Los banderines del Zaguán. ¡¡Felicidades ¡¡




Todos los Banderines...

Los Banderines

Recitales de poesía con música en directo y proyección de imágenes, organizados por la Asociación Cultural Los Banderines desde el año 2006.

He meditado y decidido que si le pongo un enlace a todo este trabajo, constante y desinteresado, que está haciendo  la asociación, posiblemente llegue a más gente y se conozca otra forma de ser creativos por la tierra de Almería.


Parece que fue ayer, pero ya van por el 84 banderín y, esperamos, que sigan así muchísimo tiempo. Algunos, como suele pasar, y no inventamos nada, en este trabajo del escritor con su público, harán de su historia personal un mundo en contacto con la realidad que dure más allá de los siglos... Sí.  Como los Garcilaso, Lope, Machado, Cervantes, .... ¿Por qué se asustan? Sería lo propio, para quién ama su trabajo, querer dejar su huella, su impronta, en  la gente de generación en generación...
 
A todos les deseo lo mejor para el futuro y alentarles a que sigan trabajando y publicando su obra. Ya saben, un poema no es poema, hasta que no es leído.. que decía Gloria Fuertes..

AUTORES HASTA LA FECHA QUE HAN FORMADO PARTE DE UN BANDERÍN


1. Juan Manuel Gil  
2. José Luis López Bretones   
3. Luna Miguel   
4. Juan de Dios García  
5. Joaquín Ruano  
6. Elena Medel  
7. Miguel Ángel Muñoz   
8. Fernando Labordeta Blanco 
9. Ramón Crespo   
10. Paco Luis García Cuenca  
11. Rafael Espejo 
12. Raúl Quinto  
13. Ángel Manuel Gómez Espada  
14. Juan Pardo Vidal 
15. Juan Andrés García Román   
16. 17. Jacinto Castillo 
18. Naira Perdu 
19. Camilo de Ory 
20. Antonio Luis Ginés 
21. Enrique Morales 
22. Miguel Naveros
23. Alexis Díaz-Pimienta 
24. María Salvador
25. Isa de la Rosa  
26. Aurora Luque  
27. Julio Béjar
28. Antonia Bocero 
 29. Ana Toledano 
30. Míriam Buil  
31. Ricardo Teva 
32. Juan Antonio Bernier
33. Pepe Ramos
34. Aurora Pintado
35. Liza Leyla  
36. Francisco Checa
37. Niscerel Andrea; 
38. Josep M. Rodríguez
39. Francisco Martínez Navarro 
40. Luis Ortega 
41. Massimo Rizzante
42. Germán Guirado
43. Mario Cuenca Sandoval
44. Jorge Díaz 
45. Óscar Santos Payán
46. Mario Crespo 
47. Lucía Fernández Segura
48. Antonio José García García  
49. Marta Jiménez Alonso
 50. Pablo García Casado
51. Alejandra Vanessa
 52. Pablo López Pleguezuelo 
53. Virginia Aguilar
54. Jaime Desal
 55. Dánae Rodríguez
 56. Carmen Camacho
57. Andrés Ramírez
 58. Ramiro Danza
59. Luis Melgarejo
 60. Emilio Picón 
 61. Isabel Bono
 62. J.J. Rodríguez
63. Juan Francisco Martínez Salas
 64. Elena Pedrosa Puertas
65. Javier Gutiérrez López
 66. Felipe Zapico
 67. Manuel López Muñoz
68. Juan Pe Trassmission
 69. Francisco Vargas
  70. David del Monte 
 71. Rakel Rodríguez 
 72. Graciela Zárate 
 73. Rubén Martín
74. David Leo García
75. Marina Ramón-Borja
 76. Noureddine El Otmani
77. David Eloy Rodríguez  
 78. Martina Mateo
79. Obal   80. Ben Clark 
 81. Pliyo Senpai 
82. Estefanía Martín Sebaquevas
83. Virginia Fernández Collado 
 84. Daniel J. García López




ESPECIALES SIN NÚMERO 


  1. * . Ciber-banderín de Ana Gorría
  2. * . Ciber-banderín de Estíbaliz Espinosa
  3. * . Especial Cine "París-Texas"
  4. * . Especial Cine "Amanece que no es poco"
  5. * . Banderín Siglo de Oro, 2010
  6. * . Homenaje a Mario Benedetti
  7. * . Banderín Siglo de Oro, 2011
  8. * . Especial Cine "El bueno, el feo y el malo"

El azul sobrante. Maribel Cerezuela

Es un libro de 202 páginas, ediciones Encuentro, del año 2009 que, revisando y siguiendo con el archivo de libros que hay en casa, antes de guardar o soltar por ahí para que adquiera otra vida, otro encuentro, quiero mencionar porque me llamó la atención en su momento la estructura del cuento en este libro.

