Reflexiones de doña Amapola, flor silvestre.


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Registro literario de pensamientos.
Holocausto en la distancia… tu presencia ante mí, comparecencias ¿tristes?, amor ¿qué será?, que todo te doy y vuelvo a dar… que eres lo mejor, mi corazón rojo y vivo, sin razón ni medida, mi precaución ante ti, sin condición alguna, sin razón ni medida, sin lamentación, mío tú, tuya yo, gran ser, tuya yo, con lo que soy. Los dos juntos, uno somos, que más razón…

Una vez… te canté y supe, eras mío, sufrido… ser querido de todos, comprometidos los dos… mi camino con el tuyo, mi bendición de amores, mi locura de las noches, mío, eres mío, sólo mío, mío como el sol al cielo, sólo mío, mío. Perdida por ti en la oscuridad, sabía esta vez por quien, lo sabía, mi corazón de sangre, mi bendición… mío.

Arte de dos… corazón roto, corazón entero, corazón partido, corazón comprometido, arte de dos… amor prohibido: NO PASAR… amor aplaudido: VIVA… amor con sentido: RAZONA, amor consentido, amor mío, criatura, arte de dos… sin razón, sin logística, ¿qué será de nosotros? Los dos… frente a frente, corazón y amor… sin rendición, sin lamentación.

Tengo mucho que hacer… ahí fuera, en el frío exterior, ¿será una bendición o una locura de casa de locos ciertas cosas que suceden a los hombres?… Corazón latiendo… tengo mucho por hacer, pero, ¿pa´qué?, ¿pa´ quién?… todo es extraño, criaturas, seres, ¿qué cura?, VIVE… ¿Cuánto más hay que esperar?, ¿a qué aguardar?... te quiero en el fondo real de las cosas, hay que irse… lo sé… a casa… te quiero en mi verdad… hay que seguir luchando, tal vez, sí o sí.

Mi primera ilusión… ya la olvidé… no sé cual fue… si sí o si no… ¿quién sabe?, quiero saber su razón… que se vuelva atrás sin pena, que se desparrame, que se curve su destino, sus ganas, que se vaya que yo quedo, que se acabe que yo empiezo, mi primera ilusión… tú y yo juntos de manos dadas, mi amor… hace falta valor… sin condición, que no valen… poco valor en la cara… los dos, sí, los dos… corazón… Tú… mi primera ilusión.

Soy lo que soy… ¿por qué?... siento pena en cada distrito de mi cuerpo, que sin sentido en cada provincia, que conmoción en el corazón, que sinrazón en cada brazo. Soy lo que soy… y lloro con lágrimas muertas y sufro tormentos y lamento no serlo… y veo estrellas en el cielo que me mantienen viva, que me sustentan de pie, que me alimentan con luz, que me ilusionan con ganas, que me enamoran mucho, que me hacen creer, reír… que ahí estás por mí… y las amo.

Estrella pasajera… me vigila, yo la llamo peregrina, es más brillante que las otras, es más radiante, rosada. Me enamora con su cola de luz, blanca su luz y asombrosa, esplendorosa y armoniosa, cariñosa. En las noches me sigue, entonces sé: Dios aún me quiere, aún me protege y piensa en mí. Aún le tengo conmigo, estrella peregrina mía y grande que me vigila, que me da suerte, que me guía, que me fortalece, que me cuida, que no me deja.

Esa vez… que te he visto supe… que para mí serías. Te quiero, ámame corazón, dame tu amor Amadeo, guapetón donde los haya, dame cariño del bueno, corazón puro, dame calor y brindaremos, dame valor y coraje, dame caprichos del mar cumplidos… que lo son contigo, dame tu bendición en este año 2006… sígueme paso a paso, ámame con dulzura, bésame con pasión, no me dejes.

¿Para qué escribir?… soledad que me queda, quiero partir a La Coruña, ¿a dónde?, a La Coruña, he dicho… No sé… ¡Uffff! Soledad que me queda, sin ti en el otro lado del teléfono. Hoy no te he visto. Caminé campos y bosques, busqué con la mirada del alma, retrocedí con pasos lentos, lamenté tu pérdida… lloré porque no me quisiste, te llamé, pero te habías ido muy lejos… pero no estabas para mí. Sola, quedé.

En el año 2008… bizcochos, panes de jamón, pan de leche, sin sal, sancochos, remolochos, quiquiricolochonos, vida mejor, prosperidad y armonía, bendición del cielo, paz que no tengo en mi ser, me persiguen los desconocidos, lamentos del alma, silencios y sollozos, vacíos eternos que no se llenarán, lamentaciones varias, contemplaciones del destino, miramientos sin atrasos, atrás… adelante que me mareo, situaciones varias que no alcanzo a solucionar.

Me acosan las nubes… me obligan a buscar un camino… debo encontrarlo en estas tierras, enciclopedias que no leí ni comprendí para aprender de la vida a luchar, libros que no estudié en profundidad, imposible recordarlos ahora, silencio insoportable de mi interior, ruido que molesta mis oídos, callada ausencia de la tarde gris, tu presencia turbadora, misteriosa esa luz apagada, sin coincidencia llega ahora, sin paz en el alma, sin gloria de huracán, sin más en los dos, mi historia es extraña, tu vida sin mi… todo así.

Esto es así porque sí… me expulsan los rayos, me estrenan canciones los enamorados, me condicionan la dulzura, me traicionan el alma, me culpan de culpable, me duele la piel, me entristece el misterio, me quejo de nada, me condeno a muerte… quiero irme lejos de tu lado, quiero perderme en el bosque, quiero volar a otro continente y no regresar contigo. Jamás.

Me tocó decirlo a mí… desconocí otras lenguas, para hacerlo ¿qué necesitaría?... me tocó reposar bajo y poco… que trabajo de león… me tocó luchar contra amigos… angustia que no cesa con ellos, me tocó acabar con la ira… sin más, todos juntos, con el corazón roto y sus pedazos en las manos, traicionando uno a uno, vivir en el engaño y con mi suerte, perdida toda por ti… y eso, amigo… es mucho.

El terreno de mi padre… y yo no fui culpable de su existencia, le costó un millón de bolívares, vaya corazón darlos… una casa allí quería con todo… sin rebeldía se sentía en paz, hoy recuerdo su cariño hacia el… con el compartía su alegría, me tocó ser culpable de su existencia un día, lamentable suceso que me apunta, que no cuidé del todo… en ver quien me quiere tanto. El terreno de mi padre: el limoncito… que maravilla de tierra que cuidó con tanto mimo, lo sabía, que respiraba, era suyo, le quería, su vida.

¿Qué hacer?... Pido a Dios consejo, bendiciones, razones para la vida, razones para tomar decisiones, buenos pasos me acompañen, acertar en direcciones, no equivocarme, no fallar. Pido a Dios consejo bueno, ir en camino correcto, el mejor, ya sin secretos… que él es bueno, pido a Dios que me cuide siempre, me dé amor, me dé ternura, que le quiero y no descanso si su sueño no alcanzo.
Me veo mayor… me veo vieja con ojeras… me veo gorda y fea, me veo gorda disimuladora, me veo torpe, yo que soy lista, me veo que fallé, me veo que me duele todo, me veo caída y me levanto desconocida, en tu presencia fracasada, en la distancia estoy sola, sin nada alrededor, me veo abandonada, con dolor de garganta, mis huesos que no aguantan, mi mirar triste y flaco, y ya no sé… que veo o no… talvez.

Salí a buscarte… y supe… no quiero tanto, sólo el recuerdo de un amor, sólo olvidar cualquier traición, no por error camino por el mundo, mis pies no aguantan, ¿para qué quiero tanto?, me preguntan… si total soy Amapola, flor silvestre… cosa mala o casa buena… cosa traicionera, aunque no sea… no soy nada, para tanto tener… mejor guardo mi espada y busco retroceder, que con poco seré feliz, lo sé.

Tener la posibilidad de volver a ser libre… no quiero perderla… quiero ser feliz con cielo y tierra, tener la posibilidad de olvidar todo lo malo, de empezar de cero, que falta me hace,,, tener la posibilidad de olvidarlo todo, no comentarlo, en un rincón del mundo, olvidarlo. Tener la posibilidad de no aguantar más, este papel que no me cabe… que detesto, que me ha hecho infeliz, que me cuesta, que me atormenta, que me ataca…

Elegir me tocó… y no me importó, que yo elijo vivir para ti, flor primaveral, sólo el momento espero de poder compartir mi ser, contigo mi secreto eterno, amor, para ti. Te conocí, supe, valías, algo debe haber en el camino, sea lo que sea, no retroceder, no dar pasos atrás, vencer, querer, poder, lograr, no buscar más, que ya estoy bien con esto.
No poder fallar… ¿en este mundo?, que consecuencias hay así, no poder fallar, vagabundo, llévame lejos de ti, elegir todo o todo, me quedo con lo segundo… sea cual sea mi vida, que no peligre, creo en Dios, que me cuida, nos bendiga, nadie nos haga daño, nos protege, nos cuida mucho, nos perdone, nos abra caminos, que falta hacen.

Vuelve en abril para ver como estás… que te quiero ver, que te quiero conocer, que te quiero amar, aventurar futuros que juntos viviremos, ven en abril amor, algo importante tengo para ti… mi corazón, mi calor, mi fulgor, mi latir, mi sentir, mi tic tac, mi chucho chu, mi taca tác, mi luz, tú y yo.

Mis clases de francés… que yo me sé, no fracasaré en ellas, lograré amor, graduarme, paz por todas partes, elocuencias, aventuras, compañerismo, saber más, aprender, poder hablar con los míos, que están en París… que quiero, que aprecio, que deseo ver, que adoro.

