Cuando me recuerdes. Perfecto Herrera Ramos.


Cuando me recuerdes

Cuando me recuerdes
búscame en el agua.


Todo lo que a tu espalda se refleje
seré yo sin contornos,
pues delante de tus pupilas
no hallarás más,
sino la imagen
de la misma presencia de mi, ausente.


























Cuando me recuerdes. Perfecto Herrera Ramos.


Cuando me recuerdes

Cuando me recuerdes
búscame en el agua.


Todo lo que a tu espalda se refleje
seré yo sin contornos,
pues delante de tus pupilas
no hallarás más,
sino la imagen
de la misma presencia de mi, ausente.


























Cuando me recuerdes. Perfecto Herrera Ramos.


Cuando me recuerdes

Cuando me recuerdes
búscame en el agua.


Todo lo que a tu espalda se refleje
seré yo sin contornos,
pues delante de tus pupilas
no hallarás más,
sino la imagen
de la misma presencia de mi, ausente.


























Desde una ventana. Abraham Ferreira Khalil




DESDE UNA VENTANA

Acecha el horizonte y los bramidos
del viento me sorprenden. Huele a tierra
y esta asechanza sin descanso cierra
la clave que empantana mis sentidos.

Ciénaga soy. De viajes detenidos
avisté el humo en la remota guerra.
No es el morir lo que al amor entierra,
es el amor panteón de fallecidos

en cuya cripta, oscuras y apiladas,
las calaveras, cálices perennes,
rediviven eróticos hedores.

Hedores del amor. Encrucijadas
hundidas bajo lápidas solemnes
en el pantano infiel de tus amores.

© Abraham Ferreira Khalil

Desde una ventana. Abraham Ferreira Khalil




DESDE UNA VENTANA

Acecha el horizonte y los bramidos
del viento me sorprenden. Huele a tierra
y esta asechanza sin descanso cierra
la clave que empantana mis sentidos.

Ciénaga soy. De viajes detenidos
avisté el humo en la remota guerra.
No es el morir lo que al amor entierra,
es el amor panteón de fallecidos

en cuya cripta, oscuras y apiladas,
las calaveras, cálices perennes,
rediviven eróticos hedores.

Hedores del amor. Encrucijadas
hundidas bajo lápidas solemnes
en el pantano infiel de tus amores.

© Abraham Ferreira Khalil

Desde una ventana. Abraham Ferreira Khalil




DESDE UNA VENTANA

Acecha el horizonte y los bramidos
del viento me sorprenden. Huele a tierra
y esta asechanza sin descanso cierra
la clave que empantana mis sentidos.

Ciénaga soy. De viajes detenidos
avisté el humo en la remota guerra.
No es el morir lo que al amor entierra,
es el amor panteón de fallecidos

en cuya cripta, oscuras y apiladas,
las calaveras, cálices perennes,
rediviven eróticos hedores.

Hedores del amor. Encrucijadas
hundidas bajo lápidas solemnes
en el pantano infiel de tus amores.

© Abraham Ferreira Khalil

El tren. De Madrid a Almería.

ABRAHAM FERREIRA KHALIL
EL TREN. ABRAHAM FERREIRA KHALIL


EL TREN 
(De Madrid a Almería)

Metálico vampiro en cuyas alas
transportas las enseñas de un mensaje
y lo elevas en fiel peregrinaje
al palomar del corazón que escalas,

tu aviso, ramillete de memoria,
es el pecado que otorgó al paisaje
carta de inmensidad. En tu bagaje
lo pasado no es fábula ni historia.

La horizontalidad de tu artificio
en el raíl del tiempo ha abandonado
la tétrica humareda del pasado.

Y aún bombea tu sangre en ese indicio,
elixir de perenne arqueología.
¡Oh, férrea e irreverente alegoría!


© Abraham Ferreira Khalil

El tren. De Madrid a Almería.

ABRAHAM FERREIRA KHALIL
EL TREN. ABRAHAM FERREIRA KHALIL


EL TREN 
(De Madrid a Almería)

Metálico vampiro en cuyas alas
transportas las enseñas de un mensaje
y lo elevas en fiel peregrinaje
al palomar del corazón que escalas,

tu aviso, ramillete de memoria,
es el pecado que otorgó al paisaje
carta de inmensidad. En tu bagaje
lo pasado no es fábula ni historia.

