Armisticio de Alquimia. Guillermo de Jorge
Pido un minuto al silencio treinta segundos Quiero contarte al oído mi estancia en este mundo Quiero ponerte en el alma una bala y disparar; Quiero ponerte en el alma un poema y apretar el gatillo; Abatir tu piel a besos mientras que amar sea el único verbo letal que ingieras. Treinta segundos Fiero, ante la enlazada arquitectura de tu cuerpo, pacto el armisticio, fraguo en bronce nuestra tregua nuestras manos, las derrotas de las noches sobre la piel. Poema final ser en el tiempo: página blanca desde la voz quebrada; vuelo enlazando signos, la búsqueda; movimiento curvo del aire que acaba en el mismo instante en el que empezamos. Publicado en la Revista Transparencias n. 17 Depósito Lega