Me arruinaron la vida los insectos… que pesadilla, que vergüenza, que falta de tino, que sin razón, que perdida de amor, que traición, la tuya, que falta de condición de seres humanos, ya no quiero vivir para ellos, estoy muy aterrorizada, muerta, creo que sí, creo que así, he muerto pero sigo viva, Dios me quiere así… le respeto y le quiero, le pido consejo del bueno, le sigo, por él me muero, aunque no le pido la muerte.

Era mejor estar sola… que intentarlo de nuevo, de nuevo el silencio… miedo a la muerte triste, que traen ellos… de nuevo quererte, amor… a ti, nuevo ser de mi alma, y peligro constante. Tener miedo de nuevo a todo, amor de ninguna parte viene, porque a todos aniquilan, tengo miedo y me escondo, es imposible vivir así, no puedo más… ¿por qué apareció él?, ¿qué le hice yo?, ¿qué mal cometí?, ¿por qué fracasé?, prefería seguir sola y en silencio antes que estar con él.

Siento no ser la persona que se busca en la biblioteca… en la sombra… distancia eterna que nos separa, me malogra el alma herida, siento no ser o sí ser ella, siento pena en el silencio, quiero morir lentamente, todo me da tristeza, nada me da vida interior, me muero, pero sin dolor… me van a matar, pero aparecerá una barrera puesta por Dios, para protegerme, pienso… porque le importo, o eso creo. Morirme y que no me ayude… ése será mi tormento. Todos me hacen daño en el alma, me matan…

Quiero a la virgen María… como jamás creí hacerlo, la quiero con ganas, siento amor por todas partes. Lamento no tenerla cerca ahora, mi señora, consuelo que busco en pensarla, en quererla, en mirarla, en adorarla, en comprenderla, la quiero y querré siempre.

Quiero a Jesús ¿por qué no?... le adoro, pocas veces le recé hasta que le conocí… entonces aprendía a quererle, no quiero fallarle, imploro su ayuda, quien no la desea es que no le conoce. Segura estoy, la historia contó historias falsas, ya que él es maravilloso. Soy feliz, desde que supe de él… y le acepto, pido ayuda y consejo, sé que nos quiere, que tengas siempre mucha suerte.

Invítame a soñar… el cielo y las estrellas quieren que las prometa, ¿quién soy yo para eso hacer?, no soy nadie más que uno más de los 6000 millones de habitantes de la tierra, invítame a soñar que el mundo es bonito, ¿qué va a ser de mí?, Dios bonito, protégeme, que hace falta, protégeme, que necesito, te pido ayuda, te quiero, te suplico ayuda…

Como deshacerme de ella, si odiarla sigo, sé que debo olvidar ese sentimiento, me ha hecho mal, pero cuesta olvidar, papel que me toca representar, Adiós al rol. 

Que no seas así… La Coruña calmará tus ansias y recuperarás las ganas de vivir, ando con pasos burlescos, pero vence.

Noticias nuevas… sentí tu ausencia, caliente en la selva, he nacido así… me llaman lamentadora, pena de señoras, he nacido así… llámame como quieras, quebrantadora, gorda, fea, arrugotas, he nacido así. Me quiero morir, nadie lo comprende, yo he nacido así… Mientras todo se rompe, yo también lo hago… quiebros y malos caminos… he nacido así.

Dios que todo lo ve… le pregunto si nos quiere… si nos añora un poco, ¿qué piensa de mí? Dios que todo lo sabe, mida todos nuestros pasos, nos conoce uno a uno, yo lo pienso así… ¿qué va a ser de mí?... me tratan mal, todo tengo que aguantar… Dios por favor, sé justo… que no me hagan más daño, sácame pronto de aquí.

Indiscreción… solamente tu voz susurrante, perturbadora de la mañana buena, noche que no cesa de llamarme, tengo miedo a morir de pena, últimamente no fui feliz del todo, sin condiciones, la la la… lamentaciones del viento son, sollozos infragantes, locuras varias, sigo queriéndolas ya que soy rara, pero también fallé en el cometido, no tengo remedio en mi ser, males que me quedan, indiscreciones que no habrán valido la pena… de mi latir constante y cesante, palpitaciones rápidas, vibraciones del corazón, alma con dolor y lloro.
Son las 22:36h… de la noche, todos se rieron de mí, dice la luna lunera, no les caigo bien, lo sé… me da igual, a mí que más me da, desconozco la razón, el motivo, pero sé, en mi ser, que no soy como ellos, jamás lo seré, no quiero serlo pues por naturaleza no me nace y amo a la luna cascabelera… no soy feliz así, sin rumbo, sólo a ellos en mi ser, sea como sea, aunque sea poca cosa, pido, perdón…

Alguna vez siento ganas de gritar… siempre lloro de pena, hoy dormí 4 horas en la tarde que me hacían falta, me hicieron bien, lo sé, me reanimaron, me premiaron, me tranquilizaron, me posicionaron para seguir adelante, en la dicha y la armonía, en la paz profunda, y la paz del sol quiero.

Entre los dos corazones… rotos… con vidrios en el suelo, vibraciones insalubres, osadías, valentías necias, rebeldías sin calificativos, última cena que llegó, pero en aquel entonces no debió ser ya que aún era necesario y lo sería siempre. Intenciones que no pude soportar, siento haberles fallado tanto, inconmensurablemente, lamento haberles olvidado un poco, sin medida. Estoy llena de pecados por todas partes, auxilio, ayuda pido… ¿por qué no me acordé antes?, estas son sólo reflexiones…

Ellos no están bien... tuvieron la costumbre de odiar, de matar, y ahora les tengo delante. Fueron criados para eso y les salió mal, se van a ir a otra parte, yo quiero a los míos. A ellos solamente... no se dan cuenta de como están, se van a hacer un largo viaje sin retorno uno a uno, dice el elefante al león, y el león le contesta: es así la naturaleza, la ley del más fuerte, el villano triunfador, del cruel, el peor, no les culpes, yo también soy así, aunque no como el hombre, yo lo hago para sobrevivir en medio de mi selva. Y el elefante responde: como decía Simón Bolívar: “Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.
 

Reflexiones de doña Amapola, flor silvestre.


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Registro literario de pensamientos.
Holocausto en la distancia… tu presencia ante mí, comparecencias ¿tristes?, amor ¿qué será?, que todo te doy y vuelvo a dar… que eres lo mejor, mi corazón rojo y vivo, sin razón ni medida, mi precaución ante ti, sin condición alguna, sin razón ni medida, sin lamentación, mío tú, tuya yo, gran ser, tuya yo, con lo que soy. Los dos juntos, uno somos, que más razón…

Una vez… te canté y supe, eras mío, sufrido… ser querido de todos, comprometidos los dos… mi camino con el tuyo, mi bendición de amores, mi locura de las noches, mío, eres mío, sólo mío, mío como el sol al cielo, sólo mío, mío. Perdida por ti en la oscuridad, sabía esta vez por quien, lo sabía, mi corazón de sangre, mi bendición… mío.

Arte de dos… corazón roto, corazón entero, corazón partido, corazón comprometido, arte de dos… amor prohibido: NO PASAR… amor aplaudido: VIVA… amor con sentido: RAZONA, amor consentido, amor mío, criatura, arte de dos… sin razón, sin logística, ¿qué será de nosotros? Los dos… frente a frente, corazón y amor… sin rendición, sin lamentación.

Tengo mucho que hacer… ahí fuera, en el frío exterior, ¿será una bendición o una locura de casa de locos ciertas cosas que suceden a los hombres?… Corazón latiendo… tengo mucho por hacer, pero, ¿pa´qué?, ¿pa´ quién?… todo es extraño, criaturas, seres, ¿qué cura?, VIVE… ¿Cuánto más hay que esperar?, ¿a qué aguardar?... te quiero en el fondo real de las cosas, hay que irse… lo sé… a casa… te quiero en mi verdad… hay que seguir luchando, tal vez, sí o sí.

Mi primera ilusión… ya la olvidé… no sé cual fue… si sí o si no… ¿quién sabe?, quiero saber su razón… que se vuelva atrás sin pena, que se desparrame, que se curve su destino, sus ganas, que se vaya que yo quedo, que se acabe que yo empiezo, mi primera ilusión… tú y yo juntos de manos dadas, mi amor… hace falta valor… sin condición, que no valen… poco valor en la cara… los dos, sí, los dos… corazón… Tú… mi primera ilusión.

Soy lo que soy… ¿por qué?... siento pena en cada distrito de mi cuerpo, que sin sentido en cada provincia, que conmoción en el corazón, que sinrazón en cada brazo. Soy lo que soy… y lloro con lágrimas muertas y sufro tormentos y lamento no serlo… y veo estrellas en el cielo que me mantienen viva, que me sustentan de pie, que me alimentan con luz, que me ilusionan con ganas, que me enamoran mucho, que me hacen creer, reír… que ahí estás por mí… y las amo.

Estrella pasajera… me vigila, yo la llamo peregrina, es más brillante que las otras, es más radiante, rosada. Me enamora con su cola de luz, blanca su luz y asombrosa, esplendorosa y armoniosa, cariñosa. En las noches me sigue, entonces sé: Dios aún me quiere, aún me protege y piensa en mí. Aún le tengo conmigo, estrella peregrina mía y grande que me vigila, que me da suerte, que me guía, que me fortalece, que me cuida, que no me deja.

Esa vez… que te he visto supe… que para mí serías. Te quiero, ámame corazón, dame tu amor Amadeo, guapetón donde los haya, dame cariño del bueno, corazón puro, dame calor y brindaremos, dame valor y coraje, dame caprichos del mar cumplidos… que lo son contigo, dame tu bendición en este año 2006… sígueme paso a paso, ámame con dulzura, bésame con pasión, no me dejes.

