, la poesía nos hace libres.
De siempre, la última parte, se rinde al influjo de las estaciones. El otoño, su preferida, la más nostálgica de las estaciones, es la primera que leemos. En estos poemas estacionales, los sentimientos y el estado de ánimo de la poeta están muy vinculados a la naturaleza y al devenir cíclico de una estación que va a encontrarse con la siguiente.
Las estaciones dejan paso a los lugares, las ciudades, la nostalgia feliz de esas ciudades y pueblos una y otra vez visitados por la poeta ya sea en viajes físicos o en viajes de la memoria: París(pág. 81), a la que hay que volver siempre aunque sea en sueños; Nueva York(págs. 82-83), en dos poemas en los que, por un lado, nos deja una estampa de ciudad gris y por otra se evoca a Walt Whitman y Federico García Lorca; Roma(págs. 84-85), ciudad a la que nadie puede someter, ciudad eterna. El mundo gira pero Roma siempre está ahí atrayéndonos a pesar de su visible deterioro; Roma a la que hay volver para pasear sus calles o en el recuerdo de un vino y unos tagliatelle; Verona (pág. 86) es la ciudad sorpresa para la poeta. Nos cuenta que no sabía que iba a enamorarse tanto de esa ciudad al recorrer sus calles. Encontramos en este poema la emoción de su padre al llegar a la aldea próxima a Verona, Prun, en cuya iglesia fue bautizado el abuelo, el nono. La vuelta al lugar de origen de la familia es uno de los momentos más emotivos, especialmente, cuando se cumple el sueño compartido entre el padre y la poeta desde la infancia.
Pasamos entonces a la nostalgia por Buenos Aires (pág. 89) donde se dan cita el incierto ayer, el absurdo hoy y el venturoso mañana; donde el bandoneón hace derramar lágrimas melancólicas de la escritora a quien se le acumula la nostalgia mientras escribe una carta de amor a esta ciudad sentada en un viejo café.
Sigue Mari Ángeles hacia el territorio de nostalgias, con alguna que otra geografía de recuerdos, que ella llama País(pág. 91), ese territorio que cuando te vas y lo dejas atrás, te sostiene; cuando lo habitas, te determina y significa y cuando lo piensas, crece y lo idealizas. Otro poema que denota la nostalgia por el ayer y que vivirá para siempre es Pueblo(pág. 92), su Larroque natal, su pueblo que tenía y tiene para siempre su corazón robado, cautivo.Continúa el libro con otros poemas dedicados a la naturaleza de sus orígenes, al río Paraná, al Uruguay a su provincia de Entre Ríos. Finaliza esta tercera y última parte volviendo sobre el inevitable paso del tiempo: ¿Cuántas veces deseamos volver el tiempo atrás?
Al terminar de leer Soles de Nostalgia tengo muy clara la influencia de Mario Benedetti en el mismo quien quiso siempre que su poesía fuese acogida y entendida por cualquier lector. María Ángeles hace suyos los principios del Manifiesto sobre la Poesía Útilde Ángel Guinda: una poesía sencilla, clara, rotunda, directa, honda, intensa y grave, cargada de intención. Que atraviese la inteligencia, queme en los ojos y en los oídos, estrangule el corazón, produzca escalofrío en el conocimiento y fustigue la conciencia agitándola, haciéndola reaccionar, moviéndola a la reflexión y a la acción. Pues eso.
Acabo este comentario apropiándome de algunos versos de La sabiduría de la rosa -poema que recuerda al aforismo de Gertrude Stein-: la rosa sabe que es rosa / y lo será hasta el último día. Igual que los poetas como “La Lonardi”, que saben que lo son y nosotros, los lectores, sabemos que lo son y lo serán hasta su último día.
Manolo Sola: Bibliotecario y Técnico de Juventud en Biblioteca y Centro de Información Juvenil de Purchena, Almeria. Estudió en la Universidad de Granada.

SOLES DE NOSTALGIA. MARÍA ÁNGELES LONARDI

SOLES DE NOSTALGIA
Manolo Sola


Sobre Soles de Nostalgia de
 María Ángeles Lonardi
por Manolo Sola, 
Bibliotecario de Purchena.





