Cencerrá

Cencerrá* Andrès Molina Franco Instituto de Estudios Almerienses. El ruido de cacharros y latas se escucha en todo el pueblo de Macael. La noche ha caído pronto, la sierra está llena de nieve y el frio se cuela por las rendijas de la puerta bien cerrada. Es la segunda noche de cencerrá, el nuevo matrimonio de viudo y viuda no han compartido su buena nueva con los jóvenes del barrio y el sueño en sus primeras madrugadas de ajuar renovado será difícil de conciliar Dentro de la casa, una bombilla apenas ilumina la cocina, un caldo de puchero y unas cuantas ramas secas en la chimenea dan un poco de calor. En la vitrina una botella de Soberano empolvada, dialoga con el transparente Chinchón , siempre pegajoso. Las copas son de la anterior unión, aquellas que nunca chocaron en un brindis y siempre estuvieron llenas de botones, alfileres y hebras de hilos de colores. El viudo hombre curtido entre mármoles, de carácter adusto, de itinerario fijo… de la casa a la cantera y de la casa al