¿Para qué escribir?… soledad que me queda, quiero partir a La Coruña, ¿a dónde?, a La Coruña, he dicho… No sé… ¡Uffff! Soledad que me queda, sin ti en el otro lado del teléfono. Hoy no te he visto. Caminé campos y bosques, busqué con la mirada del alma, retrocedí con pasos lentos, lamenté tu pérdida… lloré porque no me quisiste, te llamé, pero te habías ido muy lejos… pero no estabas para mí. Sola, quedé.

En el año 2008… bizcochos, panes de jamón, pan de leche, sin sal, sancochos, remolochos, quiquiricolochonos, vida mejor, prosperidad y armonía, bendición del cielo, paz que no tengo en mi ser, me persiguen los desconocidos, lamentos del alma, silencios y sollozos, vacíos eternos que no se llenarán, lamentaciones varias, contemplaciones del destino, miramientos sin atrasos, atrás… adelante que me mareo, situaciones varias que no alcanzo a solucionar.

Me acosan las nubes… me obligan a buscar un camino… debo encontrarlo en estas tierras, enciclopedias que no leí ni comprendí para aprender de la vida a luchar, libros que no estudié en profundidad, imposible recordarlos ahora, silencio insoportable de mi interior, ruido que molesta mis oídos, callada ausencia de la tarde gris, tu presencia turbadora, misteriosa esa luz apagada, sin coincidencia llega ahora, sin paz en el alma, sin gloria de huracán, sin más en los dos, mi historia es extraña, tu vida sin mi… todo así.

Esto es así porque sí… me expulsan los rayos, me estrenan canciones los enamorados, me condicionan la dulzura, me traicionan el alma, me culpan de culpable, me duele la piel, me entristece el misterio, me quejo de nada, me condeno a muerte… quiero irme lejos de tu lado, quiero perderme en el bosque, quiero volar a otro continente y no regresar contigo. Jamás.

Me tocó decirlo a mí… desconocí otras lenguas, para hacerlo ¿qué necesitaría?... me tocó reposar bajo y poco… que trabajo de león… me tocó luchar contra amigos… angustia que no cesa con ellos, me tocó acabar con la ira… sin más, todos juntos, con el corazón roto y sus pedazos en las manos, traicionando uno a uno, vivir en el engaño y con mi suerte, perdida toda por ti… y eso, amigo… es mucho.

El terreno de mi padre… y yo no fui culpable de su existencia, le costó un millón de bolívares, vaya corazón darlos… una casa allí quería con todo… sin rebeldía se sentía en paz, hoy recuerdo su cariño hacia el… con el compartía su alegría, me tocó ser culpable de su existencia un día, lamentable suceso que me apunta, que no cuidé del todo… en ver quien me quiere tanto. El terreno de mi padre: el limoncito… que maravilla de tierra que cuidó con tanto mimo, lo sabía, que respiraba, era suyo, le quería, su vida.

¿Qué hacer?... Pido a Dios consejo, bendiciones, razones para la vida, razones para tomar decisiones, buenos pasos me acompañen, acertar en direcciones, no equivocarme, no fallar. Pido a Dios consejo bueno, ir en camino correcto, el mejor, ya sin secretos… que él es bueno, pido a Dios que me cuide siempre, me dé amor, me dé ternura, que le quiero y no descanso si su sueño no alcanzo.
Me veo mayor… me veo vieja con ojeras… me veo gorda y fea, me veo gorda disimuladora, me veo torpe, yo que soy lista, me veo que fallé, me veo que me duele todo, me veo caída y me levanto desconocida, en tu presencia fracasada, en la distancia estoy sola, sin nada alrededor, me veo abandonada, con dolor de garganta, mis huesos que no aguantan, mi mirar triste y flaco, y ya no sé… que veo o no… talvez.

Salí a buscarte… y supe… no quiero tanto, sólo el recuerdo de un amor, sólo olvidar cualquier traición, no por error camino por el mundo, mis pies no aguantan, ¿para qué quiero tanto?, me preguntan… si total soy Amapola, flor silvestre… cosa mala o casa buena… cosa traicionera, aunque no sea… no soy nada, para tanto tener… mejor guardo mi espada y busco retroceder, que con poco seré feliz, lo sé.

Tener la posibilidad de volver a ser libre… no quiero perderla… quiero ser feliz con cielo y tierra, tener la posibilidad de olvidar todo lo malo, de empezar de cero, que falta me hace,,, tener la posibilidad de olvidarlo todo, no comentarlo, en un rincón del mundo, olvidarlo. Tener la posibilidad de no aguantar más, este papel que no me cabe… que detesto, que me ha hecho infeliz, que me cuesta, que me atormenta, que me ataca…

Elegir me tocó… y no me importó, que yo elijo vivir para ti, flor primaveral, sólo el momento espero de poder compartir mi ser, contigo mi secreto eterno, amor, para ti. Te conocí, supe, valías, algo debe haber en el camino, sea lo que sea, no retroceder, no dar pasos atrás, vencer, querer, poder, lograr, no buscar más, que ya estoy bien con esto.
No poder fallar… ¿en este mundo?, que consecuencias hay así, no poder fallar, vagabundo, llévame lejos de ti, elegir todo o todo, me quedo con lo segundo… sea cual sea mi vida, que no peligre, creo en Dios, que me cuida, nos bendiga, nadie nos haga daño, nos protege, nos cuida mucho, nos perdone, nos abra caminos, que falta hacen.

Vuelve en abril para ver como estás… que te quiero ver, que te quiero conocer, que te quiero amar, aventurar futuros que juntos viviremos, ven en abril amor, algo importante tengo para ti… mi corazón, mi calor, mi fulgor, mi latir, mi sentir, mi tic tac, mi chucho chu, mi taca tác, mi luz, tú y yo.

Mis clases de francés… que yo me sé, no fracasaré en ellas, lograré amor, graduarme, paz por todas partes, elocuencias, aventuras, compañerismo, saber más, aprender, poder hablar con los míos, que están en París… que quiero, que aprecio, que deseo ver, que adoro.

Me arruinaron la vida los insectos… que pesadilla, que vergüenza, que falta de tino, que sin razón, que perdida de amor, que traición, la tuya, que falta de condición de seres humanos, ya no quiero vivir para ellos, estoy muy aterrorizada, muerta, creo que sí, creo que así, he muerto pero sigo viva, Dios me quiere así… le respeto y le quiero, le pido consejo del bueno, le sigo, por él me muero, aunque no le pido la muerte.

Era mejor estar sola… que intentarlo de nuevo, de nuevo el silencio… miedo a la muerte triste, que traen ellos… de nuevo quererte, amor… a ti, nuevo ser de mi alma, y peligro constante. Tener miedo de nuevo a todo, amor de ninguna parte viene, porque a todos aniquilan, tengo miedo y me escondo, es imposible vivir así, no puedo más… ¿por qué apareció él?, ¿qué le hice yo?, ¿qué mal cometí?, ¿por qué fracasé?, prefería seguir sola y en silencio antes que estar con él.

Siento no ser la persona que se busca en la biblioteca… en la sombra… distancia eterna que nos separa, me malogra el alma herida, siento no ser o sí ser ella, siento pena en el silencio, quiero morir lentamente, todo me da tristeza, nada me da vida interior, me muero, pero sin dolor… me van a matar, pero aparecerá una barrera puesta por Dios, para protegerme, pienso… porque le importo, o eso creo. Morirme y que no me ayude… ése será mi tormento. Todos me hacen daño en el alma, me matan…

Quiero a la virgen María… como jamás creí hacerlo, la quiero con ganas, siento amor por todas partes. Lamento no tenerla cerca ahora, mi señora, consuelo que busco en pensarla, en quererla, en mirarla, en adorarla, en comprenderla, la quiero y querré siempre.

Quiero a Jesús ¿por qué no?... le adoro, pocas veces le recé hasta que le conocí… entonces aprendía a quererle, no quiero fallarle, imploro su ayuda, quien no la desea es que no le conoce. Segura estoy, la historia contó historias falsas, ya que él es maravilloso. Soy feliz, desde que supe de él… y le acepto, pido ayuda y consejo, sé que nos quiere, que tengas siempre mucha suerte.

Invítame a soñar… el cielo y las estrellas quieren que las prometa, ¿quién soy yo para eso hacer?, no soy nadie más que uno más de los 6000 millones de habitantes de la tierra, invítame a soñar que el mundo es bonito, ¿qué va a ser de mí?, Dios bonito, protégeme, que hace falta, protégeme, que necesito, te pido ayuda, te quiero, te suplico ayuda…

Como deshacerme de ella, si odiarla sigo, sé que debo olvidar ese sentimiento, me ha hecho mal, pero cuesta olvidar, papel que me toca representar, Adiós al rol. 

Que no seas así… La Coruña calmará tus ansias y recuperarás las ganas de vivir, ando con pasos burlescos, pero vence.

Noticias nuevas… sentí tu ausencia, caliente en la selva, he nacido así… me llaman lamentadora, pena de señoras, he nacido así… llámame como quieras, quebrantadora, gorda, fea, arrugotas, he nacido así. Me quiero morir, nadie lo comprende, yo he nacido así… Mientras todo se rompe, yo también lo hago… quiebros y malos caminos… he nacido así.

Dios que todo lo ve… le pregunto si nos quiere… si nos añora un poco, ¿qué piensa de mí? Dios que todo lo sabe, mida todos nuestros pasos, nos conoce uno a uno, yo lo pienso así… ¿qué va a ser de mí?... me tratan mal, todo tengo que aguantar… Dios por favor, sé justo… que no me hagan más daño, sácame pronto de aquí.