La horizontalidad de tu artificio
en el raíl del tiempo ha abandonado
la tétrica humareda del pasado.

Y aún bombea tu sangre en ese indicio,
elixir de perenne arqueología.
¡Oh, férrea e irreverente alegoría!


© Abraham Ferreira Khalil

El tren. De Madrid a Almería.

ABRAHAM FERREIRA KHALIL
EL TREN. ABRAHAM FERREIRA KHALIL


EL TREN 
(De Madrid a Almería)

Metálico vampiro en cuyas alas
transportas las enseñas de un mensaje
y lo elevas en fiel peregrinaje
al palomar del corazón que escalas,

tu aviso, ramillete de memoria,
es el pecado que otorgó al paisaje
carta de inmensidad. En tu bagaje
lo pasado no es fábula ni historia.

La horizontalidad de tu artificio
en el raíl del tiempo ha abandonado
la tétrica humareda del pasado.

Y aún bombea tu sangre en ese indicio,
elixir de perenne arqueología.
¡Oh, férrea e irreverente alegoría!


© Abraham Ferreira Khalil

El tren. De Madrid a Almería.

ABRAHAM FERREIRA KHALIL
EL TREN. ABRAHAM FERREIRA KHALIL


EL TREN 
(De Madrid a Almería)

Metálico vampiro en cuyas alas
transportas las enseñas de un mensaje
y lo elevas en fiel peregrinaje
al palomar del corazón que escalas,

tu aviso, ramillete de memoria,
es el pecado que otorgó al paisaje
carta de inmensidad. En tu bagaje
lo pasado no es fábula ni historia.

La horizontalidad de tu artificio
en el raíl del tiempo ha abandonado
la tétrica humareda del pasado.

Y aún bombea tu sangre en ese indicio,
elixir de perenne arqueología.
¡Oh, férrea e irreverente alegoría!


© Abraham Ferreira Khalil

Canción a una muchacha muerta. Vicente Aleixandre



Canción a una muchacha muerta

Dime, dime el secreto de tu corazón virgen,
dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra,
quiero saber por qué ahora eres un agua,
esas orillas frescas donde unos pies desnudos
se bañan con espuma.

Dime por qué sobre tu pelo suelto,
sobre tu dulce hierba acariciada,
cae, resbala, acaricia, se va
un sol ardiente o reposado que te toca
como un viento que lleva sólo un pájaro o mano.

Dime por qué tu corazón como una selva diminuta
espera bajo tierra los imposibles pájaros,
esa canción total que por encima de los ojos
hacen los sueños cuando pasan sin ruido.

Oh tú, canción que a un cuerpo muerto o vivo,
que a un ser hermoso que bajo el suelo duerme,
cantas color de piedra, color de beso o labio,
cantas como si el nácar durmiera o respirara.

Esa cintura, ese débil volumen de un pecho triste,
ese rizo voluble que ignora el viento,
esos ojos por donde sólo boga el silencio,
esos dientes que son de marfil resguardado,
ese aire que no mueve unas hojas no verdes.

¡Oh tú, cielo riente que pasas como nube;
oh pájaro feliz que sobre un hombro ríes;
fuente que, chorro fresco, te enredas con la luna;
césped blando que pisan unos pies adorados!

Canción a una muchacha muerta. Vicente Aleixandre



Canción a una muchacha muerta

Dime, dime el secreto de tu corazón virgen,
dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra,
quiero saber por qué ahora eres un agua,
esas orillas frescas donde unos pies desnudos
se bañan con espuma.

Dime por qué sobre tu pelo suelto,
sobre tu dulce hierba acariciada,
cae, resbala, acaricia, se va
un sol ardiente o reposado que te toca
como un viento que lleva sólo un pájaro o mano.

Dime por qué tu corazón como una selva diminuta
espera bajo tierra los imposibles pájaros,
esa canción total que por encima de los ojos
hacen los sueños cuando pasan sin ruido.

Oh tú, canción que a un cuerpo muerto o vivo,
que a un ser hermoso que bajo el suelo duerme,
cantas color de piedra, color de beso o labio,
cantas como si el nácar durmiera o respirara.