El pasado viernes 21 de junio se presentó en la Biblioteca de Purchena Soles de Nostalgia,último libro de María Ángeles Lonardi.
Como Bibliotecario de Purchena me correspondió ser el anfitrión de dicha presentación que comencé recordando a Pepe Criado, escritor, editor, impulsor de cultura y literatura, fallecido hace unos meses.
Pasé a continuación a presentar la larga y rica trayectoria literaria de la poeta argentina afincada en Almería desde 2002 y, a continuación, sobre Soles de Nostalgia declaré, bajo juramento literario, lo siguiente:

SOLES DE NOSTALGIA

MARÍA ÁNGELES LONARDI, en la presentación de SOLES DE NOSTALGIA

Roberto Bolaño en su monumental y gran novela 2666, escribe que sólo la poesía no está contaminada, sólo la poesía está fuera del negocio…
La poesía de Marías Ángeles está fuera del negocio, no se ha contaminado ni ha sido domada por las tendencias dominantes.
Soles de Nostalgia es un libro que gira en torno a la nostalgia. Obvio, ¿verdad? Ya en el título aparece esta palabra, por lo que soy poco original en este comienzo de mi comentario sobre el mismo. Sin embargo, mientras leemos los poemas que se suceden, encontramos que la autora nos habla de una nostalgia que, en ningún momento destila una mirada afligida, triste, sino todo lo contrario: entrevemos una mirada de afecto, alegría, gratitud por haber conocido a determinadas personas y poder haber hollado lugares que marcaron para siempre a María Ángeles y que ahora quedan en los Recuerdos(pág. 46).
La nostalgiade la autora lo es a la japonesa, ya que encontramos la utilización de un término de este idioma, Natsukashii, que utiliza para definir su propia concepción de la nostalgia, que se va desgranando entre los poemas del libro: nostalgia feliz, el instante en el que la memoria de repente te transporta a un bello recuerdo que te llena de dulzura.
Se nos presenta el poemario en tres partes: pasado, presente y futuro o, como María Ángeles prefiere llamarlas, De ayer, De Hoy y De Siempre. El tiempo es el eje vertebrador.
De ayer comienza con una declaración de intenciones: Desde donde soy… La sucesión palpitante de nostalgias, los lugares, ya sean físicos o mentales, que ampara a la poeta en las tormentas: la casa, el hogar, la morada, el lugar paraíso donde están sus raíces, donde se esconden sus ojos tristes al llorar y donde escribe y espera que la vida la sorprenda mientras, saciada de poesía, descubre el sentido de la vida.
A partir de esta primera nostalgiase desgranan los poemas de esta parte primera que nos hablan de su origen, de su Argentina y su Larroque natal que trajo con ella en su maleta viajera del corazón, junto a su casa paterna, las calles de tierra, las campanas de la iglesia, terruño silente, que aunque separados por el océano, se acercan a la poeta a través de los recuerdos.
Nos encontramos poemas dedicados a personas que quedaron atrás o amigas que aún siguen allí y ahora y también en sus recuerdos de infancia dulce, con olor a yerma mate húmeda, cuando fueron reinas y princesa, maestras, “mujeres maravillas”, dueñas de todas las equinas, de “El Campito” y la gran plaza de su querido Larroque.
SOLES DE NOSTALGIA
SOLES DE NOSTALGIA DE MARÍA ÁNGELES LONARDI
Si el libro comienza con una declaración de intenciones, esta primera parte termina con un poema en el que declara orgullosa y feliz que no se equivocó cuando decidió Volver a empezar (pág. 45) y que no cambiaría nada, ni la partida, ni la llegada. Dejó todo en aquel rincón y no se equivocó; dejó de creer en regresos estériles, perdió la confianza en quienes mienten (y siguen mintiendo).
De hoy comienzacon el poema Nostalgia, sentimiento que aquí ya no es de lugares o de personas que quedaron atrás, en el recuerdo, sino de esa que come de tus silencios y que anuda tu garganta, la que provoca suspiros, bocanadas de asombros y te deja desarmada: la única nostalgia imperecedera es la de tu voz.
A estas alturas del libro entendemos que Soles de Nostalgia es un libro escrito desde el corazón, más aún cuando llegamos a Las manos de su padre, Genaro, (pág. 58), de quién heredó el amor a la tierra, los libros, a leer y a escribir…; o cuando nos escribe sobre las estrellas, sus hermanas: no importa la distancia cuando de amor fraternal se trata; o cuando nos habla de su madre y de todas las madres (Amor de madre, pág. 67): ¿Qué no haría una madre por sus hijos? ¿De dónde les viene esa fuerza inquebrantable? Junto a una madre está el paraíso. Todos lo entendemos y nos emocionamos.