Indiscreción… solamente tu voz susurrante, perturbadora de la mañana buena, noche que no cesa de llamarme, tengo miedo a morir de pena, últimamente no fui feliz del todo, sin condiciones, la la la… lamentaciones del viento son, sollozos infragantes, locuras varias, sigo queriéndolas ya que soy rara, pero también fallé en el cometido, no tengo remedio en mi ser, males que me quedan, indiscreciones que no habrán valido la pena… de mi latir constante y cesante, palpitaciones rápidas, vibraciones del corazón, alma con dolor y lloro.
Son las 22:36h… de la noche, todos se rieron de mí, dice la luna lunera, no les caigo bien, lo sé… me da igual, a mí que más me da, desconozco la razón, el motivo, pero sé, en mi ser, que no soy como ellos, jamás lo seré, no quiero serlo pues por naturaleza no me nace y amo a la luna cascabelera… no soy feliz así, sin rumbo, sólo a ellos en mi ser, sea como sea, aunque sea poca cosa, pido, perdón…

Alguna vez siento ganas de gritar… siempre lloro de pena, hoy dormí 4 horas en la tarde que me hacían falta, me hicieron bien, lo sé, me reanimaron, me premiaron, me tranquilizaron, me posicionaron para seguir adelante, en la dicha y la armonía, en la paz profunda, y la paz del sol quiero.

Entre los dos corazones… rotos… con vidrios en el suelo, vibraciones insalubres, osadías, valentías necias, rebeldías sin calificativos, última cena que llegó, pero en aquel entonces no debió ser ya que aún era necesario y lo sería siempre. Intenciones que no pude soportar, siento haberles fallado tanto, inconmensurablemente, lamento haberles olvidado un poco, sin medida. Estoy llena de pecados por todas partes, auxilio, ayuda pido… ¿por qué no me acordé antes?, estas son sólo reflexiones…

Ellos no están bien... tuvieron la costumbre de odiar, de matar, y ahora les tengo delante. Fueron criados para eso y les salió mal, se van a ir a otra parte, yo quiero a los míos. A ellos solamente... no se dan cuenta de como están, se van a hacer un largo viaje sin retorno uno a uno, dice el elefante al león, y el león le contesta: es así la naturaleza, la ley del más fuerte, el villano triunfador, del cruel, el peor, no les culpes, yo también soy así, aunque no como el hombre, yo lo hago para sobrevivir en medio de mi selva. Y el elefante responde: como decía Simón Bolívar: “Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.
 

Contaré las piedras. Creer no siempre está bien


Aurora Peregrina Varela Rodríguez




Dedicado a mi gato Pepinolo:
Lolo Loliño Lolo, Luliño de mi corazón.

Está todo dicho y no hay más que hablar, voy a parar de soñar.
Aurora Peregrina Varela
Olvidaré cuando cantaba a Lolo:  Lolo Loliño Lolo, Luliño de mi corazón.
O a Minia: Minolash la de las pistolash. También a Pochie: sana sana colita de rana, si no sanas hoy, sanarás mañana. Esto mientras le daba sus masajitos en la barriga tras la dura operación de cáncer, estuvo con 23 grapas en su pancita. Olvidaré sus caritas mágicas cuando me recibían tras la puerta al llegar del trabajo.
Eso es lo que quieres, pero ¿sabes?, soy incapaz. Son mis gatos, mis hermanos, no renunciaré al amor que les tengo por un simple capricho humano.
...La brisa acaricia mis mejillas moradas por el frío, pero en mi elección he sido yo, me salió del alma, como brota el agua de un manantial, como la risa de un padre cuando ve crecer a su primer hijo (el segundo no le sorprenderá), como la recuperación tras una larga y penosa enfermedad que pudo ser… mortal.
Yo peco de “libertad”, mi libertad, humana, pobre y comprometida también, con los débiles y sus múltiples problemas. No es que sea yo buena, pero no me gusta que me manden, respondo con un “no” a los machitos cuando ordenan cosas en determinados instantes que no me vienen bien, aunque estén macizos y tengan los ojos azules. Las cosas son cuando quiere esta mujer, servidora, de corazón. En serio.
No voy a la iglesia los domingos, no rezo por las noches desde tiempos inmemoriales, pero sí hablo con Dios, existen, me convencen y pienso que quererles no es para nada: encender velas de múltiples formas, escuchar misas cantadas, ponerse de rodillas, confesarse con el cura. No puede ser eso encontrarse con los protagonistas de esa gran novela que es la historia de la creación: la venida de Jesús, la salvación. Quererles ya es conocerles, se puede hacer desde casa y sin cruces, no me gustan. Prefiero pinturas con reflejos de la luz del sol, cuadros de Jesús orando o bien del cielo sobre un mar de plata.
 No, no es que sea yo un ángel, no lo soy.
Me caí, me di un golpe en la cabeza y casi me quedo sin sentido en una calle de Oleiros, pero me recuperé. Se acordaron de mí, estoy en el camino. No en el que me dicen que debo recorrer, sino en el que yo deseo PISAR. No me tiran al barranco, no arrojan piedras ni lanzan flechas, no separan mi cuerpo de mi alma enviándome la muerte súbita. Estoy en la senda que me lleva a la casa blanca y azul, en lo correcto.
Pero, por si cambiaran de opinión, he encargado una cama nueva para la habitación pequeña, para velar a un difunto sin escuchar sus últimas quejas, un nuevo muerto que podría ser yo. Es una habitación limpia y recién pintada de azul, porque limpios queremos que nos vea el Señor, de dentro afuera y en todas partes.
Pero que tarde, que tarde, que somos pocas y nos necesitamos, enfermizas en invierno y con esa pesada tos que es noche, tormenta y perdición. También dolor, que nos hace tomar el xumadol.
No cuento las veces que me caí y sigo aquí, tan fácil es morir, pero sigo recorriendo esa hermosa senda llena de pájaros, flores y hormigas de colores… también.
Gracias a mis ángeles guardianes nunca he muerto en una caída, gracias a mi hada madrina que se viste de terciopelo verde, gracias a los apóstoles de Jesús, a los santos, a las vírgenes porque siempre cuando caía amortiguaban el golpe... con sus eternas sonrisas de ángel en las que se clavaban mis ojos llenos de ilusión y fe.
Adiós a mi sueño de tener un caballo blanco perlado, jamás podré comprar una casa rodeada de campo, pero disfruto con las travesuras de mis gatos. Adiós al éxito en el trabajo y a todo lo que deba decirle adiós, sin pena ni gloria, con toda mi voz, mi persona, mi talento, mi torpeza y mi voluntad. Dos veces maltratada no deseo ser. Adiós también a ti. Yo soy del ojo por ojo. Yo soy del diente por diente.  Yo soy una mujer valiente e inocente... puede ser.
Soy una flor del Valle que ve sonreír a un amanecer desde que es bebé hasta que crece y desaparece, paso a paso o de repente, así como puede llegar… la muerte.
Las castañas estaban buenas. Las asamos al horno. Las recogí una a una pinchándome los dedos, por hacer ejercicio, por ahorrarme unas pesetas, no lo sé bien. Fueron casi 10 kilos, me llevó varias horas. Yo, que no soy campesina, acabé con las manos de obrera china. De aldeana que tiene por bienes su casita de piedra, sus solares y su tractor viejo y rojo. Ellas jamás tendrán manos de pianista o de modelo publicitaria. Son ásperas y arrugadas ellas y sus uñas son negras. El jabón tendría poco efecto sobre los tatuajes del más puro campo.
Yo no soy buena persona, no no no, he robado y he matado a los que me hicieron daño, fue tanto el deseo que no sé si fue real o un producto de mi imaginación. Pero no quiero fracasar en el... amor. He fumado, y no lo hago ahora porque gracias a Dios tengo una buena madre. He mentido, aunque la sinceridad es mi vestido más viejo y usado.