Esa cintura, ese débil volumen de un pecho triste,
ese rizo voluble que ignora el viento,
esos ojos por donde sólo boga el silencio,
esos dientes que son de marfil resguardado,
ese aire que no mueve unas hojas no verdes.

¡Oh tú, cielo riente que pasas como nube;
oh pájaro feliz que sobre un hombro ríes;
fuente que, chorro fresco, te enredas con la luna;
césped blando que pisan unos pies adorados!

Canción a una muchacha muerta. Vicente Aleixandre



Canción a una muchacha muerta

Dime, dime el secreto de tu corazón virgen,
dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra,
quiero saber por qué ahora eres un agua,
esas orillas frescas donde unos pies desnudos
se bañan con espuma.

Dime por qué sobre tu pelo suelto,
sobre tu dulce hierba acariciada,
cae, resbala, acaricia, se va
un sol ardiente o reposado que te toca
como un viento que lleva sólo un pájaro o mano.

Dime por qué tu corazón como una selva diminuta
espera bajo tierra los imposibles pájaros,
esa canción total que por encima de los ojos
hacen los sueños cuando pasan sin ruido.

Oh tú, canción que a un cuerpo muerto o vivo,
que a un ser hermoso que bajo el suelo duerme,
cantas color de piedra, color de beso o labio,
cantas como si el nácar durmiera o respirara.

Esa cintura, ese débil volumen de un pecho triste,
ese rizo voluble que ignora el viento,
esos ojos por donde sólo boga el silencio,
esos dientes que son de marfil resguardado,
ese aire que no mueve unas hojas no verdes.

¡Oh tú, cielo riente que pasas como nube;
oh pájaro feliz que sobre un hombro ríes;
fuente que, chorro fresco, te enredas con la luna;
césped blando que pisan unos pies adorados!

Canción a una muchacha muerta. Vicente Aleixandre



Canción a una muchacha muerta

Dime, dime el secreto de tu corazón virgen,
dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra,
quiero saber por qué ahora eres un agua,
esas orillas frescas donde unos pies desnudos
se bañan con espuma.

Dime por qué sobre tu pelo suelto,
sobre tu dulce hierba acariciada,
cae, resbala, acaricia, se va
un sol ardiente o reposado que te toca
como un viento que lleva sólo un pájaro o mano.

Dime por qué tu corazón como una selva diminuta
espera bajo tierra los imposibles pájaros,
esa canción total que por encima de los ojos
hacen los sueños cuando pasan sin ruido.

Oh tú, canción que a un cuerpo muerto o vivo,
que a un ser hermoso que bajo el suelo duerme,
cantas color de piedra, color de beso o labio,
cantas como si el nácar durmiera o respirara.

Esa cintura, ese débil volumen de un pecho triste,
ese rizo voluble que ignora el viento,
esos ojos por donde sólo boga el silencio,
esos dientes que son de marfil resguardado,
ese aire que no mueve unas hojas no verdes.

¡Oh tú, cielo riente que pasas como nube;
oh pájaro feliz que sobre un hombro ríes;
fuente que, chorro fresco, te enredas con la luna;
césped blando que pisan unos pies adorados!

Canción a una muchacha muerta. Vicente Aleixandre

POESÍAS COMPLETAS - VICENTE ALEIXANDRE


Canción a una muchacha muerta

Dime, dime el secreto de tu corazón virgen,
dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra,
quiero saber por qué ahora eres un agua,
esas orillas frescas donde unos pies desnudos
se bañan con espuma.

Dime por qué sobre tu pelo suelto,
sobre tu dulce hierba acariciada,
cae, resbala, acaricia, se va
un sol ardiente o reposado que te toca
como un viento que lleva sólo un pájaro o mano.

Dime por qué tu corazón como una selva diminuta
espera bajo tierra los imposibles pájaros,
esa canción total que por encima de los ojos
hacen los sueños cuando pasan sin ruido.

Oh tú, canción que a un cuerpo muerto o vivo,
que a un ser hermoso que bajo el suelo duerme,
cantas color de piedra, color de beso o labio,
cantas como si el nácar durmiera o respirara.

