Entradas

Mostrando entradas de abril 28, 2013

18.- tic, tac, tic, tac, ... Isabel Prada (73

Imagen
  La  luz entraba sin permiso, a través de las cortinas, inundaba la habitación  y se acurrucaba en las sábanas. Con un ojo totalmente cerrado y el otro apenas abierto, Ana se desperezaba cruzada en diagonal, esa era una de las ventajas de tener para ella sola una cama  enorme, una cama de matrimonio.  A esas horas tan solo la cantinela estridente de su  despertador le hacía compañía.  Se dio una ducha rápida y oteo en el armario buscando algo que ponerse. Dos tostadas y un café le ayudarían hasta la hora de su almuerzo. Se echó unas gotas de perfume, pocas porque el frasco estaba ya en las últimas, del mismo modo que la cuenta corriente, del mismo modo que el mes de septiembre.... Cada día caminaba 10  minutos hasta la parada de autobús, ahí esperaba otros tantos y luego, por fin, subía al bus atiborrado, repleto de miradas enlegañadas . Ese día consiguió sentarse al lado de la ventana. Aunque su mirada quedó perpleja ante un grupo de madres con sus críos. Armaban mucha algarabía y re

17.- El último amigo. Mar Fernández Montes (70

Hoy me he muerto. Morirme era algo que siempre me ha dado, más que miedo, pereza: hacer que mis familiares estuviesen a mi lado, llorando y sufriendo por mi marcha, y todo lo que viene después, velatorio, entierro, saludar a familiares, amigos y amigos de mis amigos... ¿No me digan que no da pereza sólo de pensarlo? Agotador. Pero... hoy, por fin , me he muerto. La verdad, sentía curiosidad por saber cómo me iba a sentir muerto y no tiene nada que ver con todo lo que me había imaginado antes. No. Esto es distinto. No sé si para cada uno de nosotros será igual o no, o como cuando tienes un hijo, que hablando con otros te das cuenta de que cada uno lo vivió de forma diferente. Yo me siento bien, liberado, suelto, muy suelto, es como si pesase antes 200 kilos y ahora me hubiese quedado en 50. Liviano y feliz. Creo que echaré de menos a mis hijos y a mi mujer, pero también pienso que tendré tiempo de verles más adelante cuando ellos realicen el mismo viaje . Una temporada solo me vendrá mu

17.- El último amigo. Mar Fernández Montes (70

Hoy me he muerto. Morirme era algo que siempre me ha dado, más que miedo, pereza: hacer que mis familiares estuviesen a mi lado, llorando y sufriendo por mi marcha, y todo lo que viene después, velatorio, entierro, saludar a familiares, amigos y amigos de mis amigos... ¿No me digan que no da pereza sólo de pensarlo? Agotador. Pero... hoy, por fin , me he muerto. La verdad, sentía curiosidad por saber cómo me iba a sentir muerto y no tiene nada que ver con todo lo que me había imaginado antes. No. Esto es distinto. No sé si para cada uno de nosotros será igual o no, o como cuando tienes un hijo, que hablando con otros te das cuenta de que cada uno lo vivió de forma diferente. Yo me siento bien, liberado, suelto, muy suelto, es como si pesase antes 200 kilos y ahora me hubiese quedado en 50. Liviano y feliz. Creo que echaré de menos a mis hijos y a mi mujer, pero también pienso que tendré tiempo de verles más adelante cuando ellos realicen el mismo viaje . Una temporada solo me vendrá mu

17.- El último amigo. Mar Fernández Montes (70

Hoy me he muerto. Morirme era algo que siempre me ha dado, más que miedo, pereza: hacer que mis familiares estuviesen a mi lado, llorando y sufriendo por mi marcha, y todo lo que viene después, velatorio, entierro, saludar a familiares, amigos y amigos de mis amigos... ¿No me digan que no da pereza sólo de pensarlo? Agotador. Pero... hoy, por fin , me he muerto. La verdad, sentía curiosidad por saber cómo me iba a sentir muerto y no tiene nada que ver con todo lo que me había imaginado antes. No. Esto es distinto. No sé si para cada uno de nosotros será igual o no, o como cuando tienes un hijo, que hablando con otros te das cuenta de que cada uno lo vivió de forma diferente. Yo me siento bien, liberado, suelto, muy suelto, es como si pesase antes 200 kilos y ahora me hubiese quedado en 50. Liviano y feliz. Creo que echaré de menos a mis hijos y a mi mujer, pero también pienso que tendré tiempo de verles más adelante cuando ellos realicen el mismo viaje . Una temporada solo me vendrá mu