Hay que olvidar para siempre lo que se deja, situarlo en el Polo Sur, creo que llegó la hora de verter la última pala de arena sobre las sepulturas imaginarias de los que no me han querido, los que me han humillado y herido, sin control. Es hora ya, ahora o nunca.
Cambiar la arena de los gatos, barrer, pasar la fregona, lavar platos, peinar las rositas gatunas, bañarles y darles de comer. Ese es mi día a día, y soy feliz.
Me gusta el olor a perfume, sus atractivos frascos, cogerlos en mis manos es un placer. La oportunidad de usar, conquistar, seducir, toda me la ofrecen sin pensar.
Cuando me dijeron que eras homosexual no me importó, siempre te he visto como un amigo. ¿Sabes?, no me lo creo, que escondido llevabas tu secreto, no sé la razón de no dar la cara, de no hablar, de no contarlo. Sólo esconde la cabeza quien sabe que no hace bien y tú dices que eres feliz y creo que estás... enamorado. Falso, todo falso.
Minia se lame y lame, va a cumplir 12 años, tocándome la luz del sol puede ver claro lo que tengo enfrente, ahora muevo mi pluma como un ave que vuela sin descanso, puedo escribir como una loca, como un genio idiota, todo por servirle al Creador. Ahora sé cosas porque tengo años, demasiados como para seguir siendo una ignorante, tengo luces, esencia y fragancia, tengo perfume y castañas. Me casaron con la pluma y el papel y yo, he aceptado, sin conveniencias, sin interés. Escribo gratis. No ofrezco nada serio. Los cuentos son sólo cuentos y los cuentos nada son.
Señorita, acepta a la pluma y al papel como legítimo esposo...
Sí acepto gustosa.
Pluma y papel aceptan a la señorita como legítima esposa.
Sí, aceptamos mientras no nos haga escribir demasiado.
Entonces los declaro marido y mujer, carne y hueso, noche y luna, sol y cielo.
Y yo sigo comiendo arroz, esperando el momento de amor entre iguales, no con marcianos, no con robots ni con gusanos. Pero si de momento mi marido es la pluma y el papel, a ellos debo ser fiel y a ellos debo corresponder.
Jamás olvidaré las niñas de mi colegio que tocaban la guitarra, mientras las monjas, más modernas bailaban rock and roll. Tampoco esa amiga que viajó a Cuba por amor, ni la primera que vez que me caí de la bici en Parque Carabobo de Caracas, ni las dos veces que casi me ahogo en la piscina. Pero mi salida de emergencia será olvidar personas que conocí, porque hay un incendio que acaba conmigo sino lo hago pronto. Correré escaleras abajo y llegaré a un jardín de rosas y claveles color lila, allí experimentaré el verdadero sentimiento de la amistad y el amor, no salvaje, sino pensado, meditado, real y leal. Tendré la gran oportunidad de tener amigos para siempre porque así lo manda Dios, y mi parte, es con él.
Alquilé un piso a un hermano y nada hice, sólo abrí la puerta para que lo viesen y se lo quedaron. Con la crisis encima acepté su invitación a comer, nos bajaron el sueldo y la paga de diciembre será un 30% menor. Esta es la cometa de arena contra la que no se puede luchar.
Ya me lo dijera Astrid, la astróloga que me predijo el destino, mucho trabajo y poco dinero, casarme no soñarlo, pocos amigos y un sueño... ay mi sueño de poder gritar “Libertad” a tiempo. Mi historia tuvo errores ortográficos y gramaticales que he heredado. Soy parte de ella y como ella estoy contaminada. Estoy acabada.
En esa historia hay terremotos, calenturas y mucha tos. La misma que tengo yo.
Ahora que sé que soy de carne y hueso y que si me lastiman me hacen daño, ahora salfré poco de casa. Compraré alcohol, betadine y gasas. Porque soy capaz de sentir dolor físico y espiritual. Llevo mejor el segundo porque soy buena psicóloga, socióloga y filósofa. ¿Quién da más?. Soy las mejor de los tres campos, por eso soy melodía, colonia, belleza, transparencia, soltura, elegancia, humildad.
Hay momentos en mi vida que pasaron como un tren de alta velocidad, como el ave Madrid- Valencia, apenas recuerdo detalles de la facultad , el colegio o las clases de gimnasio... sin embargo hay momentos que viví que no puedo deshacerme de ellos, algunos me llenan de alegría y otros de rabia, impotencia y tristeza. ¿Por qué recuerdo a mi madrina cuando hace treinta años que no la veo? ¿Porqué no recuerdo lo que me pasó la última semana de trabajo?, será que tengo memoria a largo plazo, o cuestiones de cariño que tienes con un familiar y no con un compañero de labores.
Mi gato Antón es un cabezón, se pasa el día persiguiendo a Chichie y a Giga.
Hoy la pluma el papel y yo dormiremos en camas separadas, sé que estoy perdiendo el tiempo, como se llega a perder el alba y los recuerdos desagradables, aunque tarden en marcharse. El tiempo, ese bien apreciado e irrepetible.
Chitito es mi negrito, el morenazo de firme mirada y ojos de limón, el que me extrañó cuando me fui una semana a La Coruña para olvidarme de todo, las palabras, las obras, los edificios de mi contorno, la rutina.
Seré fuerte para decir adiós, para el momento de la despedida, yo sé hacerlo.
Quiero se la luz principal del protagonista de aquella escena, debo ser bombilla, luz solar, linterna, pila. Mi capricho es ser la luz para permitir que todo se vea y dar calor, sensación especial que a todos apetece. La luz secundaria, de fondo y el contraluz lo dejo a otras personas, con otras inclinaciones o vocaciones. Siendo luz, dejaré de ser yo, de carne y hueso, y podré pasar desapercibida por tus aceras, por tu trabajo... como si fuera por debajo de un túnel oscuro, y todo, hasta que acabes de rodar tu película. Me iré luego y seré yo de nuevo, podré recordar que estuvimos juntos. Tú, no.
Los pensamientos me invaden como cometas de arena, deseo que se terminen ya mis penas pero son fuertes aunque parezcan débiles, son mi memoria, mi tortura que no siente compasión de mí. Y yo las acepto. Quieren que caiga al abismo y me lastime, quieren que fracase de nuevo. Me estropean algunos días en que deseo sonreír y olvidarlas, pero sé... que todo tiene su fin y algún día tendrán que refugiarse en una habitación sin luz sin nadie a quien perseguir.
Me llenará la luz solar, luz que nunca se ha marchado permitiéndome resistir las inclemencias del tiempo, las noches sin estrellas y la locura.
Rodaré mi película con la luz del sol en la cara, única, verdadera, natural y sincera. Noble y buena compañera, la que me mantuvo en pie y me cantaba hermosas melodías, la que me permitió ver hermosos paisajes, la que me dejó disfrutar del quehacer diario en casa, con mis gatos, que cual terapeutas impidieron que tuviese que calmarme con insanas pastillas.
Sigo buscando a mi pajarito que voló y que creo murió un día de nieve, le pido perdón, le pido una señal, le pido a Dios que le tenga a su lado.
Cometas de arena que sueños de plástico, papel y lata son. Cometa que morirá algún día y no falta demasiado, cuando eso suceda todo se llenará de flores y no tendré por donde andar, me tiraré en una cama en la playa para contemplar el cielo y entonces, podré dar gracias: por haber tenido cometas en mi camino que me enseñaron a ser lo que soy, por haber tenido a mis felinos, que fueron como hijos... Quiero que las cometas se acaben como un ser que envejece, como el final de la tarde violeta, como cuando desaparece el alba dejando el cielo todo azul, como el final de una dura tormenta, un difícil examen, de una oración rezada a la fuerza.
Mi próxima visita será la luz solar, fuerte y encantadora, única e inmortal. Luz perpetua que da cobijo y paz.
Hay que cambiar el chip y acabar de llenar el disco duro de los sentimientos, tener más archivos, fotos, vídeos y tirar a la papelera lo inservible, lo repetido, lo absurdo.
Hay que dejar de escribir, también.

