Leyendo tus sentimientos, Miguel Álvarez, le escribiría este poema para que te recuerde:
Emerge de mí tu sombra,
tu lengua en mi piel,
reptil azul sin pronunciar nombre.
Tumbado me hiciste prisionero
de rejas que no quiero ver.
Arde tu silueta en cada esquina,
recodo, atisbo, donde mi sangre,
sin ti se convierte hielo.
Contigo ardo, busco
la huella de tu cuerpo en mi cuerpo
Estrella de la noche, te has ido.
Con mis manos te construyo
el camino de vuelta.
Te espero.
Dedicado a mi amigo Miguel Álvarez que se ha quedado "temporalmente" sin su amor.