Guadalupe Arbona Abascal le hizo un prólogo presentación que desde el título: “Las lágrimas de Nadejda y los añiles del mundo”, ya me atrajo. Y me hizo trabajar desde ese momento, Google y diccionario en mano, para ver por dónde iba la historia de esas lágrimas y ese añil de un mundo por descubrir.

Empieza el libro con las dos frases que dan origen al desarrollo de su exposición sobre el libro y su estructura y pista por donde buscar para conocer más de su autor y qué autores le han influido a lo largo de su vida de escritor.

“He pasado noches llorando por el hecho de que los verdugos no leen nada que pueda humanizarles, y todavía lloro. Pero yo tampoco he leído casi nada… Aprendí a leer, cuando releía a Dostoievski” (Nadejda Mandelstam, en su libro Contre tout espoir, III).
 
“… un bidón casi entero de pintura azul, de lo que había sobrado en el principio de cuando se pintó la bóveda del cielo del atardecer” (Jiménez Lozano, El azul Sobrante)

Supongo que de pequeños, cuando empezamos a andar con libro y riesgo de tropezar en cualquier socavón, se te cruza un autor como Dostoievski. En mi caso fue en Valencia, en casa de los padres de mi tía Dory. Ellos tenían estanterías de libros por todas las habitaciones, pasillo, dormitorios, era una sensación de alegría continua ver tanto para disfrutar todos los días. Les pedí permiso y empecé con el que estaba en ese momento más próximo a mi…”Los hermanos Karamázov” de Dostoievski. Me impresionó. Más tarde vería una versión en el cine, pero no me convenció.

A veces leyendo autores nuevos, y mi obsesión con dar a conocer nuevas promesas de Almería, me doy cuenta de que habría que releer a los clásicos de toda la vida. No es que tiempos pasados fuesen la panacea, no me gusta esa comparación, cada época ha tenido su autor o autores, pero no cabe duda de que hay periodos de la historia de la literatura que jamás se perderá en un cajón del olvido.  Es enriquecedora y fortalece el ánimo para los comienzos de un autor que hace sus pinitos con la palabra escrita.. El rejuntaletras como dice un amigo, tiene que cultivar su cuerpo y mente y un paseo a la literatura de cualquier época, y en especial, claro está desde mi punto de vista, otros dirán que leyendo Manga o sólo el medievo… a clásicos rusos, franceses, ingleses, y algún que otro autor del otro lado del charco, con especial atención a Onetti, Neruda, Cortázar, Borges,  y sigan que hay mucho mucho que leer.

El azul sobrante. Maribel Cerezuela

Es un libro de 202 páginas, ediciones Encuentro, del año 2009 que, revisando y siguiendo con el archivo de libros que hay en casa, antes de guardar o soltar por ahí para que adquiera otra vida, otro encuentro, quiero mencionar porque me llamó la atención en su momento la estructura del cuento en este libro.

Guadalupe Arbona Abascal le hizo un prólogo presentación que desde el título: “Las lágrimas de Nadejda y los añiles del mundo”, ya me atrajo. Y me hizo trabajar desde ese momento, Google y diccionario en mano, para ver por dónde iba la historia de esas lágrimas y ese añil de un mundo por descubrir.

Empieza el libro con las dos frases que dan origen al desarrollo de su exposición sobre el libro y su estructura y pista por donde buscar para conocer más de su autor y qué autores le han influido a lo largo de su vida de escritor.

“He pasado noches llorando por el hecho de que los verdugos no leen nada que pueda humanizarles, y todavía lloro. Pero yo tampoco he leído casi nada… Aprendí a leer, cuando releía a Dostoievski” (Nadejda Mandelstam, en su libro Contre tout espoir, III).
 
“… un bidón casi entero de pintura azul, de lo que había sobrado en el principio de cuando se pintó la bóveda del cielo del atardecer” (Jiménez Lozano, El azul Sobrante)

Supongo que de pequeños, cuando empezamos a andar con libro y riesgo de tropezar en cualquier socavón, se te cruza un autor como Dostoievski. En mi caso fue en Valencia, en casa de los padres de mi tía Dory. Ellos tenían estanterías de libros por todas las habitaciones, pasillo, dormitorios, era una sensación de alegría continua ver tanto para disfrutar todos los días. Les pedí permiso y empecé con el que estaba en ese momento más próximo a mi…”Los hermanos Karamázov” de Dostoievski. Me impresionó. Más tarde vería una versión en el cine, pero no me convenció.