Esa cintura, ese débil volumen de un pecho triste,
ese rizo voluble que ignora el viento,
esos ojos por donde sólo boga el silencio,
esos dientes que son de marfil resguardado,
ese aire que no mueve unas hojas no verdes.

¡Oh tú, cielo riente que pasas como nube;
oh pájaro feliz que sobre un hombro ríes;
fuente que, chorro fresco, te enredas con la luna;
césped blando que pisan unos pies adorados!

Canción a una muchacha muerta. Vicente Aleixandre

POESÍAS COMPLETAS - VICENTE ALEIXANDRE


Canción a una muchacha muerta

Dime, dime el secreto de tu corazón virgen,
dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra,
quiero saber por qué ahora eres un agua,
esas orillas frescas donde unos pies desnudos
se bañan con espuma.

Dime por qué sobre tu pelo suelto,
sobre tu dulce hierba acariciada,
cae, resbala, acaricia, se va
un sol ardiente o reposado que te toca
como un viento que lleva sólo un pájaro o mano.

Dime por qué tu corazón como una selva diminuta
espera bajo tierra los imposibles pájaros,
esa canción total que por encima de los ojos
hacen los sueños cuando pasan sin ruido.

Oh tú, canción que a un cuerpo muerto o vivo,
que a un ser hermoso que bajo el suelo duerme,
cantas color de piedra, color de beso o labio,
cantas como si el nácar durmiera o respirara.

Esa cintura, ese débil volumen de un pecho triste,
ese rizo voluble que ignora el viento,
esos ojos por donde sólo boga el silencio,
esos dientes que son de marfil resguardado,
ese aire que no mueve unas hojas no verdes.

¡Oh tú, cielo riente que pasas como nube;
oh pájaro feliz que sobre un hombro ríes;
fuente que, chorro fresco, te enredas con la luna;
césped blando que pisan unos pies adorados!

Canción a una muchacha muerta. Vicente Aleixandre

POESÍAS COMPLETAS - VICENTE ALEIXANDRE


Canción a una muchacha muerta

Dime, dime el secreto de tu corazón virgen,
dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra,
quiero saber por qué ahora eres un agua,
esas orillas frescas donde unos pies desnudos
se bañan con espuma.

Dime por qué sobre tu pelo suelto,
sobre tu dulce hierba acariciada,
cae, resbala, acaricia, se va
un sol ardiente o reposado que te toca
como un viento que lleva sólo un pájaro o mano.

Dime por qué tu corazón como una selva diminuta
espera bajo tierra los imposibles pájaros,
esa canción total que por encima de los ojos
hacen los sueños cuando pasan sin ruido.

Oh tú, canción que a un cuerpo muerto o vivo,
que a un ser hermoso que bajo el suelo duerme,
cantas color de piedra, color de beso o labio,
cantas como si el nácar durmiera o respirara.

Esa cintura, ese débil volumen de un pecho triste,
ese rizo voluble que ignora el viento,
esos ojos por donde sólo boga el silencio,
esos dientes que son de marfil resguardado,
ese aire que no mueve unas hojas no verdes.

¡Oh tú, cielo riente que pasas como nube;
oh pájaro feliz que sobre un hombro ríes;
fuente que, chorro fresco, te enredas con la luna;
césped blando que pisan unos pies adorados!

Perfecto Herrera Ramos. Chernóbyl en la memoria.

Chernóbyl en la memoria

El campo de centeno era humo acre en la memoria
por donde el duende flavo de la hipóstasis
se encaramó a mis desengaños
paseando las dos manos entre las espigas
y acariciando el mundo.
Duele comprobar cuán lerdos podemos ser
adecentando las estatuas de los aleros
o exaltando la imagen sacrílega de la ciencia
Debiera el hombre no renunciar al misterio,
a desentrañar todo conocimiento.
Pero olvidar
que los ocultos y secretos enigmas
preservan toda vida,
necedad petulante sería
y holocausto indeleble para la especie y la misma existencia.
Chernóbil viene a mi memoria
- llaga invisible casi eterna en nuestro planeta -
para indicarnos púrpura señal de advertencia.
Duele ver a la madre Gea
sollozar y espantada ante sus hijos
jugueteando, malquistos, con los odres de la harina en flor,
ya hombres provectos y ya doctos,
que olvidan reforzar los estayes del esquife
y ofrecer toros negros a los dioses.
No solo la fusión de los átomos nos acecha;
otras son las celadas que amenazan
la sagrada existencia del planeta,
el perfecto equilibrio de lo bello.
Conviene no olvidar
el dolor de los daños colaterales;
que las abejas van desapareciendo;
que el cambio climático provoca cataclismos.
Prudencia equivaldrá a inteligencia,
a sueños de manzanas sacrosantas,
a aguas puras y aires trasparentes.
¿Qué mundo nos espera?
¿Alguien podrá respuesta dar a esta pregunta
si no oramos renunciando a ser dioses?