Contaré las piedras. Creer no siempre está bien


Aurora Peregrina Varela Rodríguez




Dedicado a mi gato Pepinolo:
Lolo Loliño Lolo, Luliño de mi corazón.

Está todo dicho y no hay más que hablar, voy a parar de soñar.
Aurora Peregrina Varela
Olvidaré cuando cantaba a Lolo:  Lolo Loliño Lolo, Luliño de mi corazón.
O a Minia: Minolash la de las pistolash. También a Pochie: sana sana colita de rana, si no sanas hoy, sanarás mañana. Esto mientras le daba sus masajitos en la barriga tras la dura operación de cáncer, estuvo con 23 grapas en su pancita. Olvidaré sus caritas mágicas cuando me recibían tras la puerta al llegar del trabajo.
Eso es lo que quieres, pero ¿sabes?, soy incapaz. Son mis gatos, mis hermanos, no renunciaré al amor que les tengo por un simple capricho humano.
...La brisa acaricia mis mejillas moradas por el frío, pero en mi elección he sido yo, me salió del alma, como brota el agua de un manantial, como la risa de un padre cuando ve crecer a su primer hijo (el segundo no le sorprenderá), como la recuperación tras una larga y penosa enfermedad que pudo ser… mortal.
Yo peco de “libertad”, mi libertad, humana, pobre y comprometida también, con los débiles y sus múltiples problemas. No es que sea yo buena, pero no me gusta que me manden, respondo con un “no” a los machitos cuando ordenan cosas en determinados instantes que no me vienen bien, aunque estén macizos y tengan los ojos azules. Las cosas son cuando quiere esta mujer, servidora, de corazón. En serio.
No voy a la iglesia los domingos, no rezo por las noches desde tiempos inmemoriales, pero sí hablo con Dios, existen, me convencen y pienso que quererles no es para nada: encender velas de múltiples formas, escuchar misas cantadas, ponerse de rodillas, confesarse con el cura. No puede ser eso encontrarse con los protagonistas de esa gran novela que es la historia de la creación: la venida de Jesús, la salvación. Quererles ya es conocerles, se puede hacer desde casa y sin cruces, no me gustan. Prefiero pinturas con reflejos de la luz del sol, cuadros de Jesús orando o bien del cielo sobre un mar de plata.
 No, no es que sea yo un ángel, no lo soy.
Me caí, me di un golpe en la cabeza y casi me quedo sin sentido en una calle de Oleiros, pero me recuperé. Se acordaron de mí, estoy en el camino. No en el que me dicen que debo recorrer, sino en el que yo deseo PISAR. No me tiran al barranco, no arrojan piedras ni lanzan flechas, no separan mi cuerpo de mi alma enviándome la muerte súbita. Estoy en la senda que me lleva a la casa blanca y azul, en lo correcto.
Pero, por si cambiaran de opinión, he encargado una cama nueva para la habitación pequeña, para velar a un difunto sin escuchar sus últimas quejas, un nuevo muerto que podría ser yo. Es una habitación limpia y recién pintada de azul, porque limpios queremos que nos vea el Señor, de dentro afuera y en todas partes.
Pero que tarde, que tarde, que somos pocas y nos necesitamos, enfermizas en invierno y con esa pesada tos que es noche, tormenta y perdición. También dolor, que nos hace tomar el xumadol.
No cuento las veces que me caí y sigo aquí, tan fácil es morir, pero sigo recorriendo esa hermosa senda llena de pájaros, flores y hormigas de colores… también.
Gracias a mis ángeles guardianes nunca he muerto en una caída, gracias a mi hada madrina que se viste de terciopelo verde, gracias a los apóstoles de Jesús, a los santos, a las vírgenes porque siempre cuando caía amortiguaban el golpe... con sus eternas sonrisas de ángel en las que se clavaban mis ojos llenos de ilusión y fe.
Adiós a mi sueño de tener un caballo blanco perlado, jamás podré comprar una casa rodeada de campo, pero disfruto con las travesuras de mis gatos. Adiós al éxito en el trabajo y a todo lo que deba decirle adiós, sin pena ni gloria, con toda mi voz, mi persona, mi talento, mi torpeza y mi voluntad. Dos veces maltratada no deseo ser. Adiós también a ti. Yo soy del ojo por ojo. Yo soy del diente por diente.  Yo soy una mujer valiente e inocente... puede ser.
Soy una flor del Valle que ve sonreír a un amanecer desde que es bebé hasta que crece y desaparece, paso a paso o de repente, así como puede llegar… la muerte.
Las castañas estaban buenas. Las asamos al horno. Las recogí una a una pinchándome los dedos, por hacer ejercicio, por ahorrarme unas pesetas, no lo sé bien. Fueron casi 10 kilos, me llevó varias horas. Yo, que no soy campesina, acabé con las manos de obrera china. De aldeana que tiene por bienes su casita de piedra, sus solares y su tractor viejo y rojo. Ellas jamás tendrán manos de pianista o de modelo publicitaria. Son ásperas y arrugadas ellas y sus uñas son negras. El jabón tendría poco efecto sobre los tatuajes del más puro campo.
Yo no soy buena persona, no no no, he robado y he matado a los que me hicieron daño, fue tanto el deseo que no sé si fue real o un producto de mi imaginación. Pero no quiero fracasar en el... amor. He fumado, y no lo hago ahora porque gracias a Dios tengo una buena madre. He mentido, aunque la sinceridad es mi vestido más viejo y usado.
Hay que olvidar para siempre lo que se deja, situarlo en el Polo Sur, creo que llegó la hora de verter la última pala de arena sobre las sepulturas imaginarias de los que no me han querido, los que me han humillado y herido, sin control. Es hora ya, ahora o nunca.
Cambiar la arena de los gatos, barrer, pasar la fregona, lavar platos, peinar las rositas gatunas, bañarles y darles de comer. Ese es mi día a día, y soy feliz.
Me gusta el olor a perfume, sus atractivos frascos, cogerlos en mis manos es un placer. La oportunidad de usar, conquistar, seducir, toda me la ofrecen sin pensar.
Cuando me dijeron que eras homosexual no me importó, siempre te he visto como un amigo. ¿Sabes?, no me lo creo, que escondido llevabas tu secreto, no sé la razón de no dar la cara, de no hablar, de no contarlo. Sólo esconde la cabeza quien sabe que no hace bien y tú dices que eres feliz y creo que estás... enamorado. Falso, todo falso.
Minia se lame y lame, va a cumplir 12 años, tocándome la luz del sol puede ver claro lo que tengo enfrente, ahora muevo mi pluma como un ave que vuela sin descanso, puedo escribir como una loca, como un genio idiota, todo por servirle al Creador. Ahora sé cosas porque tengo años, demasiados como para seguir siendo una ignorante, tengo luces, esencia y fragancia, tengo perfume y castañas. Me casaron con la pluma y el papel y yo, he aceptado, sin conveniencias, sin interés. Escribo gratis. No ofrezco nada serio. Los cuentos son sólo cuentos y los cuentos nada son.
Señorita, acepta a la pluma y al papel como legítimo esposo...
Sí acepto gustosa.
Pluma y papel aceptan a la señorita como legítima esposa.
Sí, aceptamos mientras no nos haga escribir demasiado.
Entonces los declaro marido y mujer, carne y hueso, noche y luna, sol y cielo.
Y yo sigo comiendo arroz, esperando el momento de amor entre iguales, no con marcianos, no con robots ni con gusanos. Pero si de momento mi marido es la pluma y el papel, a ellos debo ser fiel y a ellos debo corresponder.
Jamás olvidaré las niñas de mi colegio que tocaban la guitarra, mientras las monjas, más modernas bailaban rock and roll. Tampoco esa amiga que viajó a Cuba por amor, ni la primera que vez que me caí de la bici en Parque Carabobo de Caracas, ni las dos veces que casi me ahogo en la piscina. Pero mi salida de emergencia será olvidar personas que conocí, porque hay un incendio que acaba conmigo sino lo hago pronto. Correré escaleras abajo y llegaré a un jardín de rosas y claveles color lila, allí experimentaré el verdadero sentimiento de la amistad y el amor, no salvaje, sino pensado, meditado, real y leal. Tendré la gran oportunidad de tener amigos para siempre porque así lo manda Dios, y mi parte, es con él.
Alquilé un piso a un hermano y nada hice, sólo abrí la puerta para que lo viesen y se lo quedaron. Con la crisis encima acepté su invitación a comer, nos bajaron el sueldo y la paga de diciembre será un 30% menor. Esta es la cometa de arena contra la que no se puede luchar.
Ya me lo dijera Astrid, la astróloga que me predijo el destino, mucho trabajo y poco dinero, casarme no soñarlo, pocos amigos y un sueño... ay mi sueño de poder gritar “Libertad” a tiempo. Mi historia tuvo errores ortográficos y gramaticales que he heredado. Soy parte de ella y como ella estoy contaminada. Estoy acabada.
En esa historia hay terremotos, calenturas y mucha tos. La misma que tengo yo.
Ahora que sé que soy de carne y hueso y que si me lastiman me hacen daño, ahora salfré poco de casa. Compraré alcohol, betadine y gasas. Porque soy capaz de sentir dolor físico y espiritual. Llevo mejor el segundo porque soy buena psicóloga, socióloga y filósofa. ¿Quién da más?. Soy las mejor de los tres campos, por eso soy melodía, colonia, belleza, transparencia, soltura, elegancia, humildad.
Hay momentos en mi vida que pasaron como un tren de alta velocidad, como el ave Madrid- Valencia, apenas recuerdo detalles de la facultad , el colegio o las clases de gimnasio... sin embargo hay momentos que viví que no puedo deshacerme de ellos, algunos me llenan de alegría y otros de rabia, impotencia y tristeza. ¿Por qué recuerdo a mi madrina cuando hace treinta años que no la veo? ¿Porqué no recuerdo lo que me pasó la última semana de trabajo?, será que tengo memoria a largo plazo, o cuestiones de cariño que tienes con un familiar y no con un compañero de labores.
Mi gato Antón es un cabezón, se pasa el día persiguiendo a Chichie y a Giga.
Hoy la pluma el papel y yo dormiremos en camas separadas, sé que estoy perdiendo el tiempo, como se llega a perder el alba y los recuerdos desagradables, aunque tarden en marcharse. El tiempo, ese bien apreciado e irrepetible.
Chitito es mi negrito, el morenazo de firme mirada y ojos de limón, el que me extrañó cuando me fui una semana a La Coruña para olvidarme de todo, las palabras, las obras, los edificios de mi contorno, la rutina.
Seré fuerte para decir adiós, para el momento de la despedida, yo sé hacerlo.
Quiero se la luz principal del protagonista de aquella escena, debo ser bombilla, luz solar, linterna, pila. Mi capricho es ser la luz para permitir que todo se vea y dar calor, sensación especial que a todos apetece. La luz secundaria, de fondo y el contraluz lo dejo a otras personas, con otras inclinaciones o vocaciones. Siendo luz, dejaré de ser yo, de carne y hueso, y podré pasar desapercibida por tus aceras, por tu trabajo... como si fuera por debajo de un túnel oscuro, y todo, hasta que acabes de rodar tu película. Me iré luego y seré yo de nuevo, podré recordar que estuvimos juntos. Tú, no.
Los pensamientos me invaden como cometas de arena, deseo que se terminen ya mis penas pero son fuertes aunque parezcan débiles, son mi memoria, mi tortura que no siente compasión de mí. Y yo las acepto. Quieren que caiga al abismo y me lastime, quieren que fracase de nuevo. Me estropean algunos días en que deseo sonreír y olvidarlas, pero sé... que todo tiene su fin y algún día tendrán que refugiarse en una habitación sin luz sin nadie a quien perseguir.
Me llenará la luz solar, luz que nunca se ha marchado permitiéndome resistir las inclemencias del tiempo, las noches sin estrellas y la locura.
Rodaré mi película con la luz del sol en la cara, única, verdadera, natural y sincera. Noble y buena compañera, la que me mantuvo en pie y me cantaba hermosas melodías, la que me permitió ver hermosos paisajes, la que me dejó disfrutar del quehacer diario en casa, con mis gatos, que cual terapeutas impidieron que tuviese que calmarme con insanas pastillas.
Sigo buscando a mi pajarito que voló y que creo murió un día de nieve, le pido perdón, le pido una señal, le pido a Dios que le tenga a su lado.
Cometas de arena que sueños de plástico, papel y lata son. Cometa que morirá algún día y no falta demasiado, cuando eso suceda todo se llenará de flores y no tendré por donde andar, me tiraré en una cama en la playa para contemplar el cielo y entonces, podré dar gracias: por haber tenido cometas en mi camino que me enseñaron a ser lo que soy, por haber tenido a mis felinos, que fueron como hijos... Quiero que las cometas se acaben como un ser que envejece, como el final de la tarde violeta, como cuando desaparece el alba dejando el cielo todo azul, como el final de una dura tormenta, un difícil examen, de una oración rezada a la fuerza.
Mi próxima visita será la luz solar, fuerte y encantadora, única e inmortal. Luz perpetua que da cobijo y paz.
Hay que cambiar el chip y acabar de llenar el disco duro de los sentimientos, tener más archivos, fotos, vídeos y tirar a la papelera lo inservible, lo repetido, lo absurdo.
Hay que dejar de escribir, también.

MÉNDEZ. MI GATO.

Pero más inquieto está Méndez. Debe ser porque lo he puesto en el suelo y ya se siente a un paso de la libertad. ¿Qué te pasa Méndez? ¿No te gusta la música? Si quieres la cambio. Si Méndez fuese un poco más elástico ya hubiese atravesado sus barrotes hace rato. Ya ves Méndez estas gordo, tienes que ponerte a dieta si quieres escapar. ja, ja, ja. Méndez corre en su rueda como si estuviese corriendo por su vida, como si estuviese compitiendo en algún torneo, corre como si llegara tarde al trabajo o al colegio. Lo bajé un rato de su mesa porque necesitaba el espacio, y desde entonces no ha parado. Y ahora que lo pienso tiene ya varios minutos sin detenerse, sospecho que sufrirá de un infarto en cualquier momento.