16.- Pasos largos en Sierra Morena. Josefina Niebla (66

Hierve el sol sobre la tierra, rota y yerta, a su pesar se levantan, misterios del mismo, ¿quién sabe? ... olivares, aceitunillas negras, campos de cebá, centeno y paja. Del pastoreo viene, cansino, fatigas de la sierra misma, camisa empapá, el sudor del que cae a plomo, ovejitas blancas, .. el zurrón y alpargatas, siguiendo cañada arriba, hasta el cortijo llegará. Mujer e hija tiene, María aguarda, zarandeando la paila, cutis fino, manos menudas, ¿quién diría que en el campo anda?; la niña ya se ha dormido, una nana todavía canta: ea mi niña, era, ¡ Shuuuu!, suspira y canta, .. azuzando la brasa. Por la noche callada, no más luz que la de una vela, no más calor que la del lecho, la serranía enmudece, ... ni el volar de aquélla águila, no más aullido que el del zorro, ¡por dios!.. que susto pasan. Al pueblo fui ayer mañana, a entregar las cuajas, y al pasar por la taberna del ventorrillo a la entrada, tó er mundo murmuraba la misma historia versada: Que un bandido anda suelto por la S

16.- Pasos largos en Sierra Morena. Josefina Niebla (66

Hierve el sol sobre la tierra, rota y yerta, a su pesar se levantan, misterios del mismo, ¿quién sabe? ... olivares, aceitunillas negras, campos de cebá, centeno y paja. Del pastoreo viene, cansino, fatigas de la sierra misma, camisa empapá, el sudor del que cae a plomo, ovejitas blancas, .. el zurrón y alpargatas, siguiendo cañada arriba, hasta el cortijo llegará. Mujer e hija tiene, María aguarda, zarandeando la paila, cutis fino, manos menudas, ¿quién diría que en el campo anda?; la niña ya se ha dormido, una nana todavía canta: ea mi niña, era, ¡ Shuuuu!, suspira y canta, .. azuzando la brasa. Por la noche callada, no más luz que la de una vela, no más calor que la del lecho, la serranía enmudece, ... ni el volar de aquélla águila, no más aullido que el del zorro, ¡por dios!.. que susto pasan. Al pueblo fui ayer mañana, a entregar las cuajas, y al pasar por la taberna del ventorrillo a la entrada, tó er mundo murmuraba la misma historia versada: Que un bandido anda suelto por la S

16.- Pasos largos en Sierra Morena. Josefina Niebla (66

Hierve el sol sobre la tierra, rota y yerta, a su pesar se levantan, misterios del mismo, ¿quién sabe? ... olivares, aceitunillas negras, campos de cebá, centeno y paja. Del pastoreo viene, cansino, fatigas de la sierra misma, camisa empapá, el sudor del que cae a plomo, ovejitas blancas, .. el zurrón y alpargatas, siguiendo cañada arriba, hasta el cortijo llegará. Mujer e hija tiene, María aguarda, zarandeando la paila, cutis fino, manos menudas, ¿quién diría que en el campo anda?; la niña ya se ha dormido, una nana todavía canta: ea mi niña, era, ¡ Shuuuu!, suspira y canta, .. azuzando la brasa. Por la noche callada, no más luz que la de una vela, no más calor que la del lecho, la serranía enmudece, ... ni el volar de aquélla águila, no más aullido que el del zorro, ¡por dios!.. que susto pasan. Al pueblo fui ayer mañana, a entregar las cuajas, y al pasar por la taberna del ventorrillo a la entrada, tó er mundo murmuraba la misma historia versada: Que un bandido anda suelto por la S