Perfecto Herrera Ramos. Chernóbyl en la memoria.

Chernóbyl en la memoria

El campo de centeno era humo acre en la memoria
por donde el duende flavo de la hipóstasis
se encaramó a mis desengaños
paseando las dos manos entre las espigas
y acariciando el mundo.
Duele comprobar cuán lerdos podemos ser
adecentando las estatuas de los aleros
o exaltando la imagen sacrílega de la ciencia
Debiera el hombre no renunciar al misterio,
a desentrañar todo conocimiento.
Pero olvidar
que los ocultos y secretos enigmas
preservan toda vida,
necedad petulante sería
y holocausto indeleble para la especie y la misma existencia.
Chernóbil viene a mi memoria
- llaga invisible casi eterna en nuestro planeta -
para indicarnos púrpura señal de advertencia.
Duele ver a la madre Gea
sollozar y espantada ante sus hijos
jugueteando, malquistos, con los odres de la harina en flor,
ya hombres provectos y ya doctos,
que olvidan reforzar los estayes del esquife
y ofrecer toros negros a los dioses.
No solo la fusión de los átomos nos acecha;
otras son las celadas que amenazan
la sagrada existencia del planeta,
el perfecto equilibrio de lo bello.
Conviene no olvidar
el dolor de los daños colaterales;
que las abejas van desapareciendo;
que el cambio climático provoca cataclismos.
Prudencia equivaldrá a inteligencia,
a sueños de manzanas sacrosantas,
a aguas puras y aires trasparentes.
¿Qué mundo nos espera?
¿Alguien podrá respuesta dar a esta pregunta
si no oramos renunciando a ser dioses?


Perfecto Herrera Ramos. Chernóbyl en la memoria.

Chernóbyl en la memoria

El campo de centeno era humo acre en la memoria
por donde el duende flavo de la hipóstasis
se encaramó a mis desengaños
paseando las dos manos entre las espigas
y acariciando el mundo.
Duele comprobar cuán lerdos podemos ser
adecentando las estatuas de los aleros
o exaltando la imagen sacrílega de la ciencia
Debiera el hombre no renunciar al misterio,
a desentrañar todo conocimiento.
Pero olvidar
que los ocultos y secretos enigmas
preservan toda vida,
necedad petulante sería
y holocausto indeleble para la especie y la misma existencia.
Chernóbil viene a mi memoria
- llaga invisible casi eterna en nuestro planeta -
para indicarnos púrpura señal de advertencia.
Duele ver a la madre Gea
sollozar y espantada ante sus hijos
jugueteando, malquistos, con los odres de la harina en flor,
ya hombres provectos y ya doctos,
que olvidan reforzar los estayes del esquife
y ofrecer toros negros a los dioses.
No solo la fusión de los átomos nos acecha;
otras son las celadas que amenazan
la sagrada existencia del planeta,
el perfecto equilibrio de lo bello.
Conviene no olvidar
el dolor de los daños colaterales;
que las abejas van desapareciendo;
que el cambio climático provoca cataclismos.
Prudencia equivaldrá a inteligencia,
a sueños de manzanas sacrosantas,
a aguas puras y aires trasparentes.
¿Qué mundo nos espera?
¿Alguien podrá respuesta dar a esta pregunta
si no oramos renunciando a ser dioses?