 El (o ella, la verdad no lo tengo muy claro) corre como si fuese caballo al galope, como si tuviera prisa por llegar a alguna parte, pobrecita. Luego se baja, husmea alrededor de su jaula como si fuera la primera vez que esta ahí, mordisquea un poco los barrotes y entonces se sube otra vez a la rueda. Al abandonar su rueda -esto me hace reír- actúa como si se bajara de una cápsula espacial o de una máquina del tiempo, tímidamente, una patita después de la otra, lentamente, precavidamente, examina la zona.

Como si esperase llegar a algún sitio en especial, o hallar la salida, la puerta mágica. Pero qué no entiendes rata bruta que estas dentro de una jaula y que por más vueltas que le des a la rueda nunca llegaras a ningún lado! A lo mejor estas loca, a lo mejor tu mente te hace ver cada vez un lugar diferente, a lo mejor esa es tu manera de escapar, de lidiar con la pena del encierro, después de todo las ratas no se suicidan. Las ratas tampoco se drogan, no tienen teléfono, ni televisor, ni libros, sus opciones para pasar el tiempo son muy limitadas, ¿qué más podrían hacer sino engañarse a sí mismas? ¿Y además qué debería de esperar yo?, ¿verla un día sentada en flor de loto haciendo zen o tai chi, meditando sobre su futuro, haciendo planchas, parada de cabeza, bailando break(!), o qué la voy a ver un día arreglando los trastos de su jaula, decorando un poquito su casa, una piedrita aquí, otra piedrecita allá, un poco más de aserrín aquí un poco más de aserrín allá, acomodando la comida en su plato, la caquita en una esquina? ¡Ni hablar pues!

Al ver su vehemencia y la manera en que sus ojitos parece que se le fueran a salir, y las venas de sus orejas que se hinchan y se ponen rojas del esfuerzo, se me ocurre que a lo mejor mientras corre sueña que se escapa de aquí, sueña que ha logrado salirse de su jaula que ya no tendrá que vivir encerrada jamás, luego que huye escapándose por alguna rendija de la puerta o por el resquicio de la ventana, se alucina la rata esta que baja las escaleras a toda prisa, tropezándose en cada escalón, bajándolos de a dos, de a tres, que cruza la reja y que sale de la casa, que corre en busca de algún jardín, a lo mejor piensa que encontrará a otros como él, que en algún hueco o buzón hallará cientos de animales, roedores, que como él también lograron escapar de sus prisiones y ahora comparten de manera feliz una vida de libertad.

No sabe que en la primera noche se lo comerían vivo, no sabe que hay otros más ratas que él, no sabe que él no es una rata cualquiera para empezar, él es una rata de veinte dólares, él no es como aquellas grises, callejeras, peligrosas, que comen carroña, él es 100% vegetariano para empezar, mejor dirán las otras, menos colesterol pe', más rico dirán sobándose la panza las muy viciosas. así es Méndez no sabes lo que te espera si te lograras escapar un día, horrible oye, deberías de darme las gracias y portarte mejor, en vez de actuar como si no estuvieras contenta, o qué acaso te quieres ir y dejarme, qué tanto crees que te necesito Méndez, además nunca te enseñé a cruzar la pista y tú eres muy confiado pequeñín, tú te le trepas a cualquiera, nada que ver Méndez, ven, cómete un manicito, ven. ¿Por qué estas tan excitada dime?, ¿qué cocha pacha en tu cabeza?, ¿tú no has visto Tom y Jerry?, de qué cosa crees que son tus barrotes dime, ¿de azúcar?, ¿por qué te quieres salir dime?, ¿qué no soy un buen amo?, ¿no juego contigo?, ¿no te hablo?, ¿no te pongo música?, ¿no te doy de comer?, ¿no te meto en mis pantalones y te saco a pasear? ¡Oye Méndez qué te pasa no me escuchas! ¡Por lo visto te entra por un oído y te sale por el otro todo lo que yo digo!, ¿no?, ¡Oye Méndez! ¡MENDEZ! NO hay nada que hacer, lo de Méndez es crónico. En el fondo lo envidio.

 Al menos él tiene una esperanza. Tal vez debería de abrir su puerta, ¿qué derecho tengo yo a retenerlo contra su voluntad?, ¿por qué no he de darle la oportunidad de vivir su vida como lo crea más conveniente?, ¿y si lo matan?, ¿y si lo hieren?, ¿y si no encuentra comida?, ¿has comido raíces alguna vez Méndez?, ¿has comido insectos?, ¿ah? ¡contéstame!, no me contestas verdad, te quedas callado, pues yo te diré, nunca, nunca, desde el día en que naciste has tenido que comer algo que no te gustara, ah, ¿qué me dices a eso?, pero y si, ah ya sé, ya sé, no, no es que. pero Méndez a ver, ¡ven!

Acerco mi dedo a la jaula y lo meto para acariciar su cabecita, dos pequeños globos rojos supervisan la trayectoria de mis dedos, ¿quieres que te cuente un cuento Méndez?, ¿quieres decirme algo?, siento sus pelitos acariciar mis yemas y entonces destrabo la rejita que separa a Méndez del mundo real, abro lentamente la puerta, con pena, ¿y si a lo mejor al llegar a la puerta Duffy el perro labrador lo encuentra primero?, ¿pero y si a lo mejor escapa y pasa el mejor día de su vida?

Méndez rasguña con sus pequeños dientes el contorno de mis dedos como despidiéndose. Méndez me entiende lo sé, él sabe que quiero lo mejor para él, pero no quiere que me preocupe. El comprende mis contradicciones, no me guarda rencor. Yo no te doy ninguna probabilidad Méndez no lo hagas. ¿Qué cosa? Está bien, Méndez cerraré los ojos y contaré hasta diez, ¿de acuerdo?, si aún no te has ido. Méndez sabe de mis sentimientos y mis cavilaciones, Méndez sabe que es libre en su mente, Méndez es un fugaz escozor sobre el cuero de mi metacarpo.

Chau Méndez, cuídate de los gatos.

MÉNDEZ. MI GATO.

Pero más inquieto está Méndez. Debe ser porque lo he puesto en el suelo y ya se siente a un paso de la libertad. ¿Qué te pasa Méndez? ¿No te gusta la música? Si quieres la cambio. Si Méndez fuese un poco más elástico ya hubiese atravesado sus barrotes hace rato. Ya ves Méndez estas gordo, tienes que ponerte a dieta si quieres escapar. ja, ja, ja. Méndez corre en su rueda como si estuviese corriendo por su vida, como si estuviese compitiendo en algún torneo, corre como si llegara tarde al trabajo o al colegio. Lo bajé un rato de su mesa porque necesitaba el espacio, y desde entonces no ha parado. Y ahora que lo pienso tiene ya varios minutos sin detenerse, sospecho que sufrirá de un infarto en cualquier momento.

 El (o ella, la verdad no lo tengo muy claro) corre como si fuese caballo al galope, como si tuviera prisa por llegar a alguna parte, pobrecita. Luego se baja, husmea alrededor de su jaula como si fuera la primera vez que esta ahí, mordisquea un poco los barrotes y entonces se sube otra vez a la rueda. Al abandonar su rueda -esto me hace reír- actúa como si se bajara de una cápsula espacial o de una máquina del tiempo, tímidamente, una patita después de la otra, lentamente, precavidamente, examina la zona.

Como si esperase llegar a algún sitio en especial, o hallar la salida, la puerta mágica. Pero qué no entiendes rata bruta que estas dentro de una jaula y que por más vueltas que le des a la rueda nunca llegaras a ningún lado! A lo mejor estas loca, a lo mejor tu mente te hace ver cada vez un lugar diferente, a lo mejor esa es tu manera de escapar, de lidiar con la pena del encierro, después de todo las ratas no se suicidan. Las ratas tampoco se drogan, no tienen teléfono, ni televisor, ni libros, sus opciones para pasar el tiempo son muy limitadas, ¿qué más podrían hacer sino engañarse a sí mismas? ¿Y además qué debería de esperar yo?, ¿verla un día sentada en flor de loto haciendo zen o tai chi, meditando sobre su futuro, haciendo planchas, parada de cabeza, bailando break(!), o qué la voy a ver un día arreglando los trastos de su jaula, decorando un poquito su casa, una piedrita aquí, otra piedrecita allá, un poco más de aserrín aquí un poco más de aserrín allá, acomodando la comida en su plato, la caquita en una esquina? ¡Ni hablar pues!

Al ver su vehemencia y la manera en que sus ojitos parece que se le fueran a salir, y las venas de sus orejas que se hinchan y se ponen rojas del esfuerzo, se me ocurre que a lo mejor mientras corre sueña que se escapa de aquí, sueña que ha logrado salirse de su jaula que ya no tendrá que vivir encerrada jamás, luego que huye escapándose por alguna rendija de la puerta o por el resquicio de la ventana, se alucina la rata esta que baja las escaleras a toda prisa, tropezándose en cada escalón, bajándolos de a dos, de a tres, que cruza la reja y que sale de la casa, que corre en busca de algún jardín, a lo mejor piensa que encontrará a otros como él, que en algún hueco o buzón hallará cientos de animales, roedores, que como él también lograron escapar de sus prisiones y ahora comparten de manera feliz una vida de libertad.