A veces leyendo autores nuevos, y mi obsesión con dar a conocer nuevas promesas de Almería, me doy cuenta de que habría que releer a los clásicos de toda la vida. No es que tiempos pasados fuesen la panacea, no me gusta esa comparación, cada época ha tenido su autor o autores, pero no cabe duda de que hay periodos de la historia de la literatura que jamás se perderá en un cajón del olvido.  Es enriquecedora y fortalece el ánimo para los comienzos de un autor que hace sus pinitos con la palabra escrita.. El rejuntaletras como dice un amigo, tiene que cultivar su cuerpo y mente y un paseo a la literatura de cualquier época, y en especial, claro está desde mi punto de vista, otros dirán que leyendo Manga o sólo el medievo… a clásicos rusos, franceses, ingleses, y algún que otro autor del otro lado del charco, con especial atención a Onetti, Neruda, Cortázar, Borges,  y sigan que hay mucho mucho que leer.

El azul sobrante. Maribel Cerezuela

Es un libro de 202 páginas, ediciones Encuentro, del año 2009 que, revisando y siguiendo con el archivo de libros que hay en casa, antes de guardar o soltar por ahí para que adquiera otra vida, otro encuentro, quiero mencionar porque me llamó la atención en su momento la estructura del cuento en este libro.

Guadalupe Arbona Abascal le hizo un prólogo presentación que desde el título: “Las lágrimas de Nadejda y los añiles del mundo”, ya me atrajo. Y me hizo trabajar desde ese momento, Google y diccionario en mano, para ver por dónde iba la historia de esas lágrimas y ese añil de un mundo por descubrir.

Empieza el libro con las dos frases que dan origen al desarrollo de su exposición sobre el libro y su estructura y pista por donde buscar para conocer más de su autor y qué autores le han influido a lo largo de su vida de escritor.

“He pasado noches llorando por el hecho de que los verdugos no leen nada que pueda humanizarles, y todavía lloro. Pero yo tampoco he leído casi nada… Aprendí a leer, cuando releía a Dostoievski” (Nadejda Mandelstam, en su libro Contre tout espoir, III).
 
“… un bidón casi entero de pintura azul, de lo que había sobrado en el principio de cuando se pintó la bóveda del cielo del atardecer” (Jiménez Lozano, El azul Sobrante)

Supongo que de pequeños, cuando empezamos a andar con libro y riesgo de tropezar en cualquier socavón, se te cruza un autor como Dostoievski. En mi caso fue en Valencia, en casa de los padres de mi tía Dory. Ellos tenían estanterías de libros por todas las habitaciones, pasillo, dormitorios, era una sensación de alegría continua ver tanto para disfrutar todos los días. Les pedí permiso y empecé con el que estaba en ese momento más próximo a mi…”Los hermanos Karamázov” de Dostoievski. Me impresionó. Más tarde vería una versión en el cine, pero no me convenció.

A veces leyendo autores nuevos, y mi obsesión con dar a conocer nuevas promesas de Almería, me doy cuenta de que habría que releer a los clásicos de toda la vida. No es que tiempos pasados fuesen la panacea, no me gusta esa comparación, cada época ha tenido su autor o autores, pero no cabe duda de que hay periodos de la historia de la literatura que jamás se perderá en un cajón del olvido.  Es enriquecedora y fortalece el ánimo para los comienzos de un autor que hace sus pinitos con la palabra escrita.. El rejuntaletras como dice un amigo, tiene que cultivar su cuerpo y mente y un paseo a la literatura de cualquier época, y en especial, claro está desde mi punto de vista, otros dirán que leyendo Manga o sólo el medievo… a clásicos rusos, franceses, ingleses, y algún que otro autor del otro lado del charco, con especial atención a Onetti, Neruda, Cortázar, Borges,  y sigan que hay mucho mucho que leer.

El azul sobrante. Maribel Cerezuela

Es un libro de 202 páginas, ediciones Encuentro, del año 2009 que, revisando y siguiendo con el archivo de libros que hay en casa, antes de guardar o soltar por ahí para que adquiera otra vida, otro encuentro, quiero mencionar porque me llamó la atención en su momento la estructura del cuento en este libro.