CIB3R G4ME3RS. WORLD OF WARCRAFT por Maribel Cerezuela

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REVISTA CIBER GAMER
En la revista CIBERGAMES se publicó un artículo en el 2007 anunciando la venidera BURNING CRUSADE para el 16 de enero de 2007. World of Warcraft: The Burning Crusade (traducido al español, La Legión Ardiente) es la primera expansión del MMORPG World of Warcraft. Fue lanzada el 16 de enero de 2007 a medianoche en Europa y Norteamérica y vendió cerca de 2.4 millones ese día convirtiéndose en el juego de PC más rápidamente vendido de estas regiones.1 Ese mismo día fue lanzado en Singapur, Tailandia, y Malasia.1 En Australia y Nueva Zelanda fue lanzado el 17 de enero de 2007.1 
En total, se vendieron aproximadamente 3.53 millones de copias en el primer mes, de las cuales 1.9 millones fueron en Norteamérica, más de 100.000 copias en Australasia, y cerca de 1.6 millones en Europa. Ahora, el videojuego es gratuito4 Posteriormente fue luego lanzado en Corea del Sur el 1 de febrero del 2007; en Taiwán, Hong Kong, y Macao el 30 de abril del 2007.5 6 El juego fue publicado en China el 10 de septiembre del 2007.7

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Novedades y mejoras[editar]
   Jugador contra Jugador[editar]
Desarrollo[editar]
Errores de distribución[editar]
Recepción[editar]
[ocultar]Recepción
Puntuaciones de reseñas
Evaluador Puntaje
GameRankings 91% (based on 46 reviews)23
Metacritic 91 / 100 (based on 47 reviews)24
Puntuaciones de críticas
Publicación Puntaje
1UP.com A+17
ActionTrip 9.2 / 1022
Eurogamer 8 / 10 (1st review)20 10 out of 10 (2nd review)21
GameSpot 9.2 / 1016
GameSpy 5/5 estrellas19
IGN 8.8 / 1018


Se añaden dos razas jugables, Elfos de Sangre en La Horda y Draenei en La Alianza. Previamente, la clase paladín era exclusiva de la Alianza y la clase Chamán era exclusiva de la Horda; estas nuevas clases permitían a los jugadores de la Alianza llevar un Draenei Chamán y a los jugadores de la Horda un Paladín Elfo de Sangre.8 Además se aumentó el nivel máximo de los personajes hasta setenta.8 Se añadió una nueva ciudad sin afiliación ni a Horda ni a Alianza llamada Shattrath.8


the World of Warcraft Arena TournamentIMG_20150912_135421





Se añadió un nuevo 

Campo De Batalla llamado 

El Ojo de la Tormenta dividido en dos subniveles, uno para jugadores de nivel entre 61 y 69, y otro para jugadores de nivel 70.9Este Campo de Batalla solo está disponible para aquellos jugadores que juegan con la expansión instalada. Se introdujo un nuevo sistema de juego, las Arenas, para luchar dos contra dos, tres contra tres o cinco contra cinco, batallas a menor escala. Este sistema de Arena era accesible tanto a jugadores con la expansión como a jugadores sin la expansión, aunque estos últimos no accedían a las puntuaciones y por lo tanto no se llevaban recompensas (basadas en las puntuaciones). Se introdujeron tres zonas de Arena, las Ruinas de Lordaeron en Entrañas, Anillo de Sangre en las Montañas Filospada y el Círculo de los Retos en Nagrand.8 El sistema de Arena resultó tan exitoso que ha tomado mucha relevancia en el contenido JcJ, y se ha convertido en deporte electrónico por sí mismo.10 Blizzard también desarrolla su competición, , que enfrente a equipos de servidores de todo el mundo unos contra otros.11 Este torneo concluye con un evento mundial de cinco jugadores contra cinco, el primero tuvo lugar en la BlizzCon de 2007 dando por finalizada la temporada 1.12 Se introdujeron mejoras en el JcJ en campo abierto, mediante la introducción de un nuevo continente Terrallende para jugadores con niveles comprendidos entre 58-70 en el cual existían distintas zonas para realizar combates JcJ. En concreto, en la zona de Nagrand, una ciudad de nombre Halaa que puede ser conquistada por ambos bandos proporcionando un bono temporal en el daño producido por el personaje o incrementos en la velocidad de conseguir experiencia. También se introdujeron otros como Bosque de Terokkar o Península del Fuego Infernal.13 También se introdujeron nuevas mazmorras como El Castillo de la Tempestad,Zul'Aman, Meseta de La Fuente del Sol, Karazhan, Ciudadela del Fuego Infernal (guarida de Magtheridon), Hornos de Sangre y Templo Oscuro entre otras. En éste último los jugadores se enfrentaran a Illidan Tempestira.8