En esta parte segunda quiere también María Ángeles hablarnos de la nostalgia de… O mejor os dejo un verso del poema para que lo adivinéis: Dejaré la manta en la playa y escribiré libertad en la arena para volver a vivir. Sí, la de los Refugiados, cuando el barco se acerca a la orilla y trepa por los tobillos.
Esta segunda parte finaliza con un canto al poder de la poesía, de esperanza en que la poesía no muera porque la poesía nos salva, la poesía nos hace libres.
De siempre, la última parte, se rinde al influjo de las estaciones. El otoño, su preferida, la más nostálgica de las estaciones, es la primera que leemos. En estos poemas estacionales, los sentimientos y el estado de ánimo de la poeta están muy vinculados a la naturaleza y al devenir cíclico de una estación que va a encontrarse con la siguiente.
Las estaciones dejan paso a los lugares, las ciudades, la nostalgia feliz de esas ciudades y pueblos una y otra vez visitados por la poeta ya sea en viajes físicos o en viajes de la memoria: París(pág. 81), a la que hay que volver siempre aunque sea en sueños; Nueva York(págs. 82-83), en dos poemas en los que, por un lado, nos deja una estampa de ciudad gris y por otra se evoca a Walt Whitman y Federico García Lorca; Roma(págs. 84-85), ciudad a la que nadie puede someter, ciudad eterna. El mundo gira pero Roma siempre está ahí atrayéndonos a pesar de su visible deterioro; Roma a la que hay volver para pasear sus calles o en el recuerdo de un vino y unos tagliatelle; Verona (pág. 86) es la ciudad sorpresa para la poeta. Nos cuenta que no sabía que iba a enamorarse tanto de esa ciudad al recorrer sus calles. Encontramos en este poema la emoción de su padre al llegar a la aldea próxima a Verona, Prun, en cuya iglesia fue bautizado el abuelo, el nono. La vuelta al lugar de origen de la familia es uno de los momentos más emotivos, especialmente, cuando se cumple el sueño compartido entre el padre y la poeta desde la infancia.
Pasamos entonces a la nostalgia por Buenos Aires (pág. 89) donde se dan cita el incierto ayer, el absurdo hoy y el venturoso mañana; donde el bandoneón hace derramar lágrimas melancólicas de la escritora a quien se le acumula la nostalgia mientras escribe una carta de amor a esta ciudad sentada en un viejo café.
Sigue Mari Ángeles hacia el territorio de nostalgias, con alguna que otra geografía de recuerdos, que ella llama País(pág. 91), ese territorio que cuando te vas y lo dejas atrás, te sostiene; cuando lo habitas, te determina y significa y cuando lo piensas, crece y lo idealizas. Otro poema que denota la nostalgia por el ayer y que vivirá para siempre es Pueblo(pág. 92), su Larroque natal, su pueblo que tenía y tiene para siempre su corazón robado, cautivo.Continúa el libro con otros poemas dedicados a la naturaleza de sus orígenes, al río Paraná, al Uruguay a su provincia de Entre Ríos. Finaliza esta tercera y última parte volviendo sobre el inevitable paso del tiempo: ¿Cuántas veces deseamos volver el tiempo atrás?
Al terminar de leer Soles de Nostalgia tengo muy clara la influencia de Mario Benedetti en el mismo quien quiso siempre que su poesía fuese acogida y entendida por cualquier lector. María Ángeles hace suyos los principios del Manifiesto sobre la Poesía Útilde Ángel Guinda: una poesía sencilla, clara, rotunda, directa, honda, intensa y grave, cargada de intención. Que atraviese la inteligencia, queme en los ojos y en los oídos, estrangule el corazón, produzca escalofrío en el conocimiento y fustigue la conciencia agitándola, haciéndola reaccionar, moviéndola a la reflexión y a la acción. Pues eso.
Acabo este comentario apropiándome de algunos versos de La sabiduría de la rosa -poema que recuerda al aforismo de Gertrude Stein-: la rosa sabe que es rosa / y lo será hasta el último día. Igual que los poetas como “La Lonardi”, que saben que lo son y nosotros, los lectores, sabemos que lo son y lo serán hasta su último día.
Manolo Sola: Bibliotecario y Técnico de Juventud en Biblioteca y Centro de Información Juvenil de Purchena, Almeria. Estudió en la Universidad de Granada.