Guadalupe Arbona Abascal le hizo un prólogo presentación que desde el título: “Las lágrimas de Nadejda y los añiles del mundo”, ya me atrajo. Y me hizo trabajar desde ese momento, Google y diccionario en mano, para ver por dónde iba la historia de esas lágrimas y ese añil de un mundo por descubrir.

Empieza el libro con las dos frases que dan origen al desarrollo de su exposición sobre el libro y su estructura y pista por donde buscar para conocer más de su autor y qué autores le han influido a lo largo de su vida de escritor.

“He pasado noches llorando por el hecho de que los verdugos no leen nada que pueda humanizarles, y todavía lloro. Pero yo tampoco he leído casi nada… Aprendí a leer, cuando releía a Dostoievski” (Nadejda Mandelstam, en su libro Contre tout espoir, III).
 
“… un bidón casi entero de pintura azul, de lo que había sobrado en el principio de cuando se pintó la bóveda del cielo del atardecer” (Jiménez Lozano, El azul Sobrante)

Supongo que de pequeños, cuando empezamos a andar con libro y riesgo de tropezar en cualquier socavón, se te cruza un autor como Dostoievski. En mi caso fue en Valencia, en casa de los padres de mi tía Dory. Ellos tenían estanterías de libros por todas las habitaciones, pasillo, dormitorios, era una sensación de alegría continua ver tanto para disfrutar todos los días. Les pedí permiso y empecé con el que estaba en ese momento más próximo a mi…”Los hermanos Karamázov” de Dostoievski. Me impresionó. Más tarde vería una versión en el cine, pero no me convenció.

A veces leyendo autores nuevos, y mi obsesión con dar a conocer nuevas promesas de Almería, me doy cuenta de que habría que releer a los clásicos de toda la vida. No es que tiempos pasados fuesen la panacea, no me gusta esa comparación, cada época ha tenido su autor o autores, pero no cabe duda de que hay periodos de la historia de la literatura que jamás se perderá en un cajón del olvido.  Es enriquecedora y fortalece el ánimo para los comienzos de un autor que hace sus pinitos con la palabra escrita.. El rejuntaletras como dice un amigo, tiene que cultivar su cuerpo y mente y un paseo a la literatura de cualquier época, y en especial, claro está desde mi punto de vista, otros dirán que leyendo Manga o sólo el medievo… a clásicos rusos, franceses, ingleses, y algún que otro autor del otro lado del charco, con especial atención a Onetti, Neruda, Cortázar, Borges,  y sigan que hay mucho mucho que leer.

World of Warcraft: Mists of Pandaria.

Nueva expansión de World of Warcraft: Mists of Pandaria para el día 25 de septiembre 2012.

Esta expansión incluye como principales novedades un nuevo continente, una nueva raza (los Pandaren) y una nueva clase, monje. También se aumenta el nivel máximo hasta el 90.

La nueva raza tendrá una historia nueva que comenzará en Pandaria, un nuevo territorio descubierto en una batalla naval entre la Horda y la Alianza. Los jugadores elegirán en el nivel 10 a qué bando quieren unirse. Pandaria cuenta con nuevos enemigos y criaturas, y con varias zonas en las que la Horda y la Alianza luchan por el control. Los Pandaren pueden elegir entre las siguientes clases: Hunter, Mage, Monk, Priest, Rogue, Shaman y Warrior.

La nueva clase, Monje (Monk), puede elegirse por todas las razas del juego salvo los Goblin y los Wargos. Sus movimientos y ataques están basados en artes marciales cuerpo a cuerpo, y habrá diferentes tipos de monje, algunos más orientados al ataque cuerpo a cuerpo (Brewmaster) y otros a la sanación (Mistweaver). Entre las particularidades de la clase está las existencia de una barra de Chi para ciertas habilidades especiales, y el hecho de que no tendrán autoataque, obligando a los jugadores a que realicen manualmente combinaciones, "a lo Street Fighter", según Blizzard.

Otras novedades de la expansión son una remodelación del sistema de talentos del juego, nuevos escenarios PVE, un modo desafío en el que completar las mazmorras en un límite de tiempo, un sistema de combates entre mascotas a lo Pokémon, nueve nuevas mazmorras (seis de ellas en el nuevo continente, Pandaria), tres nuevas raids y nuevos escenarios PVP (jugador contra jugador). Se harán también numerosos cambios en las clases ya existentes.