Blizzard cometió numerosos errores durante la distribución de World of Warcraft: The Burning Crusade en Europa. Uno de ellos fue el fallo en el registro de la “edición de coleccionista” para posteriores recompensas en el juego, debido a esto los jugadores que compraban dicha edición tenían que enviar el recibo a Blizzard por correo postal para recibir dichas recompensas.14 Para compensar este problema, y para animar a los jugadores a enviar los tiques, se les recompensó con una mascota exclusiva no disponible en otras regiones. Otro de ellos fue la escasa distribución en algunos países como en Rumania donde se distribuyeron 1.600 copias para más de 10.000 suscriptores.15

IMG_20150912_135455
The Burning Crusade recibió elogios de casi todas las críticas después de su lanzamiento.24 Las nuevas áreas de comienzo especialmente diseñadas para la ocasión recibieron opiniones divididas por parte de los críticos. Por un lado, proporcionaban una nueva perspectiva a los jugadores existentes o una sólida introducción para nuevos jugadores.18 La disposición y estructura de las misiones y contenidos en estas áreas parecían más afinadas que las de las ya existentes,19 de manera que los jugadores no necesitaban matar una criatura tras otra para avanzar en el juego sino que desarrollaban la historia poco a poco.18 Parecía que Blizzard había aprendido del lanzamiento original del juego, el nuevo contenido era variado pero no excesivo para el jugador novato y los nuevos conceptos se introducían poco a poco.20 Por otro lado, los críticos opinaban que las nuevas áreas no estaban muy integradas en el mundo ya existente, parecían como "pegadas con chincheta"18 También estaban decepcionados porque una vez visitadas las nuevas áreas no había nada más a hacer allí por lo que había que volver al contenido anterior para seguir avanzando.19 Este movimiento entre zonas no era tan progresivo en comparación con las áreas de comienzo anteriores.20 Además parecía que eran muy cortas de manera que en un par de días los jugadores ya habían abandonado estas áreas.19 Además todos estos cambios no tuvieron en cuenta uno de los problemas existentes, el viaje entre distintas localizaciones.20 Como en el original, se dijo del ambiente que “dejaba sin aliento”,16 el video de introducción para la expansión se definió como “enormemente impresionante”.20 La impresión fue que las nuevas áreas de Terrallende eran algunas de las mejores del juego,16 siendo el tamaño de las áreas introducidas similar al total de las áreas existente en los demás juegos existentes en el género.17 También recibieron menciones la arquitectura de los edificios, escenarios y criaturas,17 aunque con alguna decepción que algunos edificios fueran meras copias de los ya existentes.17 La individualidad de cada zona fue destacada.18 Los pequeños detalle como asentamientos mecánicos o templos abandonados fueron subrayados.18Los jugadores fueron avisados que pasarían bastante tiempo admirando el paisaje.19 Dicho esto, también surgieron voces señalando que al juego se le empezaban a notar los años, con cuidadas texturas y técnicas de iluminación disfrazando unos diseños geométricos básicos.16 Aunque la idea original ya contaba con esto, pues desde el comienzo del diseño del juego original la dirección artística y la elección de la paleta de colores compensaban un motor del juego muy simple,17 buscando una victoria del arte sobre la tecnología.22 La música orquestral tuvo muy buena recepción y fue descrita como una música que proporcionaba continuamente un ambiente cambiante.16 Las nuevas piezas se conjuntaban bien con las originales añadiendo algún “toque fresco”.22 Las dos canciones de las áreas de comienzo fueron particularmente alabadas,20 así como las de los actores de doblaje.16 World of Warcraft: The Burning Crusade fue el juego más vendido de 2007 tanto en Estados Unidos como en Europa, y también fue el juego más vendido en las primeras 24 horas con aproximadamente 2,4 millones de copias (posteriormente con el lanzamiento de World of Warcraft: Wrath of the Lich King pasaría a ser el segundo más vendido).25 En el primer mes vendió 3,5 millones de copias.26