L a poesía germina en lo más hondo del ser humano, se interioriza la realidad y se transforma creando otra. Nada como la observación como método de conocimiento, de auscultación de paisaje y paisanaje para conformar un universo propio. El poeta, como parte de ese mundo, apuesta siempre por la mirada, esa mirada atenta y cuidadosa, abarcadora de la vida y sus silencios, como si todo dependiera de su luz, que vuela a los más recónditos lugares y regresa después de cada migración a vivir en sí misma la experiencia de los asombros. La poeta Evelyn de Lezcano (Las Palmas, Gran Canaria) nos propone un viaje hacia aquellos lugares que, de una u otra forma, son o han sido su particular refugio, bien para el encuentro o para la búsqueda. Esa búsqueda que todo poeta necesita para saberse vivo. En esta ocasión Evelyn de Lezcano quiere ser la voz de los silenciados, “De los que nadie habla”, título del poemario que hoy ocupa nuestra atención. ¿Por qué ese empeño en ser la voz de los que nadie habl