No sabe que en la primera noche se lo comerían vivo, no sabe que hay otros más ratas que él, no sabe que él no es una rata cualquiera para empezar, él es una rata de veinte dólares, él no es como aquellas grises, callejeras, peligrosas, que comen carroña, él es 100% vegetariano para empezar, mejor dirán las otras, menos colesterol pe', más rico dirán sobándose la panza las muy viciosas. así es Méndez no sabes lo que te espera si te lograras escapar un día, horrible oye, deberías de darme las gracias y portarte mejor, en vez de actuar como si no estuvieras contenta, o qué acaso te quieres ir y dejarme, qué tanto crees que te necesito Méndez, además nunca te enseñé a cruzar la pista y tú eres muy confiado pequeñín, tú te le trepas a cualquiera, nada que ver Méndez, ven, cómete un manicito, ven. ¿Por qué estas tan excitada dime?, ¿qué cocha pacha en tu cabeza?, ¿tú no has visto Tom y Jerry?, de qué cosa crees que son tus barrotes dime, ¿de azúcar?, ¿por qué te quieres salir dime?, ¿qué no soy un buen amo?, ¿no juego contigo?, ¿no te hablo?, ¿no te pongo música?, ¿no te doy de comer?, ¿no te meto en mis pantalones y te saco a pasear? ¡Oye Méndez qué te pasa no me escuchas! ¡Por lo visto te entra por un oído y te sale por el otro todo lo que yo digo!, ¿no?, ¡Oye Méndez! ¡MENDEZ! NO hay nada que hacer, lo de Méndez es crónico. En el fondo lo envidio.

 Al menos él tiene una esperanza. Tal vez debería de abrir su puerta, ¿qué derecho tengo yo a retenerlo contra su voluntad?, ¿por qué no he de darle la oportunidad de vivir su vida como lo crea más conveniente?, ¿y si lo matan?, ¿y si lo hieren?, ¿y si no encuentra comida?, ¿has comido raíces alguna vez Méndez?, ¿has comido insectos?, ¿ah? ¡contéstame!, no me contestas verdad, te quedas callado, pues yo te diré, nunca, nunca, desde el día en que naciste has tenido que comer algo que no te gustara, ah, ¿qué me dices a eso?, pero y si, ah ya sé, ya sé, no, no es que. pero Méndez a ver, ¡ven!

Acerco mi dedo a la jaula y lo meto para acariciar su cabecita, dos pequeños globos rojos supervisan la trayectoria de mis dedos, ¿quieres que te cuente un cuento Méndez?, ¿quieres decirme algo?, siento sus pelitos acariciar mis yemas y entonces destrabo la rejita que separa a Méndez del mundo real, abro lentamente la puerta, con pena, ¿y si a lo mejor al llegar a la puerta Duffy el perro labrador lo encuentra primero?, ¿pero y si a lo mejor escapa y pasa el mejor día de su vida?

Méndez rasguña con sus pequeños dientes el contorno de mis dedos como despidiéndose. Méndez me entiende lo sé, él sabe que quiero lo mejor para él, pero no quiere que me preocupe. El comprende mis contradicciones, no me guarda rencor. Yo no te doy ninguna probabilidad Méndez no lo hagas. ¿Qué cosa? Está bien, Méndez cerraré los ojos y contaré hasta diez, ¿de acuerdo?, si aún no te has ido. Méndez sabe de mis sentimientos y mis cavilaciones, Méndez sabe que es libre en su mente, Méndez es un fugaz escozor sobre el cuero de mi metacarpo.

Chau Méndez, cuídate de los gatos.

MÉNDEZ. MI GATO.

Pero más inquieto está Méndez. Debe ser porque lo he puesto en el suelo y ya se siente a un paso de la libertad. ¿Qué te pasa Méndez? ¿No te gusta la música? Si quieres la cambio. Si Méndez fuese un poco más elástico ya hubiese atravesado sus barrotes hace rato. Ya ves Méndez estas gordo, tienes que ponerte a dieta si quieres escapar. ja, ja, ja. Méndez corre en su rueda como si estuviese corriendo por su vida, como si estuviese compitiendo en algún torneo, corre como si llegara tarde al trabajo o al colegio. Lo bajé un rato de su mesa porque necesitaba el espacio, y desde entonces no ha parado. Y ahora que lo pienso tiene ya varios minutos sin detenerse, sospecho que sufrirá de un infarto en cualquier momento.

 El (o ella, la verdad no lo tengo muy claro) corre como si fuese caballo al galope, como si tuviera prisa por llegar a alguna parte, pobrecita. Luego se baja, husmea alrededor de su jaula como si fuera la primera vez que esta ahí, mordisquea un poco los barrotes y entonces se sube otra vez a la rueda. Al abandonar su rueda -esto me hace reír- actúa como si se bajara de una cápsula espacial o de una máquina del tiempo, tímidamente, una patita después de la otra, lentamente, precavidamente, examina la zona.

Como si esperase llegar a algún sitio en especial, o hallar la salida, la puerta mágica. Pero qué no entiendes rata bruta que estas dentro de una jaula y que por más vueltas que le des a la rueda nunca llegaras a ningún lado! A lo mejor estas loca, a lo mejor tu mente te hace ver cada vez un lugar diferente, a lo mejor esa es tu manera de escapar, de lidiar con la pena del encierro, después de todo las ratas no se suicidan. Las ratas tampoco se drogan, no tienen teléfono, ni televisor, ni libros, sus opciones para pasar el tiempo son muy limitadas, ¿qué más podrían hacer sino engañarse a sí mismas? ¿Y además qué debería de esperar yo?, ¿verla un día sentada en flor de loto haciendo zen o tai chi, meditando sobre su futuro, haciendo planchas, parada de cabeza, bailando break(!), o qué la voy a ver un día arreglando los trastos de su jaula, decorando un poquito su casa, una piedrita aquí, otra piedrecita allá, un poco más de aserrín aquí un poco más de aserrín allá, acomodando la comida en su plato, la caquita en una esquina? ¡Ni hablar pues!

Al ver su vehemencia y la manera en que sus ojitos parece que se le fueran a salir, y las venas de sus orejas que se hinchan y se ponen rojas del esfuerzo, se me ocurre que a lo mejor mientras corre sueña que se escapa de aquí, sueña que ha logrado salirse de su jaula que ya no tendrá que vivir encerrada jamás, luego que huye escapándose por alguna rendija de la puerta o por el resquicio de la ventana, se alucina la rata esta que baja las escaleras a toda prisa, tropezándose en cada escalón, bajándolos de a dos, de a tres, que cruza la reja y que sale de la casa, que corre en busca de algún jardín, a lo mejor piensa que encontrará a otros como él, que en algún hueco o buzón hallará cientos de animales, roedores, que como él también lograron escapar de sus prisiones y ahora comparten de manera feliz una vida de libertad.

No sabe que en la primera noche se lo comerían vivo, no sabe que hay otros más ratas que él, no sabe que él no es una rata cualquiera para empezar, él es una rata de veinte dólares, él no es como aquellas grises, callejeras, peligrosas, que comen carroña, él es 100% vegetariano para empezar, mejor dirán las otras, menos colesterol pe', más rico dirán sobándose la panza las muy viciosas. así es Méndez no sabes lo que te espera si te lograras escapar un día, horrible oye, deberías de darme las gracias y portarte mejor, en vez de actuar como si no estuvieras contenta, o qué acaso te quieres ir y dejarme, qué tanto crees que te necesito Méndez, además nunca te enseñé a cruzar la pista y tú eres muy confiado pequeñín, tú te le trepas a cualquiera, nada que ver Méndez, ven, cómete un manicito, ven. ¿Por qué estas tan excitada dime?, ¿qué cocha pacha en tu cabeza?, ¿tú no has visto Tom y Jerry?, de qué cosa crees que son tus barrotes dime, ¿de azúcar?, ¿por qué te quieres salir dime?, ¿qué no soy un buen amo?, ¿no juego contigo?, ¿no te hablo?, ¿no te pongo música?, ¿no te doy de comer?, ¿no te meto en mis pantalones y te saco a pasear? ¡Oye Méndez qué te pasa no me escuchas! ¡Por lo visto te entra por un oído y te sale por el otro todo lo que yo digo!, ¿no?, ¡Oye Méndez! ¡MENDEZ! NO hay nada que hacer, lo de Méndez es crónico. En el fondo lo envidio.

 Al menos él tiene una esperanza. Tal vez debería de abrir su puerta, ¿qué derecho tengo yo a retenerlo contra su voluntad?, ¿por qué no he de darle la oportunidad de vivir su vida como lo crea más conveniente?, ¿y si lo matan?, ¿y si lo hieren?, ¿y si no encuentra comida?, ¿has comido raíces alguna vez Méndez?, ¿has comido insectos?, ¿ah? ¡contéstame!, no me contestas verdad, te quedas callado, pues yo te diré, nunca, nunca, desde el día en que naciste has tenido que comer algo que no te gustara, ah, ¿qué me dices a eso?, pero y si, ah ya sé, ya sé, no, no es que. pero Méndez a ver, ¡ven!

Acerco mi dedo a la jaula y lo meto para acariciar su cabecita, dos pequeños globos rojos supervisan la trayectoria de mis dedos, ¿quieres que te cuente un cuento Méndez?, ¿quieres decirme algo?, siento sus pelitos acariciar mis yemas y entonces destrabo la rejita que separa a Méndez del mundo real, abro lentamente la puerta, con pena, ¿y si a lo mejor al llegar a la puerta Duffy el perro labrador lo encuentra primero?, ¿pero y si a lo mejor escapa y pasa el mejor día de su vida?

Méndez rasguña con sus pequeños dientes el contorno de mis dedos como despidiéndose. Méndez me entiende lo sé, él sabe que quiero lo mejor para él, pero no quiere que me preocupe. El comprende mis contradicciones, no me guarda rencor. Yo no te doy ninguna probabilidad Méndez no lo hagas. ¿Qué cosa? Está bien, Méndez cerraré los ojos y contaré hasta diez, ¿de acuerdo?, si aún no te has ido. Méndez sabe de mis sentimientos y mis cavilaciones, Méndez sabe que es libre en su mente, Méndez es un fugaz escozor sobre el cuero de mi metacarpo.

Chau Méndez, cuídate de los gatos.