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Mostrando entradas de febrero 12, 2014

Viajes por Andalucía. Pilar Vinyet

PILAR VINYET BARNOLAS TARDE LARGA Descansa en la tarde larga ya se cumplió tu andadura el crujir de tu espinazo el jadear de tu pecho el adiós de tus ansias. Poeta deseado tu vivirás tus poesías me abrazan alimentan mi pensamiento  moviendo mis labios en cada tarde larga. Hace ya un largo invierno se perdió mi tímida pisada en el Puerto dejé en la arena laberinto, cañas, versos y entre marismas mi huella marcada. Sólo el viento ahora suena riego los geranios del silencio amarro barcas estropeadas perfumo lejanías soñadas en la certeza que te tengo. ...en esta tarde larga... ...en esta larga tarde...

Viajes por Andalucía. Pilar Vinyet

PILAR VINYET BARNOLAS TARDE LARGA Descansa en la tarde larga ya se cumplió tu andadura el crujir de tu espinazo el jadear de tu pecho el adiós de tus ansias. Poeta deseado tu vivirás tus poesías me abrazan alimentan mi pensamiento  moviendo mis labios en cada tarde larga. Hace ya un largo invierno se perdió mi tímida pisada en el Puerto dejé en la arena laberinto, cañas, versos y entre marismas mi huella marcada. Sólo el viento ahora suena riego los geranios del silencio amarro barcas estropeadas perfumo lejanías soñadas en la certeza que te tengo. ...en esta tarde larga... ...en esta larga tarde...

Viajes por Andalucía. Pilar Vinyet

PILAR VINYET BARNOLAS TARDE LARGA Descansa en la tarde larga ya se cumplió tu andadura el crujir de tu espinazo el jadear de tu pecho el adiós de tus ansias. Poeta deseado tu vivirás tus poesías me abrazan alimentan mi pensamiento  moviendo mis labios en cada tarde larga. Hace ya un largo invierno se perdió mi tímida pisada en el Puerto dejé en la arena laberinto, cañas, versos y entre marismas mi huella marcada. Sólo el viento ahora suena riego los geranios del silencio amarro barcas estropeadas perfumo lejanías soñadas en la certeza que te tengo. ...en esta tarde larga... ...en esta larga tarde...

El domingo pasado. Userix

       El domingo pasado quedé conmigo y discutimos.       A los dos nos gusta pasear, y aprovechamos la gran extensión del mayor parque de la ciudad, para perdernos por ese gran pulmón verde de naturaleza que oxigena a la urbe y descontamina a sus habitantes desde las afueras.      Ahora recuerdo que al principio de nuestra afición pedestre, ésta sí tenía una función curativa y de desintoxicación del estrés cotidiano. Pero después de los años, ni uno ni otro pensamos en nuestra caminata dominical como en un descanso, ni en un evadirse de los problemas. Ni siquiera en una forma de afrontar las preocupaciones debajo de un árbol, ver mejor un eclipse, o respirar aire puro.      Salías, pensabas en nuestras cosas y en las de los demás, (o mejor aún, no pensabas en nada sin querer) y el cansancio físico de moverte durante más de dos horas, te producía un agotamiento muy relajante para el resto del día.       Comentamos, pero sin hablarnos, claro